Réplica
— Solo así se va ir mi dolor, la muerte dolería menos que todos los golpes — dijo mostrándome sus moretones — por favor, solo deseo eso —
— Bien, será rápido, una persona como tú no debe de sufrir más — dije abrazándolo para poner la daga que tenía atrás de él y clavársela en la espalda — no sufrirás más, cierra tus ojos y duerme — dije sintiendo sus lágrimas en mi hombro y sintiendo brotar las mías — no merecías esto, pero sé que en tu próxima vida serás feliz, yo me aseguraré de que así sea — dije sintiendo como su corazón paraba de latir poco a poco — descansa en paz, Kim Seokjin —
Por unos meses nadie se dió cuenta de su muerte, sus padres bajaban cada tanto solo para pegarle y humillarlo, se alarmaron mucho al ver que no estaba en la celda, si fuera por mí los hubiera dormido y hacer que las bestias se los coman, pero sabía que sus muertes serían aún más peores.
Murieron en un viaje, su carroza se incendio, fue ocasionado por las personas que fueron perjudicadas de su avaricia, eran las personas a quienes le quitaron todo por tener más.
Las dos hijas que tuvieron se casaron, una murió en el parto y la otra se casó con un aristócrata de buena familia, ambos tan podridos y llenos de superficialidad que daban pena. Tuvieron tres hijas, la mayor era centrada y recta, la segunda tranquila y amable pero la última fue un dolor de cabeza. El destino es algo complicado, ella, la más engreída fue la que sacó el don de la magia, pero desde la muerte de Jade no había visto a ningún bruja con su poder, manipulación y control de su magia. No le tomé mucha importancia, ni siquiera ella podía notar su don lo cuál lo hacía favorable pues una persona como ella siendo consciente de eso sería peligroso.
Me centré en las demás hermanas, la mayor terminó decepcionándome a niveles drásticos, mató a dos niñas y a sus padres. Cuando la vi no vi remordimiento en su mirada, me hizo acordar a muchos de sus demás ancestros que solo por su influencia creían que eran dioses y que la vida de los demás no valía, la segunda me causó dolor en realidad, cuando intentó quemar el libro y piedra también lo hacía conmigo, mi vinculación con esas pertenencias lo hacen de ese modo, le quité todo, al parecer era consciente de todo esto de la magia y no le había gustado para nada.
Pronto en la casa se escuchó el primer llanto, un bebé había nacido, siempre en cada nacimiento paraba pendiente por si la réplica u otra bruja se presentaba. Estuve presente en cada nacimiento, los vi crecer, incluso vi algunos reencarnar. Pero en un embarazo en particular no lo pude ver, estaba más concentrada en proteger que esas criaturas no se vayan a meter, tan concentrada en eso que no me pude dar cuenta de lo que pasaba adentro.
— A-ayúdenme — escuché una voz a lo lejos
Corrí lo más rápido que pude, sin dejar de escuchar el llanto pero cuando llegué solo sangre era lo que podía ver.
— P-por favo-or, quien sea — lloraba esa mujer — m-mi bebé —
No pude ayudarla, algo me distrajo de eso, vi una sombra salir rápidamente de una esquina y salir por una de las ventanas, la seguí lo más rápido que podía pero no la alcancé. Cuando regresé ya la habían ayudado, pero el bebé falleció, cuando vi el cuerpo de la niña pude darme cuenta de algunas cosas que se me habían pasado. Había hecho un pacto, el bebé había sido envenenado con yerbas, ella había sido engañada.
— Mi bebé — nomas repetía ella
— Debes olvidar todo —
— No quiero — respondió sin mirarme
— No te he preguntado si quieres, lo vas hacer —
— ¿Porqué? —
— Solo perderás las memorias de tu magia, lo de tu bebé fue tu culpa —
— No-o fue mi culpa —
— Lo fue y eso debes de pagarlo en vida —
Le borré lo necesario, aprendí con el tiempo a hacerlo pues siempre habían personas muy curiosas y eso no debían de saber.
Luego de un tiempo vi que quedó embarazada, pensé que sería una compensación por tanto dolor que tuvo que pasar, pero no, ella quería matarlo desde que estuvo en su vientre. Cuando nació estuve presente.
— Te encontré — dije apenas vi al bebé abrir sus ojos — eres idéntica a ella solo que tú eres hombre — dije sonriéndole
El niño fue querido por todos al igual que Jade, me acuerdo que un día lo aparté de su hermano, tenía que saber si recordaba el pasado, lo llevé hasta el lugar especial, pero algo que no estaba en mis planes sucedió, el lago se iluminó y de ella se mostró una imagen, un chico adolescente con guitarra.
— Oye, niño — lo llamé
— ¿Yo? — preguntó señalándose
— Sí, tú — dije sonriéndole — eres muy bonito, por favor que tu alma también sea bonita, nunca cambies, ahora sí, duerme pequeño — dije haciendo que se duerma en el pasto — y recuerda que soy solo es un sueño — dije desapareciendo cuando sentí pasos cerca
Lo vi crecer hasta cierto punto pues todos eran mandados a un colegio en las montañas a lo cual sería peligroso meterme. Antes de que él se vaya un chico quiso hacer algo con él pero su prima llegó a tiempo.
Con el tiempo todos crecieron, algunos se fueron a formar sus familias y los demás seguían ahí.
— Veo que reencarnó, espero que no sea igual de traicionero, Kim Jongdae — dije observándolo de lejos
Estuve en todos esos momentos, incluso en la muerte de las hijas de Yongsun pero no llegué a tiempo, de nuevo algo me distrajo. La llegada de esos dos era lo que tenía tan intrigada, un Park era quien estaba aquí, es curioso como es el destino, pero sabía que no llegó solo. Él vino con un chico con cabello azabache y una sirvienta. Cuando la vi supe que todo era movimiento de ella, uno de ellos seguro era su marioneta, o ambos.
Taehyung se enamoró de Jungkook pero al parecer eso también era parte del plan.
— ¿No puedes dejarme en paz? — me preguntó fastidiada — no te meterás en mis planes —
— Claro que lo haré, ya no puedes usarme — dije viéndola fijamente
Inmediatamente me tuve que transformar en gato pues escuché la voz de Taehyung y su prima. El día llegó, todos murieron, algunos pagaron sus pecados y otros tan solo tuvieron la desgracia de estar ahí. Me llevé a los niños a un lugar seguro.
Vi a Taehyung enfrentar a Yonnah, pero no sería suficiente con él solo.
— Tú no, pero ellos sí — dijo Taehyung sonriendo pues me vio atrás de Yonnah
— Yo te voy a matar vieja amiga — dije volviendo a mi forma humana y clavándole la daga en el cuello
— No-o es mi final — dijo riéndose — ¿Crees que eso me-e matará? —
— El fuego es el final de todas la brujas — dije haciendo que una flama aparecía en mi mano — adiós —
— ¡NO! —
Vi como la persona que hizo que yo deje morir a mi prima, la persona que hizo que tuviera esta maldición y la persona que amé era consumida por el fuego.
— Ya va anochecer — dije volteando a verlo — el día terminará —
— Quiero irme — me respondió él para irse a dentro de su casa, siendo seguido por Jungkook y Jimin
Me quedé pensando en si en realidad lo haría, pero en mi mente no estaba eso, lo vi caer desde su balcón, algo trágico.
— No eras débil, Kim Taehyung — dije sin atreverme a ver su cuerpo
" En polvo se convertirán, volarán por el aire sin parar, juntos como familia, al ritmo del viento irán " dije desapareciendo cualquier rastro de ellos
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