Primas
Fue hace mucho, mucho tiempo atrás, un tiempo más viejo que la existencia de las carrozas, más vieja que la existencia de un baño, simplemente es más antiguo que todo ser viviente en este mundo, pero apesar de haber pasado hace mucho siento que fue simplemente ayer cuando pasó todo eso, cuando cayó en mí algo que cambió todo.
Yo era joven e inexperta, vivía junto a mi madre y prima. Mi prima era especial, desde niña lo fue, ella poseía magia pero poco después me di cuenta que yo era igual.
— ¿Qué haces, Hyejin? — me preguntó mi prima acercándose
— Estoy practicando mi magia — dije viéndola con desinterés
— ¿Puedo practicar contigo? — me preguntó animada
— No —
— ¿Pero porqué? —
— Tú ya sabes lo suficiente, yo también quiero sobresalir — dije molesta
— Pero Hyejin... —
— Nada — dije callándola
— Mi tía nos llama, dice que tiene una noticia para las dos... —
Yo tenía dieciocho y Jade tenía diecisiete, ambas nunca tuvimos una relación estrecha, sentía celos de lo que ella podía hacer, sentía celos porque ella poseía esa piedra.
Nuestros días eran tranquilos, con algunos comflictos, a veces no le hablaba por días, pero lograbamos sobrellevarlo. Pero un día todo alguien llegó, tenía tan solo dieciocho años cuando la conocimos, tenía dieciocho años cuando todo cambió para Jade y para mí.
— Hyejin y Jade, ella es una visita por un tiempo, espero que puedan llevarse de maravilla — dijo mi mamá animada
No sabíamos que en ese momento nuestras vidas no volverían a ser las mismas, no tenía idea de quién era ella, pero nunca elegimos de quién enamorarnos, solo pasa.
— Gracias por su recibimiento, soy Yonnah, espero poder llevarme bien con ustedes — dijo sonriendo
Ella era beta, era mayor que nosotros, dos años mayor. Al principio se mostró tímida pero con el pasar de los días se empezó a juntar conmigo.
— Hyejin — dijo acercándose con una sonrisa
— Dime — dije mientras veía el paisaje
— Jade dice para que vayamos a recolectar flores al bosque —
— No me apetece ir — dije suspirando con cansancio — pueden ir las dos sin mí —
— ¿Las dos solas? — preguntó para darse vuelta e intentar irse
Yo soy omega, pero mis sentimientos fueron a parar a esa linda beta, se supone que debía de fijaras en una alfa, pero simplemente cada vez que la veía me enamoraba más.
— Yo también voy — dije apresurada para alcanzarla
— Eres muy rara — dijo riéndose — Jade también lo es, me he dado cuenta de que habla sola y siempre apunta algo en unas hojas, es muy misteriosa — dijo sonriendo
Me sentía celosa, Jade tenía ese tipo de efecto en las personas, todo el mundo la adoraba, incluso Yonnah.
— Es rara, ¿Pero qué te puedo decir?, yo soy más lista —
Sí sabía lo que apuntaba, cuando Jade llegó me enseñó un libro éste estaba incompleto y tenía muchas hojas vacías, Jade se había propuesto a llenarlas de hechizos creadas por ella misma. Es un secreto de la familia, nadie debe saber lo que somos o seríamos incinerados frente al pueblo, toda la familia.
— Me parece interesante este lugar, Hyejin ¿Tú me guardarías un secreto? — me preguntó acercándose demasiado a mí
— S-sí — dije retrocediendo por la cercanía
— Bien, te lo diré esta noche — dijo guiñándome el ojo
— ¡Vinieron! — exclamó Jade corriendo hasta nosotras pero luego paró en seco — Yonnah no trajiste tu cesta, y tú, Hyejin, tampoco — dijo haciendo un puchero
— ¡Oh no! — exclamó Yonnah — ahora vuelvo — dijo para irse
— Dime Hyejin, ¿Aún no lo has tomado una decisión? — me preguntó Jade
— No quiero, solo sería una sombra tuya, como siempre — dije sin verla
— No pienses eso, yo quiero que ambas podamos escribir juntas nuestras experiencias y nuestros hechizos —
— ¿Por qué traes esa piedra?, ¿Acaso no es más peligroso de ese modo? — pregunté negando
— Es más peligroso dejarlo solo —
— Acaso no confías en nosotras, ya tienes años viviendo con nosotras y nunca te haríamos algo, somos familia por dios, eres una desconsiderada — dije sintiendo fastidiada por su actitud
— Yo confío en ustedes, pero no confío en... — se quedó callada — este pueblo siempre está muy al pendiente de todo y eso me da miedo, un descuido mío puede ser fatal — dijo susurrando
— Eres egoísta — dije viéndola — sabes cuanta gente muere por causa de las guerras y tú con esa piedra puedes parar todo —
— ¿Hyejin, sabes que encontré hoy en plena madrugada? —
— No me cambies la conversación — dije harta — puedes hacer muchos milagros, pero siempre te guardas esa piedra —
— La piedra es peligrosa —
— No te creo nada —
— Hyejin, encontré un venado muerto —
— ¿Y eso qué?, todas las mañanas los cazadores salen por animales para poder comer, es algo normal —
— No murió por una flecha, lo encontré sin ojos y con el cuerpo seco, tenía una expresión agonizante —
— Ese no es nuestro problema —
— Claro que sí —
— Entonces es tú problema prima, mi madre y yo no tenemos nada que ver —
Mi madre era viuda, mi padre había muerto en las guerras justo antes de que Jade llegara, mi mamá es lo único que me queda, no quiero perderla.
— ¡Ya llegué! — escuchamos la voz de Yonnah atrás nuestro
— Gracias por traerlas Yonnah — dije sonriéndole
— Vamos a buscar flores bonitas — dijo Jade para meterse al bosque
— Ella es muy valiente — dijo Yonnah sonriendo — me sorprende cada día más —
— Sí, así es ella — dije fastidiada
— El bosque es muy grande, me gustaría vivir en uno — dijo Jade adelante nuestro — está lleno de viva y nunca sabes que cosas podrás encontrar
—
— ¡Tienes razón! — exclamó sonriéndome, Yonnah
— ¡Sí! — exclamó Jade volteando a verla — es hermoso, sin duda me gustaría vivir en un lugar así de tranquilo —
— En el bosque hay muchos animales salvajes Jade, no seas tonta — dije sin ganas de estar ahí
— ¡No seas así Hyejin! — dijeron las dos a la misma vez
— ¿Jade, a tí te gusta alguien? — preguntó Yonnah alejándose de mí para ir al lado de Jade
— Sí, me gusta alguien pero aún es secreto — dijo Jade con una enorme sonrisa — hace poco encontré un lindo lugar, miren — dijo agarrando de la mano a Yonnah — ¡Síguenos Hyejin!, ¡No seas perezosa primita! —
La seguí lo más rápido posible pues no quería perderlas de vista, no pasó mucho para que lleguemos a un lindo lugar, tenía buena iluminación, pero lo mejor era su laguna cristalina.
— ¡WO! — gritó Yonnah impresionada — es hermoso —
— Lo es, no parece real — dije mirando a Jade con una ceja alzada
— Pues créelo, es muy real, así como nosotras — dijo acercándose a mí para agarrarme la mano y luego acercárse a Yonnah — éste será nuestro lugar para poder hablar y contarnos secretos —
— Bien prima, así será —
Me hubiera gustado que ese día sea eterno.
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