— Debes dejar de ver ese retrato — me dijo Jimin mientras se peinaba

— Y tú debes dejar de salir a fiestas — dije mientras tomaba mi café

— No lo voy hacer —

— Entonces yo tampoco —

— Debes de dejar de ser un amargado, mejor ve a pasear, así de encerrado nunca lo encontraras — dijo viéndome con una mueca — al menos hoy no hueles a alcohol —

— ¿Eso es lo que quieres?, ¿En serio quieres que lo encuentre aunque eso signifique tu muerte? —

— No quiero morir, pero si así dejo de verte tan melancólico... lo puedo soportar — dijo para sonreír e irse rápidamente

— Estoy solo en ésta enorme casa, tenemos la casa más grande de la ciudad, tenemos dinero suficiente para comprar toda Corea... pero eso no me satisface, tengo todo lo que antes quise — dije empezando a reírme — si tan solo lo encontrara creo que no me importaría quedarme sin absolutamente nada — dije escuchando cómo la lluvia caía, al parecer el día también estaba triste

Cuando estuvimos adaptándonos al tiempo yo salía todos los días para encontrarlo, pero con el pasar de las décadas esa esperanza se fue apagando, y ahora solo me quedo en casa observando el retrato de esa mujer parecida a Taehyung.

— Debí aunque sea pedir una foto tuya — dije recordando todo con tan solo cerrar mis ojos  — quiero comer unas galletas — dije sonriendo al sentir ese rico olor a galletas recién horneadas, de inmediato me dirigí a la cocina

— ¿Señor Jungkook, desea algo de comer? — me preguntó Woosin con una sonrisa en su rostro

— Solo unas galletas — dije viendo un periódico en la mesa — ¿Ha venido alguien para el puesto de jardinero? — pregunté mientras me comía una de las galletas que me dejó en un plato

— No señor, al parecer aún no ven el aviso del periódico —

— Bien, entonces tendré que ir yo a ver si encuentro a una persona adecuada, no me gusta ver a las flores marchitarse — dije suspirando

— ¿A qué hora vuelve el joven Jimin? —

— No puede tardar mucho, pero tratándose de él... no lo sé — dije agarrando un paraguas para salir

Afuera todos corrían de un lugar a otro para cubrirse de la lluvia, era gracioso y un poco fastidioso ver como de un momento a otro la lluvia empezaba tomando a todos desprevenidos, por ejemplo ahora mismo había bajado y solo gotas chiquitas descendencian dejando el ambiente fresco.

— No iré a tu casa Minseok — escuché una voz familiar que me hizo voltear

— No será por mucho Kyungsoo, solo hasta que el asunto con mis padres se normalice —

— No volveré —

Desde hace tiempo me he encontrado con muchos de ellos, incluso con los sirvientes de aquella mansión, pero nunca logro encontrar la conexión con Taehyung, es como si todos nacieran en orden, pero cuando él tiene que llegar simplemente no pasa nada.

— ¿Señor desea una bella rosa? — me preguntó una niña apareciendo frente a mí

Se me hacía familiar, pero tal vez son ideas mías, he visto a muchas personas en todos estos años que tal vez la vi en su vida pasada, en algún lugar.

— ¿Y cuánto está? — le pregunté sonriendo

— Para usted gratis —

— ¿En serio? — pregunté asombrado

— Sí, le voy a regalar una rosa porque puedo ver en su rostro la tristeza —

— ¿Me veo triste? — pregunté riéndome un poco — soy una persona muy transparente entonces... —

— ¿Es amor, o solo tristeza? — me preguntó

— Un amor triste —

— ¿Su ser amado ya no se encuentra con usted? — preguntó y yo solo negué — ¿A dónde se a ido? —

— No lo sé, si supiera me iría sin siquiera pensarlo, así sea a lo más recóndito de la tierra — dije aceptando la rosa que me dió

— No sufra más, el destino pronto le regresará a su ser amado —

— Muchas gracias — dije recibiendo la rosa

— Gracias a usted — dijo para pasar por mi lado — ¡Vamos hermano! — la escuché decir

Volteé para ver con quien se iba, pero no me esperaba verlo tan de repente, ahí, frente a mí, con una enorme sonrisa, pero esa sonrisa no era dirigida a mí. Estaba igual que como lo recordaba, era como sentir que seguíamos en ese tiempo.

— Vamos Jisoo — dijo abriendo sus brazos para abrazarla

Los vi dar la vuelta para marcharse y en ese momento fue cuando reaccioné.

— ¡ESPEREN! — grité lo más fuerte que pude, corrí hasta ellos, incluso boté mi paraguas

— ¿Sí? — preguntó él observándome fijamente

— Yo-o, usted... — dije poniéndome nervioso — es un delito y un riesgo poner a su hermana menor a vender en las calles, ¿Cómo es posible que sea tan irresponsable?, ¿Sabe que puede ser denunciado...?  — fue lo primero que salio de mi boca

Él se quedó viéndome por un rato para luego ver a su hermana y empezar a reírse.

— Señor, no es lo que piensa — dijo secándose sus lágrimas de tanto reírse — no vendemos rosas, las regalamos a las personas —

— Próximamente gatitos — dijo su hermana

— Oh... — fue lo único que dije

— No se preocupe que en casa nuestra familia nos cuida bien — dijo sonriendo — vamos Jisoo, a la abuela no le agradará que lleguemos tarde —

— ¡ESPEREN! — volví a gritar

No quería que se vaya, tenía miedo, temía que si cruza esa pista no lo volvería a ver nunca más, temía sentir la soledad, no quiera ver de nuevo el amanecer solo.

Ellos voltearon a verme y se quedaron en silencio, viéndome fijamente.

— ¿Cuántos años tienes? — pregunté

— Señor, no quiero sonar mal pero eso no se pregunta y no estamos obligados a responder — dijo Taehyung poniendo a su hermana atrás de él — tenemos que irnos — dijo alzando su mano en forma de despedida

— No se vayan... — dije agarrando su mano — por favor, solamente quiero conversar, solo eso —

— Me agradaría mucho eso pero... — dijo intentando soltarse

— Sé que no parezco confi-iab-ble pero-o — dije sin poder evitar que mi voz se rompiera — so-olo quiero saber en do-onde puedo volver a ve-erte — dije sintiendo como mis lágrimas no paraban de salir

Él se quedó viéndome por un rato hasta incluso dejó de intentar soltarse.

— En éste parque, nos acabamos de mudar y el lugar me gusta mucho — dijo dándome una pequeña sonrisa

— Sí, es un lugar especial — dije volteando a ver el árbol, pero rápidamente volví mi vista a él

— Yo no diría especial, si no mágico — dijo sonriendo pero su sonrisa fue borrada cuando la lluvia empezó a caer con fuerza — me tengo que ir... —

— Fue un placer conocerlo — dije dejando un beso en su mano — espero que en el futuro podamos ser amigos —

— N-nos tenemos que ir — dijo apartando su mano y voltear para agarrar a su hermana e irse

— ¿¡A QUÉ HORA PASAS POR ACÁ!? — grité antes de dejar de verlo por todas la personas, no respondió, solo me sonrío — ¡TE EXTRAÑÉ! — grité, pero cuando vi a donde estaba era ya un lugar completamente vacío — no-o — dije negando para correr a donde los vi — no-o te vayas — dije intentando ver por donde sea que se hayan ido, pero no los vi

Me quedé parado, bajo la lluvia, esperando que tal vez por alguna razón vuelva. Pero las horas pasaban y sentía el frío calar mis huesos.

— ¡Señor!, ¡Por dios! — escuché la voz de Woosin atrás mío

— Creo que lo volví a perder, tengo mucho miedo Woosin, no puedo perderlo esta vez, no quiero perderlo esta vez — dije sin dejar de ver al lugar en donde lo vi antes de perderlo de vista