Castigo
— No lo haré — dije retrocediendo con la bebé en brazos
— Dámela o te jur... — no terminó de hablar porque cayó al piso inconsciente
— Eres muy confiada, ese es tu error — dijo Jade viéndola desde arriba — vámonos — dijo suspirando — ese hechizo la tendrá inconsciente por un buen tiempo —
— Vamos — dije para empezar a caminar — ya va salir el sol Jade, no te preocupes que cuando el sol salga ella no podrá hacer mucho — dije caminando sin voltear
— Hyejin... — la escuché decir
— Ya vamos a llegar — dije sin voltear — cuando lleguemos al otro lado habrá un pueblo, hay nos darán comida y agua, también debe haber un doctor para que te atienda —
— Hyejin, voltea y mírame... —
— No-o — dije deteniéndome — no quiero hacerlo —
— Debiste decirme que fue ella, debiste decirme desde un principio, ¿Qué querías lograr? —
— No sé... —
— ¿Segura?, ¿No pensaste que sería mejor borrarle la memoria?, en vez de eso decidiste callar solo para que no se olvide de tí, decidiste callar aún sabiendo que mató a personas a sangre fría —
— Pensé que cambiaría, pensé que esa idea se iría de su cabeza —
— Mírame a la cara Hyejin — dijo pero yo solo negué apegando a la bebé a mi cuerpo — Mírame-e —
Cuando volteé vi su vestido rosado manchado de sangre.
— Vas a mor... — me callé
— Sí Hyejin, esa daga no era cualquiera, al parecer lleva haciendo esa arma por un buen tiempo... o la consiguió de algún lado —
— Lo-o sien-ento — dije sintiendo las lágrimas caer
— No hay palabra ni milagro que pueda hacer nada para cambiar lo que va a pasar, no veré crecer a mi hija — dijo también empezando a desbordar lágrimas
— Lo-o sien-ento mu-ucho — dije acercándome a ella — no te preocupes, yo la cuidaré y la protegeré de ella —
— Lo sé — dijo sonriendo — pero no será a la única —
— ¿Q-qué? —
— Cuidarás de ella, cuidarás de sus hijos, cuidarás de sus nietos, cuidarás de todos los descendientes —
— J-jade —
— Vas a ver el nacimiento de todos y verás al igual sus muertes, no te meterás en sus decisiones, el destino ya está escrito —
— No puedes hacerme esto —
— Lo hago, has dejado a tu madre, has traicionado a tu prima y has dejado sin madre a tu sobrina, yo tendría que ver a sus hijos, pero eso no pasa-ará — dijo escupiendo sangre — pero no te angusties, tendrás tu salida de esto — dijo acercándose más a mí — cuando aparezca mi réplica, solo cuando la persona idéntica nazca y muera se irá todo, la piedra se hará polvo al igual que el libro, absolutamente todo sobre la piedra, se irá junto contigo —
— ¿Cuándo vuelvas a nacer? —
— Cuando lo haga — dijo para ver su herida — se ve feo —
— ¿Te duele? —
— Mucho — dijo sentándose en el pasto y apegandose a un árbol — no quiero ver ésto el último día de mi vida — dijo para usar sus últimas fuerzas y transportarnos a otro lugar, ese lugar especial — Hyejin, quiero ver a mi bebé — dijo extendiéndome su brazo
Cuando la acerqué ella solo la vio y sonrío.
— Esperó que seas una buena niña alfa hija — dijo cerrando sus ojos para darle un beso a su hija — Hyejin hace frío, tal vez deberías irte —
— Lo haré, pero dime cuando volveré a verte —
— No lo sé, el destino es complicado —
— Te extrañaré mucho —
— Cuando me encuentres procura decirlo —
— Te estás poniendo pálida —
— Son los efectos del veneno —
— Me voy a ir, no soy tan fuerte para ver como mueres —
— Verás cosas peores —
— Pero no los veré de tí —
De un momento a otro ya no decía nada, otro síntoma del envenenamiento, la dejé ahí y me fui con la bebé. No fui capaz de criarla, yo, así que dejé que dos pueblerinos la acogieran. Tuve que hacer mis movimientos para que no le cambiarán el apellido y no preguntarán en un futuro por si veían en una una bruja en su familia.
La vi crecer, la vi enamorarse, la vi tener a sus hijos, vi todo lo que Jade dijo que tendría que ver, incluso envejecer y morir. Fue realmente triste verla de ese modo, yo no podía llorarle, tenía que mantenerme escondida para que no me vean. Con el tiempo empecé a aprender a cambiar mi apariencia, un camuflaje para estar cerca a sus hijos, al principio duró unos minutos, luego fueron horas, días y años con una misma apariencia.
Pronto también presencié el crecimiento de esos pueblerinos, construyeron su mansión, siempre estaba alerta por si Yonnah aparecía pero nunca la vi en realidad, fue en una ocasión en donde me pareció verla, pero no lo creí posible.
Años, décadas mejor dicho, pasaron por mí, ver a todos los niños crecer era divertido, eran niños realmente adorables, pero al verlos crecer y hacer barbaridades me hacía ver la vida de otro modo.
— Debes de sentirte miserable — le dije a un hombre que estaba extremadamente borracho
— No-o — dijo riéndose — ¿Porqué debería de sentirme así? — preguntó sin dejar de tomar
— Has apostado la vida de tus hijos y esposo por unos tragos, eso es traición a personas de te esperan en casa —
— Me importan una mierda — dijo con gracia
— Entonces no tengo por qué interceder, sé que prometí no meterme en sus vidas, pero tú no mereces ser salvado —
— ¿De qué hablas vieja? —
— Serás la comida para las bestias — dije retirándome — espero que no reencarne, no quiero volver a ver su cara —
Mataron a su pobre familia por eso, al parecer el alcohol no había sido lo único por lo cuál apostó. Los años pasaron y seguí viendo a los descendientes hasta llegar a una bastante usual.
— Tiene poderes — dijo la mujer horrorizada
— Es una maldición — dijo el hombre jalándose los cabellos
— Idiotas — dije riéndose al verlos
— Debemos ocultarlo — dijo el hombre
Sus acciones fueron cobardes, encerraron a su hijo en un calabozo en lo alto de la mansion, luego empezaron a usarlo para que les haga favores tan insignificantes. Esos tipos tuvieron dos hijas más las cuales adoraron, pero al chico jamás lo abrazaron.
— T-tengo frío — dijo el chico tiritando
— No sufras lindo — dije sin poder evitar acercárme
— ¿Q-quién eres?, ¿Cómo entraste? — preguntó viéndome con pavor
— No temas, vengo a ayudarte con tu dolor —
— ¿Me liberará? —
— ¿Eso deseas? —
— No en realidad, eso no acabaría con el dolor —
— ¿Y qué lo haría? —
— Matarme —
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