7
¿Mis primos?
Gina
Todos nos reunimos para ver qué pasaba y porqué había tanto alboroto.
Pasamos a través de la multitud, para encontrarnos a dos chicos siendo reclamados, caen mal cuando se junta la multitud.
—Salve GianCarlo Rinaldi, hijo de Fobos, dios del temor y el horror —dice Quirón.
—Salve Lia Rinaldi, hija de Némesis, diosa de la Justicia Divina y del Equilibrio.
Todos nos arrodillados ante ellos. Después de eso, todos se fueron a reanudar sus actividades. De ahí, nos juntamos los hermanos para hablar de esto.
—¿Entonces son nuestros primos? —pregunta Bi.
—Sí y no —respondo.
—Explícate Gina —me ve mi hermano.
—Ay, a ustedes les falta más información o un repaso, no jueguen —me cruzo de brazos.
—Uy sí, la sabionda —dice Nico Jr.
—No lo dice por eso Nico —sale en mi defensa Sebas. Bueno, se le agradece por aparecer en el momento adecuado.
—¿Entonces? —pregunta con mucha intriga Bianca.
—A la única que pueden considerar su prima es a Lia, porque su madre, Némesis, es hija de Nix...
—Y media hermana de nuestra mamá, por lo tanto, Némesis es nuestra tía y Lía viene siendo nuestra prima —termino de explicar lo que dijo Sebas.
—Entonces, ¿GianCarlo qué es de nosotros? —estaba confundido Nico.
—Nada nuestro —respondo con obviedad.
—Auch —se ríe Sebas—. Que directa.
—Pues sí, GianCarlo es hijo de Fobos, y él es hijo de Ares y Afrodita. Nada que ver con nosotros —aclaro.
—Aaah, podía jurar que Fobos tenía algún lazo con nuestra abuela —me doy una palmada en mi frente.
>>Creo que le diré a mi tía Annabeth que mi hermano necesita más clases<<.
—¡Hey! Claro que no —me reclama mi hermano. Cierto, se me olvida que los tres nos podemos leer la mente, ahg, odio eso a veces.
—Chicos —se acerca nuestro tío Percy—. Que bueno que los encuentro, es hora de practicar.
—Le toca a Gina —Nico y Bianca hablaron y me señalaron al mismo tiempo para después irse en viaje sombra.
—Gallinas —grito a todo pulmón. Cuando vea a mi abuela Nix, le diré que me enseñe a controlar la Umbraquinesis, para que la próxima vez que me hagan eso, no se vayan por viaje sombra. Amo ser mala por momentos.
—¿Puedo entrenar con ustedes? —mi tío y yo vemos a Sebastián.
—Claro Sebas, sirve de que no se aburre el solo pelear conmigo —se ríe.
—¡Hey! Claro que no es cierto —aguanto mi risa mientras le reclamo.
—No digo —empieza a correr y lo empiezo a perseguir.
Practicamos por 3 horas entre Sebas y yo, ambos quedamos empate; 2 y 2. Minutos después, se acerca GianCarlo con Charlie, hijo de Afrodita.
—Percy, Quirón dijo que Carl tomara clases de espada contigo —le da una palmada en su espalda a Gian.
—Claro —muestra una sonrisa.
—¿Carl? —lo miro confundida.
—Por su nombre Carlo tontita —se ríe Charlie mientras le enseño de forma burlona mi lengua.
—Eso ya lo sé, pero, se oye raro. En fin, porqué no le pide a los hijos de Ares, después de todo, es su familiar también —opino mientras miro a Seba—. Porque no pienso pelear junto a él, me da asco —le susurro a mi amigo. Pues a pesar de que nuestra relación sea amor apache como dice Val, es mi mejor amigo después de todo, y el primero.
—Ahorita venimos señor Jackson —dice Sebas, como siempre, muy respetuoso, eso me agrada de él. Una vez alejados, me dice—. Está bien que no confíes en él, pero dale una oportunidad, no se ve que sea malo.
—Tengo un sexto sentido, y se llama intuición —le recalcó.
—Sabes muy bien que siempre ha fallado tu sexto sentido —me ve preocupado.
Auch, eso sí dolió. —¿Pero he dejado de creer en el? —lo miro y él lo analiza.
—No, sigues siendo persistente en eso —ambos nos sonreímos.
—¿Creerás en mí?
—Como siempre —ambos estrechamos nuestras manos.
Sebastián siempre me ha apoyado y me ha cuidado desde que somos niños. Incluso cuando estábamos en la escuela. Y cuando llegamos al campamento, ambos nos cuidamos.
Regresamos con mi tío Percy, él y Rinaldi estaban practicando lo básico.
Sebas y yo nos sentamos y nos dedicamos solo a mirar.
Sebastián
Pude ver que GianCarlo trataba de lucirse para apantallar a una chica. Todas se acercaron para ver, pero por su mirada, sabía muy bien que quiere apantallar a Gina. Chico, suerte con eso, ella es difícil de sorprender. Si yo, que llevo varios años tratando de sorprenderla, creen que un tipo rubio e italiano la va sorprender con algo tan básico.
—Agh, que no puede cambiar esa mirada de idiota —que les dije—. Vámonos, que pronto estaré encima de él para darle una paliza y quitarle esa expresión.
Ambos nos levantamos y nos despedimos del señor Jackson. Durante el camino, nos topamos con Val.
—Hola Gina, ¿me puedo llevar a Sebas un rato nada más?
—Claro, yo voy con tío Leo, me dijo que puedo ayudarle en algo que está haciendo.
—Ok, te vemos después Gi —vemos como se va—. ¿Cuándo? —la miro.
—¿Cuándo qué? —pregunto con confusión.
—Cuándo te le vas a declarar a Gina —me sacude.
—Espera —se detiene—. Con ella no es nada fácil, y tú bien lo sabes. Si hace un momento estábamos con el señor Jackson practicando, pero se nos unió GianCarlo y ella decidió que nos fuéramos porque él empezó a lucirse para sorprenderla —le expliqué.
Se empieza a reír. —Es un idiota si piensa que la va a sorprender con algo tan simple. Ella es misión imposible, para él.
—Y para mí —añadí.
—No te creas Sebas, puede que ella sea muy seria en ese aspecto, pero créeme cuando te digo que ella se da cuenta de lo que pasa, aunque a veces si es algo terca —admite.
—¿A veces? —aguanto mi risa.
—Bien, bien, si es terca y más si es en el amor —se ríe.
—Pero ánimo, total, ella todavía no me dice quién es su tipo. Mientras no diga eso, todo bien, pero, si lo dice algún día, chico, es mejor que te preocupes.
—¿Desde cuándo eres doctora corazón? —la miro.
—Ni idea, supongo que se me pegó algo de Dita —se va.
En el siguiente cap presento a los primos Rinaldi.
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