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La misión ha comenzado
Bianca
Por fin pude hacer las pases con mi hermana, siendo honesta, me sentía mal por haber peleado con ella, pero no quería admitirlo. Gracias a mi familia y en especial a Mateo, pudimos arreglar esto. Gina me prometió tratar de interactuar un poco más con GianCarlo, porque ya me dijo que hicieron las pases, pero le dije que lo tratara un poco más; quiso o no, accedió.
Los rayos de sol pasan a través de la ventana, me levanto y preparo mis cosas y salgo de la cabaña de mi abuelo Poseidón. Camino hacia la casa grande y miro a mis hermanos.
-¿Nada más seremos nosotros? -me quito mi mochila.
-No, irá con ustedes Mila, hija de Deméter. Ella será de gran ayuda, ya que ha estado en algunas batallas -menciona Quirón, a lo cuál asiento.
Se acercan mis padres. -Niños, llegó el momento en que deben tener su propia arma -me sonríe mamá. Nos enseñan unos accesorios.
-Estos son para Nico Jr y Bianca -dice ella.
-Mamá, se ven geniales -le muestro una sonrisa.
-Tienes razón, y además, va con nuestros lobos -comenta mi trillizo.
-Y esto es para ti -papá me la una caja color azul marino a Gina, en el cual, su contenido era otro reloj, pero diferente.
-Wow -se limitó a decir mi trilliza mientras sus ojos se abrían de sorpresa.
-Sabemos bien que a ti no te gustan los típicos relojes de mano -dice mamá mientras la mira-. Y no solo es nuestro regalo, es regalo de sus abuelos -nos miran a los tres.
-Gracias -hablamos al mismo tiempo.
-Es hora de que se vayan -nos abraza papá. Y los tres asentimos.
-Vamos chicos, el tiempo es oro -miramos a la peliazul.
Mila Trainor, hija de un maestro de karate y de Deméter. La más rebelde de su cabaña al parecer. Ruda, pero a la vez amable y comprensiva. Su cabello antes era rubio, pero optó por pintarselo de azul, le queda bien.
-Bueno, ¿quién abre el portal? -Gina nos mira, pero ninguno responde-. Está bien que estemos medio dormidos, pero no es para tanto chicos -abre el portal, Nico y yo somos los primeros en entrar.
Gina
-Veo que ya se arreglaron las cosas entre ustedes dos -dice Mila, refiriéndose a Bianca y a mí.
-Sí, debo admitir que sino fuera por Mateo, probablemente seguiríamos peleadas. Él fue la pieza faltante para esto -comento.
Se ríe. -Bueno, pero me alegra que ya hayan hecho las pases. Y ese chico Mateo, es muy guapo -me da una mirada pícara.
-Oh no, no tú Mi, suficiente tengo con Val, las gemelas y Dita -me quejo.
-Admítelo, Mateo es muy guapo. Te apuesto a que es el tipo de la mayoría de las chicas del campamento -comenta.
-Eso no se niega -admito.
-¿Entonces qué esperas? Ve por él mujer -me motiva.
-Eso lo veremos después -me río.
Caminamos a través del bosque, sí, nos teletransportamos a uno de los bosques que están por Portland, Oregón. Según uno de los informantes de Quirón, se sintió la presencia de lo que es Cronos.
Alcanzamos a Bianca y a Nico. -Y dime Bi, ¿cómo se te declaró GianCarlo? -pregunta con curiosidad Mila, mientras avanzamos por el espeso bosque.
-Bueno -de acomoda su mochila-, me llevó a la playa, caminamos un rato, y al anochecer, antes del toque de queda, me dijo que si quería ser su novia -dice muy emocionada.
>>Que poco romántico<< -ruedo mis ojos mientras seguíamos caminando.
Sebastián
Estaba aburrido sin los chicos aquí. Aparte de que me dormí un poco, pero no paro de pensar en ese sueño que tuve.
>>Di que me quieres, di que me quieres fuera de tu vida. Porque sé que lo deseas todo el tiempo<< -esas eran las palabras que me decía Gina en mi sueño, y que no puedo sacar de mi mente. Y ese sueño es lo que más me preocupa, porque temo a que en un futuro se cumpla. A veces esos sueños son una visión del pasado, presente o futuro, así como pueden ser visiones, solo pueden ser simples sueños. Pero eso, para un semidios es imposible saber cuál puede ser.
-¡Espérame Wilson! -veo como Valentina persigue a Mateo. Mi curiosidad me gana, así que decido ir a ver. Al llegar al bosque, veo que ellos entran a una cueva pequeña. Entro y veo planos, diseños y otras cosas.
-Ya te dije que no -responde él.
Val se pone en frente de Mateo. -Escúchame bien Wilson, Gina es mi mejor amiga, y no planeo dejarla sola. Eso nos prometimos, amigas en las buenas y en las malas -se cruza de brazos, teniendo una pose firme.
Él solo suspira. -Bien, pero serás también mis ojos y mis oídos, ¿queda claro? -ella asiente.
-Si ustedes van, yo también -salgo de mi escondite-, ellos también son mis amigos.
-Supongo que no me puedo negar porque son muy tercos para entender un no -mete a su mochila lo último que le faltaba-. Nos vemos aquí, 30 minutos después del toque de queda.
Los tres salimos de la cueva y cada quien se fue a hacer sus actividades, debíamos actuar normal para que no sospechen.
Aunque mi mente estaba tan ocupada pensando en cómo estará Gina, pues a pesar de que se note fuerte, la relación que en su momento llevaba con Bianca la estaba matando por dentro, pero ella prefiere guardarse sus sentimientos. Sea lo que la haya hecho cambiar de opinión y hacer las pases con su hermana, se agradece.
Mateo
Iba saliendo de la cueva cuando escucho la voz. -Tengan cuidado -me doy la vuelta para mirar a la mamá de Gina-. No finjas que no lo sabes -se ríe-, yo una vez tuve su edad y sentí esa necesidad de ir a ayudar a mis amigos. Y si no me crees, mejor pregúntale a mi hermano Percy, él es un experto en eso -se cruza de brazos.
-Tiene una buena intuición -la admiro.
-Eso no es nada -me da esa mirada de "tengo más que eso"-. Solo tengan cuidado y traten de regresar a salvo todos ustedes.
Yo solo me limito a asentir y ella me dijo que ya me podía retirar.
Narradora
Una vez que se fue el hijo de la muerte, Ayla cayó de rodillas y sus lágrimas empezaron a salir, pues ella ya había visto lo que iba a pasar, y por más que los quisiera ayudar, no podía, pues era una ley de los dioses. Ley que tarde o temprano iba a romper.
-Perdónenme mis niños -mira al cielo.
En otro lado, un lugar recóndito y desolado, entró el dios de las pesadillas y miedos.
-Belleza de la discordia, que noticias me tienes -acaricia el rostro de la mujer pelinegra.
-Vamos Fobos, ni esa tú te la crees -se ríe.
-Pero es la verdad querida, dime que nuevas hay -la mira.
-Bueno, déjame decirte que tu hijo lo hace bastante bien, no es lo planeamos, pero sin querer salió a la perfección. Una de las dos cayó ante él, y con eso se desató el problema. Tu muchacho tiene mucho talento, este paso será un semidios del engaño -da un toque al pecho de Fobos.
-A este paso obtendré mi venganza completa, voy a matar dos pájaros de un tiro -dice con odio.
-Mejor dicho, vamos, porque no eres el único que quiere venganza, eso te lo recuerdo -lo mira.
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