Rene miraba al bebé en sus brazos, - Creo que hay que poner una foto más en este recuadro, aquí hay una foto de tu hermano mayor y de tu padre. - dijo, mientras sus manos sacaban una foto debajo de la capa que traía, y ponían la foto ahí también, - Ahora sí, eso es una familia completa, creo que será momento de volver, después mandaré a alguien que me traiga todos estos libros. - Tomó su caballo y se monto con el bebé en su brazos, llego muy tarde, ya que los cuerpo tuvieron que ser removidos, pero llego justo a tiempo para tomar las pertenencias del joker, aquella bara, esa clase de tiara o lo que sea, y el escudo, la ropa el consejero pidio que sea retirado para que sean lavados y llevados a los mostradores, miro a la gente con una mirada de tristeza. - Lamento esta perdida, pero creo que de ahora en adelante tendré que ocuparme del reino solo, mientras cuido del principe y el futuro Joker negro. - Todos lloraban era una gran pérdida para el reinado. - Tranquilos, sé que sera mejor, para el reino, después de todo sé lo que debo hacer, y con su permiso. - Hizo una triste reverencia, - tengo que planear el funeral de los reyes y cuidar del príncipe y el futuro joker. - Con esas palabras Rene se fue directo a dejar al bebé a su cuarto, mientras dejaba a alguien a cargo de su cuidado, luego fue a ver al príncipe el cual está tranquilo y sano, aunque no sabia nada de lo que había sucedido.

Camino por los pasillos casi desiertos, para luego terminar dentro de donde antes el rey se ponía a hacer todo lo que diariamente hacia, se sentó en aquel sillón y suspiro. Luego de un par de segundos empezó a reír a carcajadas sabiendo que nadie le escuchaba, - Todo como lo planee. - Siguió riendo, para luego sonreír al máximo, - Tengo todo para mi, el reinado, una magia poderosa que sé, que ese niño tendrá a los 10 años, un reinado que podré manipular cuando el príncipe sea mayor, que más puedo pedir, claro, también toda la confianza de este reino, que estúpido fue el rey, siguió mis consejos al pie de la letra tan ciego y enamorado estaba que no se daba cuenta que todos eran malos consejos, - Volvio a reir un poco mas, para luego aclarar su garganta. - Seguir lo que le pedía su corazón, es lo más estúpido que le dije, pero nada de esto, me lo esperaba, pensaba que duraría más tiempo, pobre Joker, la verdad pensaba que hubiera sido más fácil con la joker rojo, pero el Joker negro tiene más poder, aunque viendo de otra manera, no me interesa su vida, como todos cayeron fácilmente, aunque de la antigua reina no me lo esperaba, fue inesperado. - Suspiro, pobre mujer, - Oh... pobre Alex, me caía bien era un gran amigo, aunque para obtener todo lo que uno quiere hay que sacrificar amistades. - Miro a la pared, en donde se mostraba la foto de su padre y los dos antiguos reyes. - Padre, cumplí tu deseo, sé que debes estar muy orgulloso se mi, no me lo agradezcas, siempre fui un buen hijo, pero tranquilo nadie sabe que mi tataratatara no se cuantos tataras abuelo, maldijo a los joker negros, tranquilo aunque sigue siendo un secreto, ahora solo me queda gobernar a mi manera, creo que cambiaré todo esto y reforzare a los soldados, ese reino de diamantes tiene algo muy sospechoso. - Dijo, para luego ponerse a pensar, aunque su felicidad no duro mucho, ya que un soldado cualquiera llego abriendo la puerta,  parecía que había llegado corriendo. - ¡Que pasa!.

- Señor, afuera, muchos soldados, cartas raras, no entiendo, señor quieren matarnos a todos. - Se veía la desesperación en los ojos del soldado.

- Tranquilo, aunque quiero que te vayas corriendo, quiero que vayas a buscar al As y dile que se lleve a los dos niños, entendiste. - Para Rene, primero muerto, antes de perder sus dos boletos al poder. El soldado asintió, creyendo que el Rene se preocupaba por los niños, bueno se preocupaba, pero no de la manera que creía.

A toda prisa bajo el moreno, llegándose a encontrar en frente a un guerrero que ya llevaba mucha sangre encima, el cual le miro directo a los ojos, llevaba muchas marcas en el cuerpo y todos de diferente reinos, quien era él, y porque llevaba una máscara, detrás aparecieron, dos personas más, los cuales llevaban capucha, y uno de ellos hablo. - Te dije, sin baño de sangre.

- Delicado o ¿que? - Le dijo mientras el otro encapuchado que no había hablando se destapaba.

- Sólo no ensucies mi cabello, me cuesta peinarlo cuando tiene sangre.- La chica, esa chica, debía de ser una broma de mal gusto, acaso era la antigua reina, no, no lo era había varias diferencias, pero se parecía. Pero peor se puso Rene al ver que el otro encapuchado se quitó aquello que le cubría, ¡el rey!.

- En serio, parece que quieres que tomemos sangre mientras estas matando. - Había algo diferente, era el color de cabello y el color de ojos, y también la piel. Y se asustó el doble, al ver que el tipo de la máscara se saco la máscara, dejando a la vista su rostro.

- Oye, no pongas esa cara, que venimos a reemplazar a este reinado, y no es divertido matar mientras tu rostro esta así. - Le dijo a Rene, aquel sujeto que antes llevaba la máscara.

- Tranquilo Javier, además nosotros te contratamos. - Fue lo que dijo, el que se suponía que era el rey.

- No te preocupes, que si el otro reino me paga más, los traicionó a ustedes y me voy a con ellos. - le dijo con total tranquilidad.

- Oye, eso no se vale. - Dijo la reina.

- Bien, lo mató o no, porque por lo visto este es el consejero. - Apunto con aquella enorme palo, con una daga afilada, mientras que en su espalda llevaba flechas.

- Has lo que quieras, solo no nos bañes en sangre. - Dijo de nuevo el rey.

- Oh... bien - Sonrió macabro - Esto será divertido. Rene sintió el miedo en todo su cuerpo, no podía moverse que eran ellos, o era lo que leyó en aquellos libros, no sabia muy bien. Pero de algo si era seguro, hoy moriría, y no sólo eso ni había disfrutado de su ambición de poder.

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La carta del As había escapado a tiempo, llevaba algunas cosas, supuso que era bueno llevar esas cosas que en algún momento el Joker había llevado, y se fue por la dirección que le pidió el consejero ir con esos objetos.

- ¿Dónde esta mi padre? - Pregunto el príncipe, la mujer tenía al bebé en sus brazos.

- Tranquilo joven principe, solo debemos llegar al lugar seguro donde nos están enviando.- Ni ella sabia si estaba seguro de ello.

Fin