Mientras miraba por la ventana, calculando la distancia y como podría bajar, habían pasado dos horas, tenia una idea de como podría hacerlo, pero escucho la puerta abrirse.

- Espero que estés cómodo - Dijo el rey de picas, el cual llevaba la misma cara de siempre, no le agrada por el simple hecho de privarle su libertad.

- Que te hace pensar que estoy cómodo en un lugar como este, mejor están los calabozos del reino diamantes que esto. - Se estaba burlando de él, ya que deseaba verlo enojado.

El otro por su parte solo movió su ceja por motivo de sentirse un poco molesto por el comentario - De todas formas tendrás que acostumbrarte - porque justamente lograron capturar a este joker, lo detestaba, aparte de que se hacia el sabio sabiendo que se notaba que era un niño aun.

- No lo creo - dijo tomando su bara, el cual en la punta tenía la forma de la cabeza de un cóndor - No tengo ganas de quedarme.

El rey se preparo para una pelea, porque eso fue lo primero que pensó, al ver como el otro sostenía esa bara, de quien  fue la idea de dejar esas armas ahí dentro, pero luego observó como tomaba su escudo.

- Nos veremos en otra - le dijo para luego lanzarle una sonrisa burlona, para luego correr a la ventana, sorprendiendo al Rey, que también corrió para agarrarlo, pero luego lo vio caerse, miro hacia abajo, observando como utilizo la bara como para sostenerse y bajar, destruyendo la pared de piedra. El niño miro arriba y observo el rostro de enojo que tenía el otro - Que muros más inútiles. - dijo al terminar de caer, sorprendió a los guardias que rápidamente corrieron tras el chico, el cual de un salto, pudo subir a un caballo de la realeza e irse a galope lo más rápido posible, el rey estaba más que furioso.

Ya habia pasado media hora Julio por su parte estaba, aun corriendo sabia muy bien que le iban a seguir, así que no miro atrás. Solo siguió recto, hasta que sintió que el caballo se canso, lo cual hizo detenerse para dejar que el caballo descansará. Busco algunos frutos, de los árboles más cercanos y se alimento él, mientras también le daba frutos al caballo. Le saco las armaduras, ya que veía que esas cosas le estorbaba al caballo para poder descansar, también observó que tenía una pequeña bolsa con una manta, que no sabia si este era para el caballo o para la persona que montaba el caballo.

- Si yo fuera tú, me quitaba a la persona de encima y me iba libre a buscar una nueva vida - Acarició el pelaje del caballo, luego escucho a unas personas hablando a lo lejos, le hizo señal al caballo que se quedara quieto, mientras él iba a ver que pasaba.

Eran un par de soldado, los cuales eran del reino de Trébol, hablando sobre varios temas hasta que se preocuparon - Crees que vaya a ver guerra, sabes no soy muy bueno en eso, y ya de por sí me esta dando mucho miedo.

- Sólo espero que eso no ocurra, es mejor apuramos y avisarle al Rey que la joker roja fue capturada por el Reino de corazones, no le va agradar esa idea - el soldado no se veía muy seguro.

- Buenos vamos - dijo apurando a sus caballos.

El niño miro como se retiraron, y suspiro - Así que por eso me quieren a mi también - se bajo del árbol y llegó donde el estaba el caballo, muy tranquilo, tomó la manta y lo puso en el suelo y se echó quizás dormir un poco le haría bien por ahora.