Al día siguiente Julio se levantó del mejor humor del mundo, estaba al lado de alguien quien amaba, no había mejor motivo que ese, este seria un hermoso final para él, en especial porque cuando el Rey de Corazones hablo, les dijo que hoy habría una gran cena para dar unas increíbles noticias al reino.

- Tú que crees que sea la noticia, yo la verdad no tengo idea.- miro hacia los ojos del menor el cual aun tenía un pequeño sonrojo por estar aun abrazado del otro.

- Supongo que algo sobre los tratados, o no sé este reino es distinto a los demás. - le dijo mientras apoyaba su cabeza en el pecho del otro, sintiéndose nervioso y con el corazón a tope.

- Espero que sean buenas noticias, aunque creo que después ambos tendremos que pensar donde ir - Le hablo, ya que en ese reino no estarían toda la vida.

- Quizás podremos ir a donde yo vivía, aunque la casa superficial es solo una fachada, tienes que ver el sótano - Dijo Julio, ya planeando todo, lo tenia en su corazón, el otro solo le sonrió y le dio un beso en labios.

Cuando se levantaron, un soldado o mas bien el consejero de corazones - Buenos días - se veía muy amable y sonriente - Me presento, aunque antes nos vimos en el campo de batalla, soy el consejero del rey, me llamo Gregorio, un gusto. - Era muy amable, y para ambos fue un agradable saludo. - Primero, quería decirles que ya es hora del desayuno y que yo también les hablare cuando sea la hora del almuerzo, y también la hora del gran anuncio a todo el Reino, sera al aire libre, así que estarán disfrutando del gran y enorme jardín que hay. - Sonrió por ultimo y después solo dijo - Bueno, como no tengo nada mas que decir, nos vemos en el desayuno. - Fueron sus ultimas palabras, para luego retirarse.

Ambos bajaron a desayunar, mas bien parecía un enorme banquete, pudieron sentarse juntos, mientras el Rey animado hablaba de muchos temas. - Y entonces les dijimos que eso estaba mal, aunque si es por amor esta bien, yo siempre quise que mi familia sea por amor, por eso me case con él, - Dijo mirando a Miguel la reina de corazones - Aunque no sabia que era de la realeza también.

- Bueno no tanto así - Decía miguel, mientras disfrutaba de la comida - Después de todo mi familia tampoco fue creada por amor, fue solo matrimonio por conveniencia, creo que por eso él se fue, él no estaba enamorado de mi madre, y mi madre mas estaba enamorada de su dinero, bueno ella y su familia. - Empezó a decir - Creo que por eso perdono a mi Padre, después de todo a él lo obligaron, aunque nunca supe con quien se escapo.

- Nunca te dijeron algo, porque mi madre mi contó algo de mi padre - dijo Julio, - Quizás mi padre conocía al tuyo, ya que si no mal recuerdo, mi madre me dijo que varias de las amigos de mi padre se casaban por conveniencia, y nada mas. - Empezó a hablar, ya que se sentía curioso, el Rey de corazón aceptaba todo lo que sea por amor.

- ¿Acaso tu padre era del reino de corazones? - pregunto Miguel, el rey también estaba atento a la charla, mientras algunos soldados igual, siempre era bueno conversar debes en cuando.

- Si, mi madre mi dijo que nació aquí y era el guerrero de la carta As - fueron las palabras de Julio, la reina se callo mientras Julio siguió hablando - Tal vez mi padre conocía al tuyo. 

Si previo aviso alguno, la reina se levanto del asiento y se fue al lado del Joker, puso su mano en la cabeza del menor, y se agacho solo para darle un abrazo, nadie entendía nada, ni siquiera Julio el cual parecía aun mas perdido que antes, pero sintió en su espalda como si estuviera mojándose.

- ¿Pasa algo'? - Se vio la cara de preocupación del rey, no entendía bien que pasaba.

- Nada - Dijo, separándose un poco, limpiándose sus lagrimas - Solo que, tengo un hermano menor. - Se le veía en el rostro de la Reina, la cual estaba muy feliz, aun mas que antes, miro a Julio aun con algunas lagrimas cayéndole y sonrió - Mi padre era la Carta del As, y tú eres mi hermano menor.

Era una revelación que los dejo a todos extrañados, a excepción de la reina, la cual estaba mas que feliz que antes. - Eres mi hermano - La verdad Julio no tenia ni la mas mínima idea de lo que pasaba, solo sabia que ahora tenia un hermano mayor, y no solo eso sino que era la reina de un reino, no sabia como responder, solo sintió como le volvió a abrazar, el menor también lo hizo.

Esa tarde seria muy larga en especial, en la forma que nadie iba a contener la felicidad de la reina, y también la gran noticia, que nadie sabia de que se trataba.