A lo lejos se podía ver la enorme y reluciente entrada al gran reino de corazones, aun se sorprendía como cuando aún era un niño pequeño, recuerda cuando paso con su madre, mirando la entrada de este, y su madre le dijo que en ese lugar había nacido su padre, aunque Julio no sabia muy bien la historia de su padre, después de todo había muerto, cuando él aun era un niño.

Se tuvieron que detener en la entrada, después de todo no podían entrar sin permiso aun.

Tuvieron que hablar con algunos guardias, hasta que accedieron a hablar con la reina o el rey. Esperaron por un buen momento, hasta que abrieron la puerta aceptado la petición de poder entrar.

Observaron el lugar, era hermoso, muy distinto al reino de picas, el cual parecía cerrado, este lugar más bien parecía expresar algún sentimiento, porque aunque parecía broma, el amor se sentía en el aire.

Cada paso se podía ver las notables diferencias entre reinos- Creo que también te diste cuenta de eso ¿no? - le dijo a Julio, el menor asintió, de verdad era increíble.

Tuvieron que ser guiados hasta el castillo, porque para poder así ver en persona a los reyes. Entraron, y miraron dentro, los colores que más sobresalían en el cuarto era un tono entre Rosa y rojo, y adelante se encontraba la Reina la cual siempre portaba una sonrisa, y también el Rey el cual se veía amable, ellos eran tal como describían al reino.

- Un gusto verlos por aquí - Dijo la reina, muy amablemente - Ahora si, ¿quisiera saber porque están aquí? - les pregunto.

Y fue Alex el cual asintió para responder - Acabamos de huir de nuestro reino, ambos nos amamos y pensábamos que su reino seria bueno para que nos de un alojamiento temporal. - le decía.

Se vio al rey dudar un poco, pero luego hablo - Por mi no hay problema, mientras todos sea por el amor, están bienvenidos en mi reino. - Las palabras del rey eran sinceras, y lo mejor de todo era ver su amable expresión.

Y así fue, el Rey les dio un cuatro para los dos, esa sería la primera vez que dormirían juntos, tanto al uno como al otro les daba vergüenza aquella acción. Pero así lo hicieron, cuando entraron, ninguno sabia como reaccionar, pero fue Alex quien acercó a Julio hacia él, el momento era íntimo, en especial porque era algo que los dos habían esperado, por un largo rato. Juntos en la misma cama durmiendo, como si de una pareja se tratara.