IV. ... Se practica
Marco.
Servía la pasta con salsa que le había preparado a Perla y, por alguna razón sentí la necesidad de seguir escuchando su conversaciones, la expresión que me dio cuando le dije que la llamada era de su padre fue de rabia unida con indiferencia, de hecho, Alexis me dijo que no la perdiera de vista, menos si se trataba de algún contacto con su padre. Así que escuché.
-Hola papá ¿cómo estas? -Hizo una pausa larga-, yo... Pero... -Soltó una bocada de aire con pesadez-. ¿Y no haz pensado que eso se debe que mi único ejemplo fuiste tú? Jamás me atendías. ¡Siempre fui tu puto estorbo! -gritó.
Escuché que colgó y opté por avisarle que la comida estaba servida, pero lo que logré, fue verla destrozar todo su cuarto, desordenando hasta la última gaveta que aguardaba en su habitación. Buscó un vestido en aquel desastre, entró al baño golpeando todo lo que pudiera se golpeado y hasta lo que no. No sabía si eso se debía a su trabajo o a su padre, pero me preocupaba.
-Perla...
-¡Déjame sola! -Me gritó, la única regla que subrayó mi jefe, era que no la descuidara, más si te trataba de una posible metida de pata.
Salió del baño golpeándome con su hombro, fue un poco brusco, pero dejé de prestarle atención a el dolor que eso me provocó, porque vi que ella se empezó a maquilla, pero era triste ver como lo hacía, usó un producto y soltaba lágrimas, las cuales limpió con rabia y así fue su proceso de maquilla y aún me pregunto cómo hizo para quedar tan radiante después de tantas lágrimas entre maquillaje.
-Perla la comida está...
-¡No voy a comer! ¡Me voy! ¡No entiendo por qué sigues allí, hace rato te dije que me dejaras sola! ¿No lo entiendes? ¡No te quiero ver! -A medida que hablaba me gritaba más y me insultaba.
-No vas a salir -ordené, si las miradas mataran, la que ella me dio en ese momento me hubiera descuartizado por completo-. No lo harás. Mírate ¿qué piensas hacer en ese estado?
-El vecino Gómez me dijo que estaría solo esta noche. -Encogió los hombros.
-Gómez tiene familia, todos en este edificio tiene familias.
-¿Y? Ese no es mi problema es de él.
-Eso no es así -dije con obstinación-, es una familia que puedes dañar, piensa en su esposa y sus hijas.
Sonrió con maldad, algo que me causó escalofríos, no sabía que había en su mente, pero en sus ojos sólo había maldad, como si todo para ella fuera una porquería, algo totalmente nulo y atroz.
-Sería muy divertido -dijo al fin-. Ver caer un matrimonio y ver como se odian entre todos, los finales felices que tanto se prometieron arrastrados por el piso, las niñas, serán niñas duras de sentimientos, mas bien les hago un favor ¿una insinuación? ¡Por Dios! ¿Qué clase de hombre que ama a su esposa hace eso?
-Perla ¡escúchate! -vociferé, ella no oculaba su expresión malvada-. Existen cosas en las que debes tener prudencia. ¡Si se tratara de tu familia? ¿Si fuera tu familia la que quiere conseguir ese final feliz?
-¡Mi familia no existe! ¡Lo único que hay de ella es Alexis! Y mira. -Señaló su alrededor-, ni siquiera está aquí. ¡Pidió un cambio que yo no puedo lograr! ¡Y fue incapaz de ayudarme! ¿A eso le llamas familia?
-¡No! Pero sé lo que es vivir la separación de tus padres, porqué una mujer se interpuso en ese matrimonio, sé lo que es el sufrimiento y sé lo que es perder a un ser querido por culpa de la depresión ¡yo sé que es eso, Perla! -Pensé en Luna y mi rabia se convirtió en tristeza-. Yo lo sé...
-Esta vez me convenciste Mocoso. -Tocó mi hombro-, pero no pienso quedarme aquí aburrida. ¿Hay tequila? -Negué con la cabeza-, ¿whisky? ¿Vodka? ¿Ron? ¿Cerveza?
-Nop, nada de eso -aseguré-. Su hermano me prohibió comprar alguna bebida alcohólica, excepto el vino blanco, porque él dice que a ti no te gusta en abundancia.
-Mi hermano es muy tonto. Vino blanco será y tú me acompañas.
Buscó la botella, las copas y se fue a la sala, de rodillas se posicionó en el sofá. Vertió el vino en cada copa, a mi me sirvió poco, pero ella casi se llenó la copa y la bebió en menos de un segundo.
Yo me hundí en mis pensamientos, en los duros recuerdos. Mi vida dio muchos giros, sin embargo, yo quería seguir adelante, quería hacer lo que tanto me gustaba, ser el mejor chef de la ciudad, pero no tenía los recursos para ello. No obstante, quería vivir, no sólo por mí, sino también por Luna.
Luna me preocupaba, no había salido de su cuarto desde el día anterior, eso era extraño, ella siempre estaba sonriente en casa, era la pequeña luz que iluminaba la casa y que estuviera así era algo realmente triste. Éramos muy parecidos, sólo que ella tenía un año menor que yo y la cuidaba, la apreciaba.
Cansado de esperarla fui buscarla a su habitación. La encontré entre en el desatre y la oscuridad que había en el. La escuché sollozar, decidí acercarme a su pequeño rincón de protección. La abracé, pero estaba demasiado apagada.
-Lunita -dije-, odio ver como lloras. Odio tu silencio... dime algo.
-Algo -contestó con un poco de sarcasmo, la abracé con más fuerza-. La odio con todo mi ser...
-No me gusta que crees ese sentimiento en ti.
-¡Pero la odio! ¡Ella destruyó mi familia, el matrimonio de mis padre, los domingos de alegrías y la adoración que le tenía a papá! ¡Destruyó ese sueño de tener una familia! ¡Odio a esa mujer! ¡La odio!
-Nunca he entendido el desprecio de mi padre. -Interrumpió mis recuerdos-, soy el vivo recuerdo de lo que tanto ha odiado, ese pasado infernal de donde nací yo. -Sonrió con tristeza-. Debería adorarme por ser quien ha puesto su apellido en boca de todos. No de la mejor manera, pero él fue el que inició esta absurda realidad.
-¿Hablas de la realidad de querer arruinarle la vida a las personas? Yo creo que eso es falta de afecto, los dos de alguna manera quieren ser queridos... pero a sus maneras. -Tomé del líquido que tenía mi copa, ella se sirvió otra vez y se lo tomó con velocidad.
-Quizás él tiene razón, me dijo que en un orfanato hubiera crecido con mejores modales y es verdad, en un orfanato mi única esperanza hubiera sido ser adoptada, no hubiera hecho tantas cosas absurdas en mi vida, no hubiera conocido a tanta gente presumida, cruel, engreída. Mi vida sería sencilla, trabajo honrado, un esposo con un gran corazón y tres pequeños niños, mientras planificábamos los otros cinco, hiciera tortillas con mi suegra, la cual odiaría que la llamara así y a mi suegro le gustara mis tortillas, pero no lo diría por no tener problemas con su esposa, no hubiera destruido tantas vidas.
-Pero nada de eso pasó y estoy seguro que si aceptas ese horrible pasado y decides empezar de cero, serás esa chica que acabas de mencionar, esa chica feliz, despreocupada, con una familia.
-¿Crees en el karma? -preguntó, no esperó a que yo contestara-. Creo que el karma es lo más justo que ha llegado a mi vida. Mocoso, ya esto no es cuestión del destino, sino de karma.
-Sí, yo creo en el karma, pero también creo que las cosas pasan por algo y el que tú estes aquí conmigo y no allá con el señor Gómez, es un ejemplo de que la vida te quiere cambiar. No es imposible.
-Eres tan optimista -eludió y siguió bebiendo-. Esta vez ganaste tú, pero quizás mañana no.
-No. Es un matrimonio, debes mantenerte al margen.
Ignorando mi advertencia se levantó del sofá y se fue a su habitación. Me quedé tres horas pensando en miles de cosas. Mi futuro como chef, en Perla, mi familia o lo que quedó de ella y en Luna...
-¡Luna! -Toqué la puerta, pero ella no respondía, tuve un mal presentimiento-, ¡hermana abre la puerta! ¡Luna, abre la puerta ya! Sé que estás mal... yo también lo estoy, pero saldremos de esta y de muchas, no es la primera vez que dos personas se divorcian. Juro que no te dejaré, pero necesito abrazarte unos minutos ¡por favor! Ábreme. Te amo hermanita.
La perilla de la puerta giró, sentí alivio, hasta que los vi esos sentimientos perdidos en los ojos de mi hermana. La abracé, sentí su delgado cuerpo entre mis brazos, le besé las mejillas que seguían húmedas de lágrimas. Ella no estaba bien y eso me tenía muy mal. Y sentí que algo no estaba bien, no quise prestarle atención, porque ella estaba conmigo, sin embargo, también aprendí que a veces debemos prestarle más atención a ese sexto sentido.
Gente bella.💄
Desenvolviendo el pasados.
Espero les guste.
😌
La cita es para el próximo capítulo.
-Genesis A.
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