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Epílogo [Día 4]

Serie: Twisted Wonderland

Pareja: Mozus Trein & Divus Crewel.

Prompt 1: A odia a B, pero una noche salvaje de copas terminan juntos, y no se cuidan, así que A queda embarazado de B, y no sabe como decírselo.

Título: Paternidad y amor.

💖💖💖

Ha pasado casi un año desde el nacimiento del pequeño Eider Trein Crewel, nombre por el que sus padres batallaron mucho para darle ambos apellidos juntos, una decisión que a Divus le fue difícil aceptar. No fue como lo había planeado en un principio, porque su idea era querer nombrarlo solo con su apellido, pero al final tuvo que incluir al padre de su hijo, y para colmo de males su apellido quedó delante del suyo por una tonta apuesta que perdió semanas antes del parto. Este es el nombre que debe escribir al llenar las invitaciones para la fiesta que celebrará el primer año de su pequeño hijo, debía admitir que no le desagradaba incluso sonaba distinguido, muy digno de su primogénito.

—Oh mi pequeño Eider, no puedo creer que ya vas a cumplir un año, pensar que hace un año todavía estabas en el vientre de papá... —Con tono nostálgico hablaba Divus con su pequeño que sentado junto a él en la cama jugaba con un libro, su hijo al oírlo le dedicó una hermosa sonrisa. Sonrisa que bastaba para derretir el corazón de su joven padre, que de inmediato dejaba esas invitaciones para recostarse a su lado solo para abrazarlo emocionado.

—Divus, vas a arrugar esas invitaciones, no pienso imprimir unas nuevas. —Era el sutil regaño de Mozus al entrar a la habitación y ver la adorable escena de padre e hijo abrazándose en la cama.

—No es mi culpa, este pequeño sonríe y no puedo evitar abrazarlo, es tan dulce mi cachorrito... Obviamente esa ternura la heredó de mi.

—Si, claro... Voy a salir, ¿quieres que les compre algo?

—Creo que no, pero lleva el celular por si lo recuerdo después.

Con un suspiro resignado se despedía el mayor, Divus solo sonreía al verlo marcharse con su gesto malhumorado, tampoco podía evitar molestarlo cuando tenía oportunidad. Su relación no había cambiado mucho, incluso desde que empezaron a vivir juntos al nacer el bebé, porque ambos eran demasiado orgullosos para dar la iniciativa a pesar de la fuerte atracción y tensión sexual entre ellos, tanto así que cada quien se encerraba en su habitación al llegar la noche, como huyendo de la tentación. Entendía que para Mozus era complicado aceptar su propia homosexualidad a su edad, pero tampoco estaba dispuesto a esperarlo toda la vida hasta que se decidiera, o al menos la vida que a él le restaba, sonreía perverso mientras tan "terrible" pensamiento cruzó su mente.

—A veces tienes la mirada severa de tu padre... —Refunfuñaba Divus al sentir la mirada fija de su pequeño, que parecía entender lo que estaba pensando, le daba una sensación similar a lo que hacía el anciano. Esa mirada que parecía atravesar su mente, era un poco espeluznante, pensaba para si mismo.

El pequeño acariciaba el cabello bicolor de su padre, al ver que este empezó a llorar en silencio. Divus era reconfortado, porque ciertamente era un poco doloroso convivir con alguien, estar enamorado de este y fingir no estarlo solo para no presionarlo. Lo que menos quería era obligarlo a que lo amara por compromiso, por el bello hijo que los unía. ¿Qué tan malo era admitir que "algo" pasaba entre ellos? Todos suponían que vivían una relación amorosa, aunque su relación era amistosa no podía evitar querer más.

—Voy a salir... —Decía molesto Divus arreglándose esa noche.

—¿Tienes algún evento en la escuela? No me dijiste nada.

—No, unos amigos me invitaron una copa, necesito salir un rato.

Mozus no dijo nada, cualquier reproche que hiciera sonaría a celos, y aunque los tuviera no debía mostrarlos. No le dio mayor importancia y solo lo vio marcharse tan atractivo como siempre unos minutos después.

—Hoy seremos solo los tres —Comentaba el anciano mirando a su hijo y su gato sentados juntos en el sofá— ¿Vemos una película?

Lucius y Eider se miraron entre sí, para después fijar sus miradas en la televisión, este les puso una película infantil para que vieran. Mozus podía ver a su pequeño sonreír con la película, esa sonrisa era muy similar a la de su padre, ese padre que se había marchado con amigos a beber por ahí. Hace meses atrás había aceptado que su afecto por el molesto Crewel era más profundo de lo que pensaba, pero sus propios prejuicios lo detenían a confesarlo, o por lo menos para intentar algo más con él. Cuando era medianoche, Divus aparecía en la casa, tambaleante se dirigía a su habitación, mas su andar fue interrumpido por alguien que se aparecía frente suyo.

—Estás ebrio... Ese no es un buen ejemplo para nuestro hijo. —Mozus molesto lo regañaba.

—Por eso vine a esta hora, ya está dormido y no podrá verme. A menos que tú se lo digas...

—Espero que no se haga costumbre.

—Ohh profesor Trein, no me regañe, no soy su estudiante ya... Soy el padre de su hijo ¿Lo recuerda? —Divertido le respondía— Me acosté con quien fue mi profesor, que tan patético suena eso, ¿verdad?... Un poco espeluznante también...

—Será mejor que duermas, no tiene sentido discutir si estás así.

—Profesor Trein, ¿quiere hacer el favor de meterme a la cama? ¿Y usted quiere meterse conmigo en ella?

—¿Qué dices? —Molesto lo apartaba al sentir como de forma provocativa se le insinuaba al abrazarse a su cuerpo.

—Sabes, hoy un "amigo" me invitó a pasar la noche juntos, pero me negué porque a pesar de querer hacerlo no puedo imaginar estar con alguien más, solo quiero estar contigo... Pero tú no me quieres... Soy tan patético...

No conteniendo su frustración empezó a llorar fuertemente, Mozus nervioso por esa repentina confesión trataba de cubrir su boca para que no despertara al pequeño que dormía en su habitación que estaba cerca.

—Te llevaré a tu cama, necesitas dormir...

—Lo que necesito es sexo... No lo hecho desde que me embarazaste.

—No, así no... —Un poco sonrojado el anciano decía, pensaba en que sería muy triste si solo tuvieran sexo con alcohol de por medio.

A la mañana siguiente, Divus no podía levantarse de la cama por el dolor de cabeza que sentía, tenía una fuerte resaca. Vio como un Mozus borroso entraba con un frasco de medicina mágica, suponía que era para su malestar.

—Sino sabes beber no deberías hacerlo. —Le regañaba el mayor, haciendo que se tome esa pócima.

—No quiero regaños ahora, señor Trein. ¿Dónde está Eider?

—Le dije a la niñera que lo cuidara en su casa hasta más tarde.

—Eh, ¿por qué? —Cuestionó molesto— Tampoco es que sea mal ejemplo, no me emborracho todos los días, solo ayer me sentía mal.

—¿Por qué?

—Por nada... ¡No te importa!.

Divus abrió los ojos con asombro al sentir sus labios sobre los suyos en un apasionado beso, sin duda alguna no esperaba esta respuesta, por un instante se resistió, pero si él había dado el primer paso ¿por qué no seguir?. Esto era lo que había anhelado hace mucho.

—¿Hasta que hora tenemos niñera? —Murmuró mientras su pijama era quitada.

—Hasta la hora que quieras.

—Bueno, hasta la hora que puedas, anciano.

Dijo en tono burlón abrazándose a él, lo metía a su cama esa mañana, Divus no recordaba del todo lo que había dicho o hecho la noche anterior, y sabía bien que Mozus no se lo diría, solo deseaba que no hubiera sonado tan patético como para haber conseguido sexo por compasión esa mañana. Para su tranquilidad, al parecer no fue solo migajas de afecto porque los encuentros continuaron desde entonces, y su relación se fortaleció superando sus propios dilemas.

Unas semanas después, la fiesta para celebrar el cumpleaños del pequeño Eider se llevaba a cabo, a nadie sorprendía que sería una fiesta extravagante pero con bastante estilo, claramente reflejaba el gusto de Divus, los invitados en trajes al estilo de hadas se paseaban por el lugar que habían alquilado para tan feliz acontecimiento.

—¡Que maravillosa fiesta! —Halagaba emocionado el director comiendo un trozo de pastel— Como pasa el tiempo, todavía recuerdo cuando fui a visitar al pequeño Eider al hospital hace un año.

—Si, el tiempo no se detiene... —Dijo en tono melancólico Trein.

—Oh, no se ponga triste, incluso usted lo verá graduarse de nuestra prestigiosa escuela en unos años—Decía con el afán de animarlo— Y quizás a sus futuros hijos también, el profesor Crewel todavía puede darle un par de hijos más.

—Que entrometido es usted... No se meta en lo que no le importa.

Murmuró entre molesto y avergonzado Mozus mientras se acercaba a Divus que no se cansaba de presumir a su primogénito a sus invitados, la mayoría de ellos, estudiantes de la escuela. Después de todo, incluso adolescentes no se negarían a una fiesta infantil donde habrían dulces y comida gratis.

—Yuu, tómanos una foto. —Era la petición de Divus, tomando la mano de su "viejito" lo acercaba para abrazarse a su hijo, y tomar una foto tiernamente familiar, claro sin olvidar a Lucius que empezó a maullar al ver que parecían ignorarlo.

A pesar de que la pareja no tenía planes de contraer matrimonio por honrar la memoria de la señora Trein, ese detalle no impedía que llevaran una vida de casados, porque un papel no era importante si había un sentimiento de por medio. Al poco tiempo, el pequeño Eider tuvo lo que tanto pedía a sus padres apenas empezó a hablar, una hermanita, así la familia Trein Crewel creció tal como acertó a decir el entrometido Director de Night Raven College.

✨✨✨✨

Muchas gracias por leer esta corta historia, espero les haya gustado. 💖
Feliz año nuevo ✨

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