Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Día 8. Rook & Neige

Serie: Twisted Wonderland

Pareja: Rook Hunt & Neige Leblanche

Prompt 46: A acosa a B. Al punto que se mete su casa, lo droga y B queda embarazado pero B jura y perjura que es inocente y cuando todos se alejan A, aprovecha para quedarse con B. Pero A comienza a sentirse mal por lo que hizo y quiere confesar pero no sabe si va a perdonarlo.

Título: Mi amor... Mi obsesión.

[Esta historia se desarrolla en un mundo alterno, muy alterno porque Rook nunca haría algo malo]

✨✨✨

Neige Leblanche es un joven lindo e ingenuo que vive en un pequeño pueblo que se dedicaba a la minería, en ese lugar algo remoto era bien apreciado por todos quienes lo conocían. Corazón bondadoso, alegría desbordante, belleza inigualable eran algunas de las cualidades que se podían destacar de este joven con solo verlo una vez.

Siempre con una sonrisa y una palabra amable que compartir daba la impresión de que sus días parecían felices y así era, a pesar de trabajar duro a diario en la mina cerca del pueblo, se daba el tiempo para disfrutar de la vida, hacer lo que le gustaba y pasar tiempo con sus queridos amigos. Siendo alguien tan encantador captaba la atención de cualquiera aunque al parecer en algunos más que otros.

-¡Buen día Neige kun! -Era el saludo animado de un joven de rubia cabellera y sonrisa radiante cuando lo vio pasar esa mañana rumbo a su trabajo.

-¡Rook kun, un buen día para ti también! ¡Caza algo bueno, nos vemos después!

-¡Si, me esforzaré mucho. Gracias...!

Dijo el rubio viendo como Neige entre saltitos se alejaba, así terminaba esta corta charla que se daba a diario entre ellos. El nombre del otro chico en cuestión era Rook Hunt, conocido como el cazador por todos en el pueblo por sus constantes recorridos al bosque donde se dedicaba a la caza de animales y también a la recolección de plantas cosmetibles, lo que después vendía a precio razonable en su pueblo o pueblos aledaños, convirtiendo esta afición en su medio de sustento.

Sin embargo, no era coincidencia que esta pequeña charla se diera, Rook sabía con bastante precisión la rutina de este joven, conocía los días en que salía cinco minutos tarde de casa porque la noche anterior jugaba cartas con sus amigos hasta tarde o esas mañanas cuando iba a tiempo como ahora porque dormía temprano después de ver uno de sus programas favoritos. Su experiencia le permitió conocer que las claves para la cacería perfecta eran la observación, la paciencia y la perseverancia, porque lanzarse a la presa sin siquiera estudiarla en su esplendor antes solo conduciría al inevitable fracaso.

En su vida no había conocido una presa tan preciada que captará su atención de esta manera, de su muy sigilosa observación conocía cada movimiento y gesto suyo mientras que Neige apenas parecía saber de la existencia del cazador, conociéndolo solo por esos saludos que tenían cada mañana o una que otra pequeña charla cuando se encontraban en el pueblo. Como cazador con una presa digna de ser cazada no pensaba desistir en su propósito de tenerlo aún si tuviera que usar las trampas necesarias para conseguirlo, Neige sería suyo.

Satisfecho con esa primera dosis diaria de Neige emprendía su camino al bosque, ver su radiante ser, escuchar su voz, sentir esa sonrisa como suya por un instante bastaba para iniciar su día con entusiasmo. Hace tiempo estaba perdidamente enamorado del chico más lindo del pueblo incluso podía sentir que este sentimiento había existido desde siempre dando calidez a su corazón, por ello nunca admitiría que era una obsesión disfrazada en amor, para él era solo amor, del más puro y sincero.

Sin embargo, a pesar de sentir este fuerte amor reconfortarle a la vez le llenaba de frustración al no ser correspondido y poder así disfrutarlo en su plenitud, Neige era lindo con todos así que no podía asegurar que tuviera un sentimiento especial hacia el, detalle que era una molesta espina que lastimaba su corazón. No había día que alucinara con el hecho de estar juntos, acariciar su piel tan blanca, besar esos labios de un rojo sutil, esos labios que la mayor parte del tiempo esbozaban la más hermosa sonrisa que haya visto y anhelaba que fuera solo suya, simplemente "amaba" todo de él.

-Han dejado una manzana en mi puerta... Me pregunto quién la dejó. -Con emoción decía para si mismo, no le sorprendía este tipo de detalles en su puerta ya que usualmente los del pueblo dejaban estos regalos, a veces eran anónimos como ahora o en otras ocasiones venían junto a una linda tarjeta con palabras motivadoras.

Era tan ingenuo que no desconfiaba de nadie, la malicia no existía en su corazón por ende pensaba que todos eran de la misma forma, una farsa que creía en su mente inocente, así que sin dudarlo aceptó este regalo anónimo. Sin borrar su sonrisa entraba a la casa pensando en lo que podría preparar con esa deliciosa y fresca manzana, tal vez hacer un pequeño postre o simplemente le pondría caramelo derretido encima, tenía varias opciones que le emocionaba. El joven era feliz con este detalle inesperado que alegraba su noche, sin sospechar que malas intenciones se escondían en esta fruta de rojizo intenso, después de meditarlo un poco terminó comiéndola tal como estaba mientras veía su programa favorito esa noche.

De un momento a otro sin darse cuenta se quedó dormido, tan profundamente que no sintió nada hasta despertar la mañana siguiente en su sillón mientras la televisión seguía encendida. Se sentía extraño, algo mareado con un malestar que le hacía sentir desanimado pero tomando una pócima medicinal recuperó sus ánimos minutos después.

-¡Neige kun se te ha hecho tarde al trabajo! ¡Corre con todas tus fuerzas!

-¡Gracias Rook kun! ¡Buen día para ti!

Era la rápida pero entusiasta charla de los dos esa mañana, Rook embelesado con una extraña sonrisa lo seguía con la mirada hasta que el joven desapareció de su vista a la distancia.

-Lo siento mucho Neige kun, pero todo lo que hice fue por amor... -Susurró para si mismo con esa sonrisa que no se borraba de sus labios mientras se dirigía al bosque.

Unas semanas pasaron con aparente normalidad en la vida tranquila de Neige, excepto por los últimos días en que empezó a sufrir una serie de malestares que para pesar suyo le hacían bajar sus ánimos. Para descartar cualquier enfermedad esa tarde iría al médico para conocer los resultados de los exámenes que se realizó un día antes, su sorpresa fue grande cuando el médico le informó que el análisis de sangre revelaba un embarazo. Un embarazo masculino era usual en Twisted Wonderland, así que no era extraño dar una noticia a un joven que estaba en su edad normal reproductiva.

-Doctor, eso es imposible. -Alegaba nervioso Neige pero sin perder la amabilidad que le caracterizaba- Yo no he estado así con nadie.

Muy sonrojado aclaraba al imaginar una situación íntima con alguien, el médico con incredulidad lo miraba, toda la vida lo había atendido y le sorprendía que mintiera de esta forma. Lo que no era mentira es que un bebé crecía dentro suyo, y era imposible que ese bebé se concibiera de la nada.

-Por qué no hacemos una ecografía para que lo veas con tus propios ojos, a la vez nos servirá para saber cuantas semanas tiene ese bebé y así recuerdes lo que debes recordar.

Neige oía a su médico pero todavía no podía creer lo que decía. ¿Un bebé? ¿Cuándo pasó esto? Simplemente no lo entendía, sin darse cuenta empezó a llorar. El doctor trató de consolarlo sin sospechar que esas lágrimas eran de verdadera confusión y no de arrepentimiento como suponía pero ¿Cómo podía arrepentirse de algo que no había hecho?

Era un pueblo pequeño por lo que la noticia de que el lindo Neige esperaba un bebé se esparció rápido con el pasar de los días, todos pretendían ser felices por lo que parecía una buena noticia pero al notar su actitud de rotunda negación empezaron a molestarse con él. Nadie creía que ese bebé apareciera de la nada, todos pensaban el por qué simplemente no admitía que se involucró con alguien de un pueblo cercano incluso si fue un desliz con un turista que pasó por allí en un paseo no iban a juzgarlo porque lo querían, los que les molestaba era que no lo admitiera.

Poco a poco todos se fueron alejando, lo que hundía a Neige en una profunda tristeza al no contar con las personas que quería, sus amigos no le creían y ahora le daban la espalda, por primera vez en su vida su radiante sonrisa se opacó, incluso llegando a pensar en abandonar el pueblo donde sentía que ya no era bien recibido. Una tarde cuando contaba el dinero que había reunido para marcharse un tiempo unos golpes en la puerta le hicieron salir de sus deprimentes pensamientos.

-Neige kun, lamento recién visitarte -Rook amablemente decía cuando el joven abrió la puerta- Pensé que no querrías visitas pero quise venir a verte.

-Rook kun -Abrazándolo lo llamaba ya que era la primera persona en días que lo visitaba y ese detalle lo hacia feliz.

Rook sentía su abrazo, sin dudarlo lo correspondió emocionado, era el primer contacto mutuo de este tipo en todo el tiempo que tenían de conocerse. Neige haciéndolo pasar le contó todo lo sucedido desde que se enteró de su misterioso embarazo de seis semanas, cómo nadie creía su verdad y ahora lo rechazaban.

-Oh Neige kun... No importa cómo pasó debes amar a tu bebé, piensa que es como un regalo del cielo por ser alguien tan especial.

-Rook kun, pensarás que soy tonto pero a pesar de todo quiero a este bebé y estoy muy ilusionado por traerlo al mundo, es lo único que me mantiene en pie. -Conmovido entre lágrimas aclaraba al rubio sintiendo como acariciaba su rostro- Por este bebé es que quiero irme de aquí, no quiero que lo rechacen como a mi.

-La gente no está molesta por el bebé, está molesta porqué cree que mientes...

-Pero no miento... Nunca he mentido. -Sin dejar de llorar murmuraba.

-Lo sé... Yo te creo.

Con una sonrisa lo abrazaba, Neige entre lágrimas se dejaba acoger entre sus brazos mientras susurraba palabras de agradecimiento por su apoyo. En un evidente estado vulnerable se refugió poco a poco en la amistad que Rook le ofrecía, por ello no dudó en irse a vivir con él a su cabaña en el bosque cerca del pueblo a los pocos días.

-Sé que no es un lugar tan bonito como tu casa pero es cómodo para que te quedes el tiempo que consideres necesario. -Comentaba Rook cuando entraban a su modesta cabaña.

-Es encantadora, me gusta. Aquí me sentiré más tranquilo... Gracias por todo lo que haces por mi.

-No agradezcas, me hace muy feliz ayudarte.

Neige observaba embelesado la dulce sonrisa de Rook, no creyendo que hallaría apoyo en el solitario cazador del pueblo. Su relación amistosa crecía día a día en esa convivencia al mismo tiempo que ese bebé crecía en su vientre, esta pequeña vida que lo hacia muy feliz a pesar de la complicada situación.

-Neige kun, traje fruta tal vez haga un pastel para la cena ¿Qué te parece?

-Me gustaría mucho, justamente tenía antojo de algo dulce. Rook kun parece leerme la mente. -Muy animado el embarazado comentaba.

-Solo te conozco bien. -Dijo con una sonrisa- Recuerda que mañana tienes tu cita con el médico, no podemos descuidar tu embarazo.

-¿Debo ir? No quiero ir al pueblo.

-El mes pasado dijiste eso y te lo dejé pasar, pero ustedes dos necesitan su chequeo. No debes preocuparte, no te dejaré solo ni un minuto.

-Eres tan bueno conmigo... Si es así, entonces si voy.

Así los dos asistieron a esa cita médica en el pueblo, todos al verlos juntos caminar por las calles murmuraban haciendo que Neige se incomodara, sabía que esto pasaría por ello dudaba en salir. El médico en su chequeo confirmaba el buen estado de salud de padre e hijo, ese bebé de casi veinte semanas estaba completamente sano, una noticia que alegraba al joven quien sonriente salía del consultorio, sonrisa que se opacó al escuchar de nuevo los murmullos mal intencionados alrededor.

-No hagas caso... Deja que digan lo que quieran. -Rook decía tratando de animarlo- Compremos algo especial para la cena, hay que celebrar que el bebé está sano.

Y tal como dijo así lo hicieron, esa noche Rook servía muy animado la cena especial que con tanto esmero preparó, Neige parecía un poco inquieto, actitud que el rubio pudo notar de inmediato.

-¿Qué sucede Neige kun? ¿No te gustó la cena? Si quieres te preparo otra cosa. -Cuestionaba Rook iniciando conversación cuando estaban cenando esa noche.

-No, la cena es perfecta... Es solo que... Pude oír algunos de esos murmullos de quienes eran mis amigos- Muy sonrojado y algo nervioso decía- Ellos piensan que tú eres el padre de mi bebé y no quisiera causarte ese tipo de inconvenientes.

-He escuchado esos rumores y no me molestan...

-¿En serio?

-Si, lo digo muy en serio. Que piensen que formo parte de tu vida de esa manera me hace feliz. -Tomando su mano afirmaba con una gran sonrisa.

-Rook kun... Siempre me gustaste, me hubiera gustado que fueras padre de mi bebé.

-Yo te gustaba antes de toda esta situación.

-Si, ¿No lo notaste? Cada día era feliz por saludarte en la mañana y buscaba pretextos para acercarme a ti cuando nos encontrábamos en el pueblo.

-¿Por qué no me lo dijiste? -Con evidente confusión preguntaba, no podía creer lo que escuchaba y sabía que si Neige lo decía era verdad porque sus dulces labios no se manchaban con la sucia mentira.

-Supongo que soy tímido para los asuntos románticos, aún ahora diciendo esto siento que el corazón se me saldrá del pecho.

Rook se sentía feliz al oír tan bella declaración de amor sin embargo, al instante una culpa le invadió abrumadoramente, entonces en su mente el recuerdo de lo que hizo cierta noche le provocaba que quisiera llorar al ver su gesto enamorado. ¿Qué había hecho? Si tan sólo hubiera expresado sus sentimientos en aquel momento hubiera sido correspondido y no habría cometido tal acto de bajeza haciendo sufrir a quien amaba.

Recordó como esa noche hace veinte semanas atrás vio a través de la ventana a Neige dormido en el sillón de su sala junto a los restos de la manzana que había comido, manzana con una pócima especial para dormir que él había colocado en su puerta horas antes. Así supo que esa era su señal para entrar con sigilo, cerrando las cortinas dejaba aquella sala en una semioscuridad que se convertiría en cómplice de lo que pretendía hacer, lo que había planeado por semanas. Acercándose empezó a acariciar su cálida y suave piel, aquella que se estremecía con cada roce suyo, incitado por el dulzor de su aliento sutilmente besaba sus labios a la vez que repartía besos en su bello rostro dormido.

Lo que solo sería una muestra de afecto, de un momento a otro no pudo controlarse y dejándose llevar por sus más bajos deseos tuvo la fuerte necesidad de poseerlo de una forma más significativa. Así quitando sus prendas inferiores jugaba lascivamente con esas partes de su cuerpo que suponía nadie había tocado de la manera en que él lo hacía ahora, incluso su propio cuerpo no tardó en reaccionar. Lo próximo que recordó fue como aferrándose a su cuerpo y entre sus piernas lentamente invadía con su virilidad su cálido interior, siendo embriagado de deseo lo hacía suyo con delicadeza, conteniéndose en extremo para no lastimarlo.

Por su parte Neige dormido parecía jadear un poco a pesar de ser tomado sin su consentimiento, pero ese era su cuerpo reaccionando al estímulo no por que disfrutara el ser abusado sexualmente. Rook eyaculó un poco dentro suyo, otra parte de su esencia la salpicó fuera de su entrada, preso del éxtasis no dejaba de repetir cuánto lo amaba, que siempre lo había amado, aunque era consciente en su delirio de que esta no era la mejor de demostrarlo.

Al terminar, mientras lo limpiaba de cualquier evidencia que pudiera delatarlo se llenaba un poco de remordimiento pero no pudiendo deshacer lo que había hecho solo guardaría con satisfacción este momento, sería un recuerdo en su mente de la hermosa presa que fue solo suya por unos minutos. Fue una sorpresa también para él que Neige se embarazara, así que cuando notó los síntomas que lo tuvieron mal por días lo menos que imaginó es que de esa noche una evidencia bastante palpable de ese abuso se formaría, aún así cuando todos le dieron la espalda aprovechó para convertirse en su único refugio como cierre de su perverso plan.

-Rook kun... ¿Te sientes bien? Te quedaste callado de repente. No tienes que decir nada, este sentimiento es solo mío no tienes que corresponderlo -Neige avergonzado murmuraba al notar como Rook en silencio miraba al vacío.

-Tú también siempre me gustaste, y más que gusto... Siempre te he amado.

Neige tímidamente ante sus palabras de amor se acercaba a sus labios para besarlo sin sospechar en el recuerdo vil que el rubio trajo a su mente, dejando la cena a medio comer ambos fueron a la cama más cercana. Rook lo besaba con toda la pasión de su corazón enamorado, era tan grato ser correspondido, mucho mejor que besar labios dormidos como aquella noche. Quitando parte de su ropa podía contemplar ese cuerpo hermosamente embarazado, desprendiéndose de su propia ropa también lo llenaba de besos y caricias cargadas de deseo.

-Rook kun... -Le llamaba excitado Neige, entonces al ver su rostro sonrojado cerca al suyo, sintiendo sus caricias y oyendo su respirar agitado, una sensación extraña le invadió ¿Por qué esta situación se sentía conocida? Aún cuando nunca antes había tenido a Rook de esta manera.

Sacudiendo la cabeza trataba de ahuyentar tan extraños pensamientos lo que menos quería era arruinar esta velada tan especial, ignorando aquel mal presentir se entregó a Rook esa noche, disfrutando de un placer que aparentemente no había experimentado antes. Unas semanas pasaron de este idílico amor, Neige sugirió la idea de unir sus vidas en matrimonio antes que naciera su bebé, Rook aceptó pero no sin sentir como cada día a su lado era una tortura por la terrible verdad que escondía.

Una mañana antes de celebrar su boda Rook entre lágrimas decidió confesar el secreto que le estaba carcomiendo el alma, lo que su amor egoísta e inmaduro le obligó a hacer.
Neige con los ojos llorosos oyó lo que le había hecho esa noche, enterándose cómo el falso padre del hijo que esperaba si era su padre en realidad.

-Me marcharé lejos pero no sin antes confesar la verdad a todos para que no te juzguen más.-Rook arrepentido decía, tanto que hizo para que al final se quedará sin nada pero era lo mejor para calmar esa culpa que lo agobiaba dolorosamente.

-No, no lo confieses... Solo márchate, no quiero que nuestro hijo lleve la carga de que fue concebido en un acto de amor egoísta. Diré que es tu hijo pero huiste de la responsabilidad, eso bastará para que nos dejen tranquilos y vuelvan a aceptarnos. ¿Puedes hacer eso por nosotros?

Rook asintió con su cabeza, llevándose unas cuantas cosas desaparecía de sus vidas, Neige lamentaba toda esta situación porque si estaba muy enamorado de él, aún le costaba pensar que ese mismo hombre alegre y amoroso con quien convivió feliz por semanas hubiera sido capaz de tal atrocidad. Ahora se daba cuenta que en este mundo no se podía ser tan inocente, ni se podía confiar ciegamente en otros porque no todo el mundo era lo que parecía, ni la más radiante sonrisa garantizaba un buen corazón.

Neige volvió a su casa ese día, contó a todos como su malvado prometido y padre de su hijo no quiso asumir la responsabilidad decidiendo irse, era la primera mentira que decía pero la necesaria para retomar su vida. Todos le creyeron y pidieron perdón por su mal proceder, para recuperar en parte el chico feliz que siempre fue decidió perdonarlos de corazón, tanto por su propio bien como por el amado bebé que aún sin nacer ya le daba felicidad y sanaba las heridas de su alma lastimada por este desamor.

Espero les haya gustado esta historia, no me fue fácil poner a mi Rook como un maldito ಥ_ಥ pero es un desafío así que escribir saliéndome de lo habitual me ayudará a mejorar. Pero Rook es amor, es luz no lo olviden, nunca haría algo así (ू˃̣̣̣̣̣̣︿˂̣̣̣̣̣̣ ू)

Muchas gracias por leer y dejarme su comentario 💖

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro