Día 6. Floyd & Riddle
Serie: Twisted Wonderland
Pareja: Floyd Leech & Riddle Rosehearts
Prompt 12: A es un defensor de la ley, B es un criminal que tiene un encuentro repentino con A.
Título: Las reglas del amor.
[Esta historia se desarrolla en un mundo alterno donde los personajes en mención no se conocieron antes]
✨✨✨
Riddle Rosehearts es un abogado exitoso en su natal Reino de las Rosas, dónde ejerce su profesión desde hace unos pocos años cuando culminó su carrera, destacándose con las mejores notas de su generación. A pesar de su joven edad se ha sabido validar una buena reputación, ganándose el respeto de sus colegas, en especial los que trabajan a su lado en una de las más grandes y prestigiosas firmas legales del país.
-Oye Riddle, vamos a celebrar ese caso complicado que la firma ganó esta mañana. Nos reuniremos en el bar del frente. -Era la invitación animada de uno de otro joven abogado que parecía siempre buscaba un pretexto para celebrar y esa noche no era la excepción.
-No gracias... No me tengo permitido beber entre semana.
-Ehh... Pero si te digo vamos a beber un sábado, dices que no bebes los fines de semana ¿Cuándo bebes entonces?
-El fin de semana cuando hay luna llena me permito una copa.
-Estás bromeando ¿Verdad?
-No, no bromeo... -Respondió Riddle seriamente mientras se marchaba- Nos vemos mañana, tengo unos expedientes que revisar.
-Ahh, que chico tan serio y aburrido.
Decía su colega al ver como este llevaba un maletín lleno de papeles, pero todos conocían que asi era la personalidad del joven pelirrojo, llevando una vida llena de estrictas y algo absurdas reglas que no dejaban espacio para la diversión a pesar de su edad.
-Oye, dame tu billetera. -Un tipo mal encarado decía a Riddle cuando pasaba por un callejón oscuro que era un atajo para llegar a su casa que estaba al otro lado de la calle. De la impresión las compras que llevaba para preparar su cena se cayeron haciendo que se enojara.
-¡Mira, me hiciste caer mis cosas!
-¿Qué? ¿Te atreves a bravearme? -Mostrando una filosa navaja lo amenazaba al ver su gesto enojado- No me hagas repetirlo de nuevo, dame tu billetera.
Riddle frustrado solo pensaba que ciertamente esto era su culpa, no debió pasar por el callejón oscuro un día miercoles, como decía una de sus reglas. Resignado llevaba su mano al bolsillo para sacar algo, pero un mal movimiento impidió que su boligrafo mágico que iba a usar para alejarlo se le cayera, haciendo que este tipo se alertara y se enojara más.
-Así que pretendías lanzarme unos brillitos con tu varita mágica. ¿Ah? -Muy enojado este delicuente hablaba mientras con determinación se prestaba a lastimar al pelirrojo, que retrocediendo su andar cayó sentado al suelo esperando lo peor.
-Oye deja al pececito dorado... -Una voz se escuchó y una silueta es lo que vio Riddle delante suyo, lo próximo que oyó fue el traqueteo de un hueso junto a un grito de dolor.
-¡Ahhh maldito... Me rompiste la mano! -Gritaba este delicuente al sujeto misterioso, a quién solo se le escuchaba reír divertido.
-Aja~ Cómo me gusta ese sonido...
-¡Loco! ¡Waaa! -Lloriqueando ese hombre se marchó corriendo.
-¿Estás bien pececito dorado?
Era la pregunta del temerario joven de peculiar apariencia mientras sonriente extendía su mano para que Riddle se levantara. El pelirrojo todavía impactado por la repentina situación de peligro de la que fue salvado por este extraño sujeto, no reaccionaba.
-Si, si estás muy impactado... Vamos levántate, no te conviene dejarme con la mano extendida.
-No me digas que me salvé de un delincuente para que otro venga a amenazarme.
-Oye, eso es ofensivo, no soy un delincuente... -Molesto este aclaraba- ¿No deberías agradecerme en lugar de insultarme?
-Eres muy sensible para ser tan rudo. -Riddle alegó tomando su mano se levantaba con su ayuda del suelo- Supongo que gracias.
-Ese no es un gracias muy sincero, bueno se ve que eres un tipo estirado te debe quemar la garganta decir palabras amables. No importa no necesito tus gracias.
-Que tipo tan raro y voluble. En fin, muchas gracias por tu ayuda esta es mi tarjeta por si algún día necesito devolverte el favor... No me gusta deberle a nadie.
-Riddle Rosehearts, abogado... Bien sin duda me sera útil en algún momento. -Decía al leer su tarjeta mirando de pies a cabeza al pelirrojo sonreía extrañamente- Eres lindo...
-Deja de decir cosas raras.
-¿Puedo invitarte a beber algo? El restaurante dónde trabajo esta cerca.
-No gracias, no bebo entre semana. ¿Por qué todos creen que necesito un trago?
-Tal vez porque te ves algo tenso, jaja. -Este joven muy animado decía aunque a simple vista parecía que solo le gustaba molestar- ¿Qué dices? Si no bebes al menos te puedo invitar a comer algo, Azul cocina bien.
-¿Azul? Me suena ese nombre...
-Es mi jefe... ¿Vamos?
Riddle dudaba en aceptar su invitación pero a pesar de la apariencia algo sospechosa de este tipo no parecía malo, al menos no tan malo. Apostando a su buen juicio decidió para sorpresa suya aceptar su invitación, caminaron unas cuadras hasta llegar a una zona a la usualmente no concurría, por supuesto tenía mala reputación. "Mostro Lounge", era el letrero del pequeño restaurante al que Riddle fue llevado por su nuevo amigo llamado Floyd.
-Azul, Jade... ¡Traje un amigo, es un abogado pomposo! -Gritó animado Floyd al entrar.
-¡No me presentes así!
-Disculpe la descortesía de mi hermano, mucho gusto soy Jade. -Un hombre muy parecido al otro se presentaba amablemente- Si, somos gemelos.
-Buenas noches, sea bienvenido a mi humilde restaurante, soy Azul Ashengrotto.
-Ashengrotto... -Murmuró Riddle entonces pareció recordar algo- Ya sabía que había oído su nombre antes, han habido algunos casos de fraude y extorsión en su contra. ¿Verdad?
-Vaya Azul eres famoso. -Se burlaba Jade.
-Bueno, para mi fortuna ningún caso ha sido validado. ¿Fraude? ¿Extorsión? Uno hace tratos legales y después cuando deben pagar el precio van llorando a poner una denuncia.
-Si es así, me alegra que todo saliera a su favor, no hay nada más indigno que romper las leyes. Si es un trato legal debería cumplirse por ambas partes.
-Eso digo yo... Que agradable es el señor... -Con una sonrisa hablaba Azul- ¿Cómo se llama?
-Riddle Rosehearts.
Azul y Jade asintieron al escuchar su nombre mientras veían como Floyd no le apartaba la mirada, era inusual que este trajera a alguien a su guarida así que debía gustarle mucho. Por ello lo trataron con cortesía, le sirvieron la cena mientras seguían charlando amenamente.
-Son casi las diez, debo irme. Mucho gusto por haberlos conocido. -Se despedía Riddle prestándose a salir del restaurante.
-¡Yo te acompaño! No queremos que otro delincuente trate de lastimarte. -Floyd con una sonrisa sugería o más bien imponía, porque por su gesto no parecía el aceptar una negativa- Ya regreso~
Los dos salieron del restaurante, mientras Azul y Jade sonriendo se miraban entre si. Seguramente no verían a Floyd el resto de esa noche, sabían que si ya había puesto su especial atención en este joven no lo dejaría solo así.
-¿Qué es lo que haces exactamente en el restaurante? -Con esta pregunta Riddle empezó su charla en medio de su caminata en esa fría noche.
-Ahh, de todo un poco... A veces cocino, sirvo, limpio, lavo platos, lo que tenga ganas de hacer en el momento.
-Ustedes tienen negocios turbios ¿Verdad?
-¿A qué te refieres pececito dorado?
-¡Deja de llamarme asi! -Le advirtió muy molesto por ese tonto apodo.
-Eres lindo cuando te enojas...
-No cambies el tema, no los meteré en problemas así que responde.
-Solo son negocios, aja~ Pero si quieres saber que otro trabajo hago, pues a veces cuando las personas no quieren pagar sus deudas, yo les recuerdo que deben pagar.
-Entiendo, igual al delincuente que le rompiste la mano con tanta facilidad.
Floyd solo sonreía animadamente ante la deducción acertada de Riddle, quién pensaba en como alguien tan obediente de la ley podía involucrarse con una especie de criminal. No quería admitirlo pero sentía que esta situación era un poco excitante, un desajuste en su vida tan rígida, le inquietaba la manera en que este sujeto lo miraba y como se relamía los labios al hacerlo, era extraño sentirse el objeto de deseo para alguien más y no le molestaba.
-Esta es mi casa, gracias por lo de esta noche. El rescate, la cena... -Se despedía Riddle tratando de no exponer estos extraños pensamientos.
-No es nada... ¿Puedo pasar?
-No, ¿Para qué?
-Quiero tener sexo contigo
-¡¿Ahhh!? ¡¿Y lo dices solo así!? - Entre enojado y avergonzado Riddle replicaba alarmado sintiendo como toda la cara le ardía, podía sentirla roja aún más que su cabello.
-No lo diría si no supiera que también lo quieres, noté como me miras.
-Es que... Yo no hago estas cosas... Apenas te conozco, no es correcto.
-Vamos... Te haré sentir bien -Seductoramente susurró a su oído al agacharse un poco podía sentir como este se estremecía aún con solo un roce de su aliento- Haré cosquillear todo tu ser, por dentro y por fuera.
-No... No puedo tener sexo con quién recién conocí.
-¿Tu mami no te deja?
-No, son mis propias reglas.
-¿Cuáles reglas? No entiendo.
-Mis reglas... -Todavía sonrojado y muy nervioso el pelirrojo advertía tratando de mostrarse serio.
-¿Las reglas del amor de pececito dorado?
-Ese título suena ridículo.
-Debes decirme esas reglas.
-¿Por qué?
-Por que cómo puedo seguir reglas si no las conozco. No serían reglas entonces.
Riddle lo miró mal por su brillante deducción, no creyó que se daría cuenta y ahora debía exponer sus reglas. A pesar de su fuerte carácter, el joven abogado podía ser bastante ingenuo en este tipo de situaciones, después de todo afrontarlas no estaban en sus libros de estudio. Un insistente Floyd al final lo convenció de hacerlo entrar a su casa para escuchar sus reglas, sin embargo las reglas fueron lo menos que escuchó esa noche. Riddle a pesar de resistirse al principio terminó cediendo, aunque se negaba casi siempre a disfrutar de las dichas de la vida, al parecer Floyd con su provocación y sensualidad hizo que rompiera sus propias reglas, estas que lo obligaban a cerrarse en si mismo y alejarse de los demás.
El ímpetu de Floyd en la intimidad era tan desbordante como su personalidad, no se sabía que esperar con él. Riddle siendo inexperto solo se dejaba llevar sintiendo como su piel era besada, lamida o mordisqueada por esos filosos dientes. Y tal como este se lo había advertido antes, sentía cosquillear su interior con cada embestida suya que era deliciosamente recibida en medio de los extraños sonidos que de su boca se escapaban.
Este era un placer que nunca antes había experimentado, años inmerso en sus estudios y luego en su trabajo le negaron disfrutar de un hecho tan normal como esto. Su interior quemaba y dolía un poco a la vez, pero su consuelo eran los besos lascivos de este tipo regalaba llevándolo al delirio. A pesar de la brusquedad con que era tomado entre lágrimas solo pedía más en pequeños susurros.
-Ehh~~ ¿Cuántas de tus reglas te hice romper?
-Todas. -Avergonzado Riddle respondía cuando en su cama abrazados hablaban después de esa entrega. Todavía podía sentir como su cuerpo se estremecía por el orgasmo que lo hizo gemir y eyacular minutos atrás.
-Tal vez debamos poner nuevas reglas... Las reglas del amor de Floyd.
-No me copies.
-Escucha y grábalas en tu linda cabeza, pececito dorado. -Decía animado mirando el hermoso semblante satisfecho de Riddle.
-No sé cómo tienes aire para hablar tanto.
-Tengo experiencia, bueno no quiero ponerte celoso por los novios y novias que he tenido, solo escucha...
Regla 1: Tener sexo cada noche sin importar la hora, ni el lugar.
Regla 2: Besarnos mucho mientras lo hacemos.
Regla 3: Decirle cosas lindas a pececito dorado antes o después de hacerlo.
Regla 4: Si a pececito dorado le duele meter la lengua en su agujerito para prepararlo.
-Eso es obsceno...
-No dijiste eso cuando lo hice hace rato. -Burlándose Floyd le aclaró haciéndolo avergonzar más-Entonces ¿Quieres seguir rompiendo tus reglas o crear nuevas reglas mías?
-Cállate...
-Seguiré inventando mis reglas.
-No, no... Déjalo así, es demasiado vergonzoso escucharte.
Floyd al ver ese ceño fruncido solo se le lanzó encima, por alguna razón le gustaba y excitaba verlo enojado, siendo así dieron inicio a una nueva entrega. Varias semanas viviendo esta intensa relación transcurrieron casi en un abrir y cerrar de ojos, tanta era la pasión de ambos que habían días que simplemente no soportaban verse por el fuerte temperamento de cada uno, pero como una necesidad imperiosa de tenerse cerca volvían a estar juntos.
-Señor Riddle, le habla Jade. -Era el saludo de este a través de una llamada por teléfono.
-¿Qué sucede? Es raro que me llames, no me digas... Floyd se metió de nuevo en un lío. ¿No?
Ante la afirmación de Jade, Riddle aunque no le gustara esta situación no dudaría en ayudarlo, saliendo enseguida de su oficina se dirigía a la estación de policía donde tenían a su novio bajo custodia. Al verlo tras las rejas se acercó con fingida seriedad al notar varios golpes en su rostro.
-Floyd... ¿Qué pasó ahora?
-Ehh~ Unos tipos me atacaron, yo solo me defendí. Y ahora me quieren echar la culpa de todo solo porque los idiotas fueron al hospital.
-¿Venciste a esos sujetos? ¿Cuántos eran?
-Unos seis.
-¿Y todos se lanzaron contra ti?
-Si, solo fui a cobrar algo por parte de Azul y ellos me atacaron. Yo no debería estar aquí... ¿Me vas a sacar pececito dorado? -Con un gesto tierno pedía al pelirrojo, quién en medio de un suspiro pensaba en los líos que ya un par de veces antes lo había liberado en este medio año de relación.
-Debes dejar este tipo de vida peligrosa, Floyd.
Resignado Riddle sugería con un gesto triste y sus ojos parecían llenarse de lágrimas algo que sorprendió a Floyd.
-Ya sé que te entristece verme encerrado pero no debes llorar, vas a sacarme de aquí ¿Verdad?
-No sé, tal vez deba dejarte ahí para que aprendas la lección.
-No, no me hagas algo así. Me portaré bien.
-No es suficiente, debes dejar esta vida de malandro atrás.
-¿Qué sucede? Estás actuando raro.
-Ya no quiero que te metas en estos líos sin sentido, yo respeto las leyes y a ti te encanta romperlas. ¿Cómo podemos seguir juntos?
-¿Estás terminando conmigo pececito dorado~?
-Si fuera solo yo podría seguirte aguantando pero pronto no seremos solo dos.
-¿A qué te refieres? ¿Jade vendrá a vivir con nosotros?
-¿Jade? Ya tengo suficiente contigo ¿Por qué traería a casa a tu gemelo delincuente también?
-Entonces de quién hablas.
-¡Estoy embarazado estaba buscando el momento perfecto para decírtelo...! ¡Hiciste que te lo dijera en esta sucia cárcel! -Muy frustrado Riddle le lanzaba esta noticia ante el gesto confuso de Floyd que no parecía entender lo que decía.
-¿Por qué no me sacaste primero de aquí y entonces me lo decías? Eres tan complicado.
-¡Y tú eres bastante cínico! -Le gritaba furioso con toda la cara Roja, un grito que hizo que policías y detenidos prestaran atención a la singular pareja.
-Solo bromeo... Aww pececito dorado tendremos un bebé -La mirada de Floyd se iluminó ante esta inesperada noticia que lo hacía feliz, tomando la mano de Riddle lo hacia acercarse para secar sus lágrimas.
-No tendré un hijo con un delincuente que le dará mal ejemplo. Si no cambias lo tendré y criaré sin ti.
-No digas eso... Yo te ayudé a hacerlo, no me puedes dejar fuera. Bien, buscaré un trabajo normal y aburrido.
-¿Lo dices en serio? Porque si me mientes te cortaré la cabeza.
-Si, lo digo en serio... Pero si no soy un criminal ¿Dejarás de quererme?
-¿Qué?
-Sé que amas que sea un chico malo.
-¡Claro que no! ¡No trates de culparme por tus acciones! -Sonrojado y enojado Riddle refutaba aunque parte de ello era verdad, pero sabía que podría sobrevivir sin esa dosis de rebeldía que Floyd le daba con su vida de bravucón callejero si era por su hijo en camino.
-Aja~ Amo cuando te enojas espero que nuestro hijo se parezca a ti.
Tiernamente Floyd susurraba un gesto que contrastaba con su cara llena de moretones, cuando este salió libre esa tarde con ayuda de su pececito dorado, de inmediato fueron a contar la buena noticia a Jade y Azul que celebraron la llegada de un bebé pero se enojaron al saber que Floyd los dejara solos en su trabajo de dudosa reputación. Al llegar a casa ambos empezaron a acordar nuevas reglas del amor, reglas especiales para esos meses de embarazo que les tocaría felizmente vivir juntos.
✨✨✨
Muchas gracias por leer esta historia espero que les haya gustado, agradezco mucho sus votos y comentarios, lo aprecio muchísimo.
💖
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro