Día 15. Jack & Epel
Serie: Twisted Wonderland
Pareja: Jack Howl & Epel Felmier
Prompt 11: A esta obsesionado en tener un bebé al grado que esta hartando a B, porque prácticamente A le ordena a B hasta en que posición y cada cuanto deben tener sexo, se pelean porque A dice que si no tiene un bebé no será feliz, haciendo menos el amor y apoyo de B, por eso deciden tomarse un tiempo, en ese tiempo A descubre que por fin esta esperando un bebé, ahora A no sabe cómo decirle a B la noticia.
Título: Incómoda situación.
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El amor entre Jack y Epel nació de su convivencia como estudiantes de Night Raven College pero no formalizaron su relación hasta que se graduaron. Han pasado casi diez años desde entonces, ahora son una pareja felizmente casada cuyo hogar lo asentaron en Harveston, la amada ciudad natal de Epel, lugar que se ha convertido en una importante zona exportadora de manzanas para el mundo.
Ambos se dedican al trabajo diario en el cultivo de manzanas, la población ha crecido en los últimos años por lo que la cantidad de niños y jóvenes ha aumentado, por ello la joven pareja gracias a su formación atlética los ayudan en la prácticas de deportes al aire libre. Podría resumirse que ellos disfrutaban plenamente la vida que habían creado juntos. Sin embargo, a sus casi treinta años sintieron que algo faltaba a sus vidas para completar su felicidad, así que por mutuo acuerdo tomaron la decisión de tener un hijo.
Siendo jóvenes y saludables no parecía haber mayor problema para llevar a cabo un embarazo, así iniciaron su proceso con pócimas especiales para poder preparar sus cuerpos y concebir pronto al fruto de su amor.
-Ahh Epel, estoy cansado... -Decía Jack siendo llevado a la cama con prisa cuando apenas cruzó la puerta de su habitación- Al menos puedes esperar que me bañe, estoy sucio por la práctica en los trineos.
-Eso no importa, no tenemos que besarnos, ni tocarnos.
-¿Y qué sentido tiene el sexo sin besos y caricias?
-No seas cursi... Después de que lo hagamos puedes bañarte, igual terminarás sucio.
Dijo en tono sugerente quitándose la ropa, dejando ver su no tan pequeño cuerpo. No era tan alto ni fornido como su esposo pero en comparación a sus años de escuela había crecido un poco en altura y musculatura, al menos para no sentirse tan enano y escuálido a su lado.
-Ehh... ¿Tanto quieres un hijo? Sabes que cuánto más nos presionemos menos posibilidades hay de que suceda.
-Uno de los dos debe poner empeño.
-No insinúes que no quiero un hijo, solo que... -En un suspiro hablaba- Debería ser más natural, ¿No?
-Pero mientras más lo hagamos habrán mas posibilidades.
-Está bien... ¿puedes darme unos minutos para bañarme al menos?
-Ya sé, vamos a bañarnos juntos tal vez haciéndolo mojados pueda servir.
Con una sonrisa animada lo tomaba de la mano llevándolo al baño dónde llenaba la tina con agua caliente, ya que el clima estaba bastante frío al empezar a oscurecer. Una vez en la tina, desnudos y mojados se besaban apasionadamente, no era que a Jack le molestara tener sexo con su esposo pero la forma obsesiva en que estaba llevando el asunto del embarazo empezaba a ser un poco molesto.
-Uh... ¿No te provoco lo suficiente? -Se quejaba Epel al verlo pensativo y como su cuerpo no respondía a pesar de estar restregándose con fuerza sobre él.
-Te dije que estaba cansado. -Murmuró sonrojado.
-Supongo que tendré que usar mi boca.
-No lo digas así... -Le regañó más sonrojado al ver su gesto lascivo de relamerse los labios.
-¡Parece que está funcionando! -Dijo animado tocando su entrepierna que empezaba a despertar- Te gusta que diga cosas pervertidas, ¿verdad?
Acercándose a su oído susurraba cosas que solo hacían sonrojar más a Jack mientras seguía restregando su cuerpo con firmeza al suyo. Un fuerte gemido se escuchó en ese baño cuando Epel fue embestido por la virilidad ardiente de su esposo, quién gruñendo sentía como su miembro era atrapado por ese interior que ardía también.
-Tomaste la pócima después del almuerzo ¿Verdad? -Epel cuestionó entre un pasional beso mientras era embestido deliciosamente.
-Lo olvidé... -Dijo sin dar mucha importancia.
-¿Cómo pudiste olvidarlo?
-Oye... Al menos terminemos. -Jack dijo al ver notó como el otro muy molesto se apartó de forma brusca - No me dejes así.
Epel enojado ignorando su petición cubría su desnudez con una toalla mientras maldiciendo salía del baño, dejando a un insatisfecho y confundido Jack en la tina para que atendiera solo su asunto.
-¡¿Qué fue eso!? -Molesto Jack le reprochó al salir del baño y veía como Epel refunfuñando se vestía.
-Maldita sea, ¿Cuántos meses llevamos intentando? ¡¿Soy el único que lo quiere!? Tú no pones nada de tu parte...
-Solo olvidé beberla hoy... ¿Por qué tanto problema? El médico dijo que tomarla era opcional no obligatorio.
-Porque no está funcionando, ese es el problema.
-Un bebé llegará cuando menos lo pensemos. -Tratando de calmarse Jack decía- Esta situación se está saliendo de control y empieza a ser incómodo.
-¿Te incomoda estar conmigo?
-No, pero es incómodo si me levantas a las cinco de la mañana para hacerlo solo porque tu abuela dijo que esa es la hora de hacer bebés.
-Mi abuela solo trata de ayudar, quiere ver a su bisnieto antes de morir.
-Tu abuela no va a morirse todavía, seguramente vivirá más que nosotros.
-Tal vez, pero no desviemos el tema...
-Epel, siempre he admirado tu tenacidad y el no rendirte ante nada, amo eso de ti, pero esto... Ya nada es espontáneo, no se siente bien tener un horario, una posición, una pócima diaria, los consejos de tu familia, toda nuestra intimidad expuesta de forma tan vergonzosa. -Se desahogaba Jack- Todos en el pueblo pendiente de que si ya te embaracé, si ya está en camino nuestra "manzanita peluda" para mimarlo...
Epel se quedó callado ante es desahogo que podía ser cierto, pero que no le daría la razón. ¿Cuál era su error al querer un bebé? Quería tenerlo para que ambos tuvieran un niño propio que consentir, él sabía que Jack también lo quería por la forma en que jugaba con los niños del pueblo, estaba seguro que sería un excelente padre. ¿Qué tenía de malo ser persistente? No era un deseo egoísta porque era para ambos.
-Solo quiero un bebé... Un bebé que se parezca a los dos... -Con un gesto triste decía, mientras sus ojos lagrimeaban un poco.
Jack no podía resistirse a ese tipo de gestos en su bello rostro, aunque sabía que tenía la razón no pudo evitar sentirse mal por hacerlo llorar, su anhelo parecía ser sincero, acercándose a su testarudo esposo lo abrazaba.
-Solo te pido que lo tomes con calma ¿Si? El bebé llegará.
Epel asentía con su cabeza, sintiendo enseguida como sus labios eran tomados en un pasional beso, correspondiendo pensaba darle la razón. Esa noche le daría la "espontánea" intimidad que tanto quería, presos del deseo se complacieron como hace semanas no se sintieron, sin la presión de estar juntos solo para concebir un bebé. Exhaustos en esa madrugada se acurrucaban en un cálido abrazo, Epel veía como Jack con una gran sonrisa se quedó dormido, él era hermoso y varonil además atento, detallista, amoroso. A pesar de su ruda apariencia era como un tierno cachorrito, tal vez ese detalle le impulsaba a querer darle un hijo, como regalo al perfecto esposo que se esforzaba en ser.
-Epel... Te ves muy feliz hoy... No me digas que ya... -Su abuela comentaba la mañana siguiente al verlo muy animado.
-No abuela, todavía no. -Sonrojado murmuró.
-Pero por tu cara de satisfacción pudo ocurrir anoche, ¿verdad?
-Abuela, ya. -Respondió avergonzado, cuánto odiaba que su abuela lo conociera tan bien para notar su gesto de que había tenido una muy buena noche- Un bebé vendrá cuando deba venir, ya me prometí tomarlo con calma.
-Ah bueno, justamente te iba a dar una pócima especial que me dio una señora del otro pueblo, dice que su hija tampoco podía concebir pero tomó esto y enseguida se embarazó.
La anciana molesta decía mientras caminando le daba la espalda, Epel dudó un poco pero enseguida empezó a seguirla. Tal vez esa pócima sería la solución a su problemita, podría tener a su bebé y ya no incomodaría más a su querido esposo.
-Oh Epel... No esperaba verte ahora. -Decía Jack con una sonrisa cuando este llegaba a su área de trabajo pasado el mediodía. Con un beso en los labios lo saludaba cariñoso, muestra de afecto usual en su relación.
-Quería invitarte a cenar esta noche y después podemos ir al cine para ver la nueva pelicula de Vil san ¿Qué te parece?
-Me parece perfecto -Respondía sonriente abrazándolo movía sutilmente su cola en señal de alegría- Es tu manera de disculparte por haber actuado raro estos días ¿No?
-No... -Respondió con un puchero- Es más un agradecimiento por lo de anoche, fue maravilloso y...
Jack avergonzado cubría su boca rapidamente para que callara antes de que alguien escuchara esa infidencia, Epel divertido sonreía al ver su gesto tímido. Horas después, tal como acordaron salieron esa fría noche a la ciudad para cenar en un bonito restaurante y después en el cine pasaron un entretenido momento viendo la pelicula. Una hermosa velada romántica que les haría olvidar esos inconvenientes que afectaron a su relación en las últimas semanas, siendo una cita que les hizo recordar el motivo por el que estaban juntos.
Llegando a su casa entre besos llenos de pasión se dirigían a su habitación para sellar lo que podía llamarse una reconciliación, encendidos los ánimos y sus cuerpos disfrutarían del placer que solo ellos podían darse mutuamente. Con poca ropa se unían en un abrazo para darse calor en esa fría noche.
-Te voy a pedir algo pero no quiero que te enojes...
Jadeante Epel susurró sintiendo el peso de su amante esposo encima suyo, que igual de excitado solo lo miró con sutil sospecha al oírlo. Usualmente cuando él decía eso era porque si diría algo que lo enojaría, y de alguna forma intuyó lo que diría.
-¿Qué sucede?
-Toma esta pócima. -Epel le pedía sacando un pequeño frasco que escondió bajo su almohada.
-¿En serio? No me digas que planeaste nuestra cita para esto...
La respuesta de Epel fue desviar la mirada y le dedicó una sonrisa de niño travieso, Jack sin pensarlo tomó ese frasco con enojo para lanzarlo contra la pared.
-Oye... Solo quería intentarlo una vez más, mi abuela dijo que esa pócima era muy eficaz, ¿por que la rompiste?
-De nuevo tu abuela... -Molesto se levantó de la cama, recogiendo su ropa del suelo se vestía dando fin a esa velada que pretendía ser perfecta- Pensé que las cosas cambiarían, pero tú sigues obsesionado con eso.
-No es eso, es nuestro bebé.
-Tal vez yo tengo problemas y conmigo no tendrás a tu "manzanita peluda" que por cierto es un apodo tonto para un bebé. Deberías buscar a alguien más para que te ayude a tener el hijo que tanto quieres.
-Pero yo no quiero tener hijos con alguien más, solo contigo.
-Es suficiente... Iré unos días a casa de mis padres, necesito pensar las cosas.
-¡Ehh! ¡¿Me estás dejando!?
-No, voy a pensarlo... Tal vez lo haga, tal vez no regrese. No puedo estar con alguien que solo me ve como una fuente de semen.
-Yo no... -Dijo en voz baja viendo que terminaba de vestirse y buscaba en su armario una maleta- Bien, si eso quieres. Solo deberías admitir que nunca quisiste un hijo conmigo.
-Si lo quiero pero no así... -Con tristeza susurró colocando con prisa unas cuantas prendas en su maleta, sin decir más solo salió de la habitación y de su casa a la vez.
Epel al oír el sonido de la puerta cerrarse se le llenaron los ojos de lágrimas, al parecer por su terquedad se había quedado solo. En momentos así odiaba ser tan cabeza dura, ahora no sólo ya no tendría un bebé sino tampoco un esposo que amar. Por largos días permaneció encerrado en su habitación, a pesar de que sus padres y abuela lo visitaban para animarlo no podía superar su estado depresivo, extrañaba mucho a Jack.
-Ya ves por no comer bien, ya te enfermaste. -Le regañaba su abuela al verlo pálido en la cama una mañana- No te vas a echar a morir por un hombre, levántate.
-Déjame tranquilo, abuela.
-¡NO ME HABLES ASÍ!
-Abuela, no me golpees, ¿qué te pasa? Te dije que me duele la cabeza.
-¡Levántate entonces! -Ordenaba con la mano alzada, lista para darle otro golpe en la cabeza. Con mala cara Epel se levantaba, su abuela podía ser muy temible a veces, al ponerse de pie tambaleó un poco.
-Estoy mareado...
-Oye Epel, ¿qué síntomas has tenido?
-Náuseas, vómito, dolor de cabeza y del cuerpo, mareos... Supongo que es normal si estoy bajo estrés ¿No?
-Y si no es por eso... ¿Tienes pruebas de embarazo?
-Si, en el baño... Pero dudo que sea eso.
-¿Por qué no podría ser? Todavía tenías marido hace tres semanas ¿No? No es como que hubieran pasado años.
La abuela le hablaba malhumorada desde el baño mientras buscaba esa prueba, una vez que la halló bajo amenaza de golpearlo lo obligó a hacerla. Minutos después Epel salía del baño con la prueba en mano y una nerviosa sonrisa en los labios.
-¡¡¡TENDRÉ UN BISNIETO, CARAJO!!!
Gritaba emocionada la anciana abrazando a su nieto que parecía todavía no creer que la prueba dio positivo, tanto había deseado este momento pero no imaginó que pasaría así, sin Jack a su lado.
-¡Debo ir y decírselo! -Muy decidido decía tomando su abrigo y poniéndose sus zapatos se prestaba a buscarlo en su ciudad que estaba a muchos kilómetros de distancia.
-Oye niño loco... Ve con cuidado.
La anciana con alegría decía viendo entusiasmado nieto subirse en su coche y emprender el camino en búsqueda de su amado esposo, a quién no veía ni hablaba hace casi un mes. Pasado el mediodía llegó a la casa de los padres de Jack, personas mayores que apreciaba mucho, ellos lamentaban esta abrupta separación pero se alegraron de que Epel fuera a buscarlo porque también Jack había estado triste todos esos días.
-¡Jack! -Le llamaba el joven corriendo hacia él en una montaña cerca de su casa, este al principio pensó que era una alucinación pero enseguida se dio cuenta que no era así.
-¿Qué haces aquí? Si viniste a rogarme para que vuelva no lo haré ya estoy comprometido.
-¡¿CÓMO QUE COMPROMETIDO!? ¡NI SIQUIERA ESTAMOS DIVORCIADOS, MALDITO BASTARDO!
-No grites en una montaña llena de nieve, y no me comprometí de esa manera, idiota. -Jack molesto aclaraba- Me comprometí a ayudar en el festival de la ciudad que será en unos días.
-Ahh, era eso... Uf no soportaría verte con alguien más.
-Dime qué haces aquí...
-Te venía a enseñar esto -Decía buscando en el bolsillo de su abrigo pero sin hallarlo- Mierda, se me cayó cuando venía corriendo.
-¿¡Qué cosa?!
Cuestionó Jack viendo como su lindo esposo buscaba algo entre la nieve, debía admitir que era un adorable, con fingido desgano le ayudó a buscar caminando un poco encontró lo que parecía ser una prueba de embarazo.
-¿Esto buscabas?
-Si -Susurró con una linda sonrisa y la mirada que parecía brillar un poco- Lo logramos.
-¿En serio?
-Si... -Afirmaba de nuevo en un susurró sintiendo su abrazo, podía ver como movía su cola sin parar- Tenías razón sobre que mientras menos presionara pasaría.
-¿Por qué lo dices?
-Creo que me embaracé esa noche cuando lo hicimos porque queríamos, la noche antes que te fueras... Quiero pensar que fue esa noche, perdóname por ser tan tonto.
Jack no dudó en perdonarlo, después de todo amaba su intensa manera de ser, con un dulce beso se reconciliaban a la luz de tan hermosa noticia, una pequeña manzana con orejas y colita peludas nacería en unos meses llenando de alegría a las familias Howl y Felmier, en especial a la entrometida abuela que seguramente de forma obstinada viviría muchos años más para ver a su lindo bisnieto crecer.
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Muchas gracias por estar pendientes de estas cortas historias, espero les haya gustado esta ship. 💕💕💕
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