Serie: Twisted Wonderland

Pareja: Trey Clover & Jade Leech

Prompt 18: En un mundo post apocalíptico, A se infiltra en un lugar en busca de suministros donde se encuentra con B. Ambos pelean, pero B termina ganando y convierte a A en su rehén. Una de las noches de cautiverio de A, B decide proponerle que pasen la noche juntos ya que ambos han estado privados de contacto con otras personas por mucho tiempo, en ese encuentro A queda embarazado, pero logra escapar antes de que B se entere. Más adelante vuelven a enfrentarse y B no puede evitar notar el vientre prominente de A...

Título: Trato sombrío.

[Esta historia se desarrolla en un mundo alterno]

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La magia es un valioso recurso en Twisted Wonderland usada para mantener el equilibrio en el desarrollo de las diferentes áreas de los países. Sin embargo, un día de repente esta magia empezó a desaparecer provocando el caos en el mundo entero, países fuertes ahora se encuentran vulnerables ante el ataque de otros que con algunos magos a su favor pudieran ser sometidos. La alerta mundial estaba dada, las fronteras fueron cerradas y cada país sobrevive con sus pocos recursos, incluso la humanidad se había vuelto algo fría e indolente al vivir estos tiempos difíciles. Todos deseaban que hubiera una solución pronto, por que así como la magia desapareció de repente tal vez volvería repentinamente también.

Trey Clover fue enviado a servir como fuerza de seguridad en la frontera del Reino de las Rosas, su lugar natal. No era de sorprender que a raíz de este conflicto los jóvenes fueran asignados a este tipo de labores por salvaguardar el bienestar de su país, incluso si debían arriesgar sus propias vidas por ello. Una tarde cuando Trey hacia su guardia en su área asignada vio como una silueta entre las sombras se escondía entre los arbustos.

-¡Ya te vi! ¡En nombre del Reino de las Rosas te ordeno la rendición inmediata, estoy armado! -Ordenaba apuntando su arma al arbusto donde suponía estaba escondido ese intruso.

-Lo siento, es que perdí el camino a casa...

-¿De dónde vienes?

-De Mar de Coral... -Dijo este sujeto sin mostrarse- No estoy armado.

-¿Mar de Coral? Estás bastante lejos de casa.

-Es que tenía asuntos que atender...

-¿Qué....

No terminó de hablar Trey cuando sintió solo una ráfaga de viento acercarse con prisa no dándole tiempo de apretar el gatillo de su arma lo hacía caer al suelo de espalda, de pronto sintió un peso encima de su abdomen y una mano tratando de quitar su arma, tenía mucha fuerza. Ahora con claridad podía visualizar como esa sombra misteriosa de antes se volvía un joven de fiera mirada y afilada sonrisa que no tenía intención de soltarlo.

-¡Suéltame! -Gritó Trey mientras trataba de zafarse de su agarre.

-¿Para qué? ¿Para qué me dispare? Creo que no.

-Entonces, no deberías estar en un país que no es tuyo. Solo cumplo la misión de proteger a mi país.

-Eso lo entiendo, solo vine por algo y ya iba de salida. No hay necesidad de complicar más esto. ¿Verdad? -Decía con un gesto que daba un poco de miedo- Aunque admito que esto es en parte culpa mía, he pasado un par de veces por aquí y no me habías notado supongo que hoy no tuve cuidado o usted estuvo más atento.

-¿Ya has pasado por aquí antes?

-Es mi ruta. Me gustaría seguir nuestra charla pero tengo algo de prisa.

Con una amable sonrisa decía este misterioso joven mientras tratando de quitar su arma tenía la firme intención de bajo amenaza poder marcharse, en un rápido movimiento Trey logró hacerlo a un lado, entre ese forcejeo pudo someterlo con su arma apuntándolo directamente.

-Bien, me rindo. -Con una sospechosa sonrisa decía el intruso, levantando sus manos en clara señal de rendición.

Trey estaba un poco intrigado con este joven, actuaba bastante extraño, tenía la sospecha de que planeaba algo. No dudó en atar sus manos para llevarlo bajo custodia al lugar dónde encerraban a los intrusos, que por el momento no había ninguno, solo algunos guardias que iban y venían porque ese edificio en medio del bosque servía como sede de seguridad en la zona.

-Es de mala educación revisar las cosas de otros. -Decía un poco molesto el prisionero al ver cómo el joven que lo capturó abría su mochila.

-Dijiste que tu nombre es Jade ¿No? -Cuestionó mirando el gesto molesto de ese joven, quien tras las rejas de esa improvisada cárcel no le bajaba la mirada- Vaya, tienes mucho dinero aquí además de estas pequeñas botellas de pócima ¿Qué es lo que precisamente viniste a hacer aquí?

-Negocios.

-¿Arriesgas tu vida por dinero?

-Todos arriesgamos nuestras vidas por algo en estos tiempos difíciles.

-Son pociones mágicas, deben valer mucho. -Un poco sorprendido decía, ciertamente la humanidad dependió tanto de la magia con el pasar de los años, que ahora ante su escasez era muy valiosa aún si solo era un poco de ella- ¿Tú tienes magia?

-No, yo la perdí... Pero alguien muy cercano no la perdió y estamos en el negocio. No creerías lo que las personas están dispuestas a pagar por estas pócimas.

-¿Tratan de invadir nuestro país?

-No, que complicado... -Respondía Jade con una burlona sonrisa- Mi "jefe" cree que todo esto terminará pronto y debemos aprovechar a reunir todo el dinero que podamos mientras dure.

-¿Tratas de decir que son una especie de grupo mafioso?

-Fufu, prefiero decir que somos un pequeño negocio en auge.

-Si, como digas...

Con una extraña sonrisa murmuraba Trey alejándose de su prisionero, de quién debía hacerse cargo directamente a partir de ahora. Así pasó una semana y cada día ellos tenían charlas que los entretenían en medio de este tiempo caótico.

-Si eres una especie de sirena... ¿No temes que te transformes aquí y no haya agua?

-Fufu, es cierto... Entonces Trey san debería llevarme al agua de inmediato. ¿No?

-Debería hacerlo te estás comiendo todo nuestro suministro. -Decía con ironía este- A pesar de comer tanto eres muy delgado.

El otro al oírlo solo esbozaba una sonrisa mirándolo fijamente desde el rincón de ese espacio donde lo tenían encerrado. Esa noche cuando Jade descansaba escuchó unos pasos acercarse a su "jaula", usualmente no tenía visitas a esa hora, a pesar de ello no parecía muy sorprendido cuando vio al que estaba de pie frente a sus rejas con un gesto bastante sombrío.

-Trey san ¿Qué hace aquí a estas horas? ¿Pasó algo?

-Jade... Creo que voy a enloquecer... -Agitado decía en medio de la oscuridad apretando los garrotes de esa celda.

-¿Se siente mal? ¿Puedo ayudarlo? -Con aparente preocupación cuestionó acercándose a la reja donde Trey con la cabeza agachada se aferraba con fuerza- ¿Cómo puedo ayudarlo?

-Quisiera volver a mi vida normal, en la que iba a mi trabajo, preparaba postres, compartía con mi familia y salía con algún chico de vez en cuando. Ahora no tengo nada de eso...

-Si, también extraño esa vida normal porque estar encerrado en una jaula así no es lugar para un ser marino tan libre como yo.

-Supongo que tu situación es peor que la mía... -Murmuraba Trey levantando la mirada podía ver la mirada bicolor de este joven casi iluminarse en esa oscuridad, al tenerlo tan cerca incluso su sonrisa con esos peculiares dientes puntiagudos lo hacían realmente hermoso a sus ojos.

-¿Qué quiere Trey san? Dígalo...

-Quiero tocar y ser tocado... No soporto más esta soledad.

-¿Y por qué yo? ¿Le da vergüenza pedírselo a uno de sus compañeros? -En un tono casi irónico preguntó parecía querer provocarlo y lo estaba logrando- ¿O solo quiere aprovechar su figura de autoridad para abusar de este joven indefenso?

-¿Quieres hacerlo por las buenas o las malas?

-¿Tengo opción a decidir? Haga lo que crea necesario.

En un susurro respondió con una amplia e irónica sonrisa, Trey no pudo resistirlo más, así que abriendo el seguro de la puerta con prisa entraba. Sometiendo a Jade contra la pared lo besaba de forma apasionada, este tampoco ponía resistencia a sus besos y caricias que eran el reflejo de un hombre ansioso casi desesperado por contacto físico. Lo siguiente que sintió fue ser volteado bruscamente para estar de cara contra la pared mientras sus pantalones y ropa interior eran bajados con prisa por Trey.

-Lo siento Jade... Necesito esto... -Susurró lleno de deseo mientras desnudaba sus propias partes bajas, dejando expuesta su virilidad parecía estimularse frotándola a su cuerpo para endurecerla más.

Jade podía sentir su miembro rozar con firmeza su trasero, mientras en su boca un par de dedos fueron metidos para ser obligado a humedecerlos, podía asegurar que el joven detrás suyo se excitaba más por la forma en que se movía y como respiraba sobre su espalda. A propósito empezó a presionar esos dedos entre sus dientes sin lastimarlo, porque había notado como este joven que aparentaba ser serio tenía una extraña fascinación por sus dientes, al parecer no se equivocó porque sintió como este se aferró más a su cuerpo quizá a punto de eyacular.

Trey al sentir bien mojados sus dedos no dudó en sacarlos de su boca para introducirlos en su cavidad anal, Jade que no puso resistencia alguna pero tampoco emitía una señal de estarlo disfrutando, a pesar de ello su interior parecía arder y acogía a esos invasores de buena manera.

-Lo siento... Yo no soy así... -En un susurro Trey hablaba, en su delirio sentía no poder contener este fuego que parecía quemarle, quitando sus dedos tomó su erección y la introducía en medio de un ahogado gemido, afán natural al no estar asi con alguien hace meses. Jade no emitía ningún sonido solo su respirar se agitó un poco cuando las embestidas empezaron a ser más profundas y certeras.

Trey se sintió intrigado y atraído por este joven desde que lo conoció, sabía que no era la mejor manera de mostrar sus intenciones románticas es más era consciente de que no habría nada entre ellos después de casi tomarlo sin su consentimiento. Aunque si justificaba su accionar este tampoco consintió o negó su encuentro, Jade trató de resistirse pero al sentir la vil traición de su cuerpo al dejarse seducir y estremecido empezaba a disfrutar el placer de esta unión. En medio de su propia frustración y el goce del otro ambos llegaron al clímax, Jade apenas gimió al sentir como su interior cálidamente fue bañado de ese espeso y abundante fluido. Trey en medio de su respirar errático permanecía dentro suyo disfrutando del dulce espasmo dado por este placer único.

-Lo siento... -Susurró a los pocos segundos cuando salió de su interior.

-Deje de disculparse si no lo siente...

Ante esa aclaración Trey podía notar que Jade estaba molesto, aunque debía admitir que su actitud era muy confusa. Jade se apartó sin mirarlo, acomodando su ropa iba al rincón dónde estaba esa colchoneta sucia en la que dormía y se recostaba allí dándole la espalda.

-¿Jade estás bien?

-Si, déjeme solo.

Esas palabras bastaron para que Trey se sintiera mal y se llenara de culpa, ¿qué había hecho? Nunca en su vida hubiera pensado en abusar de alguien indefenso, esto era en lo que lo había transformado todo este caos. Con ese pesar salió de la celda para marcharse, Jade al quedarse solo esbozó una pequeña sonrisa y se disponía a asearse.

-Preparé esto para ti... No es mucho pero quería disculparme por lo de anoche. -Eran las palabras de Trey unas horas después en esa mañana cuando le llevaba el desayuno a su prisionero, usualmente su comida era una especie de colada y un pan guardado ahora le preparó una especie de budín con esos ingredientes.

-No tenía que hacerlo... -Dijo aún cuando lo comía ansioso, esto era algo muy diferente a lo que había comido en los últimos días.

-Me costó un poco hornearlo al soplar el fuego de la madera por dos horas, me alegra que te gustara.

-Si lo dejo tener sexo conmigo me preparará algo así a diario...

-¿Qué quieres decir? -Nervioso cuestionó ante tan repentina insinuación.

-Le dije que hago negocios. Si al menos va a cogerme debe darme algo a cambio.

-Jade... ¿Y no te molesta?

-Bueno no me molestaría si me da buena comida y yo no le doy nada a cambio pero...

-¿Y yo qué gano?

-Mi gratitud.

-Me quedo con el sexo... Lo siento.

-Entendible... Nadie da nada gratis.

Ambos hablaban con un extraño tono que podía sonar a descarado coqueteo, tal como acordaron Trey entraba por las noches a su celda para tener sexo mientras Jade por el día disfrutaba de las comidas que el otro le daba, incluso la que él a veces dejaba de comer para dársela. Un par de semanas pasaron así, entonces una noche al estar ambos recostados en esa colchoneta se estremecían por el placer compartido segundos atrás, Trey entre sus piernas miraba fijamente a Jade.

-Cuando esto acabe, quiero estar contigo. -Confesó Trey sin evitar sonrojarse.

-¿En serio?

-Si...

-¿Y si esto nunca acaba?

-Quiero igual estar contigo.

Confesó avergonzado en un susurró, Jade lo quedó viendo, notando esa tonta mirada de amor le daba un beso en los labios. Trey ilusionado se dejaba besar, suponiendo que esto era una afirmación a su propuesta que reflejaba sus sentimientos de amor pero lo próximo que sintió fue un golpe en su cabeza y todo a su alrededor se tornó oscuro al perder la consciencia. A la mañana siguiente al despertar vio que estaba en un lugar distinto, confundido y con dolor de cabeza notó que estaba en la enfermería.

-Tienes suerte que ese prisionero solo haya golpeado tu cabeza, debes tener más cuidado. -Decía el hombre a cargo de esa área- No parece que tengas un daño grave pero descansa el día de hoy.

-¿Y Jade?

-El prisionero escapó... Se tomó el tiempo de quitar tu ropa y salir vestido con ella supongo para poder pasar desapercibido y salir del país.

El hombre respondió antes de salir, Trey al quedarse solo pensaba en que al parecer nadie sospechaba de la relación que tenía con Jade, quien hizo que pareciera solo un escape, quizá ya lo había planeado y anoche aprovechó para irse. Suponía que este era un castigo por su mal proceder y no tenía derecho a sentirse traicionado. Meses pasaron y tal como dijo el "jefe" de Jade todo el caos acabó cuando la magia volvió de repente tal como se había desaparecido.

La vida volvía poco a poco a la normalidad, el equilibrio en el mundo regresó. Una vez libre la humanidad de nuevo, Trey emprendió su búsqueda de ese joven a quien no había olvidado, aunque le era difícil al no saber más que su nombre y el lugar de dónde venía. Cuando perdía cada vez más las esperanzas de encontrarlo, una tarde vio a un joven con su mismo peculiar color de cabello y contextura caminar por una de las calles de su ciudad natal, donde seguía viviendo actualmente.

-¡Jade! -Le llamó cruzando con prisa la calle antes que se le pierda.

-No soy Jade... ¿De dónde conoces a mi hermano?

-¿Hermano? -Cuestionó sorprendido, ciertamente eran parecidos pero si lo veía bien, tenían obvias diferencias. No sabía que responder a su pregunta, ¿Cómo podía decir que tuvo a su hermano prisionero y en ese tiempo lo hizo tener sexo a cambio de comida?

-¿Eh? ¿Qué pasa? -Intimidante este joven decía, Trey se puso nervioso ahora menos le diría aquello.

-Floyd... -Una voz calmada llamó, Trey la reconoció al instante, al voltear a verlo se llevó una gran sorpresa.

-¿Conoces a este tipo? -Preguntó su gemelo a Jade, quien con una sonrisa asentía con la cabeza.

-Es él... -Respondió Jade.

-¿Ese "él"?

Trey no entendía de que hablaban aún no salía de su sorpresa al ver cómo el joven con quien había mantenido una extraña relación ahora llevaba ropa holgada por su notorio vientre abultado. Era usual ver a uno que otro hombre llevar un embarazo, pues esto ya no era sólo opción para las mujeres en Twisted Wonderland, pero ni siquiera terminó de asimilar lo que pasaba por que sintió un fuerte golpe en el estómago, que le hizo quitar el aliento y caer de cuclillas al piso.

-Floyd, no tienes que ser brusco.

-¿Cómo no? Ese hombre abusó de ti... -Tomándolo de la camisa lo miraba con enojo- Ni creas que tienes derecho sobre ese bebé.

-Jade... ¿Ese bebé es mío? -Preguntó sonrojado Trey.

-¿Ahhh...? todavía dudas de mi hermano.... -Floyd lo zarandeaba enojado ante la mirada de los curiosos que se detenían a ver la escena.

-Si, es suyo. -Respondió Jade con una sonrisa- Floyd ya déjalo, no lo mates todavía.

Trey solo miraba a los tenebrosos gemelos, ahora se arrepentía un poco de haberlo estado buscando, en que lío tan tremendo se había metido con un hijo en camino que seguramente al crecer comería igual que su padre y lo llevaría a la ruina cuando apenas se estaba recuperando económicamente.

-Pero abusó de ti... -Dijo Floyd sacando de sus pensamientos al otro que seguía siendo sujetado por este psicópata.

-Oye, ¿crees que tu hermano se dejaría abusar de alguien?

Floyd con un puchero lo soltaba, Jade extendiendo su mano se prestaba a levantarlo, lo próximo que sintió fue como Trey lo abrazaba aunque era difícil por ese enorme vientre que se interponía entre ellos.

-Jade, ¿Por qué te fuiste? Si me hubieras dicho yo te habría ayudado a escapar.

-Fufu, Trey san no me hubiera dejado ir, ¿verdad?

-Para ser sincero, no.

Floyd que los escuchaba se reprimía el coraje que sentía al oír el descaro ese tipo, Jade esbozaba una sonrisa, porque nunca admitiría que más que huir hacia su libertad escapó al saber que Trey lo amaba y que posiblemente él se sentía igual. Por que bien si hubiera querido desde esa primera noche juntos pudo haber huido y no lo hizo, permitiendo que su relación se profundizara de esa peculiar manera.

-Eso pensé, por eso me fui. -Dijo Jade para ocultar su verdad.

-Jade, si estás en mi ciudad ¿Es por qué viniste a buscarme?

-Tal vez, es que el mundo volvió a su calma y todo es un poco aburrido.

-Me alegra oír eso. Creo que también extrañaba ese caos en mi vida y ahora será doble.

-Que tontos los dos...

Murmuró malhumorado Floyd al ver la forma en que los dos se miraban al hablarse de esa manera, ellos al
empezar a caminar los seguía, no le gustaba la idea de que ese tipo con lentes estuviera con su hermano pero este lo amaba a su muy peculiar manera y sospechaba que ese Trey igual, solo pensaba resignado en que ese sobrino suyo seguramente sería tan extraño y sombrío al igual que sus tontos padres.

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Muchas gracias por leer esta historia espero haya sido de su agrado, 💖✨

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