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La magia del amor

Holiii, bueno esta es una idea que se nos ocurrió con Tsundere_Kitty, cada una hizo una adaptación de un cuento clásico de disney. Vayan a ver el suyo que seguro es puro arte <3<3

Yo elegí Aladdin, y le agregue algo de omegaverse, pero muy leve. espero que lo disfruten n.n

—Chicos siéntense, les contaré una bonita historia—en el medio del mar, en un gran barco, se encontraba una pequeña familia. Nada les faltaba, ellos eran felices teniéndose los unos a los otros.

— ¡Papá ya cuéntanos!—ambos niños estaban impacientes ya que sabían que su padre era un gran contador de historias.

—Bien, solo si prometen comer todas sus verduras y portarse muy bien— los infantes asintieron y luego de ello se acomodaron al lado de su progenitor.

Bien...todo comienza así...

Las noches en Arabia eran calurosas, los días igual, aquél pueblo estaba gobernado por un cruel y tirano Sultán, Dino Golzine, quién se quedaba con todo el dinero, hundiendo al pueblo en la miseria y la corrupción. Agrabah estaba totalmente perdida. Pero no todo allí era malo. En una torre destruida, con una ventana llena de ilusiones y sueños, vivían dos jóvenes los cuales quedaron huérfanos, dejando al mayor a cargo de menor. Ellos robaban para comer, pero simplemente por eso, jamás dañaban o hurtaban sin necesidad.

—¿No sería lindo vivir en el palacio? Allí nada faltaría— Shorter soñaba despierto. Su deseo era no tener que pensar todo el tiempo en las necesidades que tenían tanto él como su hermano menor. Anhelaba  vivir rodeado de lujos.

—¡Apúrate! Tengo hambre y si no vienes iré yo solo al bazar— Sing con tan solo 16 años sabía mucho de la vida. Tenía en claro que nadie le daría nada. A veces parecía más maduro que su tonto hermano.

—Si, si, lo sé— luego de revolverle el cabello al más bajo ambos hermanos salieron en búsqueda de algo de pan. Solo con eso satisfacían su hambre.

Por otro lado en el reino de las tinieblas había alguien que no era como su padre. Yut Lung, un bello chico que era prisionero de su propio hogar.

No se le era permitido opinar, ni tener voz ni voto. Él al ser un omega vivía sometido por todas las autoridades del palacio, en especial por Arthur, el fiel consejero de su padre.

— Eres tan hermoso como una flor de Jazmín. Algún día convenceré a tu padre de que yo soy mejor opción que cualquier alfa príncipe que haya— no quería quedarse callado, pero tampoco tenía opción.

—Me das asco. Jamás permitiré que me toques—sin más el chico de cabello azabache se encerró en su habitación. Tenía un plan y nadie iba a poder quitárselo de la cabeza.

—¿Estás seguro de esto? ¿Y si te descubren? No quiero que nada malo te pase—Eiji se encontraba muy preocupado por su señor ya que estaban en las puertas del palacio debido a que Yut había dormido a los guardias con sus agujas especiales.

—Tranquilo Eiji. Volveré. Simplemente quiero ver el pueblo, sentir libertad por algunas horas— desde que fue acogido por Golzine como su hijo el jamás tuvo la oportunidad de ver que había mas allá de los muros del palacio. Necesitaba descubrir nuevos horizontes.

—Está bien. Yo lo cubriré. Cuídese mucho— así sin más, en el medio de la noche, Yut por primera vez se liberó de sus cadenas.

Al día siguiente, en el bazar del pueblo, Shorter y su pequeño hermano estaban escapando de los guardias reales, con su ración de pan, y algunas manzanas. Para su suerte lograron perder a sus enemigos por lo que luego de acomodarse en un rincón ambos aprovecharon a comer sus alimentos.

Antes de que Shorter pudiese dar una mordida, quedó embelesado con un chico que pasó a su lado, parecía un simple campesino, sin embargo irradiaba una belleza única, que dejó al mayor hipnotizado, además de emanar un aroma demasiado dulce para su instinto de Alfa.

—Oye belleza...no te hagas rogar y entrégate a mi—un asqueroso hombre acorraló al de cabello azabache en un rincón, exigiéndole que complazca sus necesidades de alfa. Al ver esto Shorter no pudo evitar querer defender al más bajo, sin embargo antes de llegara a su rescate el hombre se encontraba en el suelo, totalmente inmovilizado.

—Idiota. Jamás tendré un alfa. Antes muerto— Yut desde pequeño supo que el mundo era cruel, por lo que su madre antes de morir le había enseñado a protegerse, ya que un omega indefenso era un omega débil y sumiso.

—Vaya...me impresionaste— al escuchar esa voz una especie de electricidad recorrió su cuerpo y cuando volteó vio a un chico que lo miraba de manera dulce, algo jamás visto por él quien solo recibía miradas de lujuria.

—¿Tú también quieres algo de mí?— no podía bajar la guardia.

—Claro que no. Simplemente...eso fue increíble— un pequeño sonrojo adornó la cara de Yut, aquél ladrón parecía una buena persona.

—Gracias...ahora debo irme— no quería dejarlo ir, por alguna extraña razón sentía que no debía separarse de él.

—Espera...mi hermano y yo te escoltaremos. No pareces de aquí y bueno, el lugar es peligroso— el mas alto tenía un punto, no podría defenderse todo el tiempo. Teniendo un alfa cerca  estaría más tranquilo.

—Está bien—y así Sing, Yut y Shorter pasearon por el bazar de Agrabah, disfrutando de la caminata.

—¡Allí están las ratas callejeras! ¡Atrápenlos!—nunca había estado en una persecución, se asustó, pero al ver a Shorter extenderle la mano se sintió más seguro.

—¿Confías en mi?—¿Confiar en él? ¿Por qué no?

—Si— los tres corrieron por todos los callejones, esquivando a las personas, burlando a los guardias hasta llegar a su refugio, aquél hogar que los dos hermanos conocían a la perfección.

—Bueno, no es un palacio, pero es hogar dulce hogar. Podemos hacer lo que se nos plazca— el chico estaba asombrado con ese lugar. Era tan precario y miserable, sin embargo se respiraba un aire de libertad, el cual jamás gozó dentro del palacio.

—Debe ser muy genial poder hacer lo que quieren— los envidiaba, de verdad lo hacía, si él pudiese escapar del palacio lo haría sin dudar.

— Si, pero huir todo el tiempo no es demasiado genial. Me gustaría darle una mejor vida a Sing— el pequeño solo se dedicaba a observar mientras comía rápidamente una manzana que había hurtado—. Vivir en el palacio debe ser un sueño—sin más Shorter corrió la tela que adornaba su ventana, dejando al descubierto una hermosa vista.

—Ese palacio es una prisión. No tiene nada de lindo vivir allí— ambos tenían algo en común, odiaban su vida, algo les faltaba, pero aún no comprendían que.

— Al menos aquí no hay reglas— Yut se sentía tan maravillado con aquellas dos personas. Eran únicas y diferentes. Tan distintas a su padre y Arthur. Le hacían acordar a su mejor amigo y siervo, Eiji.

—Eso es cierto—pero especialmente el alfa lo hacía sentir nervioso. Cuando sus miradas se cruzaron nuevamente sintieron la necesidad de unir sus labios, de caer ante sus instintos más primitivos, pero lamentablemente los guardias los encontraron y no había salida.

—¡Quietos! ¡No tienen escapatoria!— los tres fueron inmovilizados en el piso por aquellos sujetos grandes y fuertes.

—Dejen a mi hermano...— Shorter tenía miedo. Sing era un omega, y había escuchado cosas terribles que los guardias hacían a tiernos omegas como el.

—¿Y quién eres tú para ordenarme algo rata callejera? ¡Oh! huelo a dos omegas por aquí. Esto va a ser muy divertido—sin embargo no lo fue tanto cuando le quitaron la capa a Yut revelando así al príncipe heredero.

—¡Suéltenme incompetentes! ¡Les diré a mi padre sobre esto!—Shorter no podía creerlo...aquel chico...aquel omega...no era nada más ni nada menos que el príncipe.

—Lo sentimos mucho majestad. Nuestro deber era buscarlo y llevarlo al palacio nuevamente, ellos irán a prisión por robar y causar disturbios en la ciudad—no hubo nada que el azabache pudiese hacer, pero cuando llegara a su hogar quizás haría algún favor a Arthur para que dejen libres a sus amigos.

—No te preocupes...estaremos bien—  luego de decir esas palabras se los llevaron, dejando al omega muy triste por alguna extraña razón. Aquel Alfa no era como los demás y él estaba por descubrirlo.

En el palacio real, dentro de una habitación que nadie conocía, se encontraba Arthur, leyendo sobre una antigua leyenda que describía el paradero de una antigua lámpara mágica , la cual era capaz de concederte tres deseos y esto era muy beneficioso para él ya que ansiaba quitarle todo el poder a Dino Golzine y gobernar Agrabah a su gusto.

-¡Lao! ¿Aún no encontraste nada?- su fiel siervo revisaba libro tras libro sin éxito hasta que luego de mucho halló un párrafo que especificaba que solo podría entrar allí un joven de noble corazón, que fuese apresado injustamente.

—Si aquí esta. Solo podrá entrar a la cueva de las maravillas el diamante embruto— lo tenía, aquel joven que recientemente había sido entregado por los guardias le serviría. Si moría en el intento no importaba, total simplemente era una rata callejera.

—Tráeme al chico que esta en prisión. Nos será de mucha ayuda—sin más luego de media hora Shorter y Sing fueron llevados ante la presencia del gran visir.

—Mis queridos invitados. Es un honor que visiten mi humilde morada— el alfa no entendía nada, simplemente quería proteger y liberar a su hermanito, no le importaba lo que pasara con él.

—Habla de una vez. Di lo que quieres—Sing conocía a esos sujetos. Sabía claramente que quería algo y no iba a dejarlos ir hasta conseguirlo.

—Si quieren seguir vivos, deberán obedecer mis instrucciones, caso contrario ambos serán decapitados por tratar de raptar al príncipe— los dos hermanos se miraron y a pesar de no querer hacerlo ambos siguieron las ordenes de aquel sujeto poderoso, terminando así en una cueva mágica hecha de arena.

—Deben entrar allí y conseguir una lámpara. No deben tocar nada más que eso o la cueva se derrumbará— Shorter no quería arrastrar a Sing con él, sin embargo el menor lo acompañaría a donde fuese ya que  era su hermano mayor.

—De acuerdo—  ambos entraron a ese lugar, sus ojos se agrandaron por la cantidad de oro y joyas que poseía aquella cueva de las maravillas.

—Hermano ¡Seremos ricos!— Sing quiso agarrar todo lo que había allí, sin embargo Shorter lo cargó en su espalda ya que no confiaba en el menor.

—No podemos tocar nada ¿Recuerdas? No quiero quedarme enterrado aquí. Sigamos—ambos caminaron y caminaron sin encontrar nada, ni siquiera un rastro del objeto mágico. "Quizás el visir estaba chiflado" pensaron.

—Oye, me quiero bajar— confiando en su pequeña molestia el alfa bajó al omega y este no pudo evitar observar que una alfombra los seguía.

—Oye...oye...esa cosa se mueve—  sin poder evitarlo se aferro a Shorter quien estaba igual de sorprendido por aquel objeto volador.

—woo...nunca había visto una de esas. Emmm.... ¿Sabes donde esta la lámpara?— para su suerte el objeto mágico les entendía por lo que sin dudarlo los guío hasta lo alto de una montaña de joyas preciosas en donde se encontraba aquella dorada y reluciente lámpara.

—Quédate aquí Sing, yo iré por ella, por favor ¡No toques nada!—el menor asintió aburrido y se sentó sin nada más que hacer, hasta que divisó a lo lejos una hermosa joya roja, la cual debía valer una fortuna.

—Hermano... ¡Luego me lo agradecerás!—  desobedeciendo la orden que se le había impuesto el omega tomo en sus brazos aquella belleza, lo cual hizo que la cueva comenzara a temblar.

—¡Diablos Sing! solo te di una orden ¡Ahora corre!— ambos pusieron todo de si para escapar vivos, pero la cueva era mas rápida y se desmoronaba a gran velocidad. Para su suerte la alfombra los ayudó a no morir aplastados, pero por mas que quisieran salir habían quedado atrapados en ese lugar.

—Quizás no eran ellos, mala suerte— Arthur se retiró del lugar  junto a su siervo. Buscaría a otro diamante embruto, no se rendiría.

—Todo por ese cacharro inútil. Diablos, ahora moriremos aquí— Sing comenzaba a desesperarse mientras que su hermano veía atentamente aquella lámpara.

—Creo que tiene algo escrito...pero no se ve— al frotarla un humo místico salió de ella, asustando así a ambos chicos quienes se abrazaron fuertemente.

—¿Quién de ustedes me invocó? Hable ahora o calle para siempre— un ser de extraña forma hizo aparición. Ni Shorter ni Sing podían creerlo.

—Él...él te invocó— "traidor" pensó el mayor.

—Oh...entonces tú eres mi amo. Te corresponden tres deseos bla bla bla , lo de la leyenda— "que fuerte golpe en la cabeza me di" pensaba el chico ya que no quería creer lo que estaba sucediendo.

—¿De verdad no saben quien soy?— el genio se sorprendió ya que generalmente lo invocaban sabiendo que iban a pedir.

— En realidad no. Mira, vinimos a llevar la lámpara con un sujeto que nos mataría si no lo hacíamos, el tonto de mi hermana agarró la joya, y quedamos atrapados aquí, nada más que eso— Sing se sentía ofendido pero no iba a reprochar nada ya que todo había sido su culpa.

—Oh...bien...esperen que adopto una forma humana—el genio fue tomando propiedades humanas hasta convertirse en un bello joven rubio de ojos verdes como esmeraldas.

— Les explicaré mi forma de trabajar: puedes asignarme un nombre si así lo deseas y yo te cumpliré tres deseos, ni más ni menos. Mis únicas reglas son: no puedo matar a nadie, no puedo resucitar a nadie, y lo más importante, no puedo hacer que nadie se enamore de tí. No me está permitido interferir con las emociones humanas.— El chico seguía hablando mientras ambos hermanos estaban fascinados con lo que acababa de ocurrir. Por ello el señor quería tanto esa lámpara ¡Era mágica!

— Te llamaras Ash, como nuestra primera mascota— luego de salir del estado de Shock Sing habló muy emocionado y el genio no podía sentirse mas contento, al fin alguien se había preocupado por darle un nombre, aunque a la vez se sentía ofendido por llamarse igual que una mascota.

—Ash...me gusta como suena hermano. En fin... ¿Tú que pedirías?— Ash quedó impactado con ello, nunca en la vida le habían preguntado a él que desearía.

—Es algo muy tonto... pero lo que más quiero es libertad. En realidad soy un prisionero de esta lámpara y...solo mi amo puede concedérmela— Shorter ya sabía cual sería su último deseo.

—Entonces luego de utilizar los dos primeros, te liberaré, es una promesa— por primer vez en su longeva vida el genio sonrío, por primera vez su amo poseía un corazón.

—Está entretenida la charla ¡Pero quiero salir de aquí!— el menor se estaba desesperando. Lo único que deseaba era volver a su hogar.

—Bien bien. Mi primer deseo oficial es salir de este lugar— y con un chasquido de sus dedos Ash sacó a ambos de aquel oscuro y frío lugar.

—¿Por qué viene esa cosa también? Me da miedo— el omega se sentía incomodo con la presencia de aquella alfombra mágica.

—Porque es mi colega. Fue mi única compañía— el objeto se movía animado por volver a ver la luz del día.

— No te preocupes hermano, nos salvó. Creo que no es mala—posteriormente el tapete tomó la mano del más bajo y le dió un pequeño beso en ella, dejando a Sing completamente rojo.

—ya compórtate— el genio en un dos por tres armó un lugar cómodo en medio del desierto ya que había estado por muchos años encerrado en ese espacio estrecho—. En fin ¿Cuál será tu segundo deseo? ¿Riquezas? ¿Poder?— Shorter se quedó pensativo hasta que el rostro de aquel hermoso príncipe que conoció vino a su mente.

—Puedes... ¿Hacerme de la realeza? Es que...hay un príncipe...— Ash observaba con atención la cara de enamorado que su amo traía y no pudo evitar preguntarse como se sentiría tener esas emociones.

—¡Estas demente! ¿Nosotros de la realeza? No jodas Shorter— Sing suspiraba fastidiado, en lugar de pedir riquezas el bobo de su hermano quería conquistar al joven del bazar. Era obvio que su amor era imposible.

—Recuerda que no puedo interferir en las emociones humanas. Pero si puedo convertirte en un atractivo príncipe. Déjame trabajar— y así, en medio de aquella isla, el joven ladrón pasaría a ser un atractivo y noble príncipe.

Dentro de los muros del palacio Yut Lung se sentía devastado, aquel chico, aquel alfa, había sido asesinado según lo dicho por Arhur. Se sentía miserable, si no hubiese escapado...aquellos chicos seguirían con vida.

—Esto fue una advertencia de mi padre...no quiere que salga. Me quiere mantener preso hasta que consiga un alfa y este me marque— su siervo Eiji lo escuchaba mientras peinaba su largo y sedoso cabello.

—Quizás fue una mentira. Tenga esperanza— su mejor amigo era tan puro, tan iluso, se notaba que no había vivido todas las miserias que él pasó.

—Ya la perdí hace tiempo Eiji. Estoy resignado...mi cabello así esta bien, déjame solo por un momento, debo darme prisa ya que otro estupido y arrogante Alfa vendrá a pedir mi mano— ojala pudiese dormirlo, pero no tenía las fuerzas para seguir. Aquella conexión que sintió, nunca la había vivido con nadie.

—De acuerdo príncipe. Sabe que aquí estaré para lo que sea que necesite— su fiel servidor se retiró, dejándolo en la soledad de su habitación, la cual siempre había odiado.

—Nunca supe tu nombre...— luego de ponerse su vestido ajustado y colocarse aquel pesado collar que utilizaba para proteger su cuello el de cabello azabache bajó a recibir a Fox, un rey que enviudó y necesitaba de otro Omega para seguir su descendencia.

—Es un placer para mi estar ante el Sultán y su bello hijo. Yut Lung es aún más hermoso que lo que mis sirvientes describieron—ese sujeto le daba nauseas, sin embargo debía seguir la falsa cortesía.

—El honor es todo mío Rey Fox— pero antes de que fueran a almorzar al salón real unos sirvientes entraron muy apresurados.

—Espero que sea importante para que hayan entrado sin anunciarse— los chicos hicieron una reverencia y luego hablaron.

—Se aproxima una gran multitud de personas. Jamás vi algo así. Traen oro, joyas, frutos, al parecer es el séquito de un principe— Dino estaba muy interesado en aquello, por lo que le contaban el chico tenía dinero y mientras más poderoso fuera mejor era.

"Genial, otro idiota" pensó el príncipe Yut sin saber que aquel que se acercaba era nada menos que el alfa que había conocido días atrás.

¡Gloria al príncipe Shorter!— a Ash le encantaba llamar la atención y se encontraba muy entretenido armando todo el montaje para su amo quien de verdad estaba avergonzado.

—¿Todo esto era necesario?—preguntó a su hermano menor quien se encontraba disfrutando de la multitud que los admiraba. Por primera vez eran ellos los poderosos.

—Claro que si hermano. Si quieres impresionar debes hacerlo a lo grande— él únicamente quería ver a aquel omega que lo había enamorado.

—Como ustedes digan— y después de toda la presentación llegaron al palacio en donde, luego de la aprobación del sultán, ellos ingresaron.

—Es un honor recibir a su majestad— Dino no podía apartar la mirada de la cantidad de objetos valiosos que el joven poseía y su fiel consejero estaba en shock. Obviamente aquel muchacho era el de la cueva de las maravillas, por lo tanto tenía su preciada lámpara.

— El honor es todo mío sultán— Shorter sabía como desenvolverse, lo veía todo el tiempo ya que por el bazar pasaban muchos príncipes, todos con el objetivo de pedir la mano de Yut—.Vine desde muy lejos, con mis riquezas, mis joyas y mis jaleas, para pedir la mano de su hijo—Yut estaba explotando ¿Quién se creía ese estúpido? Acaso ¿Él tenía precio?

—Estas sugiriendo ¿Qué me compraras?— Shorter al verlo no pudo reaccionar, su belleza era tanta y su conexión era tan fuerte que terminó nublando sus sentidos. El aroma de ese omega era sumamente adictivo.

—Si....— pero no se dió cuenta lo tonto que había sido ya que sin más Yut se alejo muy ofendido.

—La arruinaste en grande bro. Yo no te lo quería decir...- Sing que estaba a su lado a veces tenía ganas de golpearlo.

—Concuerdo con el niño. Yo lo hubiese hecho mejor— genial...ahora le reprochaban, pero lo dejaron decir una estupidez.

—No se preocupe, mi hijo es así. Me encantaría que nos acompañes a almorzar— tendría más oportunidades se dijo a si mismo, y esta vez no lo arruinaría.

Cuando cayó la noche el joven príncipe seguía caminando por su cuarto como una fiera enjaulada. Odiaba mucho a ese sujeto, pero debía admitir que la conexión que sintió...fue parecida a la que tuvo con aquel muchacho en el bazar.

—¡Me quería comprar con jaleas Eiji! Me sentí muy ofendido. No estoy en venta y jamás lo estaré— el azabache lo escuchaba con mucha paciencia mientras preparaba su ropa de dormir.

—No me pareció mal sujeto. Quizás es algo torpe...pero su acompañante era guapo— el chico no había podido dejar de pensar en aquel rubio de ojos verdes que acompañaba al príncipe. Su instinto de Omega le alertaba que ese Alfa era muy atractivo.

—Deberías hablarle. Es hora de que te comprometas con alguien. No puedes servirme para siempre— ¿Cómo podría llamar la atención del hermoso joven? Ni en sueños.

— y usted debería casarse para quitarle el poder a su padre así Agrabah volvería a estar en paz— Yut nunca quiso estar allí, el soñaba con ser libre, viajar por el mundo, sin responsabilidades reales.

—Quizás tengas razón— un golpe a la puerta los sobresaltó, con algo de miedo Eiji fue a abrir, encontrándose con Ash que lo miraba fascinado.

— ¿Qué necesitas?— no podía dejar los protocolos, pero como deseaba preguntarle su nombre.

—Venía a preguntarte si querrías dar un paseo conmigo y el hermano del príncipe—Sing estaba indignado, no quería pasear con ellos, y Ash pronto se las cobraría ya que él no andaba haciendo favores gratis, aunque debía admitir que el joven omega era hermoso.

—Puedes ir Eiji. Yo iré a dormir— con el consentimiento de su señor el azabache fue a dar un paseo con el rubio, dejando a Yut cepillándose el cabello.

—Que bonita imagen...—¿Qué rayos? ¿Quien se encontraba allí?

—No tengo miedo de utilizar mis agujas. Muéstrate idiota— no era el mejor escenario pero allí se encontraba Shorter, en su segundo round.

—No se asuste...soy yo, el príncipe Shorter— por alguna razón el azabache no le tenía miedo, simplemente quería golpearlo por haber dicho semejante estupidez.

—¿Qué haces en mi cuarto? ¿Como entraste?—eso le sorprendía ¿Acaso había escalado el balcón? Eso era imposible.

—Hago magia. Escuché que querías recorrer el mundo y pues... quizás no sea imposible—¿De que rayos hablaba? ¿Estaba borracho acaso? salir del palacio era imposible, al menos ahora si lo era, luego de su ultima escapada.

—No necesito puertas para eso— sin más el chico se arrojó por el balcón, dejando en estado de shock a Yut quien no podía creer lo que acababa de suceder. Sintió su corazón pararse por un momento, pero luego reacciono al ver que el chico ¿Flotaba? "Demasiado te de Jazmín por hoy" pensó—.Tengo una alfombra mágica. Ven conmigo príncipe— ¿Qué era esa extraña seguridad que sentía?

—No lo sé...—no podía arriesgarse

—¿Confías en mí?— pero aquellos ojos, aquellas palabras... a la mierda.

—Si— y luego de tomar su mano ambos subieron a la alfombra mágica, la cual los transportó por bellísimos lugares, paisajes que Yut solamente vio en libros.

—Todo es hermoso...— se sentía a gusto con aquel príncipe, no podía negarlo.

—Pero nada iguala tu belleza. Lo siento por mi presentación...estaba nervioso, jamás querría comprarte ni nada de eso— quizás no estaba mal elegirlo a él, quizás podría darle una oportunidad.

—De acuerdo, estas disculpado— luego de quedarse algunas horas admirando el cielo nocturno y contándose cosas privadas ambos chicos volvieron al palacio, a su realidad.

—Nos vemos mas tarde su alteza—Shorter lo admiraba desde el balcón mientras Yut amaba el efecto que provocaba en él.

—Tal vez no sea mala idea ser tu omega— luego de decir aquello el más bajo tomó de la camisa al falso príncipe y le dio un dulce y tierno beso—.Hasta luego Shorter—y después de aquello el joven ladrón no pudo contener su felicidad lo que lo llevó a gritar por todo el jardín y sonreír como idiota.

—Vaya vaya, alguien está muy feliz— esa voz...

—Tú...tú me dejaste allí ¡En esa cueva!—aquel sujeto lo había traicionado.

—Y tú no me diste lo que te pedí. Tendré que proceder a matarte— sin más guardias del palacio aparecieron desde todas las  direcciones y uno de ellos golpeó fuertemente al chico dejándolo inconsciente.

La alfombra al ver esto fue rápidamente en busca del genio quien se encontraba felizmente hablando con Eiji.

—Japón...suena hermoso todo lo que me dijiste de allí— el genio jamás había tenido sentimientos, sin embargo aquel bello joven estaba provocando que su corazón encadenado latiera con mucha fuerza.

—Podrías venir conmigo. Algún día volveré, yo lo sé—Ash y él se miraron con mucha dulzura.

—De acuerdo. Es una promesa— su romance era algo que estaba por florecer.

—Tu nombre...significa cenizas...y yo creo que no te queda— ¿Acaso no le agradaba?

— ¿cuál me pondrías tú?— deseaba con ansias saberlo.

—Aslan...como el amanecer, porque eso eres— el sonrojo que apareció en el rostro del omega le pareció lo mas hermoso del mundo. Aslan...era la primera vez que le agradaba como sonaba algo.

—Entonces así puedes llamarme— cuando estaban a punto de besarse, ya que Sing se había quedado dormido en una de las habitaciones, la alfombra ingresó a toda prisa, comunicándole a Ash lo que había pasado.

—Pronto vendré a verte Eiji— y luego de besarle su cálida y tierna mano ambos salieron en busca de Shorter quien había sido arrojado al mar, con la intención de matarlo.

—¡Diablos viejo!— por primera vez Ash rompió una regla y sin que él lo pidiese le salvó la vida, lo cual estaba prohibido para un genio ya que ellos no podían tener amigos.

Luego de rescatarlo el chico reaccionó, recordando lo que había pasado, teniendo coraje por aquella cobardía que había realizado aquel sujeto.

—Debo informarle a Yut. Ese sujeto no puede seguir aquí— pero antes de ello, la alfombra lo detuvo.

—Dice que es un sujeto peligroso. Lo conoce bien y no es conveniente enfrentarlo así sin más— ¿Aquél tapete conocía al visir?

—Está bien, tendré cuidado, pero cuando sea el momento actuaremos—  un par de horas después el príncipe Shorter se preparó para ir al desayuno real, en donde su hermoso omega lo esperaba.

—Papá, tengo un anuncio que hacer— Fox también se encontraba allí, estaba aliado con Arthur por lo que no perdería.

—Dime mi preciado hijo— Dino esperaba que tomara una decisión.

—Ya decidí con quien casarme. Será con Fox— ni Ash ni Shorter podían creerlo ¿Estaba hablando enserio?

—¿Estas seguro hijo?— pero solo Sing había notado que el joven príncipe estaba siendo manipulado por el visir por lo que en un descuido de este, tomó su gran bastón y lo rompió, dejando así al rubio indefenso.

—Yo...— el príncipe inmediatamente se desmayó y antes de que se golpee contra el suelo Shorter lo tomó en sus brazos.

—Arthur....tú...no puedo creerlo—Dino estaba indignado ¿Cuántas veces lo habrá manipulado? Era una verdadera víbora.

—claro que no...— los guardias quisieron atraparlo pero este desapareció, sin dejar rastro y el rey Fox fue aprisionado por cómplice.

—Muchachos...ustedes me salvaron. Veo que no me equivoqué...puedo contar contigo como un hijo más— no sabía que decir.

—No fue nada majestad...mi hermanito es el mejor—Sing se sentía orgulloso, pero a la vez, tenía miedo de que su hermano se perdiera en su propia actuación.

—Shorter....—cuando Yut reaccionó lo primero que hizo fue abrazar a su alfa ya que se sentía seguro y protegido en sus brazos.

—Ya estas a salvo calabacita—¿Qué clase de apodo era ese? Pensó el chico.

—Padre, quiero casarme con él. Si tengo que tener un Alfa no quiero que sea otro más que el príncipe Shorter—¿Podría mantener aquella mentira toda su vida? ¡Claro que no! En algún momento debía decirle la verdad.

—Me alegra mi querido hijo— posteriormente Dino se retiró, dándole privacidad a la nueva pareja.

—Así que...serás mi omega después de todo—el chico de cabello largo sacó de su vestido dos agujas, aquellas que él conocía tan bien.

—No me provoques pastelito— si él iba a tener un apodo asqueroso, el contrario también.

—suena lindo cuando lo dices así—  luego de compartir muchas muestras de afecto ambos se despidieron ya que Shorter tenía que hablar seriamente con el genio.

—¡Lo lograste Shorter! Conquistaste su corazón. Ahora usa tu tercer deseo para dejarme ser libre. Tengo muchas ganas de sacar a Eiji de aquí— no podía hacerlo...no ahora...lo necesitaba.

—Lo siento Ash. Te necesito aquí. Gobernar Agrabah no será fácil y me hará falta  tu inteligencia— el rostro de aquel bello joven se transformó en decepción total. En el fondo lo sabía, los amigos no existían.

—¡Eres  un egoísta! Estas viviendo una mentira. Jamás serás feliz si nunca le dices a Yut quien eres en verdad—  diciendo aquello el rubio se metió en la lámpara ya que no tenía ganas de hablar con él.

—¡No tengo tiempo para tus lecciones de vida! Quiero que me respeten ¡Tener poder! Darte una mejor vida Sing—pero cuando se acercó a su hermano este se alejó, a él también le había dolido la actitud que tenía su hermano ahora.

—Este no eres tu...dile la verdad al príncipe. De seguro te aceptará— no quería escuchar, y menos consejos de Sing

—¡Somos ratas callejeras! ¡Eso somos! ¿Qué futuro tendremos? Terminaremos muertos. Pienso en nuestro bienestar también— era la primera vez que su hermano mayor le gritaba.

—¡Bien! Piérdete en tu absurda actuación—sin decir más él y la alfombra se retiraron, dejando a Shorter totalmente derrumbado ¿Estaba bien lo que hacia?

Pasaron dos días de aquello, la relación con su omega iba cada vez mejor, sin embargo seguía sin hablarse con Ash y su pequeño hermano.

—¿En qué piensas amor— Yut se encontraba distraído, mirando a la nada

—Una vez fui al bazar. Tenía miedo en realidad ya que nunca había salido de aquí...y un ladrón me ayudó. Nunca sentí tanta libertad como aquella vez ya que este palacio hace que siempre quiera llorar. Sin embargo ahora hay una razón para estar aquí, y esa razón eres tú— ¿Estaba bien decirle la verdad? ¿Lo amaría aún así?

—Yo...—sin embargo fue interrumpido por un guardia, el cual le solicitaba su presencia en la sala de Sultán.

—Hablaremos luego— y después de un hermoso beso Shorter fue en dirección a una trampa.

Al llegar su hermanito estaba atado en un poste, el Rey Fox estaba al lado de Dino Golzine y el más peligroso de todos, Arthur, tenía en sus manos la lámpara mágica.

—¿Piensas que traicionaría a mi visir por una rata callejera como tú? Eres escoria. Jamás tendrás nada de aquí— Arthur, Dino y Fox habían planeado esto luego de que el rubio les contara lo que estaba sucediendo. Ahora poseían en sus manos el tesoro más grande que podía existir.

—Yo...—pero antes de que el sultán pudiese hablar este y el rey fueron asesinados por los guardias reales, los cuales le eran fiel al gran visir.

—¡Estas enfermo!— no podía creerlo.

—El viejo era una escoria, al igual que ese asqueroso rey. Yo soy un alfa y yo seré quien marque a tu adorado príncipe—sin más por la puerta principal apareció el príncipe quien se encontraba indefenso ya que le habían quitado sus preciadas agujas.

—¡Déjalos en paz!— Yut se encontraba anonadado por el escenario que estaba presenciando, su padre estaba muerto.

—Tú serás mi omega y nadie podrá evitarlo. Es más, tu mismo lo pedirás o tu amado príncipe morirá ¡Ay cierto! no es un príncipe ¿Sabes quién es?— el azabache estaba muy confundido ¿De qué hablaba aquel demente?

—No...—¿Sería eso posible?

— Es el muchacho que conociste en el bazar. Una gran mentira, un gran engaño—por ello su fuerte conexión, por ello sus palabras, más que enojado... se sentía aliviado.

—Ahora... ¡Todos verán mi gran poder!—sin perder más tiempo Arthur frotó la lámpara, liberando a Ash, quien seguía de pésimo humor.

—y ahora que...— cuando vio la situación se sintió tan impotente, no podía hacer nada por ayudarlos, absolutamente nada, ahora tenía un nuevo amo.

—¿Aslan?—Eiji lo había visto...ahora sabía quien era en realidad. Un prisionero.

—Átenlo también— el azabache se encontraba muy sorprendido, el chico que le gustaba, no era humano.

—Ahora si...mi primer deseo... ¡Ser un visir muy poderoso!— Ash tuvo que obedecer, renovando así el bastón que Sing había roto.

—Primero me desharé de ti mocoso. Por tu culpa casi fracasa mi plan—la alfombra no podía permitir que su amigo fuese hechizado así que antes de que el hechizo atacara a Sing, se interpuso, desarmándose totalmente.

—¡No!— el chico estaba devastado...aquel tapete, luego de tantas cosas que pasaron, era su amigo.

—Mi segundo deseo ¡Ser sultán!— Ash no quería ver a Eiji, sabía que la decepción que tenía en su rostro era mucha. No la aguantaría.

—Creo que necesitaré un lindo omega a mi lado— sin más atrajo a Yut hacia él, el cual se resistía con todas su fuerzas, jamás pero jamás cedería.

—Tenía razón ¿O no? Estarías de rodillas ante mi suplicando ser mi pareja— lo único que podía sentir era asco.

—Nunca tendría un alfa como tú—acto seguido lo escupió, haciendo que Arthur se enojara de verdad.

—¡Bien! Entonces él pagara las consecuencias—  con su magia comenzó a ahorcar a Shorter sin piedad.

—¡Detente!— lo haría...no quería perderlo, no otra vez, se lo debía—.Está bien...puedes marcarme— lentamente se quitó el collar que estaba en su cuello y cerró sus ojos esperando lo peor, pero jamás imagino que su propio padre usaría sus ultimas fuerzas para matar a su cómplice.

—¡Shorter! ¡Eiji!— sin esperar más los desató a ambos, abrazando efusivamente a su pareja, quien correspondió fuertemente el abrazo.

—Tú....eres alto— Eiji aún así estaba profundamente enamorado de aquel chico, fuese humano o fuese mágico.

—Eiji...no te merezco. Nuestro romance es imposible... no puedo darte todo lo que mereces— lentamente tomó su mano y el azabache en ningún momento tuvo miedo, ni una sola vez.

—¿Por qué no? Genio...deseo que seas libre— y dicha esas palabras Ash, luego de tantos años, era libre y terminó adoptando una forma humana que duraría para siempre.

—Shorter....—no se había equivocado, su amo de verdad poseía un gran corazón.

—Alfombra....— mientras tanto Sing se encontraba destrozado, aquel tapete estaba destruido. Ya no había nada por hacer—Lo siento tanto...— por un impulso besó aquella maraña de hilos, lo cual hizo que una luz desprendiese de ella y posteriormente, aquel tapete se transformara en un joven príncipe.

— ¡Soy libre!— exclamó el chico, el cual sin dudarlo cargo a Sing quien se encontraba totalmente en shock y a la vez un sonrojo adornaba su rostro.

—¿Quién eres tú?— preguntó Shorter escondiendo a su hermano detrás de él.

—Me presento, mi nombre es Sergei Varishikov, heredero de este reino. Años atrás el palacio fue atacado por Dino Golzine, el súbdito de mi padre y ayudado por un hechicero me convirtió en alfombra y me arrojó a la cueva de las maravillas. El hechizo solo podía romperse con un beso de amor— todos voltearon a ver a Sing, quien se encontraba totalmente sonrojado y no quería decir nada.

—Así que... ¿Tú reinaras este lugar?— Yut quería saber aquello, ya que él jamás quiso ser rey.

—Claro que si. Puedes quedarte o irte, es tu decisión— por supuesto que se iría de allí, quería viajar, con el amor de su vida.

—¿Y que pasó luego papi?—ambos niños querían saber que ocurrió con los demás personajes de la historia.

—Pues...Sing decidió quedarse con Sergei, ya que su sueño era que todos los habitantes de Agrabah tuviesen una vida digna. Lo mismo que quería el sultán actual. En cuanto a Eiji y Ash pues también viajaron mucho, tuvieron tres hijos y se dedicaron a amarse uno a otro.

—¿Y que pasó con el príncipe y el ladrón? ¿Terminaron juntos?— cuando estaba a punto de contestar su esposo apareció por detrás abrazándolo.

—Claro que si. Ahora ustedes dos deben ir a su habitación— la noche estaba fresca, más si estabas en el océano.

—Adiós papás— ambos niños se despidieron con un fuerte abrazo de sus progenitores.

—Linda historia, me suena familiar— Yut estaba tan contento de tener un alfa tan amoroso e idiota a la vez.

—Es increíble que volvamos a Agrabah luego de tanto tiempo. Quiero ver a mi hermano y según las cartas Eiji y Ash también deben estar allí— y Shorter no podía amar más a su esposo. A pesar de no tener nada que ofrecerle ellos eran felices así, con lo poco que tenían.

—Muero por ver a Eiji. Espero que sus hijos hayan salido igual de tiernos que él y no como el gruñón de su esposo— si Ash lo escuchase se enojaría.

—De seguro son felices sin importar que, al igual que tú y yo— aquello, verdaderamente era cierto—. Te amo mi calabacita—.

—Y yo a ti mi pastelito— bajo las estrellas sellaron un pacto, aquel que decía que seguirían juntos sin importar que. 

(Por fin terminé la edición xD)

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