Ya no suena el timbre;
ni de entrada, ni de salida;
el del recreo,
¡mucho menos!

Al grito de:
¡Buenos días salón!
ya no hay coro de:
¡Buenos días profesor!

Las vacaciones
cerraban la escuela;
pero de regresar al siguiente año,
quedaba abierta la emoción.

¡Ahora no!;
no quieren volver los maestros;
no quieren volver los alumnos.

¿Quién tiene la culpa?
¿los maestros? , los alumnos?;
¿para que buscar culpables?
¡busquemos la solución!.

¡Que se cierren las mentes!;
¡que se cierren los libros!,
¡que se cierre todo!;
grita la desmotivación.

Conciencia,
sin aplicar ciencia
y solvencia;
¡no es conciencia!.

¿Qué hacemos?
¿nos entregamos?

Necesitamos no una vacuna;
¡Necesitamos dos!;
una para lo que sabemos
y otra para la desmotivación.

Apuntes de la autora:

Soy fiel creyente de que vale la pena seguir estudiando; y tú ¿lo crees?

Motívame con tu voto y comentario (feliz de leerte siempre)

¡Besos y abrazos!