Cactus
Caminaba exhausto,
apelando a su fuerza de voluntad;
negando la rendición a su mente.
Este rincón
cada vez más árido,
cada vez más hostil;
albergaba una confusa
fuente de esperanza.
Cansado, más no resignado;
halló espinado verdor,
que le infundía temor
pero parecía su salvación.
Aquella persona
de apariencia hiriente
guardaba agua en su interior.
El agua que necesitaba,
para calmar su sed,
su deshidratación.
Entonces ya no juzgó el exterior;
quien le infundió temor,
a continuar su camino
en este inhóspito mundo,
de perspectivas le lleno.
*****************************************
Atreverse a conocer a alguien sin prejuiciar:
su apariencia,
su reputación,
la opinión de terceros.
¿De cuánto nos perderíamos de prestarle atención a todo eso?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro