🌠 13 🌠
ERES FUERTE
Tras ese corto baile bajo la lluvia, Alex comenzaba a enamorarse aún más perdidamente de su compañero-amigo.
Era imposible no hacerlo.
Y por otro lado, William recién empezaba a sentir pequeñas cosas por su amigo.
Cuando llegó el martes. Se enteró, que ese día cumplía años Sofi. Y eventualmente, no estarían sus padres. Así que organizaron una fiesta sorpresa para Sofi.
-Perfecto, entonces la llevarás a tu casa -le dijo Alex-. Y luego la sorprendemos con globos.
-Y con pirotecnia -recordó William.
-Sí.
.
.
.
Las cosas marchaban bien. A este paso, la fiesta será un completo éxito.
Pero solo faltaba una cosa. Y esa cosa, era el regalo de Alex.
Saliendo de clases, fue a un mercado y ahí le compro una muñeca que creyó que le gustaría a la pequeña.
Y cuando tuvo el regalo, se fue con William a la respectiva casa de William. Y después de que ellos llegarán, organizarán todo. Y ahora sí, fueron por Sofi. O más bien, William fue por Sofi él solo.
Y cuando se llegó el momento, y abrieron la puerta, ambos hermanos, Alex y la señora Elizabeth, dijeron: "¡Sorpresa!
Sofi quedó asombrada con el confeti lanzado que cayó en su cabello. Ella lo toco y se sorprendió aún más.
-¡Feliz cumpleaños, Sofi! -felicito Alex a Sofi. -¡Toma! ¡Este regalo es para ti!
Y posteriormente, Alex le entrego, el regalo envuelto en una bolsa rosa.
-¡Muchas gracias Cullins!
Alex se rió dulcemente ante la forma peculiar de llamarlo Sofí.
-Pequeña -habló la señora Elizabeth-. Ten. Este es un regalo de mi parte.
-¡Gracias señora!
Sofí estaba más que feliz. Por la mañana, pensó que no se acordó su hermano de su cumpleaños. Pero esta fiesta sorpresa, indicaba que él lo había planeado todo. Era un bonito detalle.
-¡Y aquí viene el pastel! -dijo animado William.
El pastel era de fresas, la fruta preferida de Sofía.
-¡Siiii! ¡Me gustan las fresas! -expresó la pequeña.
Acto seguido, comenzaron a cantarle el feliz cumpleaños a Sofi.
Y cuando terminaron de cantar, Sofi sonrió muy feliz.
-¡Los quiero mucho! -dijo Sofi.
La señora Elizabeth, les tomo una foto con una cámara a los tres. Y justo cuando iban a partir el pastel, tocaron la puerta.
Toc Toc
El sonido lejos de ser suave, era fuerte. Como si quisieran tumbar la puerta.
Wlliam se asomó por la ventana. Y cuando vió de quienes se trataban, apretó los puños.
-¿Qué pasa, Will? -preguntó Alex preocupado.
-¡Esos malditos infelices están aquí! -respondió con furia William.
-¿Quiénes? -tardo unos segundos en entender Alex. -¡Oh! ¡Ya sé de quienes hablas! ¿Pero que demonios hacen ellos aquí? ¿Que no estaban de viaje?
-¡Se suponía que estaban en su jodido viaje a Obregón!
-¿Qué hacemos, William? -preguntó preocupado Alex.
-¡Mierda, no lo sé!
Alex sujeto la mano de William y tras darse cuenta de lo que hizo, dejo de tocar su mano y le dijo:
-Perdón... Me confundí. Quizás, debamos abrirles... Después de todo, está es su casa... Y si no lo hacemos, tal vez nos reporten o algo así...
William, quien estaba tan enojado, ni siquiera sintió el toque magnético de Alex. Pero sintió descargas eléctricas en su mano.
-¡¿Qué pasa muchachos?! -preguntó la señora Elizabeth.
-Mis malditos padres... Están aquí.
***
Aunque William no quiso abrirles, no tuvo más opción que hacerlo, cuando llegó la policía.
Y una vez que la policía hizo su trabajo, se fue.
Pero el caos se desató adentro de esa casa.
-¡¿Qué putas haces aquí en mi casa, eh maldito maricon?! -dijo nada contento el señor Marcus, señalando a Alex.
Alex se removió en su lugar y dispuesto a enfrentarlo, dijo:
-¡Eso no le incumbe a usted!
-Aparte de mariconazo, eres un jodido hablador -añadió el padre de William. -¡Te voy a partir la cara a golpes, mariconazo de mierda!
-¡Larguense de nuestra casa! -sentenció la señora Margara.
-Los que se van a largar son ustedes dos -protestó William-. Nosotros estamos FESTEJANDO el cumpleaños de Sofi. Ahora larguense y déjenos en paz.
-¿Qué no te das cuenta del mal que te está haciendo ese enfermo? -inquirió el señor Marcus. -¡Por Dios, hijo abre los ojos!
-¡Cállate de una puta vez! -gritó William. -¡Él es mi amigo y tiene derecho a estar aquí!
-No sabes ni lo que dices -dijo Marcus. -Yo no crié maricones. Yo crie a un hombre. No sé cuándo conociste a este joto de mierda, pero esto se acaba aquí. Tú -señaló a Alex, quien tenía la mandíbula tensa-. Si de verdad quieres a mi hijo, entonces alejate. Será lo mejor para todos.
Alex miró con odio al señor Marcus y dijo: -No me pienso alejar de William, solo porque usted me lo pide.
El señor Marcus miró con el semblante serio a Alex. Y entonces dijo de forma amenazante, que lo dejara de ver o de lo contrario, se tendría que atener ante las consecuencias.
-¡Larguense de nuestra casa o llamaremos a la policía! -sentenció la señora Margara.
-Adiós William -se despidió Alex de William a lo lejos. -Adiós Sofi... Tengan una bonita noche.
-Hasta luego -dijo la señora Elizabeth y posteriormente se fueron.
Todo fue un jodido desastre.
Alex deseó que por lo menos, Sofi se haya divertido aunque sea un poco.
.
.
.
Llegó el viernes en un parpadeo.
Y por fin, el castigo de Alex y William se terminó.
La sanción se terminó y ya no necesitaban limpiar más baños o tirar toda la basura que dejaban los estudiantes.
La profesora Geraldine los cito a ambos y les dijo:
-Espero que hayan aprendido la lección -habló la profesora de Literatura.
-¿Y eso a usted qué más le da? -habló Alex.
-Cuide su lenguaje -añadió la profesora-. Recuerden que aún están reprobados. Y deben hacer muchos méritos para aprobar la materia.
William y Alex tuvieron ganas de decirle: "Jodase" pero se contuvieron.
Y posteriormente ahí quedó todo.
Regresaron a clases.
Y empezó un nuevo día para ellos dos.
-Oye, ¿saliendo vamos al arcade? -le preguntó William a Alex antes de irse del salón.
-Cla-Claro.
-Bien. -William esbozó una sonrisa.
"Sonrió" pensó Alex rotundamente enamorado.
-Hey -lo movió de los hombros Brad-. ¿No dijiste que saliendo de clases vendrías a jugar Zombity conmigo?
-¡Coño! ¡Es verdad! -dijo el olvidadizo de su amigo.
-Como no quererte, Alex... -dijo Brad-. Bien, ve con tu amado. Yo te esperaré después.
-¿Amado? -se pregunto Alex si había escuchado bien.-¿De qué hablas?
-Eres muy obvio, don enamorado.
-¿Qué? ¿Yo? Te equivocas...
-No te voy a juzgar amigo -lo interrumpió Brad-. Yo siempre te apoyaré en todo.
Alex miró conmovido a su mejor amigo y se preparó para hablar.
-Gracias por ser tan buen amigo conmigo siempre Brad...
-Siempre lo seré.
Alex le dió un abrazo a su mejor amigo y procedió a contarle todo sobre su enamoramiento con William.
-Y desde entonces me gusta William, pero no se lo he dicho por miedo... -confesó Alex.
-Mmm, ya veo. Pues... Podrías decírselo cuando te sientas preparado y listo. Él es asexual, y además no le importa lo que piensen de él, por lo que me has contado -comentó Brad. -Eso quiere decir, que si le das tiempo lo puedes enamorar.
-¡¿Tú crees?!
-No tengo la menor duda.
-¡Gracias por escucharme Brad! -agradeció Alex antes de irse.
Brad sonrió y dijo de nada.
Alex no era el único que estaba enamorado.
Brad también lo estaba.
Pero estaba enamorado de él...
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NOTAS DE LA AUTORA
Jelou.
Pasaba a preguntarles, ¿qué vibras les da Brad?
Y a dejarles una imagen visual de Brad Scottens.
Representado por Dylan Sprayberry:
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