7. Sapo de otro pozo.
—¿Te molesta si paso por un café? Lo necesito.—pregunta luego de diez minutos de silencio, me mira un momento y vuelve a mirar la calle de nuevo.—Y de paso voy a cargar Gas.
—No, no hay problema está bien.
¿Qué le voy a decir? Sí hay problema encima que me está llevando a mi casa, no me molesta pasar por Café.
Bajamos los dos del auto para que el playero cargue Gas.
—Voy a pagar y de paso compro.— solo asiento con la cabeza.
Observo a mi alrededor un grupo de motoqueros tomar unas cervezas, miro al chico que carga gas mirarme de arriba a bajo, lo miro como diciéndo ¿Qué?
Dejo de mirarlo para mirar hacia donde está Matteo, lo veo mirando hacia ésta dirección serio, paga y agarra con sus manos dos vasos térmicos de café.
Sale de la tienda caminando rápido, me detengo por un segundo a mirar lo que trae puesto, un pantalón negro y una camisa blanca con los dos primeros botones desabrochados con las mangas arremangadas hasta sus codos, su cabello negro despeinado que de alguna manera a él logra quedarle bien.
Seria una tonta no admitir que Matteo tiene su encanto.
Dejo de mirarlo cuando me doy cuenta de que estuve mucho tiempo observandolo vuelvo a mirar al chico que carga el gas pero ahora ya no me mira, Matteo le dice gracias y camina hasta mí.
—No sabía si lo tomas cortado o como, como comentaste que sos vegetariana no se si consumís lácteos, así que te traje un café solo.
Me sorprende que se acuerde de lo que dije.
—Lácteos sí, pero tomo café solo.
—Traje varios sobrecitos de azúcar... ¿Con cuántos?
—Tres.—me da tres de los casi diez sobresitos de azúcar que trajo.—Gracias.
Subimos al auto, deja su vaso en el apoya vasos.
Respira hondo y conduce en silencio, y de verdad agradezco eso, estoy bastante deprimida y cuando lo estoy, soy de no hablar porque el estado raro de depresión que suelo manejar va por fases, primero es enojo, y en el medio una fase media rara... mezcla de ansiedad con vacío y luego de eso viene el llanto, ahora estoy en la fase dos y aunque el sujeto de al lado mío no sea de mi agrado, está siendo amable en llevarme a mi casa, creo que hoy no se merece que lo trate mal.
El Sol comienza a asomarse en un nuevo amanecer, creí que Matteo iba a dejarme en las puertas del edificio pero en cambio sigue entrando al estacionamiento, detiene el auto lo más cerca de la puerta que da a las escaleras.
—Gracias.—digo sacando mi billetera.—te voy a dar algo para el gas.
—Guarda eso porque no voy a agarrarte dinero, lo hice de honda en tal caso te tendría que decir gracias yo.—dice mirando hacia adelante.
—¿Por qué?—pregunto confundida.
—Porque si no te hubiera cruzado ahora estaría en un lugar oscuro y eso no es bueno...—me mira levantando sus hombros y dejándolos caer.—No es seguro que camines sola de noche, tu chico tendría que saber eso, no tendría que dejarte sola nunca.
—No soy de caminar sola a esa hora, soy consiente de todo lo que pasa.—digo ignorando el como acaba de referirse a Romeo, no pasa nada malo si no le aclaro el hecho que solo somos compañeros de trabajo.—No iba a esperar tanto un Uber y perdí el colectivo así que no me quedaba otra.
—Es doblemente peligroso para vos por tu familia... por tu apellido.
—Si te referís a Luigi y todo lo demás no me interesa en absoluto, ellos no son mi familia... y creo que vos sos parte de ellos y no, no voy a hablar con vos sobre esto porque vas a ir a contarles todo y no quiero que sepan nada de mí, estuve sola durante toda mi vida, sin familia y lo voy a seguir estando.
—No soy de los que van y cuenta las cosas.
—No te conozco... ni vos a mí, y por lo que sé trabajas con el tipo que dice ser mi padre.
—¿No leíste los papeles no?—no digo nada.—Que trabaje con él no tiene nada que ver igual.
—Mira... no soy idiota, soy muy observadora y las veces que fui a su super mega mansión, él te tiene mucha confianza.
Se mantiene en silencio por unos segundo.
—¿Cómo sé que no vas a decirle nada de los que hablamos?
—Tendrías que confiar en mí... nunca se van a enterar que te traje a tu casa por lo tanto no puedo decirles sobre nuestra conversación.
Niego con la cabeza.
—No leí los papeles todavía porque le creo que él sea mi padre, porque ¿Quién buscaría a una chica huérfana de grande ya? Bueno huérfana no, pero en la posición económica que se ve que ellos están no les gustaría tener a alguien que no está a su nivel si no es de la familia, soy un sapo de otro pozo.—me observa sin decir nada.—No me importa lo que dicen unos papeles, padre es el que está presente, cría, cuida... le da amor a sus hijos, va más allá de lo material... no es mi Papá aunque esté registrada con su apellido porque yo lo siento así y creo que no hay nada que me haga cambiar mi manera de ver las cosas.
—Yo...
—No hace falta que me digas nada.—digo interrumpiéndolo, saliendo del auto, vuelvo a mirarlo antes de irme—gracias por traerme y por el café, me acuerdo que cuando ya tenia noción de las cosas, pregunte en el orfanato si tenía un Papá, me dijeron que los míos estaban muertos... la nena que amelaba tener un Papá murió ese día. —agrego cerrando la puerta alejándome de él.
Muchas partes de mí murieron en ese orfanato.
Nota:
Hubo capitulo doble porque el anterior fue medio corto, y para festejar los 3k GRACIAS!!
Si llegaste hasta acá no te vayas sin dejar tu voto porfa (ayuda mucho a la novela)
Si queres dejame algún comentario sobre que te pareció el capitulo.
Sorry por alguna que otra falta de Ortografía.
Hasta el viernes que viene, nuevamente gracias!!
Gracias por leer.
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