Wings POV

Estaba tomando asiento en mi cómodo sillón de la oficina de “Brújula de oro”. Tenía la máscara puesta así como mi atuendo típico, que consistía, básicamente en una especie de túnica que cubría perfectamente mi cuerpo. Este atuendo cambiaba de color de acuerdo a mi estado de ánimo, mientras más ira siento más oscura se vuelve mi vestimenta. Mi ropa en conjunto con la máscara es lo que me a permitido mantener la identidad oculta de todos.

Bueno, de casi todos.

Digo casi porque cuando maté al doctor Ming, la única persona que pensé iba a conocer mi identidad en estos momentos August entró quedando perplejo por conocer a quien se esconde detrás de la máscara, a su “señoría”. Quise matarlo, es más, le apunté pero no pude jalar el gatillo y arremeter con aquel que siempre a velado por mí, así que decidí perdonarle la vida pero con las condiciones de que siempre iba a estar vigilado y que no se le ocurriera traicionarme contándoselo a alguien.

En ese caso si te irías de este mundo August.

Unos toques en la puerta me devuelven a la realidad, luego de un “adelante” August entra con una radiante sonrisa y su atuendo de doctor. Sonrío a mis adentros porque lo más probable es que me traiga buenas noticias.

— Hola August, espero que me traigas buenas noticias, pero antes que me digas algo primero cierra la puerta con seguro — éste asiente y hace lo que le digo, por mi parte decido quitarme la máscara, no tiene sentido tenerla puesta si él sabe quien soy — ahora si, dime ¿lograste hacerlo?.

— Si mi señora, logré introducirle un micrófono a Mirtha sin que se diese cuenta — sonríe orgulloso por su logro, me le acerco y le doy un beso rápido en los labios como premio y luego le doy una bofetada por decirme “señora”, él sabe muy bien que no debe decirme así, aunque estemos solos no debe, nunca se sabe si alguien puede estar escuchando.

— Nunca me digas “señora”, tu sabes como debes llamarme — le reprendo, mientras él asiente avergonzado — bien hecho, ahora podremos tener oídos dentro de la mansión Mc'Cride. Espero que con eso consiga rápido la cura a este virus que el maldito Ming introdujo en mí, por cierto — lo miro entrecerrando los ojos — ¿Mirtha no sospechó de ti?.

— No su señoría, ella ni cuenta se dio que uno de sus abusadores era quien estaba revisándola, ahora que hablamos de eso tengo algo que contarle sobre el embarazo de Mirtha, — August me mira esperando mi aprobación para continuar, yo le invito a proseguir —  ella tiene un mes y diez días de gestación — le interrumpo.

— Eso significa que ella tenía una relación a espaldas de Peter, pero que caliente y atrevida nos salió la pequeña — comencé a reír — conociendo como es Peter lo más probable es que mate al papá del bebé y haga abortar a Mirtha. Esta es la oportunidad perfecta para ponerla de nuestro lado, y tengo a quien puede ayudarnos a lograrlo — le acaricio la mejilla a mi querido empleado.

— ¿Hablas de Zoe? — yo asiento — si quiere le envío para informarle su próxima misión — vuelvo a asentir.

— Dile que averigüe quien es el papá del bebé de Mirtha y que cuando sea el momento adecuado nos avise para planificar un encuentro entre Mirtha y yo, aunque creo que va a ser muy pronto, sabemos lo impulsivo que es Peter — comienzo a caminar por la oficina y me detengo en la ventana — y más si es cierto la sospecha que tengo.

— ¿Se puede saber cuál es? — indagó August, me volteo para verlo a los ojos.

— Qué el padre del bebé es un empleado de Peter, y uno que frecuente la mansión — me quedo pensativa — puede ser el guardaespaldas muerto o... Jeremy.

— Es increíble, usted es muy inteligente además de hermosa — me ruborizo un poco por sus halagos — le informaré a Zoe de sus sospechas, creo que será de gran ayuda en su misión — asiento conforme. Un sonido invade la oficina, August recibió un mensaje — me acaban de informar que el atentado a sido un éxito, tal y como lo ordenó solo están heridas.

— Perfecto — digo pensativa.

— Bueno... me retiro si no necesita nada más — espera que diga algo pero no lo hago, se da media vuelta y se dirige a la puerta.

— Espera — August se detiene en seco, por mi parte me quito la túnica dejando a la vista mi ropa interior negra de encajes — no te vayas todavía, tanta eficiencia merece un premio — se da vuelta y me mira de arriba hasta abajo con deseo, me muerdo el labio inferior provocándolo.

— Como usted ordene mi señora — dijo mientras se me acercaba, decidí omitir ese detalle, realmente no me gustaba que me llamara así, pero por esta vez lo dejaré pasar.

Ya frente de mí comienza a besarme con deseo, salvajismo y pasión, como hace años nadie lo hacía. Como un día lo hizo el hombre que amé. Me aferro a su cuello y profundizo nuestro beso mientras que con sus manos quitaba lo que quedaba de mis prendas, yo hice lo mismo que él instantes después, sólo que en mi mente estaban las imágenes de la última vez que estuve con alguien. La última vez que alguien me tocó. La última vez que estuve con él. Con eso en mente aumentan mis deseos de destruir al culpable de lo que ocurrió aquella vez.

Peter.

Nadie dijo nada más. Ya lo planes están hechos, cada pieza está en su lugar. Sólo falta que cada uno cumpla con su función. Mientras tanto me concentraré en disfrutar de August, no como Wings la jefa de la mafia del cual casi nadie sabe su identidad sino como él dijo... como una señora.

Como su señora.

N/A:

Está más corto que los demás, pero creanme que se los recompensare con un capítulo más largo en la próxima publicación.
¿Quién pensó que Wings es mujer? 🙋
Pues sí, es una mujer de armas tomar... y un poco (BASTANTE) necesitada jajaja 😏😏
Nos leemos pronto...
Miguel M.