Mirtha POV

Yo creo que la vida se a ensañado conmigo.

Y cómo no pensarlo si desde que tengo uso de razón mi vida a sido una completa tortura, desde que vivía con mis padres hasta la convivencia con mi hermano siempre ha sido así; aunque por lo menos ahora no estoy obligada a hacer aquello. Aquello, que con tan sólo recordarlo causa que un nudo se forme en mi pecho y lágrimas amenacen con salir.

Gracias a Dios que ese maldito está muerto.

Muchos pensarán que para mí la muerte de mi padre me dolió, de hecho hasta Peter pensó que mi reacción a su muerte sería la de cualquiera ( llorar, depresión, sin ganas de hablar, insomnio, etc) pero no, mi actitud no cambió en nada. Hablaba como cualquier otra chica, como si no hubiese pasado casi toda mi vida encerrada y obligada a hacer aquellas atrocidades por mi padre.

Peter nunca se enteró de lo que hacía conmigo nuestro padre y luego de la muerte de éste mi hermano obtuvo mi tutoría hasta que cumpliese la mayoría de edad. Luego de eso me aisló completamente de los demás y casi no convivíamos. Estábamos bajo el mismo techo pero sería una suerte que lográramos intercambiar palabras puesto que casi nunca estaba de ánimos para charlar conmigo, claro, si es que se encontraba en casa ya que acostumbraba a irse de viaje con regularidad.

Pero a pesar de todo le estoy agradecida porque él se ha encargado de cubrir mis necesidades y tengo la certeza que él, muy en el fondo, a pesar que no lo demuestre, ha sufrido mucho y me quiere tanto como yo lo quiero a él. No me culpen, él es mi hermano, el único familiar que tengo y lo quiero.

Aunque a veces se comporte como un perro, como una bestia...como un monstruo.

Por eso había decidido ocultarle mi relación con Jeremy, tenía miedo por él, por mi y ahora por nosotros. Peter jamás habría aceptado como cuñado a Jeremy pero al ver mi estado no le quedó opción.

Muero de ganas al ver su cara cuando se entere que vamos a ser padres.

Lo amo, desde el momento en el que se empezó a preocupar por mi, acompañarme, escucharme me fui enamorando de él como él de mi. No tenía planeado esto, solo ocurrió y ya.

Pero no me arrepiento.

Las personas no deberían de arrepentirse de amar, por lo menos yo no. Cuando me violaron pensé en quitarme la vida pero recordé a las personas que amo y decidí no hacerlo. En ese momento sus nombres rondaban en mi mente.

Peter, Jeremy, Paula y Avril. Gracias a ustedes no cometí esa estupidez.

Me dirigía al hospital con el chofer de mi hermano y algunos guardaespaldas para que el especialista revisase el estado de mi bebé y el mío y me recetara; cuando mi teléfono comenzó a sonar en señal que había llegado un mensaje, lo saqué de mi bolso entusiasmada pensando que el emisor era Jeremy pero no fue él. Era un mensaje de Avril.

Avril: Amiga me dijeron que te raptaron frente al instituto, ¿cómo estás? ¿qué te hicieron esos desgraciados? ¿dónde te encuentras? respóndeme cuando puedas. Te quiero.

Avril ha sido la única amiga que he tenido en el instituto. No piensen mal, conozco a muchas personas pero amiga solo la considero a ella. Los demás son conocidos para mi. Soy de las que piensan que “amigo o amiga” no es un título que se le da a cualquiera, y ella ha sido la única que con hechos ha demostrado ser una auténtica amiga.

Yo: ¡Que rápido corren las noticias!. Pues sí, me raptaron pero no tengo ganas de hablar de eso. Voy camino al hospital que está cerca de casa. También te quiero amiga.

Le di enviar y alcé la mirada, ya habíamos llegado. Me ayudaron a bajar y entré al hospital. La enfermera nos atendió apenas entramos. Me cambié, colocándome la bata de hospital y me recosté en la camilla en espera del médico cuando siento el teléfono sonar nuevamente.

Avril: Voy en camino, nos vemos allá.

Yo: Ok, esta bien.

Envié el mensaje y dejé el teléfono dentro del bolso. Escucho la puerta del consultorio abrirse y entra un médico de unos cuarenta y tantos años, bajo de estatura y ojos de color gris claro... esos ojos, creo que los he visto en algún lado — ¿Señorita Mirtha Mc'Cride? — pregunta el doctor y yo asiento — bueno procedamos ¿hay algún familiar afuera que quisiese que le acompañara mientra la reviso?.

— No, afuera están son mis guardaespaldas. Pero si llega mi amiga Avril, mi novio Jeremy o mi hermano Peter háganlos pasar por favor — dije con un extraño nerviosismo en mi voz. El doctor asintió con la cabeza.

— Esta bien — el doctor envió algo desde su móvil — ya les avisé en recepción que si llega quienes dijo los deje pasar... entonces ¿comenzamos? — asentí en señal de aprobación.

Poco tiempo después de haber comenzado llegó Avril, que después de un efusivo abrazo se mantuvo en silencio mientras el médico hacía su trabajo. Al terminar la revisión el doctor me mandó a guardar reposo y a tomar algunas vitaminas y medicamentos, después de eso me envió la receta y me fui con Avril a mi casa no sin antes pasar por la farmacia a comprar lo pautado por el médico. Era la primera vez que ella iba a mí casa, se notaba lo nerviosa que estaba mi amiga, y más porque en anteriores ocasiones le he contado a ella como es la actitud de mi hermano con prácticamente todo aquello que se mueva.

Grosera, fría, distante, cruel, pesada...

— Tranquila Avril verás que mi hermano no será malo contigo — dije en un intento de calmarla, aunque yo no me lo creía. No creía que el gran Peter Mc'Cride fuese a tratar de forma respetuosa a alguien que no conoce.

— Si claro como no — rodó los ojos, en eso abrieron la reja que daba entrada a la mansión, Avril estaba maravillada por tan precioso lugar. Que para mi no solo era un hogar, era mi cárcel — Wow Mirtha.

— ¿Verdad que mi cárcel es hermosa? — bromeé y ella rodó los ojos. Bajamos del auto y nos dirigimos a la puerta principal de la mansión.

— Eres pésima con las bromas Mirtha, y si yo tuviera una cárcel así viviría encantada entre las rejas — ahora fui yo quien rodó los ojos. Estábamos frente a la puerta principal — creo que-que fue una mala idea la mía en venir — dijo con nerviosismo mi amiga mientras se abría la puerta mostrando a uno de mis seres queridos, al chico de pelo negro, ojos grises, alto, tez blanca y musculoso que se apellida como yo. Sí, del otro lado de la puerta estaba mi hermano Peter quien veía divertido como Avril trataba inútilmente cubrir su presencia con la mía. Permanecieron así unos segundos hasta que yo me dispuse a cortar ese ambiente incómodo que se había formado.

— Hermano ella es mi amiga Avril, vino a acompañarme un rato después que se enteró de mi secuestro — dije esto último en un hilo de voz apenas audible. Me seguía siendo difícil hablar de lo que me hicieron, pero ya lo superaré, peores cosas he vivido.

— Pero que considerada eres, no te hubieses molestado, muchas gracias  — dijo con un tono fingido de agradecimiento. Al menos eso fue lo que me pareció a mi — en serio, no te hubieses molestado preciosa que yo tengo todo resuelto — alzo la mirada hacia mi hermano extrañada. ¿En serio dijo eso? ¿preciosa?.

¿Quién eres tú y qué le hiciste a Peter?.

— Para que lo sepas hermano de Mirtha, Parky, Pitri o como sea que te llames, yo soy amiga de tu hermana y nunca — salió de su escondite (mi espalda) para enfrentar a mi hermano y colocó un dedo en su pecho — escúchalo bien, NUNCA la voy a dejar sola y jamás será una molestia para mí — se gira a mi dirección y mientras me observa dice — aunque no sé si eso es lo que ella significa para ti, que por lo visto según tu manera de expresarte si lo es — el semblante de mi hermano se vuelve serio.

¿Estás loca Avril? ¿Cómo se te ocurre hablarle así a Peter?.

De pronto Peter comienza a reír — ¿Sabes? Lo que pienso o dejo de pensar no es de tu incumbencia pero lo que si te voy a dejar en claro es lo siguiente, escúchalo bien porque no lo voy a repetir — se acerca a  Avril y le susurra por lo bajo en un tono que apenas pude escuchar — mi hermana es lo más importante que tengo en la vida, gracias por quererla preciosa — Avril baja la mirada sonrojada.

Wow que alguien me pellizque... lo veo y no lo creo.

Mi amiga se disponía a responder pero no logra pronunciar nada cuando nota algo en el suelo, era una pedazo de papel. ¡Por Dios que anticuado, ya nadie usa papel!. Lo levanta con el ceño fruncido y lee el mensaje en voz alta.

— Cúbranse... eso es todo — comienza a revisar la nota y en el reverso había escrito algo — con cariño Wings. ¿Qué es to... — decía Avril pero mi hermano nos agarra a ella y a mí dispuesto a meternos a la mansión, cuando escuchamos unos disparos.

Lo siguiente que recuerdo es sangre. Mucha sangre. Avril en el suelo y yo desvaneciéndome en los brazos de alguien antes de que mi mundo se volviese negro.

N/A:

Hola mis mafios@s espero que estén bien y les halla gustado este capítulo que da entrada a un nuevo e importante personaje: Avril.
¿Qué opinan de su actitud con Peter?
Y eso último... Diosss!
Wings sinceramente no los está dejando ni siquiera respirar, por cierto en el siguiente capítulo tendremos nuestra primera revelación con respecto a su identidad.
¿Será hombre o mujer? ¿qué dicen?
Nos leemos pronto...

Miguel Morales.