37. Revelaciones y un plan puesto en marcha
Peter POV
Reaccioné al cabo de unos segundos.
Me acerqué a la casi rubia por detrás, ésta había seguido a los enfermeros que se llevaban a Zoe.
¿O Avril?
Ya ni sé como diablos llamarla.
Tomo a la casi rubia de uno de sus brazos y la volteo sin ninguna sutileza. Ésta se zafa de mi agarre casi de inmediato, ganándome una mala mirada de su parte.
Me importan mil quintales de porquería si le disgusta mi trato, vengo a buscar respuestas y no me iré sin ellas.
— ¿Qué te sucede imbécil? ¿por qué me tomas así del brazo? No, la pregunta sería ¿qué hacías tomándome del brazo? — escupió con petulancia — estoy muy ocupada para estar perdiendo el tiempo con cualquier idiota que se aparezca.
Tomó todo mi autocontrol para calmarme y así evitar llevar a mejor vida a esa estúpida ignorante.
— ¿Acaso no sabes quien soy? — le pregunto con sorna.
— No y no me interesa — me mira apática.
Adiós autocontrol.
Me disponía a sacar mi arma pero una mano en mi hombro hace que me detenga.
— Sara ten cuidado por como te diriges a éste señor — dijo un tipo de cabello azabache y ojos negros que extrañamente me parece familiar.
— Pero él... — trató de refutar pero fue interrumpida por el chico.
— Él es Peter Mc'Cride, mafioso, científico y el papá del bebé que espera Anne — dijo calmadamente mientras que siento como mis manos comienzan a temblar por lo que acaba de decir — así que te recomiendo no volver a tentarlo porque si hubiese llegado un minuto más tarde fueses mujer muerta — la chica que aparentemente se llama Sara me mira horrorizada.
— ¿Ibas a matarme? — me encojo de hombros — pero si... — fue interrumpida de nuevo.
— Haz silencio Sara — dijo una morena que traía un vaso de café al chico, se lo entrega y éste hace un gesto de agradecimiento, toma de su café y arruga la cara — creo que ustedes deberían hablar por el bien de Avril — esto último lo dijo señalándonos al tipo de cabello azabache y a mi.
— Creo que tienes razón Alexa — me mira seriamente, yo le devuelvo el gesto — me avisas cualquier cosa que pase con ella, estaremos en la cafetería que está frente al hospital porque el de aquí es una porquería — se dirigió al bote de basura más cercano y tira su café.
El tipo del cual no sé todavía su nombre me hace una seña con una de sus manos para que lo siga y posteriormente se marcha. Yo hago lo que me pidió en silencio tratando de calmarme un poco y procesar todo.
¿Cómo que Anne está viva?
No, eso es mentira, yo mismo la tuve entre mis brazos sin pulso y estuve en su entierro... ¿cómo va a estar viva luego de ver como fue enterrada? ¿por qué ahora luego de tantos años sufriendo por haberla perdido?
No creo que haya alguna manera de traerla a la vida... ¿o sí?.
Ya no sé que pensar, todo es muy confuso.
Al llegar a la cafetería me fijo que está desolada por lo que ubicar una mesa desocupada fue tarea sencilla.
Está de más decir que escogimos la más alejada de todos ya que vamos a hablar de un tema muy delicado y mientras menos posibilidades hayan de ser escuchados por terceros mejor para nosotros.
Un empleado del local nos tomó la orden a ambos y se marchó.
Nadie dijo nada hasta que el chico nos trajo lo que le encargamos: dos trozos de pastel de chocolate y dos cafés americanos.
— Nunca pensé en que tendría algún día este tipo de conversación con alguien — dijo sin mirar nada en específico, luego su mirada se enfoca en mí — y menos contigo Peter — toma un poco de su café.
— Bueno siempre hay una primera vez para todo — digo tratando de aparentar que estoy calmado cuando por dentro estoy que estallo de los nervios.
— Tienes razón — se encogió de hombros — ¿por dónde comienzo? — se queda pensando y bufo hastiado.
— ¿Qué te parece con decir quién eres y el por qué dices que Anne vive? — come un poco de su pastel de chocolate y sonríe.
— Esta muy bueno, deberías probar el tuyo — señala el plato con una rebanada de pastel frente a mi y lo miro mal — esta bien, iré al grano — bebió un poco de su café y me observó de la misma manera que lo hizo dentro del hospital, una mirada fría, seria y sin ningún rastro de emoción.
¿Cómo puede tener esa expresión si segundos atrás estaba sonriendo por un trozo de pastel?
Tomo un poco de café mientras sigo tratando de descifrar quien es la persona que está delante de mi.
— Soy Erick Pirret — añadió — hermano de Anne, hijo de Rob Pirret y actual líder de la mafia francesa — casi escupo el café por lo que dijo.
— ¿Así que eres líder de... — me interrumpe.
— Si lo soy pero no vine a esta cafetería a tratar este asunto y creo que tú tampoco ¿no? — asiento un poco calmado y caigo en cuenta de algo.
— ¿Anne pertenecía a la mafia francesa? — le pregunté algo dolido.
Anne era una chica transparente, de buenos sentimientos, estudiosa, pacifista y llena de alegría. No me cabe en la cabeza el pensamiento de que ella pueda ser capaz de pertenecer a alguna mafia a sabiendas de que lo único que trae a este mundo es dolor y muerte.
Erick negó ante mi pregunta y sentí como el alma me volvía al cuerpo.
— Ella decidió irse de casa porque no aceptaba lo que nuestro padre hacía — sonrió nostálgico — ella quería estudiar y ser doctora o veterinaria, no traficar drogas y matar a diestra y siniestra así que aunque al principio mi padre se opuso, luego de tantas discusiones con Anne y mi mamá terminó aceptando, por lo que la sucesión del poder sería dirigido a mí en vez de a ella.
— ¿Y por qué no me dijo nada a mi? — murmuré pero Erick alcanza a escucharme.
— Ella al irse rompió la comunicación con nosotros por su seguridad, nadie debía enterarse quien era su familia para que pudiera vivir pacíficamente, sólo teníamos contacto con ella una vez al mes por medio de un emisario pero aún así mi padre me envió acá para custodiarla sin que se diera cuenta hasta que un día regresé a Francia para pedirle que me diera su consentimiento para acercarme a mi hermana y repentinamente llegó un mensaje de tu parte por medio de un emisario para informarnos de su muerte — sorbe un poco de su café — esto está mejor que el del hospital.
Espera ¿qué?
— Yo no sabía que Anne era hija de Rob — señalé.
— ¿No? — me miró extrañado y yo asentí — bueno no me extrañaría que Wings estuviera detrás de eso pero creo que hablar de esto no es lo verdaderamente importante ahora — de un bocado acaba con lo que quedaba de su rebanada de pastel y mira el mío que permanece intacto, giro los ojos y se lo entrego — gracias.
— ¿Por qué dices que Anne vive? — termino mi café y pido al mesero otro par de cafés.
— Te lo voy a decir pero no quiero interrupciones de ningún tipo — asiento y cuando iba a hablar llega el mesero con la nueva orden, Erick suspira y comienza a contarme lo que sucedió con Zoe, Anne y quien es verdaderamente Avril.
Luego de aproximadamente quince minutos hablando termina su narración.
— ¿Estás tratando de decirme que Zoe tiene gran parte del cerebro y los recuerdos de Anne? ¿esperas que te crea? — espeté escéptico.
— Es tu problema si me crees o no — se levanta de su asiento y yo le imito — solo te advertiré una cosa — su mirada se ensombreció — no te quiero cerca Anne si es para hacerle daño, mucho se lo hiciste mandando a tu matón para que la dejara de esa forma — se dirige a la caja para pagar pero ya lo había hecho cuando encargué la segunda ronda de café, lo escuché suspirar y me observa — si la dañas te atienes a las consecuencias — al decir eso se marchó dejándome con una mezcla de sentimientos.
No sé si reírme de su amenaza o molestarme, aunque la verdad creo que es innecesaria ya que jamás le haría daño a la mamá de mi bebé y menos si compruebo que lo que dice Erick es cierto.
¿Zoe y Anne una misma persona?
Avril me debe una conversación, sólo tendré que esperar a que despierte para saber que tan cierto es lo que dijo Erick y quien le hizo eso, porque si de algo estoy seguro es que sea quien sea aquel que le haya hecho daño a mi bebé lo pagará con su vida.
Salgo de la cafetería y regreso al hospital donde el doctor estaba conversando con Erick, la estúpida y con la que creo que se llama a Alexa.
— Por favor doctor diga que mi amiga se pondrá bien — dice la casi rubia cuyo nombre no recuerdo.
El doctor le sonríe afable.
— A pesar de haber recibido fuertes golpes en el vientre — me exalté al escuchar eso, mataré al bastardo que lo hizo — no hubieron mayores consecuencias gracias a que la trajeron a tiempo.
— Entonces eso quiere decir que ¿no le pasó nada al bebé? — pregunté.
— No, pero de ahora en adelante deben de estar más al pendiente de ella, evitar las emociones fuertes, los golpes; en resumen, que la cuiden y que ella también lo haga por supuesto — asiento mientras el doctor abre su pantalla holográfica y luego pregunta el destinatario de la receta médica de aquello que deberá tomar para que su recuperación sea rápida, así como vitaminas para que el bebé se forme más rápido y que ella esté en mejores condiciones.
— Yo me haré cargo de ellos de ahora en adelante — digo, el doctor asiente antes de enviarme la receta médica y veo a Erick a punto de protestar — conmigo a cargo de su cuidado estará segura además es a mi hijo a quien carga en su vientre — le recuerdo de manera socarrona y el de cabello azabache aprieta las manos haciéndolas puños y observa al doctor.
— ¿Puedo pasar a verla? — pregunta Erick.
— Si pero sólo por unos cinco minutos cada uno ya que debe descansar — asiente y se marcha en dirección hacia su habitación — esta tarde la señorita Avril será dada de alta si no hay complicaciones — termina de decir y se retira.
Decido quedarme en la sala de espera y aprovechar que Erick está con Avril para enviarle al doctor a cargo del caso de Sam toda la información que tengo sobre la PTI-01. Además que ese tiempo me servirá para calmarme antes de entrar a su habitación, antes de volverla a ver luego de nuestro aparatoso último encuentro.
Ya pronto podré comprobar si dentro de ella está mi Anne.
Erick POV
Después de salir de la cafetería recibí un mensaje de Piers. Lo abro con una sonrisa.
Él siempre consigue alegrarme el día con sus mensajes.
Piers: Mataron a Wings y todo indica que fue Mirtha.
Se me borró toda emoción de mi cara. Respondí de inmediato.
Yo: ¿Cómo llegaste a esa conclusión?
Ya llegando al hospital recibo un nuevo mensaje de Piers con un video adjunto.
Piers: Mira el video y quizás llegues a la misma conclusión que yo.
Abro el video y sale Paula hablando dejando a dicho que Mirtha será la heredera de la mafia cuando ella muera.
Esto no me está gustando.
Luego el video cambia y no puedo evitar sentir repulsión ante lo que ven mis ojos. El cuerpo de Paula con muchas agujas, una gran cortada en el cuello y repleta de sangre.
Me salgo del video y le escribo a Piers.
Yo: Fue Mirtha, de eso no tengo duda.
Piers: Sabía que opinarías lo mismo que yo, es que las mentes más sexys piensan igual.
Una carcajada sale de mi sin poderlo evitar.
Yo: No creo que ese dicho sea así, además ¿mentes sexys? ¿acaso eso es posible?
Piers: Contigo todo es posible.
Okey, eso no me lo esperaba.
Llego a la sala de espera donde también están Alexa y Sara.
Algo nervioso escribo una respuesta a Piers.
Yo: Hablamos luego ¿si?. Acaba de llegar el médico de mi hermana.
Piers: No hay problema, cualquier cosa estoy para ti.
Lanzo inconscientemente un suspiro y observo al doctor que recién llegó hace unos instantes. Éste comienza a hablar y explica la situación en la que se encuentra mi hermana.
Luego de unas palabras con Peter -quien llegó cuando el doctor comenzaba a hablar- y bajo la mirada atenta de Sara y Alexa decidí ir primero a la habitación de Avril.
Debo comenzar con el plan sin ella.
Con Mirtha de líder no puedo permitirme flaquear, ella es impulsiva y sé que si no nos preparamos ella puede terminar matándonos a todos.
Al entrar a la habitación me sorprendo en verla despierta, me le acerco y la abrazo con cuidado de no dañarla.
— Me diste un gran susto — escucho como solloza y le acaricio el cabello suavemente — tranquila todo pasó — me separo un poco de ella, acuno con mis manos sus mejillas húmedas por las lágrimas y le quito cualquier rastro de éstas con mi pulgar — todo está bien, ambos están bien — le sonrío y ella me abraza nuevamente.
— Tuve mucho miedo — acaricio nuevamente su cabello tratando de calmarla — Sean... él — dijo a punto de romperse en llanto otra vez.
— Lo sé pero ya todo terminó — ojalá fuera así — por cierto tengo que contarte dos cosas — me separo de ella y me siento en la silla que está al costado de su cama. Le tomo la mano.
— Dime — trató de sonreír pero le salió una mueca.
— La primera es que me regreso a Francia por algunas semanas debido a unos asuntos pendientes por resolver — Avril apretó su agarre y yo sonreí.
No quiere que me vaya.
— ¿Y la segunda? — preguntó un poco desanimada por lo que le dije.
— Peter está aquí y quiere hablar contigo — su agarré se intensificó y una mezcla entre terror, confusión , emoción e ¿ilusión? Estaba en cada una de sus facciones — no te preocupes que ya sabe todo.
— ¿Todo? ¿sabe que estoy esperando un hijo de él? — suspiro y asiento.
Iba a seguir hablando cuando una enfermera pasó a informarme que se había terminado mi tiempo, me levanté del asiento y la abracé.
— ¿Cuándo te marchas? — susurró en mi oído mientras me abrazaba.
— Hoy mismo — me separo y beso su frente — hasta pronto.
— Adiós — le escuché decir antes de desaparecer de su campo de vista.
Al llegar a la sala de espera me dirijo a Alexa y Sara, y luego de ordenarles que no se separaran de Avril y estuvieran al pendiente de cualquier cosa que necesitara me marché.
Sólo que no me iría a Francia.
A partir de éste momento mi plan esta puesto en marcha.
N/A:
¡Volví mis mafios@s! ¡Feliz Año Nuevo! 😅
Disculpen por la ausencia pero pasaron cosas que evitaron que siguiera escribiendo, entre ellas problemas eléctricos.
Afortunadamente ya no tengo ese problema y desde ahora en adelante no fallaré.
Y con respecto al capítulo ¿qué opinan?
¿Peter perdonará a Avril si confirma la verdad o sólo la acompañará por ser la madre de su bebé?
Y Erick... ¿qué planea? ¿a dónde se irá?
Todas estas preguntas se responderán muy pronto pero por los momentos eso es todo.
Hasta la próxima actualización.
Cuidense y pasen un grandioso fin de semana.
Miguel M.
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