Narrador desconocido

Aprieto la mandíbula a ver la escena: Peter y Avril besándose como si no hubiese un mañana. No puedo permitir que esto le pase de nuevo porque siendo sincero no termino de creerme lo que me dijo en la fiesta, sin embargo, eso es algo que se me sale de las manos. Además de que ella sabe muy bien qué tiene que hacer y por mucho que le pueda gustar ese mafioso tiene muy en claro cuales son nuestros objetivos.

No puedo permitirme ser descubierto.

He logrado escabullirme dentro de la mansión Mc'Cride en busca de alguna pista que me ayude a dar con el paradero de Mirtha pero pareciera como si la Tierra se la hubiese tragado y posteriormente expulsada a otra galaxia.

Juro que no soltaré mi último hálito de vida sin cumplir con lo que te prometí hermana, mataré a tu asesina... te mataré Mirtha, sólo estoy esperando el momento justo para acabar contigo.

Aprovecho que están distraídos  para subir la escalera que lleva a la planta superior y comienzo a instalar cámaras y micrófonos en sitios estratégicos.

Esto es increíble, todo está impecable.

Mientras sigo instalando los dispositivos aprecio el orden y el estado actual de la planta superior, a pesar de que no han pasado más de veinticuatro horas desde las detonaciones en la fiesta este lugar se encuentra en muy buen estado.

Grandes trabajadores tienes Peter, lástima que pronto serán de ella y mía.

Decido entrar en la habitación de Peter, Avril y Mirtha para seguir colocando los dispositivos, éstos me servirán para mantenernos al tanto de todos los movimientos de Peter y asegurarnos de que Avril  no corra peligro aquí.

Cuando ya estoy en la última habitación escucho movimientos cerca, me pongo alerta ubicándome detrás de la puerta, sin embargo, al escuchar el sonido de una de las puertas cerrarse me relajo.

Eso estuvo cerca.

Termino rápido de situar los últimos dispositivos y sigilosamente comienzo a abrir la puerta donde los ruidos de Peter y Avril son más notorios.

Me voy del lugar, no sin antes encender cámaras y micrófonos para que graben absolutamente todo lo que ocurre y ocurrirá.

Logro salir exitosamente de la mansión, cosa rara porque normalmente es muy concurrida y segura, me subo a mi vehículo y me dirijo a donde están mis hombres de confianza.

Soy uno de los integrantes de la familia que lidera la mafia francesa, no obstante, estoy radicado aquí hace cuatro años. Vine por órdenes de mi padre con el propósito de vigilar los movimientos de mi hermana mayor y velar por su seguridad.

Pero fallé.

En tan sólo un año mi hermana estaba muerta.

Suspiro con nostalgia evocando esos momentos de mi niñez donde me acostaba junto a ella en su cama cuando tenía miedo, cuando salíamos a pasear por las calles de París y me compraba mi helado favorito o cuando me regaló mi primera mascota.

Tantos momentos que vivimos juntos Anne, tantos momentos que pudimos seguir viviendo y todos fueron arrebatados por ella... por Mirtha Mc'Cride.

Todavía recuerdo la conversación que tuve con Avril en el baño durante la fiesta. Siempre sospeché que ella ocultaba algo y no me equivoqué, puesto que ella conocía el secreto de Mirtha y tengo la sensación de que sabe algo más.

Flashback

Después de que Mirtha se perdiera de mi vista me dirigí donde sabía que podría encontrar a la castaña: en el baño. Tengo el presentimiento de que en ella puedo tener a una aliada. Además que su forma de expresarse, de caminar y hasta en sus gustos son muy propios de Anne, esto me tiene muy intrigado y no me quedaré con la duda, sé que oculta algo y debo saber que es.

Entro en el baño encontrándome a Avril retocándose el maquillaje ajena a mi presencia. Aseguro la puerta para tener mayor privacidad.

— Hola Avril espero no ser inoportuno pero debemos hablar — la chica guarda su maquillaje en un bolso y me observa tranquila, como si supiera que esto iba a pasar.

— ¿Debemos? — enarca una ceja y trata de irse pero la sujeto del brazo — suéltame — niego y ella suelta un suspiro cansino y me mira a los ojos — ¿qué quieres?

— Así esta mejor — la suelto y rueda los ojos — quiero que hablemos de mi hermana Anne — ella se tensa de inmediato al escuchar ese nombre.

— No sé de quién hablas — trata de fingir no saber nada pero sus nervios la delatan.

— ¡Ay, por favor Avril! Tú sabes bien de quién hablo así como sospecho que sabes lo que busco — me acerco a ella, le tomo del mentón para que me mire a los ojos — ¿o no hermana? — ella palidece con esa afirmación y comienza a negar.

— Yo no soy tu hermana — retrocede hasta llegar hasta la pared del baño — ella está muerta — dice con lágrimas en sus ojos — la mató Mirtha.

Al escuchar eso algo dentro de mí se rompió. Aún no me acostumbraba al hecho de que mi hermana no esté más conmigo. Asimismo algo dentro de mí celebró el al fin encontrar la verdad y conocer a quién ciertamente debo dirigir mi odio y sed de venganza.

Cuando a Anne la mataron nunca nos dijeron quién lo hizo, es más, un emisario de Peter informó a mi padre, quién es el jefe de la mafia francesa, que su hija había muerto después de haber pasado un día de su entierro.

Yo estaba devastado, tanto tiempo estando de incógnito, siguiendo a mi hermana entre las sombras, velando por que no le pasara nada no sirvió de nada. Un descuido mío fue suficiente para que a la persona que más quería en el mundo le arrebataran la vida.

El día que la mataron había regresado a Francia para hablar con mi padre personalmente y solicitarle el permiso para acercarme a mi hermana asimismo apoyo con algunos de nuestros hombres para reforzar nuestra seguridad en caso de que se armara una balacera.

Mi padre me había pedido seguir a mi hermana sin que ella se diera cuenta de ello y apoyarla en caso de que lo requiriese. Anne era la única de la familia desligada a su deber como mafiosa, ella quería forjar una carrera de doctora dejando de lado el lado turbio de los Pirret.

Pero lamentablemente se encontró con las personas equivocadas. Al principio sospeché de Peter pero luego me fijé como veía a mi hermana, sus ojos gritaban <<devoción>> y los de ella <<adoración>> así que me parecía ilógico que él la matara.

Todos estos últimos años me he tratado de acercar a los Mc'Cride para poder investigar y dar con aquella persona que se encargó de matar a mi hermana.

Y ahora estoy frente a la persona que me está dando la información que tantos años busqué, no sé si debería creerle pero pienso que no me equivoco si lo hago. Algo me dice que está diciendo la verdad.

— ¿Y cómo lo sabes? — aprieto mis manos en mis costados recordando los resultados del día cuando corroboré que los restos en el cementerio eran de mi hermana — ¿por qué me lo cuentas? — me tenso cuando ella se me acerca y me abraza.

— No estoy lista para contarte el cómo lo sé pero quiero decirte que te entiendo más de lo que crees — susurra en mi oído y yo le correspondo al abrazo, hay algo en su voz que se me hace familiar — y si te lo digo es porque la odio como no tienes idea — se trata de separar pero yo me aferro a ella — ella es mala y créeme cuando te digo que es de armas tomar — se suelta de mi agarre y me mira a los ojos — por eso quiero que unamos fuerzas, sé quién eres realmente y me conviene tenerte a mi lado.

— ¿Quieres matar a tu amiga? Porque sabes que eso es lo que planeo ¿verdad? — espeto seriamente y ella se encoge de hombros.

— Mirtha no es amiga de nadie y me da igual lo que le pase — me acaricia la mejilla — sólo pido protección y que si algo ocurra me socorras porque aquí corro peligro — dice con temor en su voz.

— ¿Y Peter? ¿él no te protegería? — lanzo esa pregunta y ella me mira como si no creyera lo que acaba de escuchar — no me mires así, ¿o es que piensas que no me fijé que a cada rato observabas la entrada por si alguien llegaba? — sonreí con picardía — y no hace falta ser un adivino para saber que el único que todavía no está en la fiesta es él.

— Eso es algo que no te incumbe — dijo Avril con las mejillas sonrosadas — y dime ¿aceptas la propuesta? — me estira la mano y yo se la estrecho.

— Claro que acepto preciosa — le sonrío a labios cerrados y me dirijo a la puerta quitándole el seguro — te prometo que a mi lado nadie te hará daño.

— Gracias y te prometo que cuando llegue el momento te contaré todo — asiento dejando a la castaña justo en el mismo lugar donde minutos atrás la encontré, pero con un aliado y un objetivo en común.

Acabar con Mirtha Mc'Cride.

Fin del Flashback

Estaciono el vehículo frente a mi casa percatándome que nadie me haya seguido. Al bajarme del auto noto las caras tristes de mis amigos, porque más que subordinados o empleados que trabajan para mí, ellos son mi familia. Después de todo ellos han sido mi compañía estos últimos cuatro años.

— ¿Qué ocurre Piers? — demando al pelinegro.

— Su padre — dice con ojos llorosos y siento como mi mundo se desmorona como años atrás. Lo tomo por el cuello de su camisa con la respiración agitada, los demás me toman de los brazos para que lo suelte.

— ¿Qué le pasó a mi papá Piers? — digo al borde del colapso.

— Hubo un enfrentamiento entre la mafia americana de Wings con la de nosotros — aflojo el agarre, se suponía que éramos aliados — ellos incumplieron con la cantidad de mercancía y su padre se enojó porque no había ni la mitad de lo que necesitábamos además de que no tenían la misma calidad que los otros pedidos — lo suelto y mis piernas comienzan a fallar, cayendo de rodillas al suelo  — así que el señor Rob rompió con el acuerdo que había entre ambas mafias, pero lo que no esperamos nunca de su parte es que ellos ya tenían sus armas preparadas y mataron a todos nuestros compañeros y al jefe.

— ¿Todos? — siento unas manos en mis hombros.

— Si señor, mataron a todos los que estaban en el puerto — Piers se arrodilla conmigo al suelo y me entrega un anillo de plata que ha transcendido de generación en generación en mi familia — sabe lo que este anillo significa ¿no? — asiento, me levanto y le tiendo una mano a Piers que acepta gustosamente.

— Si lo sé Piers — me coloco el anillo y observo a los cuatro hombres que me acompañan — que ahora yo soy el líder de la mafia francesa — diciendo esto me encamino a mi casa para planificar mis próximos movimientos.

Ahora tengo nuevos objetivos.

No sólo acabaré Mirtha sino también con Paula.

Y cómo disfrutaré verlas agonizar, porque de algo si estoy seguro es que de un Pirret no se burlan dos veces.

N/A:

Hola mis lectores, éste fue un capítulo bajo la perspectiva de un desconocido (obvio 😅).

Entonces... Si estaba en la fiesta ¿será que lo conocemos? ¿quién sería?

Con eso en mente, me despido.

Nos leemos en otra actualización.

Saludos desde Venezuela.