2. La reunión
Peter POV
Pasaron los 30 minutos pautados para la reunión y hacía algunos instantes había llegado el último subordinado citado.
Parece que hoy no le volaré la cabeza a ninguno.
Y es que si no se han dado cuenta ya, a mí no me cuesta matar uno, dos, veinte o cien personas con tal de hacer que mis trabajadores respeten lo pautado por mi.
Aquí yo soy la Ley y se hace lo que se me plazca.
Debido a que mi oficina quedó hecha añicos con mis pequeños e insignificantes ataques de ira, tuvimos que pautar la reunión en el laboratorio, gracias a que momentáneamente la sala de reuniones está fuera de servicio debido a otro de mis “episodios”.
Tengo que controlar un poco esos ataques, a este paso no habrá habitación disponible en la mansión — pensé.
O dirigirlos a alguien en especial — contestó mi conciencia.
Eso es conciencia, me encanta tu idea.
Mi conciencia tiene razón, como siempre, debo enfocarme en aquellos que me hacen desbordar en ira, de dirigir toda esa frustración y deseos de destruir en él o ella. Y es que eso es lo más frustrante, no saber quien carajos es tu enemigo.
Wings es como se hace llamar el mafioso o la mafiosa que lidera el grupo rival “Brújula de oro”, nadie lo conoce, nadie lo ha visto, se sabe poco de él/ella.
Wings. Su nombre resuena en mi mente recordando mi juramento de instantes atrás proporcionándome las energías necesarias para hacer mis movimientos. Porque si el quiere sacarme del partido le demostraré de qué soy capaz, conmigo no se juega. Después de haberse metido en mi camino con su grupo de mierda, robar información sobre la P-06 para luego sacar una nueva versión de mi droga, no puede salir ileso.
Más temprano que tarde sabré quien eres y te arrepentirás de haberte cruzado en mi camino.
Ya dentro de mi altamente equipado laboratorio me siento en mi lugar, observando a cada uno de los presentes, tratando de detectar algún signo que me revele la identidad del traidor. Porque si, aquí tiene que haber un traidor ya que la única forma de mejorar mi P-06 es que ellos hayan obtenido información desde la computadora central de mi laboratorio.
— Algunos se preguntaran el porqué de esta reunión, aquí esta mi aclaración — saco mi arma cargada con proyectiles A16 cuyo efecto hace que las cosas con las que impacta se derrita y la coloco en una mesita frente de mí. Algunos me observan con temor y otros con nerviosismo — Brújula de oro obtuvo de alguna manera información de aquí... — señalo el lugar — información que los llevó a la mejora de la P-06, y de esta forma el lanzamiento de la nueva droga experimental W-07. Gracias a esto muchos clientes nos han cancelado sus pedidos y aliados nos han dado la espalda — miro a cada uno de ellos hasta que observo como una mano se levanta. Es Amy una de mis científicas, a cargo de investigaciones sobre proyectiles. Todos la miran sorprendidos y otros murmuran por su valor. Río a mis adentros ya que todos conocen lo impulsivo que soy — adelante señorita Amy puede hablar.
Amy es una chica baja, cabello castaño oscuro, ojos avellanados, delgada, de unos 26 años. Poco tiempo después de mi nuevo estatus de jefe en la organización la contraté, al principio para desarrollar la P-06 a mayores proporciones, pero al ver su potencial la ubiqué como mente al mando de las investigaciones sobre innovaciones en materia de armamento y proyectiles.
Estas investigaciones las he estado haciendo para mantenerme en vanguardia con respecto a los cambios tecnológicos. Desde el año 2020 hasta ahora en el 2153 la tecnología a avanzado muchísimo. Es más fácil la obtención de materiales de investigación y de trasladarse a los lugares más inhóspitos. Por ejemplo, ir a la Luna es tan fácil ahora como levantarse de la cama. A veces tengo curiosidad sobre como vivían las personas hace más de 100 años.
— Señor Mc'Cride si usted nos está contando todo esto es por algo. ¿Acaso piensa que algunos de nosotros pudimos haberlo traicionado brindándole información a Brújula de oro sobre la P-06? — dijo Amy con cierto tono de nerviosismo.
— No lo estoy pensando señorita, lo estoy dando por hecho — dije con total serenidad, tanta que hasta llegaba a asustar, el silencio reinaba por unos instantes hasta que volví a hablar, la gran mayoría tenían en su semblante el miedo que causaban mis palabras, no por el hecho de que existiese un traidor, sino por las medidas que podría tomar — esa es exactamente la razón por la que están aquí. Para revelar la identidad del infiltrado, por eso mismo desde el día de hoy todos ustedes quedarán en este laboratorio secuestrados — en ese momento presiono el botón verde cerca del reloj que tengo en la manga de mi camisa para que la mayoría de mis queridos subordinados quedaran esposados en las sillas — no se preocupen, cuando revele la identidad del traidor regresarán a sus vidas normales, mientras tanto... ¡Feliz estancia en la mansión Mc'Cride! — comencé a reírme, nunca me cansaría de esto. Me disponía a salir cuando una voz me detuvo. Volteo y observo al dueño de esa voz.
— Señor, ¿nos dejará encerrados? ¿como hará para recuperar a los aliados y hacerle cara a Wings sin nosotros?— dijo Jeremy mientras se removía en la silla.
¡Ay Jeremy! no sabes lo que acabas de hacer.
— ¡Por Dios Jeremy! ¿Acaso crees que ustedes son indispensables para mí? ¿Que no pienso antes de hacer una movida? ¡No seas idiota! — bufé y los miré a todos por sobre mis hombros, enmarcando la superioridad que tengo sobre ellos en este momento — ya todos ustedes tienen reemplazo, en unos minutos unos de mis hombres los llevarán a sus celdas mientras los investigue — en ese momento recordé que había dejado mi arma olvidada en la mesita, fui y la recogí — ahh casi se me olvida mi arma, por cierto en donde estaba... — fingí estar recordando — ahh si, en qué nadie aquí es esencial para mí, que yo puedo encargarme de mis cosas y que ... — miré a Jeremy con una sonrisa maliciosa— detesto a la gente que me subestima ¿sabes? pensé que me conocías al menos un poco, me decepcionaste — hice un gesto de pesar y apunté mi arma en su dirección.
— Señor por favor no... — decía suplicante, con los ojos cristalizados, pero yo no lo dejé terminar y le disparé.
— Y eso señoras y señores le pasa a la gente que me menosprecia y me cree idiota — dije mirando lo que quedaba del cuerpo de Jeremy: una masa entre negruzca y rojiza. Y suspiré— La muerte, eso es algo que conseguirá aquel que se entrometa en mi camino. Pero no se preocupen que mientras me sean leales, obedientes, discretos y útiles no les pasará nada pero si incumplen en algo de eso después no digan que no les advertí — comencé a caminar hacia la puerta y ya en el umbral me dirigí a ellos nuevamente — en mi mundo no existe la piedad ni mucho menos el perdón— diciendo esto salí del laboratorio con una sonrisa gigante. En eso recibo un mensaje de Sora, una nueva empleada que contraté para mis “trabajitos sucios”.
Sora: Señor, ya listos para hacer el trabajo. ¿Procedemos?.
Yo: Adelante. Demostremos que en este juego el que manda soy yo y que quien me da la espalda las pagará con sangre.
Sora: Entendido mi señor.
Suelto un suspiro al aire y me dirijo a mi habitación para darme un buen y merecido baño en mi jacuzzi, feliz porque presiento que pronto las cosas mejorarán.
Ese es el problema... no siempre las cosas que presentimos se cumplen.
N/A:
¿Cómo les quedó el ojo? 😓
¿Se imaginaron que algo así ocurriría?
Esto es sólo el principio... Les informo que el próximo capítulo comenzará narrando Wings.
Hasta otra...
Miguel M.
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