Black Swan.
Seúl, Corea del Sur. 4:06 A.M
Jaehyuk tecleó nuevamente con desesperación, observó una de las tantas pantallas que habían frente a él que mostraba el muelle donde debía de estar descargándose uno de los grandes pedidos que había hecho una de las mafias aliadas a Black Swan, la mafia de Daegu.
En ese momento, él y Yedam supervisaban a través de los monitores que todo estuviera en orden y no hubiera ningún peligro rodeándolos. Eran las cuatro de la madrugada y, hasta ese momento, todo se encontraba tranquilo y solo se lograban ver a los hombres que trabajaban para la mafia caminar de un lado al otro haciendo guardia.
La tranquilidad de la noche fue interrumpida al notar raros movimientos que provenían del muelle, donde otros de sus hombres tenían el trabajo de descargar la mercancía para Daegu, era un trabajo fácil y a simple vista tranquilo. Pero había algo raro, extrañamente y de la nada, habían más hombres de los que Junkyu había enviado a hacer tal trabajo.
Entonces se dieron cuenta, en el momento en que sus hombres empezaron a caer con una bala en medio de la cabeza o el pecho, totalmente muertos mientras los pocos que aún seguían vivos empezaban a disparar y pelear con los intrusos en su territorio.
Estaban atacando a Black Swan.
Yedam se levantó alterado y murmurando maldiciones con su teléfono en mano intentando contactarse con Hyunsuk, junto a él estaba Jaehyuk casi en las mismas condiciones, totalmente alterado saliendo en busca de Junkyu o alguno de los líderes de alguna unidad que estaba en descanso.
Estaban en problemas.
─ ¿Qué carajos quieres Yedam? Son las putas cuatro de la madrugada, apenas hace una hora que me digne a poder dormir tranquilamente.─ Contestó Hyunsuk después del tercer tono.
─ Están atacando a la unidad Beta, la que enviaste a que hagan el descargue en el muelle para Daegu. Ya mataron a la mayoría y solo quedan unos pocos intentando enfrentarlos, necesitamos llevar refuerzos. Esto es malo, esto es muy malo.─ Dijo rápidamente Yedam saliendo de la habitación llena de computadoras hacia el centro de la casa, del otro lado de la línea se escucharon maldiciones y ruidos de movimientos.─ Jaehyuk ya fue en busca de Junkyu o de Haruto, necesitamos resolver esto ya.
Cortó la llamada en el momento en que llegó al centro de la mansión, encontrándose a un desesperado Jaehyuk contarle lo sucedido a Junkyu y Junghwan mientras Haruto se acercaba corriendo con su arma ya en manos.
─ Haruto, necesito que prepares a la unidad Black y vayan lo más rápido posible al muelle, esos malditos no se pueden salir con la suya y cagarnos un jodido pedido para una de las mafias aliadas como si nada.─ Dijo Junkyu a lo que Haruto asintió y fue en busca de su unidad, detrás de ellos estaba Junghwan preparándose para ir también con el japonés.
─ A este puto paso ya toda la unidad en este momento está con una jodida bala en el cráneo y ya nos robaron todo cargamento de armas.─ Dijo Junkyu masajeando el puente de su nariz
─ Alguien que me diga ¡¿Qué carajo está pasando aquí y por qué mierda aún no han ido al puto muelle?!─ Aquel grito retumbó en toda la mansión, Hyunsuk se encontraba bajando las escaleras con notable furia.─ Una puta hora me fui, solo una. ¿Y ya hay problemas? Son unos malditos inútiles.
Junkyu se aclaró la garganta.─ Primero cálmate, estamos igual de enojados que tú y estamos intentando controlar esto, ya mandé a Haruto y a su unidad para que se encarguen de esto, pero estamos a media hora del puto muelle ¿Te piensas que nosotros nos veíamos venir esta mierda de problema? Nos enteramos al mismo tiempo que tú. Será un maldito milagro que Haruto llegue y aún estén esos hijo de puta ahí.
Jaehyuk volvió a la sala de vigilancia, observando las cámaras y rezando que aquellas personas que los estaban atacando aún estuvieran ahí. Sus ojos se movían de un lado al otro, viendo los cuerpos tirados de sus compañeros, claramente muertos, y a la vez viendo a los pocos más que aún luchaban por sus vidas y por la mafia.
Dió una última mirada y volvió corriendo con los demás.
─ Quedan al rededor de diez hombres de nuestra mafia, pero los otros que los atacaron los doblan en cantidad. Están varios de nuestros mejores hombres que están dejando literalmente su vida ahí por pelear, si Haruto se apresura y llega en menos de quince minutos podrá llegar a tiempo y ayudarlos e intentar agarrar aunque sea a dos del otro bando para sacarles información, parece que ellos no se rendirán fácilmente. Es una de las primeras veces que nos atacan, solo un par de idiotas sería capaz de atacarnos.─ Dijo Jaehyuk, habían miembros tan capacitados y buenos en su trabajo que podrían matar a dos o más hombres al mismo tiempo.
─ Estamos a media hora de ahí, cuando la unidad Black llegue ya será demasiado tarde.─ Yedam, quien se había mantenido callado y calculador por fin habló.─ No podemos perder el pedido de armas para Daegu, pero tampoco ellos podrán llegar en menos de media hora.
Haruto rió, terminando de abrochar una de las mangas de su traje.─ Llegaremos en diez minutos, no se preocupen. Mataremos a todos esos infelices que se sintieron capaces de atacarnos.─ El japonés terminó de hablar e hizo una seña a los hombres detrás de él.
Antes de irse, Hyunsuk lo tomó del brazo.
─ Solo tráeme a mis hombres y dos del otro bando vivos.
Haruto asintió y salió de la mansión.
─ Yedam ¿Puedes distinguir a los del otro bando? No están usando ningún tipo de máscara o algo así.─ Preguntó Junkyu jugando con sus anillos.
Yedam se levantó y pidió que los siguieran hacia la sala donde estaban anteriormente para poder monitorear como seguía aquella lucha. Una vez llegaron pudieron observar que no se daban por vendido ningún bando, dándolo todo de si mismos.
Bang observó atentamente a las personas que se veían en los monitores, intentaba observar atentamente cada uno de sus rostros, pero ninguno le era conocido. Eso lo descolocó un poco, él era una mente brillante que era capaz de reconocer a cada integrante de otras mafias como si fueran de Black Swan, inclusive conocía sus datos personales. Pero de esas personas luchando contra los suyos, no logró reconocer a ninguno.
─ No reconozco a nadie.─ Habló hacia sus jefes.─ Esto es imposible. Sus rostros no se me son conocidos, tampoco tienen algún tatuaje de algún bando que yo conozca y es claramente imposible que sea una nueva mafia, nadie en su sano juicio se metería con nosotros siendo un simple par de novatos jugando con armas.
Hyunsuk pasó sus manos por su cabello maldiciendo.
─ Esto es una puta mierda. Nadie. Absolutamente nadie, se mete con nosotros. Y ahora llegan unos putos desconocidos a matar a mis hombres como si nada. Esto es increíble.─ Dijo viendo como iban siendo asesinados la mayoría de, ahora, lo poco que quedaba de la unidad Beta.
Apenas quedaban unos cinco hombres que no se daban por vencido, dispirando como locos e intentando no recibir una bala en el cráneo.
Aquellos desconocidos se habían dividido el trabajo. Teniendo por un lado a los que hacían el trabajo pesado, que consistía en robar todo el cargamento de armas que tenían, y por otro lado, estaban los que hacían el trabajo sucio, que consistía en matar y seguir matando.
Hyunsuk y Junkyu observaban todo con preocupación, rogando porque Haruto y Junghwan llegaran a tiempo para impedir que esos malditos les ganaran la partida. Los habían tomado desprevenidos, pero jamás se dejarían ganar.
Ellos dominaban en ese reino lleno de mafias.
Ellos eran los líderes de todos.
Y nadie les quitaría ese puesto.
Justo y como Haruto había dicho en el momento en que se fue, él y sus hombres llegaron exactamente diez minutos después de haber partido. Entrando en el momento justo en el que los suyos perdían fuerzas.
Ahora sí sería una partida justa
Haruto llegó disparándole en el cráneo a un sujeto casi igual de alto que él que tenía acorralado al líder de la unidad Beta, Lee Jeno.
Jeno suspiró aliviado, agradeciéndole a cualquier entidad existente por la llegada de su salvación.
─ Cuando no es tu hora, no es tu hora, hermano.─ Sonrió el japonés, palmeando el hombro del coreano mientras apuntaba hacia su costado disparándole a otro hombre.
A unos metros estaba Junghwan golpeando a un hombre sumamente alto, la confrontación estaba a la par. A So le gustaba ensuciarse las manos con la sangre de su oponente, le daba una satisfacción inexplicable y la adrenalina suficiente como para seguir repartiendo golpes sin cansancio alguno hasta dejar a esa persona sin vida.
Simplemente magnífico a sus ojos.
Le hizo un gancho con su brazo derecho, con el izquierdo tomó uno de los brazos del hombre lleno de tatuajes llevándolo hasta su espalda, doblándolo con toda su fuerza. El hombre gritaba de dolor mientras Junghwan reía.
Unos segundos después lo soltó, dejándolo caer de rodillas sin fuerza alguna. Como un pequeño detalle, So le lanzó una patada justo en la cabeza que lo tiró completamente hacia atrás. Ya por último, sacó su cuchillo favorito y se lo incrustó en medio del pecho, matándolo por completo.
Ya se había divertido lo suficiente con ese sujeto, ahora venía la verdadera pelea sin tantas vueltas.
Giró sobre sus talones, sacó otro cuchillo y caminando con tranquilidad se acercó hacia un hombre que intentaba dispararle a uno de los suyos. Sin problema alguno, lo apuñaló tres veces por la espalda. Limpió la sangre de su arma blanca y lo volvió a guardar.
Volviendo a Haruto, uno del otro bando lo había pateado en la mano, quitándole en el proceso su arma, por lo que ahora se encontraba en una lucha cuerpo a cuerpo. Ese no era su fuerte, por supuesto que no, pero no se dejaría vencer con facilidad.
Tiró un puñetazo directo hacia la nariz del sujeto, dejándolo atontado por unos segundos que aprovechó para seguir golpeándolo en el torso. Claramente iba ganando, pero no esperó que alguien más se abalanzara contra su espalda inmovilizadondolo.
Aquella persona lo arrojó hacia el piso mientras se subía sobre él para evitar que pudiera mover las piernas, dio un primer golpe directo al pecho, Haruto intentó devolvérselo pero el hombre que estaba golpeando anteriormente tenía sus manos sujetas.
Estaba en problemas.
Recibió otro golpe derca de la mejilla derecha, sintiendo el ardor de la misma, en el proceso de ese golpe, también lastimó parte de su labio haciéndole una herida superficial. Juntó saliva con un poco de sangre de su labio y escupió en la cara de la persona sobre sus piernas.
Haruto sabía que su vida dependía de aquel sujeto, pero poco le importaba.
Antes de recibir una bala que atravesaría su ser, los dos hombres que lo sostenían cayeron sin vida a su lado. Respiró pesadamente y buscó quien le había salvado la vida.
Lee Jeno.
─ Me parece que a ti tampoco te tocaba, compañero.─ Dijo ayudándolo a pararse.─ Creo que ahora estamos a mano.
Haruto asintió e intentó sonreírle, cosa que no logró al sentir un tirón de su labio lastimado.
Miró al rededor, notando que iban ganando. Apenas quedaban tres de sus oponentes que anteriormente los doblaban en cantidad.
El primero era golpeado por Junghwan pero sin llegar al extremo de matarlo, aún.
El segundo que vio lo sostenía Kim Mingyu, su mano derecha dentro del escuadrón, quien tenía la cara del hombre siendo aplastada contra el suelo.
El tercero era tenido por Park Serim, quien se encontraba haciéndole un par de cortadas en los brazos mientas su contrario intentaba no gritar.
─ Descansen, muchachos. Ya hicimos mucho por hoy, hicieron un buen trabajo.─ Habló alto, llamándoles la atención a su equipo.─ Para haber sido esto de improvisto salió mejor de lo que esperaba. Felicitaciones. Esto me deja bien en claro que no son unos malditos inútiles y saben hacer su trabajo.
─ Carguenlos en la camioneta y llevenlos con Hyunsuk para que los interrogue.─ Mandó.─ Mingyu, Serim, Junghwan y yo nos quedaremos para ver la pérdida de hombres que tuvimos y los demás inconvenientes que estos imbéciles nos causaron. Luego pueden ir a descansar.
Sus hombres asintieron dándole una reverencia a su jefe para terminar de hacer su trabajo, fue una noche agotadora.
Pero las cosas no terminaban ahí, aquellas personas que hicieron el estúpido intento de atacarlos les traerían más problemas.
Muchos más problemas.
Estoy emocionada, ojalá el capítulo haya entrado en sus expectativas ♡
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Perdonen si hay errores ortográficos. <3
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