CHRISTOPHER:

—¿Qué haces aquí?

—La saco se'hijo—dijo Hiuyin quien casi olvida que delante de extraños él es su padre.

—No... Ella y yo tenemos algo pendiente—dijo Christopher todo serio.

...

—Y bien como me encuentro bien o mal.

—Estas bien, tienes que descansar por cuatro semanas gracias a la señorita "Paola"—confesó Hiuyin a su señor.

—¿Paola?—pronuncio Christopher confundido.

—Si. Ella lo ayudo, de no ser por ella estaría en graves condiciones—aclaró Hiuyin.

—Quieres decir que ella me tocó—dijo Christopher.

—¿Ahh...? sí señor.

—¿Señor? ¿Por qué le dices señor si es tu hijo?—repetí confundida pero no tanto pues esto ya me lo esperaba.

—Bue...

—Ahórrate el discurso barato de todos modos sé que no eres su padre, —le dije.

—Tú no sabes nada.

—Ja-ja claro que lo sé, primero no se parecen en nada—confesé.

—Es mi hijo aunque no sea de mi propia sangre—replicó Hiuyin.

—Aunque así fuera, ningún padre llegaría tan tranquilo a revisar a su hijo herido. Y tercero ningún padre llamaría señor a su hijo—le aclaré.

—Eso es por otras cosas que a ti no te...

—¡¡¡YA CÁLLENSE!!! —dijo Christopher un poco estresado y molesto de sus juegos.

Ambos lo miramos fijamente y guardamos silencio de inmediato:

Christopher suelta un largo suspiro—Veamos... Primero que nada ¿Qué haces en mi casa? ¿Cómo llegaste aquí? ¿Por qué me ayudaste...? Y como puedo creer que de verdad no me estás siguiendo, porque de verdad no te creo nada de lo que dices sobre querer ayudarme—interrogó él.

—Ya te dije la verdad. Contestare las demás preguntas pero luego contestarás las mías—propuse.

—Ya sé por dónde va esto... Bien de acuerdo.

—Muy bien ¿Que hago aquí?: Pues te estaba curando la herida eso es muy obvio. ¿Cómo llegué aquí?: Vivo en este mismo edificio y te encontré desmayado así que como la buena persona que soy te ayude —confesé mi verdad. Y ¿Por qué te ayude?: Porque tú me ayudaste a mí y quise devolverte el favor aunque de igual forma lo hubiese hecho sin recibir nada a cambió.

Y bueno pues... No te seguía de eso puedes estar seguro aunque no me creas, como dije anteriormente alguien me seguía o bueno eso pensé por una carta que recibí y el resto ya te lo sabes—confesé.

—Dijiste carta—preguntó el.

Asiento con la cabeza—Si—afirmé.

—¿Puedo verla?

—¿Por qué quieres la carta?—pregunté antes.

—Quiero leerla. Podría ser un error.

—¿Error de qué?, —pregunté nuevamente.

—Hay una posibilidad de que esa carta sea para mí—confesó el.
—Y ¿Por qué para ti?—pregunté confundida...

—Por tu bien si no quieres llevar una vida miserable, deja de preguntar y dame esa carta.

—Te la daré después de que contestes mis preguntas—lo detuve antes.

—No te confundas niña. Estás en mi casa y yo doy las órdenes no tú.

—Jumm... No estoy de acuerdo— murmuré.

—Bueno si no te gusta puedes irte, allá está la puerta—señala la puerta.

—Hiuyin—el hizo un gesto con la cabeza indicándole que me sacará de allí, a lo que el asintió con la cabeza.

Me tomo por el brazo sin decir nada y me saco de allí. A lo que reaccioné rápidamente coloque mi pie en la entrada de la puerta para impedir que la cerrará y conteste con voz firme.

—Si no aceptas no te daré la carta, pensé que eso funcionaría—por desgracia el solo contesto a lo arrogante y despreciable que es—. Puedes irte esa carta no me interesa tanto.

—Ohm, que pena, supongo que le entregaré la carta a la policía para que... —la puerta de la habitación se abrió de inmediato Hiuyin me tomo del brazo y me llevo a dentro de nuevo, lo hizo con tanta fuerza que cuando me soltó caí al suelo. En ese instante descubrí que quería negociar...

—¡OK! no tenías que ser tan brusco—conteste mientras sobaba mi codo que había sido golpeado por culpa de Hiuyin.

—Escúchame bien, no le darás esa carta a nadie más que no sea yo. Me entendiste—respondió Christopher.

Solo le sonreí suavemente sin mostrar los dientes y le contesté—Te la daré después de que contestes mis preguntas, te doy mi palabra.

El me observó con el ceño fruncido ya estaba enojado. Si pero no pensaba irme de allí sin que me diera las respuestas a mis preguntas.

—Bien... ¿Cuáles son tus preguntas—dijo él.

— La primera pregunta es ¿Por qué asesinaste a ese hombre?—pregunté.

—Porque si—fue lo único que respondió.

—Nooo... Quiero una respuesta concreta no un simple "porque si"—le dije.

—No te diré porque lo hice—retuvo su respuesta.

Lo mire fijamente—Hiuyin—lo llame, tome las llaves de mi pantalón y se las ofrecí. Toma las llaves de mi departamento en la mesa de la sala está la carta tráela por mí por favor, pero él no las tomaba ¿Por qué...?

—¿Por qué no las tomas?—le pregunté.

—. El solo sigue mis órdenes no las tuyas—respondió Christopher. —Toma las llaves y trae la carta no vayas a entrar hasta que ella se marche—le ordenó el.

—Si—Hiuyin tomo las llaves y se fue.

—Eso es para que veas que estoy siendo honesta contigo—le dije.

—Si claro, como digas. Lo mate porque era el o era yo y no iba a dejar que me matara por supuesto—confesó el.

—Pero debe de haber alguna causa de porque quería matarte. Sabes que puedes acudir a la policía.

—No.

—¿No qué?, —pregunté.

—Mira niña. En esta vida tengo a miles de personas que me odian y me quieren destruir. Por eso mi consejo es que te alejes de mí. No quiero a una llorona recordándome "todos los días" que le desgracie la vida y con llorona me refiero a ti.

—Bien en primera no creo que tantas personas te odien y segundo yo no te odio aunque te caiga muy mal a ti. Por ejemplo:

—Yo estoy muy agradecida porque me ayudaste y si admito que al comienzo si llegué a pensar que me matarías pero no lo hiciste por eso me agradas un poco.

—No lo hice en ese momento porque estaba débil y no podía pensar bien. Además alguien me seguía así como tú dijiste que lo hacían contigo solo que a mí sí me seguían en serio, y si te veían ellos te sacarían del camino de la peor forma.

Aunque no me agrades. Tengo respeto por las damas. Además en ese momento estabas vulnerable e inocente, así que decidí ayudarte por eso y, espero que no se te ocurra decirle a nadie ni a tu familia y mucho menos a la policía porque entonces te juro que si tomaré precauciones contigo—aclaró la situación.

El solo escuchar eso se me erizó la piel porque comprendí que si le contaba a alguien si me mataría a mi sin siquiera pensarlo.

—Comprendo... Y ya me voy ya que no tengo más pregun...

—Aún no te vas—respondió el.

—Querías que me fuera antes así que eso...

—. Dime "Paola" ¿por qué le mentiste a Hiuyin con tu nombre?—interroga.

—¿De qué hablas?—me hice la confundida...

—Lo escuché de una de tus compañeras de trabajo, así que sabes muy bien a que me refiero "Pamela"—respondió el joven Christopher que no se le escapa nada.

Lo mire fijamente. Estaba sorprendida pero lo oculte no se lo dejaría saber —Bien. Tú ganas. Mentí porque no lo conozco y tampoco le doy mi verdadero nombre a una persona hasta que estoy segura de que la conozco perfectamente—le confesé.

—Entiendo... Debo admitir que... —allí se detuvo un momento.

—¿Qué? —lo anime completar lo que diría.

—"Eres astuta y sabes cómo negociar" Eres buena pero te falta talento— carraspeó rápidamente su garganta—Ya en serio vete a tu casa, no me mires, no me visites y tampoco me saludes ok. Es una orden para ti.

—Eso será un poco difícil—le comenté mientras sonreía.

Lo mire e hice silencio por un momento.

—¿Entendido...?—repitió nuevamente.

—Vivo al frente—confesé sin parar de sonreír.

—¿Qué?

—Que vivo al frent...

—. Ya te oí. No soy sordo—soltó un largo suspiro—No puede ser maldita sea... Ya vete antes de que pierda la poca paciencia que me queda.

—Amargado—murmure.

—¿Que dijiste?—respondió de inmediato.

—Que buenas noches, eso dije.

—No sé qué tengan de buenas. Cierras bien la puerta y llamas a Hiuyin, —ordenó el.

Asentí con la cabeza. Salí de la habitación para que luego entrara su guardaespaldas, sirviente o lo que fuera.

Cuándo llegue a la sala lo encontré caminado de un lado a otro pensativo, segundos después noto mi presencia y solo preguntó. —¿Por qué mentiste? ahí no hay ninguna carta. ¿Sabes lo que ese hombre te hará cuando se entere de que le mentis...

Alcé inmediatamente mi mano para que se calmara un poco.

—No les mentí, la carta es real. Solo la tuve yo todo este tiempo. Enviarte a buscarla era solo una excusa para hablar a solar con tu señor. Toma—saque la carta de mi bolsillo y se la entregué, él se me quedó viéndome fijamente.

—Bueno ya me voy, tengo que descansar y descansa tú también se nota que lo necesitas. En la mesa de noche deje la receta del medicamento que necesita tomar para que se recupere más rápido... Mis llaves por favor.

El extendió su mano y tome las llaves. Me dirigí a mi casa al fin a descansar, avance pero Hiuyin me detuvo.

—Muchas gracias por ayudarlo le prometo que la recompensaremos—dijo el hombre.

—No hace falta—lo interrumpí—Solo quise ayudar.

El por primera vez me sonrió y yo le devolví la sonrisa—Gracias por todo y discúlpelo el... Casi siempre está de malhumor y con ese mal carácter que tiene.

—No pasa nada. Lo comprendo—le dije.

Por segunda vez ya iba a descansar un poco...

—Usted como sabe... Digo usted es enfermera.

Le sonreí—No—respondí.

—¿Y cómo...?

—Adiós—lo despedí con la mano y cerré la puerta.

Me dirigí a mi cama exhausta: —Así que algo escondes Christopher. Ya lo comprobé.

«No me quedan más dudas. Descubriré todo lo que escondes y luego»—extiendo mi brazo hacia la nada y la hago puño—"Serás mío"