Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Cap 16 Un poco tóxico.

—Pamela te gustaría un poco de agua o un jugo, ¿Qué desea tomar?—preguntó Cristián.

—No, gracias, estoy bien. Con el helado fue más que suficiente—le respondí.

El timbre de la casa suena: 

Un momento, ya vuelvo—él se fue y me quedé allí con los chicos incluyendo a Brayan.

—¿Fueron a comer helado? —interroga Sebastián.

—Sí.

—¿Y juntos?

Su pregunta no sé si logra confundirme o incomodarme, —Eh, sí—contesto de nuevo.

Por alguna razón él sonrió de forma pícara.

—¿Y después qué...?

Unas voces llegaron a nosotros, parecía que alguien estaba peleando desesperadamente. —Pero qué... Un momento, esa voz—agudizo mi oído era... Christopher—. ¡AY no! ¿Por qué él?—exclamé en un tono de decepción.

—Iré a ver qué sucede—dice Brayan.

—Necesito esconderme por favor, ayúdenme, debo esconderme. No quiero hablar con él—contesté toda angustiada.

—Ven conmigo—dijo Sebastián, dispuesto a ayudarme. Pero ya era demasiado tarde, Christopher ya había atravesado la sala y me vio allí con el resto de los chicos.

—¿Por qué saliste? Sabes que es peligroso, Pamela—contestó Christopher en un tono preocupado pero que al mismo tiempo me preocupaba un poco esa actitud.

—No me dijiste que no saliera, dijiste que no le abriera a nadie—aclaré.

—Y aun así me desobedeciste, saliste de casa y aún peor estás aquí con Cristián—respondió indignado.

—. Cuál es tu problema, Chris. Sales sin armas y no te pasa nada. Yo estoy aquí con Cristián y sus amigos, no me sucederá nada además, solo sería por esta vez y ya—le dije sería y tranquila.

—Firmaste un contrato. Lo leíste completo, me imagino que recuerdas la parte que decía que debes obedecerme a toda costa y de no ser así, tendría que tomar riendas sobre el asunto, sabes que soy capaz de incluso encerrarte si es necesario o peor para ti. Dejaría a cargo de ti a un guardaespaldas que te seguiría hasta para descansar, dime. ¿Quieres eso de verdad? ¿Quieres que todo empeore para ti? o me vas a obedecer. Decídete, Pamela porque no estaré a tu disposición y tampoco estaré persiguiéndote cada vez que te pierdas a quien sabe dónde. —Exclamó con una maldita determinación y seriedad que, hago puños mis manos porque solo quería, quería gritarle todo en su cara.

Todos en el lugar estabas paralizados, ninguno daba reacciones de vida, solo estaban allí sin hacer nada viendo cómo Christopher explotaba como una bomba nuclear de furia, ¿O tal vez? No querían intervenir por la reacción aun peor que podría tener él. Estaba lleno de una furia que lo tenía segado.

Suelto un suspiro intentando tranquilizarme y no perder de la misma forma que él—Lo siento, va...

—¡No estoy de acuerdo, Christopher ella merece ser libre! —Interviene Cristián—. Pamela no te pertenece, eres consciente de eso. Deja de tratarla como si te perteneciera, conmigo no le pasará nada, también eres consciente de eso además, este lugar está muy bien vigilado, este lugar está dotado de protección—replicó Cristián indignado pero permaneció tranquilo.

—¿Pero por qué no me avisaron—protestó Christopher.

—¿La hubieses dejado salir?

—No, pero tengo mis límites, tal vez si me hubiesen... —fue lo que pudo decir él, ya que Cristián lo interrumpió.

—. Yo opino que deberías preguntarle primero que es lo que ella quiere. Comprendo muy bien que ustedes tienen un contrato, pero no solo por eso debes encerrarla, ella merece ver el mundo exterior, conocer a nuevas personas. No es el hecho de que si tú no confías en las personas, ella tampoco deba hacerlo; si es así, opino que debería de quedarse conmigo y no contigo—Pasa su mirada hacia mí—. ¿Tú qué piensas Pamela?—Cristián indignado mientras que por otro lado tenía a Christopher que si le clavaban una aguja no la sentiría por el enojo que cargaba, Cristián me observaba fijamente al igual que Christopher y el resto de los chicos, ellos estaban esperando una respuesta de mi parte.

Una a la que me tenía preocupada y paralizada. Tenía muchas cosas en mente. Tenía mis propios planes de libertad. Tenía que hacer algo que no quería, pero debía. De lo contrario no lo seria.

Solté un largo suspiro y no perdí mi cabeza porque en el fondo estaba hasta la cabeza de esto—Chris.

—Té he dicho que no me llames así—replicó.

—Escucha, sé que solo me proteges por nuestro contrato y lo que tenemos planeado, pero.... también se defenderme y sobre todo ¡No soy un maldito objeto! No me trates como si fuese uno de tu pertenencia, y si me iré contigo, pero con una condición—objeté.

—¿Qué?—preguntó con esa voz grave y firme que a veces da miedo.

—Quiero que permitas que Cristián y si sus amigos quieren. Me visiten y te prometo que solo así, no saldré—agregué sabiendo muy bien que Christopher no se negaría.

—¿Esa es tu condición?

—Sí, es todo.

Él soltó un suspiro de... ¿Alivio?—Bien, ustedes pueden visitarla sí así lo desean, siempre serán bienvenidos y...

—Y también quiero que coloques wi-fi, con lo que me recargas no es suficiente—agregué como parte de la condición.

—No.

—¿Por qué no?

—Porque lo digo y punto final, ya nos vamos.

Me toma del brazo y me obliga a seguirlo y rápidamente Cristián tomo mi otra mano, dio un pequeño tirón hacia el obligando a Christopher a detenerse.

—Déjala que se quede solo por hoy, luego la llevaremos—propuso Cristián sin rendirse.

—No, tengo cosas de que hablar con ella—replicó Christopher nuevamente.

—Sabes que yo no le haría daño, cosa que podrías hacer tú en un momento de un mal desenfreno.

—Christopher ya no me hace daño—Sonreí—. Ahora suéltenme.

—Pamela se viene conmigo, y si te preocupa que le haga daño por eso no te preocupes, no pasará, ahora suéltala —ordena.

—Suéltenme los dos—les dije a ambos.

—Tú te callas—replicó Christopher.

Cristián dio otro tirón hacia él y luego Christopher. Sus agarres eran fuertes que me lastimaban. —Les advierto, suéltenme ya.

Eso fue en vano Christopher y Cristián parecían que estaban en un concurso de miradas que daban miedo solo por el trofeo. Los tirones siguieron hasta que exploté.

No quería hacerlo, no quería enojarme porque entonces sacaba lo peor que había dentro de mí. Había algo en lo más profundo dentro de mí que me decía, no explotes, no explotes. Y otra que me decía, mátalos a ambos.

¡¡¡DIJE QUE ME SUELTEN DE UNA BUENA VEZ, MALDITA SEA!!! —Explote por completo, no quise ser grosera pero me sacaron de mis casillas. Me zafe fuerte de sus agarres y ellos se me quedaron viendo sorprendidos—. Adiós chicos—me despedí de los amigos de Cristián, en cuanto a Cristián le di un beso en la mejilla, aunque tuve que atraerlo hacia mí ya que él es mal alto que yo, lo tomé de la camisa y lo atraje hacia mí, así me despedí de él —. Nos veremos luego.

Chasquee los dedos frente a el intenso de Christopher, —Andando tóxico, también tengo que hablar de algo contigo—contesté.

—Con permiso—se despidió Christopher como si nada hubiese pasado.

***

—Ahí no, aquí—hice seña a mi lado en el asiento trasero.

—No estoy de ánimos y té sugiero que...

—Dije que te sientes, no pedí tú opinión. Tenemos que hablar ya porque para cuando lleguemos a tu casa no pienso hablar contigo—le dije.

—Sabes que es solo una rabieta ya se te pasará, cálmate.

— ¡No me calmó! —Logra alterarme un poco con sus idiotas palabras, —Sí quieres hablar siéntate, si no quieres hablar no esperes hacerlo cuando lleguemos a casa porque no lo haré.

Él tomó asiento en la parte delantera, ignorándome—. Perfecto, así será entonces—contesté frustrada.

Durante todo el camino hubo un silencio desgraciado ya que cuando él está de mal humor no habla, pero conmigo está equivocado, porque al igual que él. Cuando me enojo tampoco hablo y si lo hago nada bueno podría salir de mi boca.

Lo mire durante todo el camino con las intenciones de asesinarlo de mil formas diferentes, luego mire a Hiuyin que me observaba por el retrovisor cuando noto que lo estaba viendo el aparto la mirada enseguida. Algo me decía que ya sabía lo que estaba pasando por mi cabeza.

Para cuando llegamos a casa, Christopher bajó del auto y me abrió la puerta, cosa que siempre hace así esté enojado. Su educación es de altos estándares, pero este no era el caso, me encontraba enojada de verdad con él. Abrí la puerta del lado opuesto y salí directo a la casa. Entré y lo primero que hice fue encerrarme en la habitación y abracé a la almohada como si fuese mi preciado oso... nunca le contaba nadie como me sentía, solo me encerraba y me quedaba en mi habitación hasta lograr controlarme.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro