Capítulo 13
Mi hijo es feliz aquí, no puedo pedir más. Camino por el campamento, todo es tan calmo y con paz. Erkin se ha quedado jugando con otros niños, mientras yo voy en busca de Darey.
—Esta debe ser la carpa del cuartel —murmuro para mí, al llegar.
Una vez entro allí, no visualizo a nadie. ¿Se habrán ido a entrenar o algo? Observo algunos papeles en la mesa, uno en particular habla de la daga que utilizó Darey, la cual también está sobre la tabla.
"Adueñarse del poder de un monstruo".
Hay dibujos de cómo matarlo. Curioseo un poco más porque los bocetos muestran el crecimiento de uno. Primero es un bebé humano, crece y luego se convierte en ese bicho. ¿Acaso Erkin terminará siendo así? ¿Cuánto falta para ello? Quizás eso es lo que me da miedo.
"Matar al monstruo antes de que culmine su transformación, también te garantiza quedarse con el poder".
¿Por qué estoy leyendo esto? ¿Por qué Darey sigue teniendo estos papeles? ¿Acaso...?
—¿Me buscabas? —Oigo su voz y me giro rápido—. ¿Sucede algo? —Ve mi cara de preocupación.
—¿Vas a matar a mi hijo? —consulto sin titubear.
—¿Qué?
—Eso, ¿vas a matarlo? —repito.
—¿Por qué lo haría? Ya obtuve lo que deseaba.
—¿Por qué sigues teniendo estos papeles y la daga? —La agarro.
—Son cosas que se me olvidan.
—¿Tú? ¿Un guerrero? ¿Olvidarse de desechar algo tan importante?
—Por favor, Pilar. —Se aproxima hasta mí—. Deja eso.
—¿No vas a seguir negándolo?
—Vale, sí, lo admito, quería el poder de tu hijo, pero ya no, ahora somos una familia. —Sigue avanzando.
—¿Y eso quién me lo garantiza?
—Creen en mí, confía en mí.
—¡¡No te acerques!! —Levanto la daga—. ¡¡Nos vamos a ir con mi hijo de aquí, y no vas a detenernos!!
—Por favor, Pilar, recapacita.
—No te creo nada.
Se lanza hacia mí y forcejeamos con el cuchillo. Él es más fuerte, así que obviamente me empuja, termina acorralándome con la daga como la vez que nos conocimos. Siento el filo en mi garganta cuando mi espalda cae sobre la mesa.
—¡¿Por qué lo haces tan difícil?! —me grita, mientras intento empujarlo, no hay manera de quitarlo de encima de mí—. ¡¿No lo entiendes?! ¡¡De todas formas se convertirá en ese bicho?!
—¿Y tú no? —expreso, mirando sus pupilas alargadas.
Cierra los ojos con fuerza, entonces se vuelven normales.
—No entiendes, Pilar, necesito su poder.
—¡¡Me importa una mierda, sabía que tarde o temprano mostrarías tu verdadera cara!!
Se ríe, indignado.
—Por todos los cielos, Pilar, hubiera sido tan fácil. Serías feliz, te hubiera dicho que murió, ni te hubieras dado cuenta, y ahora, por tu culpa, le tengo que mentir a un pobre niño. La muerta serás tú, dos muertos, qué triste.
—Mi hijo no te creerá nada, es muy inteligente. —Intento alejar el cuchillo, entonces me lastimo—. Maldición.
—Ríndete, y consideraré solo encerrarte, te liberaré cuando lo asesine. No creo que tarde mucho en completar su transformación, ¿viste lo rápido que crece? Viste casi todas sus etapas, deberías considerarte afortunada.
Muerta, no sirvo para nada, debo hacer tiempo.
—E... está bien, me rindo. —Lágrimas caen de mis ojos.
—Buena elección. —Se acerca y me da un leve beso, luego se aleja, bajando la guardia.
—Parece que me estimas, así que... —Trago saliva—. Perdona la vida de mi hijo.
—Supongo que no puedo engañarte. —Sonríe—. Al menos intentaré que no sufra, no te preocupes.
—Gracias —digo a regañadientes.
—Le ordenaré a uno de mis hombres que te escolte. —Se da la vuelta y rápido tomo su mano, donde tiene la daga, entonces se gira a mirarme—. Tus ruegos no funcionarán, mujer.
Me acerco a su boca con mis labios tiritando.
—¿No hay alguna manera de que pueda convencerte?
Mira mi escote, luego mis ojos.
—¿Te das cuenta de que puedo decirte que sí, obtener mi satisfacción sexual y luego traicionarte? ¿Dónde quedan tus garantías? —se burla.
—¿No dijiste que debía confiar?
—Bueno, ya que no estoy fingiendo... —Me empuja a la mesa, volviéndome a poner sobre esta—. Abre las piernas y veremos si al menos salvas un dedo de tu hijo.
Yo sé esto desde el inicio del libro, pero igual me enoja JAJAJA
¿Y ustedes lo sospechaban o cayeron en los encantos de Darey?
Saludos, Vivi.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro