—Mami, mami.

Abro los ojos y me encuentro recostada en una cama, entonces me siento al visualizar a mi hijo, cuando mi vista deja de estar borrosa.

—Erkin. —Lo abrazo.

—¿Despertó la bella durmiente? —Entra Darey a la carpa.

—¿Qué pasó? ¿Me desmayé? —Me aparto un poco de mi hijo—. ¿Y el monstruo? —Miro disimuladamente al niño.

—Lo logramos.

Sonrío y bajo la vista.

—Qué alivio.

«¿Y ahora qué haremos?», llega a mi mente, «¿se habrá acabado la tortura?». Nunca pensé que este día existiría, pero es cierto. Somos libres de aquel bicho, aun así, no estoy tranquila, ¿por qué?

—¿Qué pasará ahora? —consulto, volviendo a mirarlo.

—¿A qué te refieres?

—Ambos obtuvimos lo que queríamos.

—Puedes ir al templo que querías o... —Hace una pausa—. Puedes quedarte, todavía eres mi esposa, pero tú elige.

—Yo... —Miro a mi hijo—. ¿Tú qué quieres?

—¡¡Nos quedamos!! —Salta el pequeño y repite—. ¡¡Nos quedamos!!

Sonrío y vuelvo a mirar a Darey.

—Nos quedamos. 

Primero quiero decir... este es el último capítulo feliz del libro 😭

Es broma, pero es que en los siguientes hay mucha sangre y turbiedades 🤣

Segundo, ya les voy advirtiendo: A la historia le quedan unos 4 capítulos, así que traigan pañuelos. 

Saludos, Vivi.