—¿Qué estás haciendo? — Preguntó Erin a Nate en medio de la llamada que le había hecho a su representado, mientras miraba la agenda desocupada del cantante.

—Estaba escribiendo mi diario, aún estoy en la cama— Contestó Nate, estaba acostado boca abajo, mientras la mitad de sus piernas, estaban levantadas, el teléfono estaba sujeto entre sus hombros y su rostro mientras en un hermoso cuaderno ilustrado de unicornios en la portada, escribía las notas para su nueva canción, ya había formado la letra para un álbum nuevo, pero ahora le faltaba el ritmo con el que contaría su sentir.

—Mira, sé que por el asunto de la entrevista hemos decidido tomar un descanso, y que hemos podido pagar las multas por los compromisos que no se cumplieron y aun así no perder ni un cero de tu fortuna, pero no podemos quedarnos así toda la vida, deberías estar escribiendo nuevas canciones, recuerda que eso fue la excusa que se dio, que te retirabas para llegar con nuevos éxitos.

—No estoy inspirado, una mujer mala me robó un beso hace mucho tiempo y ni siquiera me invitó un cafecito, me siento sucio por eso y además no puedo ni siquiera pensar en una canción o una letra... Fui ultrajado.

—Pues escribe sobre eso, pero ten en cuenta que es un tema muy delicado, porque las víctimas siempre son las culpables a la vista de quienes los juzgan... En fin, quiero una canción completa para el lunes.

—¡Ey! ¡Hoy es domingo!

—Por eso, ponte a escribir... Sé que la estas pasando mal con lo de tu hermana nuevamente, pero en serio quiero que escribas, no por trabajo, como medio de terapia, ya que no aceptas mi sugerencia de ir a una.

—Sabes que no confío en nadie, y no necesito que una persona que no tenga ética laboral mencione mis problemas personales por unas monedas de oro, así que gracias, pero no gracias.

—Cambiando de tema... ¿Cómo está tu hermana y tu sobrino?— Muy pocos sabían de la existencia de Amorette, apenas lo sabían las personas cercanas a la familia, aunque no todos ellos, pero en definitiva nadie fuera de allí.

—Imagino que bien, ya sabes se fueron de vacaciones y al parecer están tratando de recuperar el tiempo perdido, como madre e hijo, imagino que como Nathan básicamente pasó un par de años escolares en apenas un semestre, entonces pasean por todas las partes del mundo donde mi hermana lo hubiera llevado cada verano y probablemente también los de cada invierno.

—Bueno, eso me alegra, ojalá tuviera el dinero para irme de vacaciones un año, sin ninguna repercusión, ustedes los ricos son otro nivel.

—Oye, tú también has ganado suficiente dinero para viajar y seguirte llamando rica.

—Yo he trabajado y tengo una vida estable, pero con esta economía no me alcanza para llamarme rica, ni siquiera adinerada, porque ustedes no solo han ganado su propio dinero, sino que además heredaran muchísimo más... ¿Sabes qué? ¿Quieres casarte conmigo?

—Por fin, tienes que responder por mi virtud, después de todo, has tomado mi primer beso— Dijo Nate mientras fingía indignación, a pesar de que estaban a cientos de metros de distancia, ella podía verlo mientras rodaba los ojos.

—Ok, ok, le pediré a tu padre tu mano en matrimonio, después de llevarte por una taza de café y quizás llevarte a un motel para tomar el resto de tu virtud.

—¡Desgraciada! ¡¿Cómo te atreves?! Soy niño de bien, atrevida.

—Me alegro de que ya te sientas mejor como para bromear, aun así mañana te veo para que me pases la canción que estés escribiendo —Ella sabía que él le mentía respecto a su situación, pero no tenía más opción que escucharlo hacer sus bromas tontas para disimularlo.

Por desgracia, no era la única que lo escuchaba, la diferencia era que una de las oyentes no lo conocía lo suficiente para saberlo, y la otra sabía de más como para poder manipular sus palabras en contra.

—Lo siento mucho, querida, me apena tanto por ti, pero era obvio que te estaban usando para que el juicio terminara a su favor, mira que a pesar de que yo intenté salvar a ese pequeño de ese tipo de personas, esa mujer lo abandonó en el hospital, para luego reclamarlo, probablemente te investigó y usó sus contactos para ponerte en el caso, después de todo es una excelente abogada tengo que reconocer.

 Seguro sabía que harías todo por su hermano famoso, y jugó contigo y con ese pobre pequeño, lo ha comprado con todo tipo de regalos, ya los oíste, están de vacaciones por el mundo, probablemente gastando el dinero de Alexander. 

No te imaginas cuanto sacó del divorcio de mi primo, honestamente no sé cómo lo hace, pero los deja idiotizados e inútiles zombis, la peor parte es que lo dio con gusto, me siento muy preocupada al respecto, ella lo mantuvo vivo todo este tiempo para tener su dinero en su poder, ahora mi familia puede caer en desgracia, si no se le pone una solución, después de todo mi pobre primo aún sigue embrujado por esa mujer.

—¿Qué es lo que sugieres?

—Lo que tú creas correcto, querida, después de todo, al igual que un zombi, no creo que mi amado Damián tenga salvación, pero creo fervientemente que Nate y Nathan sí, ya que con ellos nunca usaría su poder más grande de manipulación.

—¿Cuál es ese?— Preguntó la mujer llena de curiosidad.

—El sexo, querida, usa su cuerpo para hacer que el cerebro de estos pobres ingratos se vuelva puré, dejan de pensar con esta —Camila señaló su propia cabeza— y empiezan a pensar con la otra —señaló ahora su propia entrepierna.

—Es una perr...

—Por favor, no digas vulgaridades, tú no eres una mala persona, así que no te rebajes al nivel de esa mujer, aunque...

—¿Aunque? ¿Qué?

—Bueno— Camila suspiró pesadamente — Creo que si tendremos que ser más listas que ella, porque usará el poder de sus parejas y hermanos, si no la detenemos a tiempo, créeme, lastimará a ese pobre pequeño.

—Yo estoy dispuesta a encargarme de ella por mí misma, pero voy a necesitar ayuda con mi primo  —Los ojos de Camila empezaron a llenarse de lágrimas —Yo quisiera, pero lo amo tanto, no puedo permitir, que esa mujer lo siga usando como un títere.

—No te preocupes más, yo te ayudaré en lo que necesites, cometí un error en la corte, solo dime lo que quieres que haga.

—Ok, te diré cuando sea el momento— Camila limpió sus lágrimas de cocodrilo —Perdón por ocupar la hora de tu visita en tonterías.

—No importa, es mejor, así, pasaré un reporte de que esta sesión fue sobre los traumas de tu infancia... Necesito pedirte un favor.

—Claro dime.

—Quiero que la manager de Nate... Ya sabes, ya no sea parte de la vida de él.

—Claro, tomará un poco de tiempo por la urgencia, pero te aseguro que te ayudaré con ella.

La psicóloga salió de la habitación que prestaba la cárcel para las visitas especiales, al momento llegó la guardia que la vigilaba.

—¿Mejor?

—Sí, muchas gracias— Contestó Camila a la guardia con su carita de niña buena — Siento que se me ha quitado un peso de encima, aunque eso no justifica lo malo que he hecho.

—No digas eso niña, es obvio que hiciste todo lo posible para salvar ese niño de tu familia, obviamente están locos, de no ser por tu primo que paga para que te cuiden porque eres muy frágil, ya estarías muerta, eres demasiado inocente.

—Oh, no, claro que no ¿Por qué dice eso?

—Cuando la mayoría escapó, tú estabas en tu celda, cualquier otro hubiera aprovechado la oportunidad, eres una buena chica, un poco tonta, pero al final una buena chica.

Cuando al fin la guardiana la dejó en su celda privada, pues era por su protección, por fin Camila pudo dejar de fingir, se lavó las lágrimas falsas, si hubiera querido habría podido ser una gran actriz, pero eso era algo que como una Falconi no podía hacer.

Observo la pequeña biblioteca que había ganado con su supuesto buen comportamiento, sacó unas hojas que guardaba en uno de sus libros, por error también cayó otro junto con los planos del establecimiento penitenciario de mediana seguridad donde esperaba para su juicio.

Los primeros días aguantó las humillaciones y maltrato de las otras reclusas para que las guardias y líderes del lugar creyeran que era una víctima, después de analizar quién era la persona entre las presas que dominaba, mató a su rival y luego plantó evidencias en la presa líder.

Por medio de chantaje, encontró protección de las más fuertes, luego hizo un plan para sacar a las más conflictivas, que no podría comprar o chantajear, les dio la libertad, si salían y las encontraban no volverían a esa prisión, sin mencionar que algunas preferían perder la vida a perder la libertad nuevamente. 

Era muy respetada ahora, sobre todo después de asesinar a golpes a una persona que amenazó con delatar, que no era la reclusa ejemplar que aparentaba, y había culpado a la guardia que en los primeros días le había hecho la vida de cuadritos.

Ya había hecho del reclusorio su hogar, lo que seguía era quitar los que consideraba estorbo, después de todo, tenía cuentas pendientes con cierta chica, había sido su principal pasatiempo en la adolescencia y ahora no la iba a dejar escapar, su sueño más importante era quebrar a esa chica nueva que parecía siempre tan recta, tan perfecta, tanto que se había esforzado haciendo tantas "travesuras" que no la podía dejar ahora.

Camila tomo la hoja pequeña, después de levantar el pequeño desorden que había causado; se sentó en la litera, sacó un pedazo de lápiz, y tachó el nombre de su querido primo, su primer cómplice.

—Es una lástima, hubiéramos sido buenos socios, pero te enamoraste Damián, me gustabas más cuando íbamos a destruir el mundo juntos, es una pena que tengas que morir... Veamos ¿Quién sigue? ¿Alexander? ¿Natanael? Qué difícil — Comentó mientras miraba los otros dos nombres escritos.

Después de un rato golpeando sus dedos contra la cama, sonrió.

—¿Qué tal si le damos una oportunidad a la chica que fracasó matando a tu hermana? Quizás contigo si lo consiga, ya veremos... Por ahora veamos que hace tu nueva fan— Una sonrisa ladina iluminó su rostro.