Capítulo 22
—¿Dé que rayos estás hablando?— Preguntó Stephanie entre curiosa y ofendida. Esa nueva sensación era provocada por la idea de que todo lo que había sufrido por parte de la rubia ni siquiera fuera una rencilla personal.
—No sé si lo sepas, pero ellos tuvieron una relación— Kane no la miraba, sus ojos estaban en el pequeño que sostenía en sus manos, aunque no era por protección.
—Algo supe, hasta donde sé era algo de niños... — Comentó Step, aunque para entonces ya captaba la idea, no había sido algo infantil.
—Antes de que llegaras a casa, ellos eran muy apegados, salían mucho, a mamá no le gustaba porque no es desconocido que los hermanos Falconi son hombres muy ambiciosos, así que evitaba en lo posible relacionarse con ellos— Suspiró sabiendo lo furiosa que estaba su madre cuando Step había llegado diciendo que Damián era su novio. —Al principio, papá le mencionaba que los chicos no tenían la culpa de las decisiones de sus padres, así que mamá dejó de controlar un poco esa relación.
Un día cualquiera Nate llegó llorando de la escuela, la ropa en mal estado y la cara raspada, en especial la nariz, apenas lo vio, mamá corrió desde la sala a la puerta, nosotros llegamos unos segundos después, no le habíamos prestado atención así que por supuesto nos reprochó por no haberlo cuidado. Días después nos enteramos, porque el pequeño Nate no quiso decir nada... Se había peleado con Camila ese día.
—¿Acaso ella lo golpeo?— Interrumpió la menor, curiosa por lo que le comentaba su hermano.
—Se fueron los golpes, Nate cuidaba de la granja del colegio, sabes que siempre ha sido defensor de los animales y de quienes no pueden hablar, como tú, solo que él prefiere a los animales y las planta que a los seres humanos, en fin, unos chicos más grandes sacaron los conejos de su respectiva jaula, estaban haciendo carreras y el último... Lo mataban a patadas.
—¡Qué horror! ¿Qué les pasaba a esos malditos?
—No sé, solo sé que cuando Camila y Nate, llegaron mi hermano no pensó nada, según sus propias palabras, todo lo vio en rojo.
—Lo entiendo, si yo estuviera ahí en ese momento les hubiera dado la golpiza de su vida.
—Créeme, la tuvieron, eran cinco chicos grandes, pero todos quedaron muy mal, Camila intervino por ellos, porque ella les había dado la idea de poner a correr los conejos como juego, claro, no había dicho la parte final, pero se sentía responsable al parecer... Sí, ellos decían algo, por supuesto tendría muchos problemas junto con ellos por complicidad. Nate estaba tan furioso que la abofeteó, todos salieron corriendo, él se quedó solo a enterrar a los conejitos, ya sabes, para darles un entierro digno.
—Pobrecito— Step no podía imaginar el dolor que sentía su hermano en esos momentos.
—Cuando nos enteramos, fue porque uno de los chicos denunció ante la junta escolar como lo había golpeado Nate, claro, no había dicho la versión completa de la historia, mamá hizo hablar a Nate y este confesó entre lágrimas, cuando todo se dio a la luz, hasta Camila salió manchada. Pero, lo que empezó a formarse como una cadena de eventos con final trágico, fue que mi tío Elise dijo que esa reacción era normal, después de todo esa era su herencia genética.
—¿Tío Elise?— No lo recuerdo, dijo Step mientras fruncía el ceño por buscar entre sus recuerdos a alguien con ese nombre.
—No lo conociste, era el hermano mayor de mamá, murió hace años, pero la razón por la que no lo conoces es porque él fue el que dijo que Nate era adoptado, antes de eso, todos creíamos que era un hijo, ya sabes... de mamá.
—Biológico— Ella sonríe al sacar del apuro a su hermano —También somos hijos de mamá, solo a que diferencia de ustedes, sí fue por elección.
—Eso... Ey, yo también fui su elección, quizás James no, pero es porque era un chico especial— Dijo mientras hacía muecas... Cuando el tío Elise mencionó ese dato porque importante— Continuó con el relato —También mencionó que sus raíces eran malas, no sé si lo sepas, pero el padre de la mujer que los dio a luz, era mafioso, un malandro en las más grandes alcurnias, todos le temían, y para ese entonces aún le tenían miedo, aún estaba vivo.
—Algo escuché— Step fingió conocer poco del tema, a pesar de que trataba muy de cerca a ciertas familiares que aún eran parte del negocio —Pero no quise indagar más al respecto, que recuerde, cuando ese hombre murió, les dijeron la verdad de mi existencia a mis padres.
—En ese momento, todo el mundo aislaba a Nate, lo veían como el próximo heredero y criminal, sin mencionar lo mal que se sentía, porque mis padres les habían mentido, o bueno, ocultado la verdad de su existencia, todo estaba muy mal, luego apareciste tú, con todo y tu miseria de infancia, Nate mejoró porque se sentía agradecido de la gran vida que había tenido en comparación, aunque se sentía de la mierda, por todo lo que habías tenido que pasar.
Mientras tanto, Camila era su única aliada, fuera de la familia, claro, pero su padre le prohibió juntarse con él, porque según él terminarían juntos en la cárcel o peor, muertos, Nate se enteró y por supuesto la alejó, no quería que la lastimaran. Ella, furiosa por toda la atención que tenía de él, manipuló a otras chicas para que te molestaran, eso sabes muy bien como terminó.
Nate se vino a enterar de que ella era quien estaba detrás de todo el complot contra ti, porque James lo comentó en una ocasión en la mesa, cuando Ezra le preguntaba preocupado porque no le hablaba a su hermana... Nate fue a reclamarle, empezaron a discutir y su relación tóxica empezó otro nivel.
—No entiendo...
—Ellos empezaron a tener sexo, no eran tan pequeños como crees, tendrían como dieciséis o diecisiete, pero si estaban muy jóvenes, y al parecer solo hacían después de cada pelea, así que ella empezó a ser aún más cruel, hasta que te encerró en la biblioteca esa tarde, tomó tu celular y se lo llevó ¿Lo recuerdas?
—Sí, más o menos, fue hace mucho tiempo, y estaba tan concentrada en mis estudios que apenas me di cuenta cuando llegó ese chico a abrir la puerta, ya estaba muy tarde, recuerdo que mamá estaba llorando para cuando me encontré con ustedes.
—Ese chico era Alex, no sé si él lo recuerda, pero volvió del entrenamiento deportivo y vio la luz de la biblioteca, así que como el buen chico que era fue a ver que pasaba, Víctor fue quien llamó, apenas supo quien eras, todos estábamos buscándote como locos, mamá se puso histérica pensando en un montón de cosas que podrían haberte sucedido, entonces notamos que Nate tampoco había aparecido, Alex sabía donde estaba porque lo había escuchado, aunque estaba seguro de lo que estaba haciendo, quizás no con quién, así que menciono que estaba ocupado en un entrenamiento personalizado.
Nosotros sabíamos que no entrenaba, y no fue difícil saber que era lo que estaba haciendo, así que le dijimos lo que pasó, y la excusa que habíamos inventado, se puso furioso al saber que Camila había estado detrás de la broma. Para entonces terminaron la relación extraña que tenían, cuando empezaste a salir con Damián, todo explotó entre ellos.
Lo que te voy a decir, Nate no sabe que lo sé —Inhaló para sostener un rato el aire y luego mientras recogía coraje para contarlo —En una ocasión Nate llegó a la casa desecho, papá lo confrontó, pero él no dijo nada, solo se quedó ahí completamente roto, mamá le suplico que le dijera que era lo que pasaba y de su boca solo salió, es una maldita perra, la odio con todo mi ser.
Yo me había escondido debajo de la cama de Nate porque me estaba robando sus comics y no quería que me volvieran retar por ello, cuando le contó a mis papás que ella se había embarazado, pero como no quiso irse con él, lo había abortado —Nuevamente tomó aire —Nunca supimos si era verdad, lo que si era cierto, era que él estaba reuniendo sus cosas, dinero y un lugar para irse con ella, tenía los pasajes en la mano mientras le contaba a mamá, por eso mamá le compró su primera guitarra, quería que él se pudiera curar de lo roto que lo había dejado.
Camila no quería una relación a escondidas como la que ya tenían, quería una como la que tú y Damián tenían, que todo el mundo hablara de ella, o eso es lo que creo, solo sé que ella le encantaba ser el centro de atención y estaba dispuesta a mucho por eso.
—No puedo creer lo que me estás contando, eso es demasiado... ¿Jugar con la vida de un niño?
—¿Mami?— Nathan, como siempre desde que nació su hermano y se despertaba de su siesta de la tarde, somnoliento y preguntando por su madre.
—Mi amor— Step se levantó de inmediato para abrazar a su hijo, entendió al ver a su hijo mayor de lo que era capaz, la mujer de la que habían estado hablando —Tenemos que volver a casa.
—Sí, creo que es hora de volver a casa, hay que cuidar de los pequeños, eso te incluye a ti y de Nate.
Alguien tocó la puerta dejando en suspenso a los dos adultos.
—¿Sí?— Preguntó Step con el corazón en las manos.
—¿Señorita Stottlemeyer? Traigo un paquete para usted.
—Ok, ya voy, deme un minuto, por favor — Ella bajo la voz —Kane, lleva los niños al cuarto —Señaló en con la mano el bate de beisbol de Nathan que estaba junto a la puerta.
—Está bien— Kane no estaba de acuerdo, pero era mejor no estorbar, así que pensó en dejar los niños en la habitación para poder ayudar a su hermana en caso de que lo necesitara.
Cuando abrió la puerta, unos ojos heterocromáticos la saludaron con una hermosa sonrisa.
—Tengo una caja para ti— Ahora la sonrisa llegó al resto del rostro de la muchacha parada en la puerta.
—Te ves muy bien, para haber tenido cuatro hijos en casa.
—¿Qué? ¿Envidia? Hablamos luego tu hermano no demora en salir.
—Me alegra que todas las partes de tu cuerpo estén en su respectivo lugar— La chica guiñó el ojo antes de irse.
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