-¿Quién es Hickston Bran?- Preguntó Nate entre confundido y asustado.

-¿Cómo puedes ser tan idiota? A veces me pregunto si te dejaron caer cuando nacías o sencillamente me comí tus neuronas cuando estábamos en el vientre.

Antes de que pudiera revirar contra el insulto de su hermana, alguien llamó a la puerta y este fue rápidamente a ver quien era.

-Hola.

-¿Esperabas visitas?- Gritó Nate ante la llegada de la mujer, para que su hermana escuchara.

-¿Desde cuándo te molesta mi presencia? Que yo recuerde, soy bienvenida a tu casa... -Explico Natalia confundida.

-No eres tú, es mi superhabilidad de no confiar en nadie, en especial cuando llegan a un sitio donde se supone que no muchos conocen.

-Hola Nat, gracias por venir- Comentó Step cuando por fin pudo llegar a la puerta.

-Hola cariño, ¿Cómo estás? Guau, te ves enorme... Ya casi ¿Eh?

-Qué observación tan prudente y amorosa, ya eres oficialmente una médica titulada- Comentó Nate muy molesto.

-No lo digo de mala manera, es solo que...

-¿Qué sucede entre ustedes dos?- Preguntó Step con el ceño fruncido -Es cierto que tu comentario es fatal para una mujer embarazada, no sabes como está mi salud mental respecto a mi cuerpo, pero que yo sepa ser imprudente no es crimen como para que la ataques así Nate.

-No es nada- Mintió Nate, y luego se retiró de la entrada para que las dos amigas conversaran.

-¿Hay algo de lo que no he enterado?

-Quizás, pero no sabría decirte que es... Bueno, aquí estoy.

-Te esperaba hace meses.

-Si bueno, no es como si pudiera salir de mi trabajo para seguirte porque decidiste abandonar el infierno. No todos tienen ese privilegio de trasladarse de hogar cuando le viene en gana.

-No me reclames, ¿Querías que me quedara más tiempo en ese infierno como tú lo llamas?

-No, pero al menos nos hubieras avisado, Alex por poco pierde la cabeza cuando no llegaste a casa, llamó a todo el mundo si te había visto, se oía tan desesperado... Luego llamó para decirnos que estabas bien, pero su voz sonaba tan triste. Le rompiste el corazón Step y no fue justo.

-La vida no es justa, y creo que tu hermano sabe muy bien de eso.

-¿A qué te refieres?

-No es nada importante, solo que ha vivido como todo el mundo sabiendo que hay injusticias, y hay que vivir con... -Una nueva contracción hizo su llegada interrumpiendo la conversación- con eso, perdón, no me siento bien.

-¿Eso es una contracción?

-No lo sé, puede ser solo una falsa alarma...

-Parecer ser demasiado fuerte para una contracción de braxton hicks, ¿De cuánto tiempo estás?

-Aún falta un par de semanas.

-Teniendo en cuenta todo el patrón de estrés que has sufrido durante todo el embarazo, es un milagro que hayan llegado hasta aquí, aunque no lo creas, me alegra que hayas decidido mudarte con Nathan lejos de todo. Solo que me hubiera gustado que te trajeras a mi hermano con ustedes. También está la opción que de que este a tiempo, sabes que los ultrasonidos no ultra precisos, solo hacen un aproximado.

-No creo que ya esté en labor, ¿Ves? Se me pasa muy rápido...

-Puede que sea una falsa alarma, pero lo mejor es asegurarnos, lo mejor es pedirle a Nate que nos lleve al hospital donde tienes tus controles, ¿Tienes con quien dejar a Nathan?

-No, no he necesitado una niñera aquí, así que no he pedido compañía, además Nate ha estado con nosotros todo este tiempo, él cuida de Nathan si es necesario, además no creo que sea necesario.

-Aun así debemos ir al médico- Insistió Natalia un poco preocupada, aunque su cuñada se veía bien, tenía muy en claro como puede empeorar una situación en pocos minutos.

-Tranquila, ve a acomodarte en la habitación de invitados y si me pongo mal, te aviso, yo me pondré a descansar como lo he hecho en los últimos seis meses.

-Está bien, por cierto, ¿Dónde está mi sobrino?

-Está en su habitación, probablemente hablando con sus amigos de la escuela, habla con ellos seguido- Dijo Step, aunque en su pensamiento la llamada era para otra persona, no iba a aclararlo.

-Ok, lo iré a saludar- Anunció Natalia, aunque se tratara de su sobrino, esa no era su casa- Cualquier cosa me avisas.

-Ok, ok.

Las horas pasaron y la noche llegó rápidamente, Natalia y Stephanie conversaban en la salita, había muchas cosas que contar y a la vez nada era dicho en la cuestión personal, hasta que Nate cansado del silencio que sostenía, decidió hablar.

-¿Por qué lo dejaste?- Preguntó asertivo, ambas lo vieron porque no sabían a quién se refería -¿Es que acaso mi hermano no es suficiente para ti?

-Nunca se trató de si era digno o no- Contestó Natalia al entender por fin por qué la mala cara y las indirectas antes -Es solo que sus metas y las mías, y es que a veces el amor no es suficiente.

-¿Rompiste con Kane? Lo siento mucho ¿Estás bien?

-¿Por qué le preguntas a ella? ¡Es nuestra enemiga ahora!

-Madura Nate, no es nuestro enemigo, y si Kane no se ha pronunciado al respecto entonces nosotros no tenemos que inmiscuirnos, claro está que si le rompes el corazón por una estupidez sí podría estar rompiéndote la cara, pero eso será cuando me recupere de esto- Señaló su abultada panza.

-Ok, entonces prometo no romper más su corazón hasta que ya hayas dado a luz y te hayas recuperado.

-¿Más?- Preguntó Nate entre sorprendido y molesto.

-Claro, tonto, sin importar la razón, es obvio que ambos salieron lastimados al cortar, ¿Acaso a ti nunca te han roto el corazón solo por el simple hecho de romper?- Stephanie comprendió que nunca había conocido la etapa romántica de su hermano gemelo, después de todo en cuanto a ella y a demás hermanos era muy conocido todo el historial.

-Me rompió el corazón porque era una idiota- Hizo un puchero, con el cual era consciente de que escondía la verdad, esa mujer la primera vez que le rompió el corazón fue porque cortó la relación, pero luego lo destrozó hasta casi quitarle la capacidad de amar de nuevo a una mujer de manera romántica.

-Eso seguro- Dijo Step sonriendo, pero de nuevo el dolor le hizo cambiar el gesto, pero no era como le habían dado antes, el dolor había subido varias escalas de súbito.

-¿Mami estás bien?- Nathan estaba leyendo concentrado hasta que escuchó el quejido de dolor de su madre, quien lo hacía inconsciente, cuando levantó la vista, ella se estaba retorciendo mientras se apretaba el vientre, se levantó deprisa para ayudarle, por primera vez sintió la frustración.

Step levantó la vista, no quería que su hijo la viera así, pero el dolor era demasiado para disimular estar bien, así que cuando el pequeño corrió hacia ella, solo levantó la mano en señal de alto.

-Step, tengo que llevarte al médico- Intervino Natalia ya bastante preocupada, no era normal que de repente las contracciones fueran tan dolorosas, lo normal era que empezara con avisos suaves y a medida que se hicieran más frecuentes ascendiera también el dolor -Creo que ya estás lista.

-No, no, aún no es tiempo- En ese momento ya le costaba respirar.

Nathan empezó a llorar muy asustado, para él era obvio que su madre estaba sufriendo, pero no solo no podía ayudarla, sino que tampoco entendía que era lo que estaban hablando los adultos.

-Ven cariño- Nate alzó al pequeño en sus brazos, tenía que elegir entre su sobrino o su hermana, pero la conocía lo suficiente para saber cuál era la elección que ella haría.

-Creo que lo mejor es que vayamos todos- Sugirió Natalia -Voy a necesitar de tu fuerza.

Luego levanto los brazos para recibir el pequeño.

-Aún puedo caminar- Explicó Step cuando el dolor mermó un poco -No te preocupes, por cierto la maleta está lista en mi habitación.

Natalia entendió y haciendo uso de sus habilidades como médica de urgencias, en un par de segundo fue hasta el lugar mencionado y volvió con una bolsa en su hombro, Step ya había empezado a dirigirse a la puerta, la galena corrió a toda prisa para abrirla, mientras se aseguraba tomar las llaves de la casa y de algún auto.

Habían caminado unos metros por el sendero que llevaba al parqueadero cuando una nueva contracción hizo que Step se detuviera y gritara de dolor, alertando a los vecinos alrededor. Natalia se quedó con ella mientras sus dedos eran aplastados con la fuerza que usa la pobre para soportar el dolor.

Natalia miró preocupada el reloj, era demasiado pronto, si no se apresuraban el bebé nacería en la calle.

-No puedo- Step empezó a llorar -No puedo.

-¿Qué es lo que no puedes?-Preguntó Nate nervioso por la respuesta.

-No puedo tenerlo, no quiero... -De repente una sombra apareció y la abrazó.

-Claro que si puedes, amor- La voz de Alex la tranquilizó un poco, aunque el dolor no cesaba -Sé que tienes miedo, pero eres muy valiente, has logrado cosas grandes porque eres valiente y sacas fuerzas de donde alguna vez dudaste tenerlas, además aquí estamos Nathan y yo para acompañarte en lo que sea.

Step dejó que las lágrimas se apoderaran de sí misma, entonces Alex la levantó en sus brazos.

-Vamos- Les dijo a los demás mientras se dirigía a una de las casas cercanas.

-Debemos llevarla al hospital, necesita un médico- Comentó Natalia.

-Ya tenemos un médico, a ti, no voy a llevarla en un auto o en una ambulancia para que recuerde el peor día de su vida, ya que no lo has notado, ha estado negando mentalmente que entró en labor desde ayer, eso puede retrasar o peor, pueden perder la vida los dos.

-¿Cómo sabes eso?

-Crees que dejaría mi futuro a la suerte, las tres personas que más amo están lejos de mí ¿Y tengo que conformarme con ello? - Alex entró a la casa, todo estaba impecable, la llevó a una gran bañera y se metió con ella al agua.

-Nate, ve con Nathan al segundo piso, se colocan los audífonos y le dan iniciar a la película.

-¿Papi?

-Tranquilo amor, ve con tu tío, en unos momentos estaré con ustedes.

-Alex -Llamó Step.

-Dime amor, cuando estés lista, ya tengo todo preparado, esta vez será diferente- Le besó las lágrimas -Yo estoy aquí para los dos.

-Gracias, te amo.