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Capítulo 15

Ahí estaba la bonita psicóloga, era obvio que apenas había salido de su oficina por la ropa que vestía, una falda con corte recto, de tela gris al igual que el saco, zapatos bajos para durar con ellos largas jornadas, en sus brazos llevaba un gran bolso y en sus manos un botiquín.

—Lo siento, no pensé que te trajera tu novia, pensé que estabas herido y vendrías con la señorita Stottlemeyer— Claro que había visto ese apasionado beso de despedida con la desconocida mujer —Disculpa si me he atrevido de más.

—Agradezco que te preocupes por mí, al fin y al cabo, somos amigos ¿No? — Nate empujó el puñal que ya tenía en el corazón, quizás era por lo que le había dicho su mánager momentos antes, ahora su conciencia le pesaba al pensar en usarla... No haría con otros lo que él tanto le había pesado —Imagino que vienes a ver a Step, vamos, te debe estar esperando.

—Espera— La profesional de la salud mental fingió que una llamada registraba su celular —Lo siento, una llamada de mi jefe— ¿Hola?... Sí, señor, ahorita mismo voy para allá.... Sí.

De repente su celular sonó, el sonido especifico anunciaba quien era quien había enviado el mensaje.

"Disculpa por correrte el ganado, pero esa ternera puede perder su trabajo por tu culpa y tú el tuyo si sale tan loca como las que te rodean"

Nate solo pudo suspirar, Erin tenía razón todas estaban locas, incluyendo su querida manager, quien le había robado un beso con esas intenciones, lo peor del asunto, le había gustado demasiado y le encantaría repetirlo, pero debían ser profesionales y lo más probable era que no volviera a suceder ¿Por qué? Porque está loca.

Mientras tanto, en apenas unos kilómetros de distancia.

—¿Cómo pude hacer eso?— Erin se golpeaba la cabeza con las manos que estaban en el volante —Niña idiota ¿Qué hiciste? ¿Cómo voy a mirarlo de nuevo a la cara? No puedo creer que haya cometido semejante locura.

Si algo tenia claro Erin en experiencia de lo que había sucedido entre la hermana de su cliente y su marido, es que los negocios y el amor no se mezclan, si la gran mujer que había inspirado a tantas jóvenes empoderadas como ella, que habían luchado con determinación para darse a si mismas el lugar que se merecían, si solo ella no se hubiera perdido en los ojos del amor, entonces quizás hubiera podido darse cuenta de los verdaderos enemigos que la rodeaban o al menos hubiera luchado con garras por sí misma sin perderse en el intento.

No es que Erin no creyera en la familia, ni el hogar, solo que desde su manera de ver esta solo era una transacción que se hacía de manera inteligente, sin darle lugar al corazón quien el causante de todas loas desgracias en los famosos dramaturgos.

Mientras tanto, no muy lejos de allí estaba Stephanie recostada en un sillón veía hipnotizada a su hijo mayor mientras estudiaba con la nueva profesora personalizada que había contratado días antes, su pequeño había superado rápidamente las labores y lecciones de todo un año escolar, así que en vez de seguir las normas sociales decidió que Nathan debía estudiar a su propio ritmo, ya fuera rápido o lento, como él lo decidiera estaba bien.

Cada cierto tiempo la maestra le miraba sorprendida al ver la facilidad con la que dominaba los temas, era un niño excelente, y además muy disciplinado, sin saberlo mientras Step los observaba también acariciaba su vientre poco abultado, su salud estaba mejorando y la relación con el habitante de ese delicado lugar había mejorado.

Al principio no quería reconocer que el primer sentimiento que tuvo al saber de la existencia de su segundo fue miedo, pues para entonces creía que su primer pequeño había perdido la vida, existía la posibilidad de perder a Nathan también y eso creo grandes fracturas en su recién restaurada fe y confianza en sí misma... Sí perdía ese nuevo pequeño, seguro moriría de dolor, por eso estaba empeñada a no reconocerlo a no amarlo, pero el corazón es más traicionero que cualquier otra cosa y antes de siquiera poder pensarlo, ya lo estaba protegiendo porque ya se había instalado en su corazón.

Saber que Nathan era su hijo, le traía muchos sentimientos encontrados, estaba feliz porque lo había recuperado, dos en un uno, eso era más que perfecto, pero saber como había pasado y entender como había sido traicionada le generaba demasiado dolor y una paranoia sobre todos los que la rodeaban, incluyendo a su familia, después de todo, a Thomas también lo había considerado como de su familia alguna vez...

—Señora King, por hoy ya hemos terminado—  Se acercó la maestra, quien también era una mujer joven, una genio como habían dicho en la universidad donde la había sacado.

—Gracias señorita Kim, ¿Cómo le fue hoy?

—Bien, imagino que está muy orgullosa de su hijo.

—Por supuesto que sí— Nathan se acercó para acomodarse al lado de su madre como hacía después de cada lección —Pero no por su capacidad intelectual, eso es algo que admiro, pero estoy orgullosa es porque es un buen niño, ha hecho de sus debilidades fortalezas y a pesar de que todo lo que ha vivido no sea lo apropiado para un niño inocente ha logrado salir fuerte de todas esas situaciones.

Nathan miraba con adoración a su madre, a pesar de que aún no sabía que lo era, estaba dispuesto a lograr que así fuera, porque ella estaba ahí para él.

—Veo que es el niño de mami— El comentario pasivo agresivo no pasó desapercibido para Step.

—Sí, es mi cachorro, por eso cuando intentan lastimarlo soy igual a un lobo alfa que destroza todo a su paso para liberar su manada— Aún con esa sonrisa la amenaza fue directa, Kim entendió el mensaje y a pesar de que no se sentía cómoda con el asunto, su instinto le decía que era mejor correr que enfrentarla —Adoro a mi cachorro.

A diferencia de Nathan, la joven Kim había tenido que sufrir a causa de su inteligencia, cuando sus padres descubrieron su al IQ le quitaron toda distracción de su vida, lo que incluía cualquier tipo de relación social, tenía que estudiar mañana, tarde y noche, sin mencionar que era castigada severamente sino cumplía con la expectativas de sus rígidos padres, el niño King en cambio podía chatear con los amigos que tenía, claro no eran muchos había podido saber al menos de tres cuando conversaban en el tiempo de descanso, aunque en definitiva eran tres más de los que ella se hubiera podido permitir.

—Bueno señora King, no los molesto más.

—Hola señorita Kim, ¿Deseas quedarse a tomar algo? Veo que no le han ofrecido nada—Habló Alex cuando se asomo en la escena.

—Tranquilo señor King, comimos con Nathan a la hora de la merienda.

—No me llames señor King, me hace sentir raro— Aunque no lo decía por flirtear con la chica, ya que la edad de la joven y el hecho de que nadie lo llamaba así fuera de la oficina, le daba una sensación de vejez que no estaba dispuesto a aceptar tan pronto. Step solo pudo fruncir un poco el ceño tratando de entender el porque del comentario —Soy Alexander —Estiró la mano para saludarla — Y ella es Stephanie.

—Lo sé, señor— Ella se inclinó en una pequeña reverencia de respeto —No está en mis modales llamar a las personas por su primer nombre sino me he ganado su confianza.,

—Lo siento, no lo pensé de esa manera...

—Me voy, hasta luego señor y señora King, Nathan— La joven salió huyendo, aún así Step alcanzo a percibir un ligero sonrojo en el rostro de la muchacha ¿O era obra de su paranoia?

—¿Qué fue eso?— Habló Step luego de que la instructora cruzara la puerta.

—Eso mismo debería preguntar yo... ¿Por qué diablos tienes que atacar a todo el mundo como si todos fueran tus enemigos?

Step trató de contestar sin molestarse, pero era demasiado tarde, sabía que sin importar lo que contestara iba a terminar en una corta discusión, al final del día Alex, le pediría disculpas y se limitaría a decir lo que piensa solo por no hacerle daño al bebé, esto último en particular le creaba disgusto, así que se levantó del sillón con su ayuda.

—Porque lo son... —Salió de la mano con Nathan, para encontrarse con su hermano que minutos antes le había escrito que pronto iba a subir.

Alexander se quedó suspirando sin saber exactamente había metido la pata, aunque al igual que la maestra pensaba que Step estaba convirtiendo a Nathan en un niño de mami, después de todo el pequeño solo respiraba por ella y al parecer para ella era igual... Pero y ¿Su otro hijo? ¿Qué iba a pasar con Nathan cuando este naciera? ¿Se pondría celoso e intentaría lastimarlo y no tener consecuencias porque su madre se lo permitía todo? ¿Step lo haría sentir como si no fuera importante en la vida de ellos? Lo peor de todo, no podía decir nada o al menos no mucho, porque todo las emociones fuertes en ella, al final afectaban al pequeño que tanto quería defender.

—¿Qué hacen afuera?— Preguntó Nate cuando vio a su hermana y su sobrino fuera de la casa.

—Quiero comer un helado— Respondió ella con una hermosa sonrisa.

—¿Desde cuando te gustan tanto? Últimamente sales todos los días.

—¿Antojo? No lo sé, solo sé que quiero un delicioso helado e ir al lago.

—Debe ser porque otra vez discute con papá—  Mencionó Nathan de manera inocente.

—Ey, no me delates— Step empujo suavemente a su hijo mientras soltaba un risa traviesa por ser descubierta  por el pequeño, a veces olvidaba lo listo que era —¿Cómo sabes que discutimos?

—Porque papá gira alrededor tuyo mami, pero cuando discuten solo se queda en un rincocinto regañado.

Los dos adultos solo pudieron soltar las carcajadas al escuchar la versión de Nathan sobre las peleas entre sus padres.

—Pobrecito de tu papá, tu mamá lo regaña mucho ¿Cierto?

—Solo un poco...— Pensó Nathan, en los últimos días— Pero papá se porta bien, así que seguro mamá no la va a regañar más.

—Sí, mi amor, papá se porta bien, pero no es por eso que discutimos, es solo que tenemos diferencias porque somos dos personas con su propia forma de ser y pensar, así que no siempre estaremos de acuerdo.

—¿No tenemos que ser unidos y pensar lo mismo?

—Sí y no, ser unidos no significa tener un mismo pensamiento, sino un mismo objetivo, por ejemplo los tres vamos al parque, pero vamos a diferente paso, tus tienes que dar muchos pasos cortos, yo algunos medianos y tu tío da unos pocos muy largos. Yo voy por un helado, tu a jugar un poco en el arenero y tu tío a acompañarnos, son diferentes pensamientos cada uno tiene su objetivo, estamos unidos porque iremos al mismo lugar, pero con ideas diferentes, es más cuando se juntan las ideas se llegan a granes logros.

—O sea que no es malo pensar diferente ¿O sí?

—Claro que no, pensar diferente es progreso, la malo es cuando los pensamientos se vuelven egoístas y tratas de imponer tus ideas sobre los demás, eso es falta de moral y ética.

—¿Qué es eso mami?

—Sí, ¿Qué es eso?

—Es la reflexión de los derechos que tienes para ti y los deberes que tienes con los demás.

—¿Estudiar es un deber o un derecho?

—Hasta yo sé por donde va ese asunto— Dijo Nate— Me das miedo, definitivamente la manzana no cae lejos del árbol— Pensaba en su hermana cuando quería algo que no podría tener así que negociaba antes de incluso intentarlo.

—Estudiar es un derecho que no muchos pueden aprovechar por sus circunstancias, pero si no quieres hacerlo no lo hagas, un titulo no es quien eres, y estudiar no solo se trata de materias escolares e institutos educativos hay diferentes maneras de estudiar.

—Ok, lo pensaré.

—Pensé que te gustaba estudiar— Inquirió Step después de sentarse en la silla del parque.

—Me gusta aprender, pero no sé, ya no me divierto como cuando estaba en el colegio.

—¿Extrañas a tus amigos? 

—Sí, un poco.

—La razón por la que te saqué del colegio no es porque quisiera que sigas avanzando, sé que tiene talento para aprender, pero quiero que lo hagas a tu ritmo y forma, puedes hacerlo a muchos pasitos cortos o a pocos pasos largos... Pero tengo que protegerte, como hay demasiadas personas en el colegio, no puedo cuidarte a ti y a tus amigos, eso me aterra, te alejé de todos para cuidar de que esa mujer nunca más te vuelva a hacer daño.

—¿Me estas cuidando?— La mirada de Nathan estaba iluminada, ella estaba cumpliendo su promesa, como no sabía como había terminado el juicio no tenía muy en claro su destino, ahora estaba completamente seguro que estaba bajo su protección.

—Claro cielo, con mi vida si es necesario— Le sacudió el cabello.

—No me importa estudiar mami, seré el mejor lo prometo— La besó y luego saltó de la silla para jugar con la arena, el encantaba hacer casitas en ella, había aprendido hacer castillos en la playa con su abuelo, era algo que disfrutaba.

—¿Entonces?— Pregunto Nate después de llegar con los helados en la mano.

—¿Qué quieres saber?

—La verdadera razón por la que discuten...

—Como dije diferencia de opiniones— Nate alzó su ceja en señal de que no creía en sus palabras —Es en serio, él cree que estoy malcriando a Nathan por permitirle ser libre y con derecho a escoger su vida.

—Y Alex cree que es importante la educación seglar ¿No?

—Sí, yo también creo que es importante el conocimiento básico, pero es que ya tiene lo que necesita un chico de secundaria, es muy listo. No necesito que vaya a la universidad a los catorce años. Quiero que elija lo que quiere hacer en la vida porque ama hacerlo, y no porque los demás lo hacemos.

—¿Qué tiene de malo querer ser como tus padres o tus ídolos?

—Todos estudiamos derecho como mamá, y luego James comercio como papá, Kane estudió gastronomía y yo, bueno me dediqué al arte, probamos y nos es útil.

—Puede ser, pero quiero que sea su elección, para nosotros no lo fue...  

—¿Ambos tendrán esa opción?— Preguntó pensando en la razón de Alex para ser tan precavido.

—Por supuesto, aunque salga idiota como tu... Podrá elegir si quiere hacer algo en su vida o en vivir del dinero de sus padres y tíos, tenemos suficiente para que Nathan y el bebé vivan de por vida sin mover un solo dedo.

—Me alegra escucharte hablar de ese pequeño...

—Es parte de mi vida, no es como si pudiera solo dejarlo ir, aunque le quitara la vida, aún seguiría en la mía, porque es parte de mí, no estaba entre mis planes, pero te aseguro que amé hacerlo y con quién lo hacía— Masajeó su pancita como ya era costumbre cuando pensaba en la criatura que crecía dentro de su vientre.

—¿Ya sabes el sexo?—Ella negó con la cabeza.

—Aún no, tengo cita en unos días ¿Me acompañas?

—¿Yo? ¿Por qué? Seguro su padre estará ansioso por ir.

—Quizás, pero no quiero ir con nadie más, tengo miedo y tu sigues siendo mi fuente confiable de valor, quizás después de eso pueda ir con él.

—¿Hay algo que no me estás diciendo?

—Es que la primera vez que fui al médico por Nathan, fui contigo, quiero que aún estés a mi lado, sigues siendo mi hermano mayor...— Aunque lo que dijo era cierto la verdad, era que desde hace un tiempo había empezado a dudar de su gran amor, había descubierto unos sobres en la oficina temporal que Alex había instalado en casa, su contenido era de dudosa procedencia, era obvio que era un intento malintencionado por acatar la atención de Alex, pero que no le dijera a ella, quién más podía ayudarlo empezó a crecer la semilla de la duda plantada en esas líneas.

Sí se repetía la misma historia, pero con otro protagonista masculino, entonces tendría que proteger lo que más amaba.

N.A.

Perdón, pensé que la había publicado ayer... u.u Ahora que me puse a editar los capítulos anteriores, porque tienen horrores... Pues me di cuenta que no le había publicado.

No estoy segura de si podré publicar seguido, pero lo intentaré. Gracias por seguirme aún. 😘😘😘 Los amo.

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