Nate no podía dejar de pensar en lo que había dicho su hermana menor, ella no era ese tipo de persona, cuando era adolescente se guardaba todo lo que sentía para sí misma.

En esta ocasión lo estaba expresando todo, pero de una manera fría y superficial, no como si lo estuviera declarando porque era lo que sentía, sino como un credo al que se aferraba para no sentir en realidad o sencillamente su corazón se había fracturado a tal punto que ya no podía recibir un nuevo integrante, de serlo así la mayor preocupación era quienes iba a sacar de su roto músculo sí se seguía reduciendo. 

No entendía como las cosas se habían torcido tanto, cómo las personas solo hacían el mal por ver arder el mundo, ya había pasado varios días sin poderse ver, a pesar de que Nate se había mudado a la casa de su hermana, por cuestiones laborales no había podido quedarse ni siquiera la primera noche.

—¿Qué te tiene tan distraído?— Preguntó la manager al entrar al camerino. Erin, era una mujer joven, casi de la misma edad que Nate, era perfeccionista y lograba todo lo que se proponía, su tez clara y ojos azules, sin mencionar su cuerpo esbelto ayudaban a que su cometido. Por eso cuando escuchó a Nate cantar en un karaoke luego de una salida con sus compañeros de la universidad, decidió convertirse en su manager y lograr que él fuera un artista reconocido, por eso trataba de conocerlo lo mejor posible, pero habían dos temporadas en las que él se había vuelto un misterio, y eso atentaba seriamente contra su carrera, no le preocupa ella en sí, después de todo tenía la capacidad de obtener un nuevo trabajo que la satisficiera como lo hacía ese, pero él... Después de ser un idol, no se vería también siendo un empresario, siempre estaría en duda su seriedad para la labor.

—Nada del otro mundo.

—¿Seguro? Sabes que no puedo ayudarte si no me dices, tengo cara de bruja, y soy una bruja, pero aún no tengo el don de la adivinación.

—Eres una buena amiga, aparte de una mujer muy profesional... Pero no tengo nada para compartir con la clase, ¿En qué momento me llamaran?

—Ok, vamos a fingir que te creo, en unos quince minutos te llamaran, no creo que necesites maquillaje, ¿Tienes lista las respuestas a las preguntas?— Erin se refería a la próxima entrevista que daría en un show en vivo, siempre pedía una lista de las posibles preguntas que se efectuarían, nada estaba fuera de su vista.

—Sí, aquí la tengo— Mostró la hoja impresa —Ya estoy listo —Hizo su sonrisa adorable, aunque fuera fingida.

—Sí tratan el tema de tu hermana o cualquier asunto relacionado, solo haz esa sonrisa hipócrita y di que es privado— Nate frunció el ceño ante el comentario de ella —Este periodista tiene algo en común y es hacer preguntas fuera del guion, es atrevido, le gusta hacer quedar mal a los artistas, es un completo estúpido.

—¿Por qué permitiste entonces que me entrevistara?

—Es un castigo por parte de la agencia por los compromisos a los que faltaste, no pude hacer nada, además los patrocinadores quieren ver que está en juego contigo.

—Entiendo, ¿No me puedo enojar o solo pararme e irme cuando las preguntas se salgan de control— Ella hizo una mueca tierna negando esa opción — Ok, me portaré bien, lo prometo.

—Confío en ti... Ve por ellos campeón— Ella se masajeo las sienes, mientras miraba su celular apagado, las noticias recientes iban a hacer que todo se descontrolara en cualquier momento.

—¿Algo que me quieras decir?— Preguntó Nate al ver la preocupación en los ojos de la chica.

—¿Me dirás lo que te preocupa?

—No debes responder una pregunta con otra pregunta.

—No debes ocultarme cosas que te pueden afectar, siempre he respetado tu vida privada, pero no lo puedes ocultar si te va a explotar en la cara.

—¿Qué encontraste en las noticias?

—Camila dio una conferencia de presa hace una hora, dijo que tu hermana la llevó a la locura, al menos es lo que dicen los titulares de la prensa en internet.

—A decir verdad, no me extraña, después de la entrevista veré lo que dijo esa porquería de ser humano, nunca asumirá la culpa de nada de lo que haga, es ese tipo de persona.

Más tarde en la entrevista.

—Es un honor tenerlo en el set, ya que sabemos que ha faltado a varios compromisos últimamente, seguro es debido por el caso de adulterio su hermana— El periodista abrió los ojos como si la conversación no fuera intencional —Seguramente era demasiado para alguien tan joven y semejante responsabilidad.

La intención de menospreciar a Lauren no pasó desapercibida, era obvio de que el odio por los ídolos locales había intenciones extras de parte del entrevistador, probablemente dinero de cierta familia que buscaba enlodar el nombre de la abogada a cualquier manera.

—Con todo respeto, Shane —El periodista se llamaba Sam, pero esa era la idea, demostrar que, para los ojos de cualquier Stottlemeyer, él solo era un entrevistador más sin nombre, el juego que había empezado Nate lo iba a continuar.

—Mi nombre es Sam.

—Sí, como sea— Quitándole importancia al periodista —Mi hermana, Lauren, es una mujer adelantada a su época, por eso tiene grandes avances en su carrera, pero como este es un mundo dominado por machos seudo alfa siempre va a ser criticada por ser mejor que ellos, un hombre de verdad no se ve amenazado por el poder femenino, al contrario, ve que tanto hombres como mujeres nos complementamos en el camino.

También está el hecho de que la situación por la que está pasando es de origen privado, no porque quiera ocultar una parte de su vida para parecer una santa, sino porque tuvo que fingir que estaba muerta para prevenir problemas serios, ella y su exesposo estuvieron amenazados mucho tiempo, por eso se mantuvieron unidos a pesar de que su relación amorosa había terminado tiempo antes.

Hasta el día de hoy, siguen siendo excelentes amigos, porque son personas evolucionadas que no se quedan en el pasado, aprecian lo que tuvieron y lo valoran porque en su momento fue hermoso y especial, pero ya no lo es y ya, lo superaron, algo genial de mi excuñado es que se cuidó de ella cuando la pasó mal cuando las amenazas se hicieron mayores. Lo que nunca esperaron ninguno de los dos es que todo fuera algo interno de parte de la familia de él, así que el público se imaginará lo doloroso y traumático para ellos y sus respectivas parejas. 

Lo que no puedo entender es que tiene que ver el tema de mi hermanita pequeña, es que es la más mimada por mi padre, y mis hermanos... La única niña, y tres hermanos mayores, tan poderosos y acaudalados como mi padre— Mientras fingía inocencia, estaba enviando una seria amenaza para cualquiera del círculo del entretenimiento que si quisiera aliar con los Falconi —Cuando deberíamos estar hablando de mi próximo disco, a menos que este programa no tenga ningún valor y sea solo de chismes... Porque si ese es el caso, puede usted señor periodista ¿Por qué tiene antecedentes por acoso sexual? —Era una mentira, se le acaba de ocurrir, pero después de dicho siempre su credibilidad quedaría en duda.

—¿Qué? ¡No es cierto!

—Pues eso dice en las redes ¿No es cierto? ¿Seguro?

—¿Qué diablos?— Sam se puso furioso y sin poder evitarlo golpeó con un fuerte puñetazo que lo hizo caer de la silla donde estaba sentado para la entrevista.

Todo salió como Nathan esperaba, lo había pensado desde que su manager le había comentado las noticias minutos antes en la sala de espera, pensó en como lo haría su hermana en la corte, pero entendió que no podía se igual a ella, después de todo ella no defendía, atacaba. En los años que había pasado en la universidad qué lo caraterizaba... ¿Si fuera él quien se enfrentara en la corte en un juicio injusto donde todo el mundo lo mirara ulpable? Entonces lo entendió, iba a pasar la responsabilidad a otro, que fuera otra la bruja a la que quemarían mientras él desaparecía bajo la sombra de víctima

—¿Es tan malo que quiera defender a mi hermana pequeña y su familia?— Declaró Nate con los ojos llorosos mientras se cubría la herida con ambas manos, actuar era algo que hacía de maravilla —Yo solo quiero que mi hermanita tenga algo de paz —Dijo antes de que cortaran la transmisión y enviaran a comerciales el programa.

Lo sucedido por supuesto salió en todos los titulares, además de unas cuantas fotos de Nate siendo atendido por su manager con una toalla llena de sangre, para agrandar los rumores y conspiraciones que se formaron en minutos, por supuesto los fans se apresuraron a defender al cantante por sus buenas intenciones.

—Ok, conseguiste el descanso que querías, aún así tendrás que presentar una disculpa pública por como se dieron las cosas, no es como si te afectara— Dijo la manager conduciendo el auto para llevar a su representado a su casa.

—No me voy a disculpar, voy a hacerle enteder a ese tipo lo que el arrepentimiento significa.

—No debes ser tan agresivo, al contrario debes mostrarte como el chico tierno que todos creen que eres, además ofrecer una disculpa es para hacerlo vermás culpable y a ti más dulce, solo un chico valiente y pacífico pediría perdón aunque no sea culpable.

—No, es lo mismo que le pedirán que él haga, no podemos hacer lo mismo, se verá demasiado falso, voy a esperar la disculpa que le hagan los publicistas para responder, tú solo avisame preciosa les daré por donde más le duele.

—No conocía esa parte de ti.

—Bueno, soy hermano de una de las mejores fiscales que ha tenido ese país, no creerás que no tengo un poco de su excelencia.

—Sé que eres de lo mejor cuando te lo propones, pero no me imaginé que tuvieras un lado malvado, porque tu hermana es muy dulce e inocente por eso no notó de las malvadas personas que la rodeaban.

— O que el niño que estuvo cuidando el último año, era su propio hijo —Dijo para cambiar el tema por la ruta que iba tomar este, aunque también reconocía el hecho de que su hermana era demasiado inocente para su propio pesar.

—¿Quién si ha visto tu lado malo?— Erin lo conocía lo suficiente para saber que no quería hablar al respecto.

—La persona que me enseñó que no se puede confiar en nadie ciegamente.

—¿Le dolió haberte traicionado?

—Claro que sí —El dolor se pudo reflejar en sus ojos, aunque Erin no podía verlo —Creyó que podía ser su juguete para ascender en la escala social, y aún le pesa meterse con el diablo equivocado.

—Siento mucho que esa chica se haya perdido de alguien tan maravilloso como tú... Sobre todo de que haya involucrado a tu hermana en esto— Erin aprovechó que el semaforo estaba en rojo, para verlo directamente a los ojos, los cuales él había abierto al sentirse descubierto —Escuché un rumor hace muchos años, de que ustedes eran enemigos jurados desde adolescentes... E incluso mucho antes, no me pareció importante, pero cada vez que la nombras haces gestos de disgusto, no lo pensé hasta que me enteré del juicio... La manera como lo has tomado todo es demasiado personal, pensé que era porque estaba enamorada de su primo, lo que parece lo más lógico, pero la saña con la que ha hecho las cosas tenía que ser más profundo que simples celos enfermizos —Erin arrancó el auto nuevamente.

—Entonces recordé el rumor, de que habían sido novios antes... Era algo que una chica al azar dijo, algo como que todo ese odio era porque hubo amor, sé que se me da la imaginación, pero entre más lo pienso, más lógico me parece... Lo que sucedió entre los dos fue tan fuerte que  las ondas de esa bomba aún está destruyendo el mundo que comparten.

—De verdad tienes una imaginación— Nate se puso serio sin poder esconder sus sentimientos.

—Dime que no es personal, que el problema no es entre ella y tu, que todo este chiquero no es porque ella aún le duele y quiere hacerte miserable. Por eso te sientes tan responsable de lo ha sucedido..

—Quizás...— Termino diciendo antes de bajarse de auto. Al encontrarse con esos ojos azules llenos de curiosidad no pudo mentirle, no era fácil, porque era obvio que no era una pregunta, ella lo sabía todo, solo queria saber la historia detrás de eso.

—Olvidé algo— Dijo ella después de observar algo que no quiso, cuando el se acercó a la ventana del copiloto, Erin se quitó el cinturon se acercó a él, lo haó haciendo que su parte superior entrara al auto, lo rodeó con sus brazos y le plantó un beso intenso en su boca, algo que le gue difícil rechazar. Duraron unos minutos hasta que el oxigeno les hizo falta —Lo siento, solo me deshacía de un futuro problema —Le guiñó un ojo y luego se marchó.

Nate estaba confundido por lo que Erin había hecho y dicho, hasta que a su vista apareció unos ojos tristes que lo veían con el corazón roto.