Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 91. El reencuentro.

Bianca aparcó el coche. Entró en la casa y se fue directamente a su habitación totalmente abatida y hundida. Conforme iba subiendo las escaleras, recibió una llamada de Diana.

-Hola mamá, ¿Cómo fue con Camila?

-Es largo de contar, hija, pero, es peor de lo que yo pensaba. Ya te contaré cuando vengas. Pero vamos, Camila me ha confirmado que ha estado extorsionando, acosando y amenazando a Valeria durante mucho tiempo atrás. Y las fotos sí se las hizo ella.

-Joder, mamá, no me esperaba todo eso. ¿La vas a denunciar?

-Hablaré con Valeria para que sea ella la que la denuncie. Y yo la defenderé si se anima a denunciarla. Espero que lo haga. Esa chica tiene que pagar por todo el daño que ha ocasionado.

-Vale mamá, tranquila, por cierto, hoy no como en casa. He quedado, no me esperes. Cuando vuelva a casa ya me cuentas detenidamente. Pero vendré más bien tarde. Te quiero.

-Claro hija. Pásalo bien - a Bianca le vino bien que su hija no comiera en casa. Seguro que había quedado con Valeria. Le apetecía estar sola en su habitación, más concretamente tirada en la cama. No iba ni a prepararse comida. Tenía mucho en lo que pensar y en cómo enmendar el error que había cometido con Valeria al dejarse llevar por sus celos de ver a la joven en la cama de otra mujer en ropa interior, y por consiguiente no haber confiado en ella desde un principio.

Bianca por fin llegó a su habitación, cerró la puerta y se tiró sobre su cama.

Mientras tanto, Diana se encargó también de llamar a Valeria, después de que a ésta la hubiera llamado antes Pamela diciéndole que iba a comer en casa de Raquel. Así pues, como Valeria también iba a comer sola en casa, Diana la invitó a comer en su casa, pero Valeria declinó la invitación. No quería ver a Bianca por la vergüenza que seguía sintiendo por el tema de las fotos. Pero Diana se intuía el por qué su amiga no quería ir a su casa, así que siguió insistiendo diciéndole que su madre no iba a comer en casa porque la había invitado Aitana a comer, por lo que finalmente Valeria le dijo que sí. Además Diana le pidió que se trajera el bikini para luego darse un baño juntas.

A Valeria no le apetecía mucho ir a casa de su amiga, pero si Bianca no estaba, sabía que le iba a venir muy bien pasar el día con su amiga, puesto que Pamela iba a estar con Raquel. Si se quedaba sola en su casa no haría otra cosa más que pensar en Bianca, y justo era lo que menos necesitaba hacer. La estaba echando mucho de menos.

Después de una hora, Valeria guardó su bikini en su bolso, luego se puso un vestido muy fresco y corto que le quedaba como un guante a su precioso cuerpo moreno, cogió su bicicleta y se fue directamente a casa de Diana.

Cuando Bianca, sin ella quererlo, estaba comenzando a quedarse dormida después de estar dándole muchas vueltas a todo lo que había pasado, creyó escuchar el timbre. Debía estar ya dormida porque Diana le dijo que iba a volver tarde y ella no esperaba a nadie. Por lo que no le dio mayor importancia y cerró los ojos para dejarse llevar por fin por un dulce sueño que la alejara por un rato de la cruda realidad. Pero de repente volvió a sonar el timbre. Por lo que se incorporó repentinamente y se levantó de la cama sin pensarlo dos veces. Ahora sí había oído el timbre. Lo que no sabía quién podía ser justo a la hora de comer. No esperaba a nadie y no tenía ni la comida hecha.

Valeria estaba a punto de marcharse al ver que Diana no le abría, cuando de repente la puerta se abrió, y cuál fue su sorpresa cuando en vez de encontrarse con Diana, se encontró con Bianca. Las dos mujeres se miraron a los ojos sin poder decir ni una palabra. No entendían nada de nada. Para Bianca, ¿Qué pintaba Valeria ahí si creía que su hija se había ido con ella a comer? O acaso había quedado con otra persona a comer? porque en realidad no le dijo con quién iba a salir. Pero para Valeria sucedió exactamente lo mismo. ¿Qué hacía ahí Bianca si debía estar con Aitana comiendo, y ella debía de comer con Diana?¿Dónde narices estaba Diana? Igualmente, tanto Bianca como Valeria se quedaron hipnotizadas mirándose a la cara una a la otra, no podían dejar de mirarse de las ganas que se tenían, hasta que por fin Valeria se armó de valor y habló.

-Hola Bianca, ¿Está Diana en casa?- preguntó la joven mientras le temblaba todo el cuerpo.

-No Valeria, yo pensaba que había quedado contigo para comer, pero veo que me he equivocado. Lo di por hecho.

-Sí, habíamos quedado a comer, pero aquí, en vuestra casa. Bueno, como veo que no está, perdona que te haya molestado. Ya te dejo tranquila. Que te vaya bien.

Cuando Valeria se volvió a subir a su bicicleta para marcharse, Bianca la agarró del brazo suavemente sin dejar de mirar el precioso muslo que tenía la joven y el cual estaba mostrando en su totalidad, cuando se le subió el vestido al tener la joven la pierna doblada sobre el pedal. Esa visión estaba matando lentamente a Bianca. Y como pudo, la abogada le contestó.

-Espera, Valeria, no te vayas todavía. Mira, Diana habrá quedado con otra persona y no va a venir hasta mucho más tarde, así que, estoy pensando, ¿Por qué no entras en casa y me permites invitarte a algo?-Le preguntó Bianca titubeando.

Valeria fue más allá de lo que había pensado Bianca acerca de Diana. Estaba claro que Diana lo había hecho queriendo. Lo de decirle de comer en su casa con ella, cuando ella misma no iba a estar y además se iba a encontrar con su madre. Joder, ¿Acaso había sido una encerrona? ¿Qué pretendía Diana con eso?¿Pillarlas, o al contrario quería que las dos hablaran y se vieran?

-No te preocupes, Bianca, ya otro día pasaré. Mejor me voy ya -Valeria necesitaba salir de ahí cuanto antes. Le dolía ver a Bianca y no poder abrazarla ni besarla.

-No, Valeria. Me gustaría que te quedaras. Creo que tú y yo tenemos que hablar - tenían que hablar, pero además la abogada no quería dejarla ir. Ahora que la había visto, quería estar con ella. Si la joven decidía marcharse era capaz de irse detrás de ella.

Valeria palideció. ¿De qué quería hablar Bianca?¿De las malditas fotos?Ahora le echaría en cara a la joven lo de las fotos y la trataría de cualquier manera al pensar que se había acostado con Camila.

-¿De qué quieres hablar, Bianca?

-Por favor, acepta mi invitación a tomar algo y hablemos dentro.

A Valeria no le quedó otra que decirle que sí. Cuanto antes supiera lo que pensaba Bianca de ella y de sus fotos en ropa interior, los nervios que llevaba encima dejarían de carcomerla por dentro y por fin sabría a lo que debía enfrentarse.

-Está bien Bianca, hablemos - le contestó la joven mientras su corazón se le iba a salir del pecho de la fuerza con la que estaba latiendo en su interior.

Bianca se hizo a un lado dejando pasar a Valeria con su bicicleta dentro de la casa, y mientras ésta entraba, a Bianca le llegó un aroma a jazmín que la envolvió en un breve pensamiento de una paz totalmente embriagadora. Esa chica la volvía completamente loca. Hasta su olor la dejaba estupefacta. ¿Cómo podía ser eso?Además llevaba horas que no la veía y la había echado mucho de menos. Y cuando la joven entró en la casa, dejándole ver su espalda casi desnuda, puesto que tenía su larga melena apartada a un costado, y sólo cubierta por unas finas tiras del vestido que llevaba, ajustándose éste perfectamente a esa cintura tan fina y a esas caderas algo marcadas y perfectas para el gusto de Bianca, con esas nalgas turgentes que se le marcaban debajo del vestido, Bianca creyó morirse. Si no se abalanzaba sobre Valeria en unos segundos se iba a volver loca. Joder, con Noelia si era capaz de autocontrolarse, pero con Valeria esa capacidad se iba totalmente a la mierda.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro