Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Yo me hago cargo

Nadie dijo nada en todo el camino, se quedaron callados y pues no los culpo ¿Qué se puede decir después de ver todo esto? No creo que mucho todos estábamos asustados por lo que paso, así que fue un largo camino de regreso. Cuando llegamos al lugar, todos nos bajamos y dejamos las cosas en los casilleros, pero antes de que todos se fueran se me ocurrió una grandiosa idea.

- Oigan, esperen – todos pararon y me miraron - ¿Qué dicen de comer todos juntos? Ya saben, la vida es corta y a veces es una mierda, así que hagamos menos mierda nuestra vida por un momento y cenemos todos juntos, si ustedes quieren – todos respondieron que si y todos se fueron menos Arturo y el loco.

- ¿Vas a llevar a tu mujercita? – él loco lo miro sorprendido.

- ¿Tienes una hija? – no pendejo, es una novia.

- no, es una pareja, salimos hace unos días, su nombre es Ivana, es una buena persona, con buen cuerpo.

- ¿No me habías dicho? – él sonríe - ¿O sí?

- yo creo que sí, pero no te acuerdas.

- es lo más probable, se me olvidan un montón de cosas – ellos dos se fueron hablando.

Yo solo sonreí, creo que todo va bien y eso me preocupa, en realidad todo me preocupa, quiero rendirme y no salir de mi cama, pero no puedo, si yo me quedo adentro, sin salir, todo se va a la mierda, no habría control, hubiera terror, porque yo tengo que resistir el peso de todo, literalmente, soy el líder y como líder siempre tengo que estar de pie, hasta que muera o hasta que todo acabe, ya no podré vivir mi vida normal. Llegue a mi oficina y entre, me senté y descanse, esperando a lo peor, por ahora solo quiero estar en mi silla y descansar, pero no puede hacer sin eso, porque alguien toco la puerta y la abrieron sin que yo dijeran que pasara.

- ¡¿Por qué mierda Simón estaba en el entrenamiento hoy?!

- cálmate – la abracé.

- quítate – me empujo para que la dejara de empujar - ¿Por qué simón estaba ahí? – me miro a los ojos y luego me abrazó – lo siento, me enoje un poquito, pero respóndeme – ella me miro y sonrío.

- lo que pasa es que él quería hacerlo.

- si lo sé y está bien, pero en la pelea, casi lo matan, él quería pelear, pero casi lo matan ¿No puedes hacer algo?

- no lo sé, puede que sí, pero tal vez puedo entrenarlo aquí, en pelea y lo otro lo hace con los demás.

- me parece bien, siempre y cuando Simón este de acuerdo con la opción – la abracé fuerte y ella me miro confundida y tal vez algo adolorida por mi abrazo.

- ¿Qué pasa?

- tengo algo de miedo y cuando tenía miedo abrazo a mi almohada o a un amigo y solo te tengo a ti – ella me acaricio el cabello.

- tranquilo, estamos juntos, nada malo va a pasar – ella me miro y yo la mire, yo la quería besar, pero creo que noto lo que iba a hacer y puso su cara en mi pecho.

- gracias – me separe de ella.

- bueno, Simón está en la sala, afuera ¿Lo hago pasar?

- no, vamos a un lugar para entrenar, para "Pelear" – hice comillas en el aire – porque aquí no podremos entrenar, necesitamos una colchoneta.

- está bien – ella se paró en la puerta y me miro algo preocupada

- tranquila, yo me hago cargo de Simón, nos vemos después – ella abrió la puerta y salió y yo cogí unas cosas para ir a un al lugar donde entrenaba, salí y vi a Simó, le hice una seña que me esperaba – hola miranda ¿Cómo ha estado tu día?

- muy bien y ¿Él tuyo?

- bastante bien ¿Me podrías hacer un favor?

- claro que sí, tú sabes que puedes contar conmigo en lo que sea, ese es mi trabajo.

- quiero dos grandes favores, uno es que mejores la seguridad del lugar, creo que algo malo pasara, quizás un ataque, pero no estoy seguro, por favor hazlo y el segundo favor pon dos de tus mejores cocineros, vamos a comer varias personas, prepara algo muy rico, gracias.

- lo hare enseguida ¿Dónde vas a ir?

- a entrenar con el chico, hasta luego – me aleje de ella y me acerque a Simón – hola muchacho ¿Cómo te va?

- pues mal, todo salió muy bien, menos la pelea, porque cuando pelee, me ganaron.

- lo sé, me dijeron, pero lo intentaste, que bien,

- ¿Ahora que haremos?

- entrenar, igual, pero sin que Juliana te vea y me ponga bronca – él río.

- gracias, muchas gracias.

- no es nada – los dos llegamos al lugar de entrenar, la estaba limpiado – hola, nos puede entrenar, vamos a entrenar, espero que no sea un problema – él que limpiaba el lugar era un anciano, quizás de sesenta años, unas pocas arrogas, pero en bastante buena forma, porque levanto varios baldes con un poco de esfuerzo y se fue con una sonrisa – bueno ve a allá, a la colchoneta, rápido – él corrió a la colchoneta y yo saque unos cuchillos y espadas hechas de madera y las puse en una mesa - ¿De qué forma quieres pelear, mano limpia o estas armas?

- quiero las armas, se ve interesante ¿La sabes utilizar?

- un poco, se usar casi todas ¿Cuál quieres?

- la espada – la agarre y lo lancé a él, pero no lo agarro – lo siento.

- tienes que estar siempre atento, si te distraes, te golpean – él se volteó y me dejo de mirarme, así que agarré rápidamente la espada y corrí hacia él, él me escucho y se volteó, pero ya era tarde, yo ya estaba muy cerca de él y lo podía golpear.

- ¿Qué mierdas te pasa?

- atento, nunca dejes de mirar a tu enemigo – lo golpeé suavemente en la cabeza – o si no, mueres, siempre hay que estar atento para el peligro, incluso en tu cuarto, por eso siempre ten un cuchillo o una pistola, por si algo malo pasa.

- anotado – agarro la espada de madera - ¿Ahora vamos a pelear de verdad?

- ¿No lo hacíamos ya? – él me intento golpear, pero es algo muy torpe, fue muy fácil esquivarlo y yo me reí – lento.

- no me dijiste como utilizar esta arma.

- aprende con la batalla.

Yo lo ataque y él me intento defender, pero no basto y se calló, yo lo ayude a levantar y volvimos a pelear, cayo otra vez, una y otra vez, cayo demasiadas veces, pero logro lo más importante, levantarse y aprender de sus errores, hasta ser un enemigo decente y aguantar unos golpees, aunque no sacaba todo, me aguantaba, cosa que está mal en una pelea, pero me sentí culpable de romperle la cara con la espada, pegarle hasta que no pueda más, pero me dio pesar, además tenía que entrenarlo y si lo dejo en el suelo tan rápido, no aprenderá nada.

- Muy bien, aprendiste.

- algo así.

- te voy a dar la lección más valiosa en una pelea, cuando pelees no te contengas, pega con todo, no importa con quien pelees, así que ya no me aguantare, ahora si se convirtió en una gran pelea.

- está bien, ven y ataca – yo sonreí.

Le intente pegar de arriba para abajo, pero el me bloqueó, bastante bien, pero esto solo es el inicio, así que le pegue una pata en el estómago y me aleje, él hizo una mueca de dolor y yo sonreí, él intento atacarme intentando "clavarme" la espada en el pecho, yo le pegue a la espada y la desvié, luego intente pegarle en el cuello, pero él agarro la espada de madera con la mano, un movimiento algo injusto, pero no estamos peleando con reglas, así que se vale; él intento aprovechar que él tenía mi espada atrapada y me intento pegarme en la panza pero yo lo agarre la espada, si él lo puede hacer, yo también, luego baje mí espada, para poder sacarla de su mano y desvié su espada con la mano para otro lado y poder acercarme y pegarle un cabezazo, esto hizo que se alejara un poco, esto me dio tiempo para acercarme a él y intentar pegarle al cuello, pero él por poco alcanzo a parar la trayectoria con la espada, mi espada tocaba un poco su espada o estaba tan cerca de su cuello que se veía que lo tocara, pero lo que hizo fue bajar la espada, yo aproveche para pegarle en el cuello, pero lo que él hizo fue pegarme en el hombro, cerca de cuello, un golpe muy fatal, no sé qué tan mortal sea, pero mi golpee era más fatal.

- muy bien, no ganaste, pero quizás ambos morimos si esto fuera de verdad.

- que bien ¿Mejore?

- claro, pero me tomaste por sorprendido, además yo estoy calentando, así que seré mejor, además estoy enojado porque me ganaste, pero me sorprendes, muy bien, ahora otra vez.

- ¿Qué? ¿Por qué?

- no seas vago, vamos, pelea, si no quieres no lo hagas, pero mientras más hagas, mejor, llega hasta tu limite, y lo pases un poco, no mucho porque te puedes lastimar mucho – él sonrió.

- voy a dar lo mejor.

- y más – me prepare para pelear – mucho más.

Lo intente golpear, pero el me bloqueo, lo intente golpear, pero me volvió a golpear, cada golpe que le daba me defendía, así que lo que hice es que lo golpeé una y otra vez hasta llevarlo a una pared, cuando llegamos, le fue más difícil defenderse y yo lo golpeaba de vez en cuando, pero resistía y seguía peleando, de tanto golpees que le daba su espada se rompió, lo que significa que voy a ganar, le intente golpear de frente, pero él lo esquivo, y me empujo y ambos caímos, yo aun sostenía la espada, pero estaba en una posición que no la podía usar, entre el pecho de él y él mío de forma en que ninguno de los dos se lastimaba; él intento levantarse pero yo lo agarre de la camisa, evitando que se levantara; él me vio fijamente con un poco de odió, espero que sepa controlar su odió y que no se deje llevar, intento soltarse con un cabezazo, pero no pudo, lo seguía sosteniendo, incluso creo que le dolió el cabezazo más a él que a mí, luego él movió la camisa para arriba, yo pensaba que se iba a quitar el buso para liberarse, pero no fue así, porque lo subió hasta su boca y me mordió la mano, lo que hizo que yo lo soltara y saliera corriendo a la mesa, yo me levante y vi como él agarraba dos cuchillos de madera, esto se pone interesante, muy interesante; yo me acerque lentamente, quería darle un poco de tiempo, cuando vi que estaba listo me acerque más a él lo intente golpear, no intento defenderse, esta vez él la esquivo y me rozo en el hombro con su cuchillo de madera, que bien pensado, porque un cuchillo no es una espada, las espadas se hacen para pelearse frente a frente, los cuchillos no, los cuchillos se usan a traición, por la espalda, no se hicieron para peleas contra otros cuchillos, se hicieron para usarse a traición. Ya sabía cómo iba a pelear, así que intente pensar en un contra ataque, lo que intente es golpearlo a las piernas y de maneras horizontales, porque si lo hacía vertical, sería muy fácil de esquivar, espere a que atacara, cuando lo iba a atacar, yo mande mi golpeé primero y le di, él hizo otra mueca de dolor y se alejó, ahora no se acercaba a mí y estaba a una gran distancia, no puedo hacerle daño a esta distancia, era muy grande, cada vez que me acercaba a él, él se alejaba un poco, así que empecé a seguirle corriendo, él empezó a correr, pero yo era más rápido, así que tarde o temprano lo tendría que alcanzar, la veía la victoria, pero él se subió a una a una mesa y se lanzó encima y cayó encima de mí, ambos caímos, él tenía los cuchillos en mi cuello, obviamente los movió después de que ambos cayéramos.

- ja, te gane – lo dijo emocionado y feliz – si fueran armas de verdad te mataría y tú no me matarías ¡Te gane!

- ¿Seguro? – él me miro confundido – mira abajo – mi espada estaba en su costado – si fueran armas reales ambos hubiéramos muerto – él se río.

- vaya, no me lo esperaba – él se levantó - ¿Otra?

- creo que ha sido mucho por hoy.

- no, quiero más.

- lo siento, pero no, se acabó – él se levantó algo enojado – pero tranquilo te daré un regalo, sígueme.

- ¿Enserio?

- si – no puedo creer que este niño sea así, me "venció" usando su inteligencia, pero está bien, es apto para salir o para defenderse, aunque sea un niño, casi llega a mi tamaño, me siento chiquito.

- y ¿Qué será?

- un buen regalo, algo valioso para mí.

- que será – se veía emocionado - ¿Qué es?

- nunca lo adivinaras.

Caminamos hasta llegar a mi cuarto, en todo el camino él me hacía preguntas de que era él regalo, yo le decía que era una sorpresa y volvía preguntar y a suplicar, pero yo no le decía nada, era algo insoportable, aún sigue siendo un niño con un poco de fuerza e inteligencia, solo cuando no está jodiendo, cuando le tenga un regalo se lo daré de una y no le diré que tengo un regalo para él, para que no me rompa las bolas. Llegue a mi cuarto y lo abrí con llave, siempre cierro mi puerta con llave, tal vez alguien quiera mirar que tengo dentro o incluso robarme algo y no quiero que nadie vea mi cuarto, porque tengo cosas privadas; entre a mi cuarto y empecé a buscar, mientras Simón en vez de ayudarme, se acostó en mi cama y toco mi muñeco y lo empezó a tocar y a jugar con él, no me molesto, mientras no lo rompa o juegue brusco con él, luego de un tiempo encontré él libro y se lo pase.

- toma, es tu regalo.

- ¿Un libro? – le di el libro de DESPUÉS.

- sí, es un libro.

- ¿Qué hago con esto?

- leerlo, si quieres, si no me lo devuelves, creo que te va a gustar, a mí me gusto y no soy mucho de leer.

- ¿Es romántica?

- no.

- rayos, a mí me gusta las románticas.

- ósea sí, pero no, es más de suspenso, pero tiene momentos románticos, creo que te va a gustar.

- está bien – él me sonrió y se fue.

- ¡¿Me puedes esperar?! – lo seguí hasta que se dio cuenta que lo seguía y paró.

- ¿Qué pasa?

- voy contigo a tu cuarto, bueno en realidad voy con juliana a hablar, por eso iré contigo a donde ella, pero primero voy a ser algo, sígueme.

- está bien, pero no quiero oír ruidos por la noche – yo le pegue una palmada en la cabeza.

- cállate, lo vuelves a decir y te pego más fuerte.

- tranquilo, solo era un chiste – me miró fijamente y sonrió - ¿O no lo es? – yo le volví a pegar.

- yo si quiero, pero no se lo dices en la cara a alguien y menos en público, donde todos pueden escuchar.

- yo creo que todos saben que te gusta – le volví a pegar en la cabeza.

- vámonos, sígueme – yo camine hasta llegar con miranda, tengo que preguntarle varias cosas – hola Miranda.

- hola Gabriel ¿Cómo te ha ido?

- bien, bien ¿Dime cómo van los dos favores que te pedí?

- pues, él de la cocina ya estará, en unos veinte minutos ¿Quiénes son los invitados?

- él equipo de Arturo ¿Lo podrías llamar?

- claro ¿Te llamo a ti?

- no, yo voy en veinte minutos al comedor, si no los encuentro en el comedor te busco y ¿Él otro favor?

- puse mis mejores hombres a rondar por el lugar, para ver si hay algún peligro, pero todavía nada.

- está bien, si algo pasa te aviso.

- está bien, ahora nos vemos – me despedí de ella y fui donde Simón, lo tomé del hombro y ambos empezamos a caminar.

Nadie dijo nada durante todo el camino, la verdad no quería hablar, me estaba imaginando como sería pasar tiempo con Juliana, como sería cuando nos veamos, de seguro no pasara como yo creo, pero está bien, a veces es bueno ilusionarse. Llegamos a la habitación y tocamos, para que nos abrieran, Daniel abrió.

- hola Daniel ¿Cuánto tiempo?

- mucho, hace rato que no te veo.

- sí, he estado muy ocupado, tendiendo las camas, lavando y planchando, también he practicado mi puntería con las armas, he mejorado.

- me alegra escuchar eso ¿Está Juliana?

- pues sí, esta dormida, pero si quieres la despierto.

- si no es problema – yo sonreí – y aquí te dejo a este niñito.

- ¿Te causo problemas?

- no, solo es un chico listo y fuerte.

- como dijo una vez mi padre, la vida es una mierda, así que tengo que estar en buena forma, pero lo más importante es pensar bien.

- tu padre era una persona inteligente.

- sí, quizás demasiado, porque se fue y no lo culpo, los hijos apestan, apestan demasiado.

- lo siento – puse mi mano en su hombro – no sabía.

- no pasa nada, además no podía obligarlo a quedarse conmigo, si no quería quererme más, está bien – yo lo mire algo triste – pero eso ya no importa, porque los tengo a ustedes – él abrazo a Daniel, yo cruce los brazos y lo mire enojado y algo ofendido, falsamente, obviamente no estaba así.

- y ¿Yo qué? – él me miro y sonrió.

- claro que no – él soltó a Daniel y me abrazo – gracias por entrenarme.

- no es nada, la disfrute, aunque no se si pueda mañana entrenarte, quizás sí o quizás no, todo depende de lo que pase mañana y que tantos problemas tengamos.

- te entiendo, tu trabajo es importante y difícil.

- bueno, deja a Gabriel, que de seguro tiene que hacer cosas con Juliana, cosas importantes.

- tienes razón – él me soltó - ¿Nos vemos después?

- claro que sí.

- bueno, ve a tu cama – él se fue – ahorita Juliana va contigo, espero que no se demoren mucho – él me guiño el ojo y se fue, unos dos minutos después, Juliana salió, con una cara de dormida, apenas si mantenía los ojos abiertos.

- hola Gabriel ¿Cómo estás?

- bastante bien, mejor que tu – yo sonreí y ella se río.

- eso veo, me acabo de levantar, estaba cansada por el entrenamiento, así que dormí, y eso hice, por lo menos unos minutos.

- se cómo te sientes, así me siento yo murias veces, tengo que sostener los problemas de los demás, discusiones y cosas peores que peleas pequeñas, que no puedo descansar, solo puedo dormir unas horas, con suerte.

- sí, la vida es una cabrona, pero estamos felices ¿Cierto?

- claro, a tu lado siempre estaré feliz – ella sonrió, tiene una hermosa sonrisa.

- y ¿Qué harás después?

- voy a una cena con amigos y no puedes ir, aunque yo quisiera, cosa que quiero, pero es imposible.

- y ¿Con quién? Y ¿Con qué motivos? – su voz sonó más fuerte, creo que se puso celosa.

- con él equipo de Arturo y celebramos porque la vida puede ser corta y no sabemos cuándo nos podremos morir, así que celebramos que estamos vivos.

- que bien, si quieres, después de comer vamos a hablar y a beber, si quieres.

- claro que sí – mire mi reloj – ya casi es hora, me tendré que ir – la abracé fuerte y ella me respondió el abrazó.

- pásala rico por allá, nos vemos – la solté y me fui agitando la mano.

Corrí lo más rápido que pude, se me va a hacer tarde, yo soy muy puntual, quizás sea porque soy impaciente y cuando alguien dice una hora, tengo que estar a esa hora. Cuando llegue todos o casi todos estaban sentados, pero todavía no se habían servido nada, eso es un pequeño alivio para mí.

- hasta que llega él rey.

- pensé que él rey eras tu Arturo – todos rieron.

- bueno, siéntate por favor – yo me senté.

- si su majestad – él sonrió.

- tienes que aprenderte nuevos chistes.

- me quedo con estos ¿Cuánto tiempo llevan aquí?

- unos pocos minutos, no te preocupes.

Luego de eso hablamos de varios temas, hablábamos en grupitos, y a veces era imposible hablar porque las personas hablaban muy fuerte y no podías escuchar a tu compañero. Al final todos comimos una rica sopa de lentejas, arroz, una rica carne y unas ricas a la francesa y la rica bebida era jugo de lulo, todo era perfecto y contento, incluso el loco le tiro un poco de comida a alguien y se hizo él inocente, obviamente sabíamos que era él, así que todos le tiramos comida y nos hicimos los inocentes, como él; pero todo esto desapareció cuando me dieron malas noticias habían llegado, no eran tan malas, pero eran lo suficiente para amargarme la noche, apareció Miranda con sus hombres y nos dijeron que nos intentaron atacar, pero su plan fue frustrado y nadie murió de nuestro equipo, o por lo menos todavía no se sabía, pero eso significa que alguien quiere vernos muerto.

- tenemos a un chico, Simón, que nos ayudó un poco en las cosas, la verdad nos ayudó mucho en esto y tenemos un prisionero ¿Qué hacemos?

- ustedes no se preocupen, yo me hago cargo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro