Una nueva cabeza en el poder
Caminamos hasta donde estaban todos, cuando nos vieron empezaron a aplaudir y a felicitarnos, quedamos como reyes, ese momento de gloria me hizo sentir bien, después de semejante paliza, es bueno saber que todo valió la pena. Pero las cosas no duraron mucho, porque alguien me trajo a uno de las personas que nos atacó, me pasaron un arma y me dijeron querían que lo matara en público, primero los calme, no quería matarlo, aun no.
- cálmense, primero hablemos con esta persona, luego vemos que hacer – lo mire – hola ¿Cómo estás?
- hola, he tenido mejores días.
- ¿Cómo es tu nombre?
- Gabriel.
- como yo, yo también me llamo Gabriel, que coincidencia.
- cierto que si – él río.
- bueno, Gabriel, lo que pasa es que tu gente mato a muchas personas.
- yo sé y sé que no importa lo que diga, me van a matar.
- te prometo que, si nos dices algo muy importante, te perdonare la vida.
- ¿Importante? ¿Cómo qué?
- pues, a nosotros nos quitaste a muchas personas, a miles de personas, bueno no tanto, pero si perdimos a varias personas, lo que queremos es más gente.
- claro, pero ¿Cómo ayudo en eso?
- a ver ¿Ustedes tenían cárcel de personas?
- claro, miles, puedo ayudarlos a encontrarlos.
- ven muéstramelo en un mapa.
- ¿Tienes algún mapa?
- no ¿¡alguien tiene un mapa y un marcador!? – alguien grito yo, una voz muy infantil - ¡el que lo tenga pase enfrente y me lo da! – alguien se corrió hasta estar enfrente mío, era un pequeño niño como de diez u once años– gracias amiguito – cogí el mapa y el marcador y lo despeine de cariño – ahora vuelve ahí y no mires, esto se pondrá un poco para adultos.
- ¿Cómo así?
- vamos hablar de temas para mayores, y esto te puede generar traumas.
- yo lo puedo sopotar – ni habla bien, es una ternurita, ojalá que no vea esto.
- está bien, vas a escuchar todo, pero no ves nada ¿Me lo prometes?
- sí, te lo prome...– se quedó en silencio - ¿Cómo se decía?
- prometo, se dice, te lo prometo.
- te lo prometo – este niño es muy tierno, en tiempos como esto es raro de ver algo así.
- ahora ve con tus padres que debe estar preocupado.
- mis padres murieron, por eso no se pronunciar varias palabras, no aprendí bien.
- ¿Cuántos años tienes?
- catorce, lo sé, no tengo el tamaño para un niño y parezco un niño pequeño por mi voz y mi tamaño pequeñito y mi atitud de niño pequeño.
- sabes algo, ves la chica bonita que esta atrás de mí.
- si.
- él tiene un amigo que tiene casi tu edad, te puede ayudar a pronunciar varias palabras y puedes tener un amigo.
- está bien – el corrió donde estaba Juliana y la abrazo, era muy tierno.
- bueno, lo siento por distraerme, es que tenía que ayudar al muchacho, ya es todo un hombre, bueno, como decía, muéstrame donde es todo eso, donde esta las prisiones donde esta la gente capturada, la vamos a sacar.
- pues, solo tenemos una base en secreto, así que esto no va a ser bueno.
- bueno, ustedes nos atacaron, debemos devolverle el golpee.
- bueno, la verdad es que dejamos a esos esclavos solos o casi solos, solo hay algunos que les llevan la comida y ya, lo demás se arreglan ellos solos.
- está bien, eso es más fácil, ahora señale donde esta esa prisión.
- claro – cogió el marcador y marco un punto en el mapa – listo, ahí es donde están, no encontraran resistencia y si lo hacen va a ser mínima.
- está bien, gracias por todo Gabriel – le dispare en la cabeza, matándolo – bueno, nuestro jefe murió, así que necesitamos a alguien que nos mande, que nos lidere, necesitamos un líder y ese líder voy a ser yo, obviamente si ustedes quieren – todos empezaron a gritar y aplaudir y gritar, al parecer creo que le gustó la idea que fuera su líder, pero no todo fue tan bueno, porque alguien disparo al aire, resulto ser el traicionero de Francisco.
- me opongo esa idea.
- ¿Por qué te opones?
- porque no confió, no eres de mi confianza y hasta que no tenga tu confianza no creo que podrás ser el líder.
- entonces ¿Para ser líder tengo que tener tu confianza?
- si, como mínimo.
- y que ¿Te crees mejor que los demás que están en la sala?
- claro que lo soy, yo soy mejor que cualquiera, todo lo que sacrifiqué por ustedes, todo lo que hice, como mínimo deberían dejarme escoger quien es el líder.
- ¿Por qué no eres tú el líder?
- yo sigo ordenes, no hago ordenes, no soy tan perfecto en eso, pero está bien, si no hay de otra, seré yo el líder, porque todos sabemos que fui el mejor soldado de todos y que nuestro jefe confiaba más en mí que en los demás, así que yo seré su nuevo líder.
- es el peor discurso que escuche ¿Enserio te crees que mejor que cualquiera de acá?
- no me creo mejor, soy mejor, yo hice cosas inolvidables arriesgando mi vida, sin mi ustedes estarían muertos.
- ¿Te tengo que recordar que estuviste a punto de matarme hace unos días? Es que no te acuerdas o ¿Qué?
- solo fueron ordenes que tenía que seguir, punto final, además tu vida no me importaba, no eres nada comparado conmigo, mientras yo esté vivo, nunca voy a dejar que seas nuestro líder mientras sigo vivo.
- ¿Puedes repetirlo?
- ¿Repetir que? Dije muchas cosas ¿Puedes especificar?
- lo último que dijiste.
- eso, fácil, nunca voy a dejar que seas nuestro líder mientras sigo vivo.
- está bien, problema resuelto – saque mi pistola y le dispare en el hombro y después le dispare en la rodilla – Arturo, te lo puedes llevar y hacer lo que quieras, como te lo prometí – Arturo lo agarro y se lo llevo.
- ¡no me pueden hacer esto!
- si lo podemos hacer y lo estamos haciendo – los mire a todos a mi alrededor – lo siento por lo que vieron, pero es un traidor y le prometí a mi amigo venganza, además se creyó más de lo que era, es verdad que algunos somos mejores en algunas personas que otro, pero no por eso hay que tratar como mierda a los demás, bueno ¿Qué dicen? ¿Quieren que sea su nuevo líder? – todos gritaron si y aplaudieron, eso significa que soy su nuevo líder – bueno, a partir de ahora, van a ver unos cambios para bien o para mal, ahora, necesito un poco de tranquilidad, voy a arreglar todo, primero vamos a arreglar el desastre que paso y vamos a ver que va a pasar, si me preguntan estaré en la habitación del jefe y voy a hablar con ciertas personas para aclarar algunas cosas, adiós – le cogí del brazo y me la lleve a la antigua habitación de mi jefe.
- ¿Qué pasa?
- pues, ven mira – le mostré el mapa - ¿Sabes qué es esto y porque es tan importante?
- no, no tengo ni idea, pero ya me pregunto lo mismo el, me pregunto si sabía algo, como que era muy importante para él.
- tienes razón, pero ¿Por qué?
- no lo sé, talvez tengamos que ver que hay en los puntos encerrados con un círculo rojo para ver que es.
- lo haremos, pero primero hay que rescatar a esos prisioneros, ya lo prometí y se los voy a cumplir.
- ¿Después de eso que harás?
- no lo sé, todavía no lo he pensado, primero nos recuperamos y después pensamos bien que hacer.
- ¿No sería mejor pensar que hacer ahora?
- no, tal vez sí, pero no hay que preocuparnos tanto por el futuro, eso te carcomería la cabeza y evitaría vivir la vida, tampoco digo que hay que despreocuparse por el futuro, siempre hay que pensar en él, pero ahora es más importante levantarnos del golpee que nos dieron, que fue un golpe duro.
- y ¿Qué dirás sobre lo que paso?
- la verdad, la pura verdad, eso es lo mejor – alguien toco la puerta – pase.
- lo siento por interrumpirlo señor.
- llámame Gabriel.
- bueno, seños Gabriel, las personas quieren saber que cambios harán por aquí.
- ¿Por qué no me lo dijo antes?
- no lo sé, solo que le dan un poco de curiosidad saber qué harás.
- ¿Ya empezaron a cerrar el hueco en la pared?
- sí, varias personas ya fueron arreglar este problema.
- bueno, vamos para allá, enséñame el camino.
Él me enseño donde estaban todos, estaba un poco nervioso, no soy muy bueno en hablar en público, además no se si las respuestas que les voy a dar les gusten, pero todo va a salir bien, las cosas no pueden empeorar, sé que no. Me trajo en una habitación, donde había siete personas sentadas en una mesa, me dijeron que me sentaran, no sé, pero tengo algo de miedo.
- hola, me dijeron que tienen preguntas, así que por favor hablen.
- sí, tenemos algunas, nosotros seis – alguien interrumpió a esa persona.
- somos sietes.
- sí, lo siento, me equivoque, nosotros siete somos los encargados de hacerle las preguntas.
- ¿Por qué no vinieron todos?
- tienen algo de miedo después de todo lo vivido, así que se metieron a su cuarto y esperan a que todo mejore.
- está bien entiendo ¿Tú nombre es?
- soy Cristóbal.
- bueno, Cristóbal, dime todas lo que tengas que decir y ustedes le dicen a los demás.
- listo, primero nos dijiste qué harías cambios, que será.
- fácil, voy a decir mis planes, ustedes dirán que tiene de malo, que fallas tienen, pero quiero que me lo digan por una razón, que su razón no es porque lo dicen ustedes, tienen que tener algo que tenga sentido.
- está bien, lo entiendo ¿Tienes otros cambios? – si me dejaras terminar.
- sí, otra idea, cuando una persona sea mordida, no la vamos a matar, lo vamos a observar hasta el final, cuando se convierta en zombi lo mataron.
- ¿No entiendo? ¿Nos explicas?
- pues fácil, esto es un virus, como cualquier virus, hay gente inmune, pero si matamos a cada persona que se muerde, no vamos a encontrar ninguna cura, así que podemos encontrar una cura, además nos pueden ser más útiles, porque esta contra reloj y pueden morir, así que tenemos que sacarle provecho, por ejemplo, en una misión peligrosa, mandamos uno de los soldados que mordieron a esa misión y uno que los controle, así la perdida seria mínimas, ya que están a punto de morir.
- me parece algo loca y atrevida, pero me gusta, puede funcionar, yo apoyo la idea.
- me parece muy peligroso por varias razones, pero si se toman medidas de seguridad básicas, le veo el futuro a la prueba – gracias señor que no conozco.
- pues creo que hablo en la sala que está bien – gracias señorita por apoyarme.
- bueno, veo que todos me apoyan, pero falto una cosa muy importante y es que, si alguien lo muerdan, que lo diga, porque si no corren peligro, esto ya ha pasado varias veces, alguien no dice que esta mordido por miedo y después, se transforma y todo se va a la mierda, así que no hay que ocultarnos ese tipo de información.
- me parece bien ¿Tienes alguno otro cambio?
- por el momento, no, la verdad no tengo ningún cambio.
- y ¿Qué vas a hacer estos días que estas en el poder?
- primero, bloquear el hueco en la pared que es un peligro, segundo, hacer nuevos equipos de soldados, porque perdimos a muchas personas, así que tenemos que reagruparnos, después de eso vamos a rescatar, mejor dicho, liberar a las personas que tienen encerradas y le vamos a poder elegir entre irse con nosotros o irse a donde ellos quieran, después vamos a buscar algo que nuestro antiguo jefe buscaba.
- ¿Qué es?
- es un mapa, con unos puntos marcados, no sabemos que es, pero era muy importante para él, tan importante que puso mi vida en peligro, así que es por algo importante, pero además de eso, no tengo nada planeado, solo sobrevivir y mantener el orden.
- tenemos otra pregunta ¿Qué era esa cosa que escucharon nuestra gente en tu radio? Decía que era un zombi, pero era especial, porque ¿Seguís vivo, sin ningún mordisco? Eso es raro, ¿Será que los zombis están evolucionando? – esa pregunta me puso la piel de gallina.
- no tengo ni idea, les voy a ser sincero, no sabíamos lo que era, pero ya está muerto, así que no causara más problemas, puede que haya más y es lo más probable, pero hay que estar listo si eso llegara a suceder – todos hicieron silencio - ¿Tienen más preguntas?
- no eso fue todo.
- gracias – salí de la habitación y Juliana me siguió – eso estuvo bien ¿No crees?
- sí, bastante bien, mira mis manos – le mostré mis manos que temblaban – esto me asusto un poco.
- lo hiciste bien – me agarro las manos – no tienes nada que temer, estaba a tu lado y siempre lo estaré – mis manos dejaron de temblar.
- gracias por todo – le sonreí.
- señor – una señora nos interrumpió y Juliana me soltó las manos, gracias hija de mil putas, nos interrumpiste el momento romántico – lo siento por interrumpirlos, solo quiero decirle que seré su asistente y le puedo ayudar con lo que sea y también seré su escolta personal.
- gracias ¿Tú nombre es?
- soy Miranda, me puedes llamar como sea mientras no me ofendas.
- está bien, gracias Miranda.
- bueno, me tengo que ir donde Simón, lo deje solo con ese niñito.
- sí, cuídalos – la abracé – gracias por salvarme – ella también me abrazó.
- tú lo hiciste antes, así que estamos a mano, además yo te salvare las veces que quieras.
- gracias – ambos nos soltamos y se fue – bueno, vamos a la habitación que estamos en la mitad del pasillo, movámonos.
- sí señor y lo siento señor.
- dime Gabriel y porque te disculpas.
- te interrumpí cuando estabas con tu interés amoroso – eso hizo que mi corazón se acelerara.
- no te disculpes, son cosas que pasan, además no es mi interés amoroso y si lo fuera, en este momento es más importante solucionar todo esto.
- tienes razón, pero bueno, si necesitas ayuda, en consejos de chicas, te puedo ayudar, también en consejos de amor, para hombre y mujer, usted no se preocupe.
- ¿Gracias? Sabes algo, si necesito tu ayuda en este momento.
- claro, pídeme lo que sea.
- quiero que encuentres a Arturo y me lo traigas a mi habitación ¿Puedes hacerlo?
- claro ¿Dónde está?
- por eso te estoy pidiendo el favor de encontrarlo, yo no sé dónde está, tú lo vas a encontrar.
- está bien, te lo traer a tu habitación, nos vemos allí.
- está bien, buena suerte.
- lo mismo – ella se fue, me cae bien, pero me parece un poco boca suelta, ósea que habla mucho y dice todo lo que se le pasa por la cabeza o esas es la primera impresión que me lleve de ella, aunque eso no es malo para mí.
Entre al lugar y deje el mapa en la mesa, vi una botella de whisky, nunca lo probe, así que lo agarre, le puse hielo y serví un poco y tome, sabia a mierda, que puto asco. Camine al balcón que tenía la habitación y vi la desolada ciudad, con edificios vacíos, oscuros, destruidos, sin vida, algo deprimente y no podía ver al cielo porque estaba amaneciendo y si miro arriba, vere unos rayos de sol que me molestaran, además la luz no me dejara ver las estrellas o lo negro del cielo, así que solo puedo ver la ciudad; mientras más miras la ciudad, más vacío te sientes y nostálgico, recuerdas cuando eras feliz, casi sin preocupaciones, donde la ciudad estaba llena de gente, donde podías confiar más y donde no tenías un miedo a salir, algunos edificios se han caído, solo quedan restos, sobras de lo que alguna vez fueron, es una viste muy deprimente, pero si pones mucha atención, podrás ver algunos zombis, la cosa que nos eliminó y nos puso al borde de la extinción, la ciudad ya es solo una sombra de lo que era antes, de la grandeza que era, de los edificios que tocaban el cielo, ahora solo queda la sombra de lo que estaba, era muy deprimente verlo, pero también era necesario hacerlo, porque esta es nuestra nueva vida y por ahora no podemos cambiarla. Unos golpees a la puerta me sacaron a mis pensamientos, yo dije pasen y abrieron, era Miranda con Arturo, pero solo Arturo entro y se sentó en una silla, yo también me senté en una silla para hablar más cómodo.
- bueno ¿Cómo te fue?
- bien, muy bien.
- ¿Lo disfrutaste?
- mucho, fue el momento más feliz de mi vida o uno de los mejores – él sonrío, es bueno ver que este muy feliz - ¿Quién diría que tu serías la nueva cabeza al poder?
- yo, yo te lo dije y como te lo prometí, tú vas a ser el líder de un grupo de soldados.
- ¿Enserio?
- sí, yo te lo prometí y ahora te lo cumplo, todavía no se cual vas a controlar, pero tú serás el líder del equipo que van a ese lugar.
- está bien ¿Cuándo lo haremos?
- después de recuperarnos, en otras palabras, cuando sepa con quien meterte.
- está bien, me avisas.
- si yo te busco, si quieres puedes descansar, te lo mereces, después de todo lo que te hicieron, deberías descansar.
- tienes razón, voy a mi cuarto, si me buscas, estaré ahí.
- está bien, descasa, pero cuando te llames, me alistas.
- claro que si – el salió de la habitación, yo me tome lo que quedaba del vaso con whisky y lo deje en la mesa y salí de la habitación – voy a mi cuarto, si quieres proteges la puerta hazlo, pero no me despiertes hasta que sea importante, si alguien me busca despiértame, gracias.
Camine hasta mi habitación y entere y ella se quedó en mi puerta de mi habitación o eso creo; puse la pistola cerca de mí, por si ocurre algo malo y necesite defenderme rápidamente. Cuando me acosté y vi el muñeco de Fred que Samuel me regalo, yo lo abracé fuerte y empecé a llorar. Lo siento amigo, no te pude salvar, soy un inútil, merecías algo mejor que esta vida de mierda, sé que te hice enojar varias veces y me ponía celoso cuando no hablabas con alguien más, porque pensaba que me iban a quitar a mi mejor amigo y que me dejaras a un lado, pero no fue ahí, siempre estuviste a mi lado, cuando más lo necesitaba, solo te puedo decir gracias, por todos los buenos momentos que vivimos, por todas las risas que me sacabas con tus chistes malos, por siempre apoyarme, por intentar ayudarme con una chica, aunque no la conseguí y nos tiró a ambos agua por ser unos depravados o algo así, eran buenos tiempo, por ti hare este lugar sea mejor, ojala me vieras y sientas orgulloso porque tu amigo pudo algo que nunca creíamos capaz de creer, seguramente harías un chiste para calmar la situación o dirías que el zombi que enfrentamos era mi mama, solo para hacerme reír, te extrañare Samuel y te prometo que nunca voy a olvidarte y dejar que tu muerte sea en vano.
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