Te lo dije
- bueno, pero no te salgas del carro, hasta que el carro no pueda más, hasta que se te destruya.
- ¿Qué haremos? – ella lo choco y lo dejo contra la pared, no se había movido de ahí, no sé si está molesto por no ver eso o quizás solo está recuperando energía o algo, así que tenemos tiempo para hacer unas cosas.
- tengo un pequeño plan, tú tal vez nos ayudes – me largue por un momento, para buscar algo en específico, los otros se acercaron y hablaron, supongo; saqué unos ganchos industriales metálico que estaba ahí tirada, yo sabía eso porque normalmente ahí reparan los carros; corrí devuelta con los ganchos – listo, tengo un plan.
- ¿Qué es eso? – yo no sabía que decirle, además de lo obvio, pero creo que él ya lo sabe.
- es un gancho de metal que se usa para levantar cosas pesadas, normalmente carros – él viejo si sabe explicar.
- ya que sabemos que es, voy a decir el plan, es simple, le cortamos los brazos y quizás las piernas y al final, cogemos este gancho y se lo clavamos algún lado.
- creo que no entendí ¿Puedes explicarte mejor? – yo me reí, por lo imbécil que soy.
- miren, vamos a amarra esta cosa al carro – agité el gancho – vamos a incapacitarlo, cortándole los brazos y las piernas y después de eso, le clavaremos el gancho donde le quepa y luego el carro acelera hasta donde pueda, haciendo círculos, hasta que el destruya el caro, después de eso, nada.
- está bien, yo me acercó a él, hasta donde pueda.
- ¿Estás seguro señor? ¿No estás muy...? – no quise seguir la frase, pero sabía a qué me refería.
- vamos, termina la frase, sé que ibas a decir viejo – me sentí un poco triste – pero es verdad, pero soy más fuerte de lo que parezco, además, el niño miedoso no lo hará – señalo al otro – no va a aceptar, alguien va a tener que manejar y adivino que esa será ella – apuntó a Isa – y tú, eres casi un zombi, no es por ofender, pero creo que en cualquier momento puedes sentirte mal o convertirte y no se ve que estás al cien por ciento – no me iba a enojar, era verdad – así que me encargo yo – él se levantó.
- vaya golpeé, muy fuerte y no me lo esperaba, pero me divertí, ahorra las cosas son mejores, ahorra les apuntare a su corazón, al corazón de hierro – él se río.
- Isa, aléjate de él y cuando no puedas huir más de él, lo atropellas – ella movió la cabeza de manera afirmativa.
- esto se pondrá peor, me han llamado mi curiosidad, mucho, ustedes son excepcionales, en cada grupo hay personas especiales, que se sacrifican por los demás, pero no logran nada – él hizo una pausa – ustedes no pueden hacer nada más que ser mis bufones, de hacerme reír, hacerme feliz, hasta que me aburra y los mate.
Él empezó a correr hacía nosotros, Isa reverso, para alejarse y él chico del rifle, él más joven, le disparo, él se esquivó las balas o hacía que solo le rozaban; cuando estuvo más cerca yo y el viejo le disparamos, pero él saltó y esquivo las balas, no sé cómo lo hizo, pero saltó tres metros más o menos y cayó como si nada y siguió corriendo hacía nosotros; él viejo corrió hacía él con un cuchillo, nosotros dejamos de atacar, le podíamos dar a nuestro compañero. Él extraterrestre o lo que sea esa cosa dio el primer puño, él lo esquivó y le pego en la cara, aunque él señor era viejo, pero aun así, esquivaba cada golpeé y le hacía un pequeño cortes en varias partes, pero se regeneraba rápidamente, incluso se defendía con el machete, nosotros no pudimos hacer nada, le podíamos dar a nuestro compañero y cuando nos acercábamos a su pelea, él pateaba al señor y nos agarraba del cuello y nos empujaba o corrí tan rápido que nosotros no lo veíamos y nos empujaba lejos de ellos, de su pelea. Con él tiempo, se cansó y el otro se aburrió, así que fue más rápido que él y lo tumbó, le pego en la panza, ese golpeé hizo que todo el aire se fuera y luego le golpeó en la cara, eso hizo que se cayera, luego él se burló de lo débil que eran los humanos, pero al parecer, su bastón en realidad era escopeta, porque le disparo en la cabeza y luego le disparó a las piernas y cayó todos corrimos donde estaba él y les disparamos, obviamente le disparábamos en los brazos, hasta que Isa se acercó y le clavamos el gancho en el pecho, luego de eso, Isa aceleró y dio vueltas en círculos. El plan salió a la perfección, al inició, primero Isa giraba en círculos y no lo dejaba levantar, pero el agarro la cuerda y con fuerza pudo pararse, luego poco a poco, fue frenando el auto poco a poco, así que yo y el viejo le disparamos a las manos, arrancándolas, pero no se movía, sus piernas resistían y no lo podíamos mover. Isa reversó y lo atropelló y de alguna manera, él se quedó debajo del carro y aún estaba arrastrándolo, luego freno y volvió a acelerar, paso lo mismo, hasta que se volvió a parar y con la fuerza de las piernas hizo parar el caro, otra vez, yo quería dispararle, pero me quedé sin balas, así que no pude hacer nada, por suerte el viejo tenía armas de repuesto, muchas armas; a mí me dio un subfusil y al otro le dio un rifle. Esa cosa hizo tanta fuerza, que la cuerda del gancho se rompió y cómo el carro estaba acelerando, siguió adelante y se chocó contra una pared; era obvio que nosotros tenemos que encargarnos y que esto lo íbamos a perder, pero estamos ganando tiempo y es lo único que importa. Primero me acerqué yo por adelante y le disparé en la cara, destruyéndola un poco, él me intentó pegar, yo lo esquivé y le disparé al pecho, hasta que se me acabaron las balas; me aleje un poco y recargue, cuando lo hice, él intento pegarme, pero el chico joven le disparo en las piernas y eso hizo que perdiera el equilibrio y no me pudo dar. Yo recargue mientras él se regeneraba las heridas de las piernas y le dispare en un brazo, intentaba quitarle los dos, pero cuando empecé a dispararle al brazo, su otro brazo agarro mi arma y la desvió para un lado, luego de eso me pego un cabezazo, esto me hizo sangrar un poco en la frente; luego me lanzo un poco para atrás, con una sonrisa caminaba lentamente hacía mí, no sé porque, quizás para meterme miedo o algo así, pero yo tengo un ángel de mi guarda; Isa lo atropelló otra vez y cuando lo vi tirado, debajo del auto, se me ocurrió algo.
- ¡Tengo una idea! – me acerqué a ellos – vamos a atraparlo, lo atrapamos de las manos, luego las rodillas y le ponemos peso, y luego, todos nos vamos, nos largamos.
- es buena idea, hagámoslo – dijo el viejo decidido.
- pues, no estoy seguro, pero, no tengo otra idea, jamás di una, así que te hago caso, hagámoslo.
- primero, tenemos que llamarle la atención, que nos siga.
- yo me ocupó, soy el más fuerte y él que más resistiría los golpees, así que yo me encargo de eso ¿Dónde hay que llevarlo? – si me dejarán terminar, lo sabrían.
- ahí – señalé donde reparan los camiones, uno de ellos estaba siendo levantado – cuando esté allí abajo, soltamos él camión, queda atrapado y cuando esté atrapado, todos nos subimos al carro y nos vamos o nos quedamos hasta que se nos acabe las balas y nos vamos – de repente vimos al carro, volteado y deslizándose por el suelo, creo que esa cosa volteó el carro y luego lo empujo lejos de él - ¡Mierda, Isa! – me quedé quieta, no sabía que pensar, solo tuve dos ideas, la primera es pensar como todo paso, él levantado el cara, la cara de Isa asustada, luego como lo volteaba y luego como la lanzaba, con una grande sonrisa, con esa horrible sonrisa, y la otra era, la idea de que, Isa este muerta, de que ella hubiera muerto; yo me costaba respirar bien, respiraba rápidamente y no podía pensar bien, no puedo perderla, yo no puedo hacer nada sin ella.
- ¡Ve por ella, nosotros nos encargaremos! – yo corrí rápidamente donde estaba el carro volteado.
- ¡Isa! – la vi, aún estaba viva, intentaba quitarse el cinturón.
- estoy bien, ahora ayúdame a quitarme está mierda – yo entre y con un pequeño cuchillo que ella me dio, empecé a cortarlo, hasta quitárselo; la agarré de los brazos y la arrastre fuera del auto.
- ¿Cómo te siente? – le acaricié la mejilla.
- mejor de lo que tú crees – ella río un poco.
- ¿Te puedes para? – ella de inmediato se levantó – necesitamos tu ayuda, pero tienes que esperar, yo te digo cuando le vas a disparar – ella movió su cabeza de manera afirmativa - ¡Ahora chicos! – espero que esto nos de tiempo, el suficiente para irnos lejos, muy lejos.
Yo corrí donde se soltaba el auto, que en realidad era una buseta, esperé aquí y solo podía ver y es lo único que podía hacer, tenía que estar preparada. Él primero que ataco fue el viejo, saco un revolver y con una solo bala le exploto la cabeza, pero obviamente no hizo nada, pero le llamo la atención, estoy seguro que va a querer pelear tanto con él, que se le va a olvidar lo del exterior. Esa cosa intento pegarle, pero antes de que pudiera hacer algo, le disparo tres veces y él brazo se despegó de él; lo vi sonreír, era una sonrisa de un niño pequeño jugando su juego favorito, estando con su familia, comiendo hasta engordar, ver su película favorita y jugar ser como el protagonista, saltando de un lado de la cama, portando un arma de fuego o una espada, incluso a puño limpio, él está disfrutando pelear con él viejo. Se regenero su brazo y le intento pegar, él viejo lo esquivo y le agarro la mano y luego le pego un puño en la cara, creo que se enojó un poco, pero aun así, seguía con esa estúpida sonrisa; ahora atacaba más rápido, pero ese no era un gran problema para él, lo esquivaba, por suerte, siempre está cerca de pegarle, pero nunca lo hizo; después de esquivarle le disparaba, primero con el revolver, le disparo tres veces más en diferentes partes y cuando se le acabo las balas, le toco disparar con el bastón, solo lo hizo dos veces, que era la cantidad de balas. Intento recargar el bastón, pero antes de que pudiera recargar el arma, él otro le agarra él bastón y se lo parte.
- ¿No te han dicho que hay que ser respetuosos con los adultos?
- soy más viejo que este puto planeta, un poco, así que respétame – él le golpeó en la cara.
- gánate mi puto respeto, maldito – él sacó un cuchillo, algo pequeño, pero muy afilado y le hizo un corte en el brazo, un rápido, pero pequeño corte, pero como en esta situación no importa la fuerza, lo que importa es lo rápido que seas.
Ahorra él que ataca era el viejo, le pegaba y esperaba su ataque, para esquivarlo y hacerle un corte; cada vez que golpeaba se acercaba a él más, entre más cerca estaba, era más difícil de esquivarlo, así que se empezó a cubrirse. Con él tiempo él lo fue moviendo hasta donde quería, pero eso duro poco, no importa cuantos golpees le daba, él no se movía, así que cambio de plan; espero que atacara, lo esquivó y le clavo el cuchillo en el ojo, luego lo agarro de la cintura y lo levanto y corrió, cuando llego debajo del camión, lo levantó y lo tiró contra el suelo, luego le piso la cara y lo piso una y otra vez, hasta que su cabeza exploto, recogió el cuchillo y empezó a caminar, pero no todo están fácil. ÉL le agarro y lo hizo caer y yo no podía soltar el camión, mataría a nuestro hombre y no lo haré, excepto si es nuestra última opción. Se puso arriba de él y no lo dejaba mover, Isa y el otro chico le dispararon a él, sin darle a nuestro compañero, pero no hicieron nada, así que dejaron de disparar; cuando dejaron de disparar, él viejo cogió del cuello del otro, y lo levanto un poco, no lo pudo sacar, así que agarro su mano y le mordió el dedo pulgar, se lo arrancó con los dientes y después se lo escupió a él, luego se logró soltar de él y empezó a caminar, pero no llego muy lejos y si soltaba él bus, lo aplastaba, así que me quede quieta y solo espere, la verdad tenía un poco de miedo y me dolían las piernas, así que mientras menos me mueva, más rápido me recupero. Él viejo le pego con el píe en la cabeza varias veces para que lo soltara, pero eso no paso, así que Isa y él otro le dispararon a la mano para soltarlo, cuando esto paso, él viejo salió debajo del bus, se levantó y todos le empezaron a dispararle, menos yo. Presione el botón y el camión cayó encima de él, como no tenía las ruedas, lo aplasto todo y lo dejo atrapado, hasta ahora, porque sé que se va a escapar, lo tengo por seguro.
- ¡Lo hicimos! ¡Ahorra vámonos!
todos corrimos, íbamos a entrar a un auto que había ahí, le faltaba una rueda, pero eso nos ayudara. Pero olvidamos hacer algo muy importante, una de las cosas más importantes en una guerra o en un apocalipsis, nunca le des la espalda a tu enemigo, porque no sé cuándo, pero tenía una pistola, le disparo a todos los lados, le dio al joven, por la espalda, él cayó al suelo y nosotros nos cubrimos, cuando dejaron de sonar los disparos, le disparamos a todo su cuerpo, no se regenero, era lo más raro, me pregunto por qué. Cuando se dejó de mover, nosotros agarramos al señor y lo cargamos, sangraba por la espalda y por la barriga, una bala le atravesó, la otra bala no tuvo la misma suerte.
- ¡Prendan el carro, préndalo y déjenlo en el puesto de adelante, yo voy por algo para poder detener su sangrado! – ellos corrieron al carro y yo busque un trapo, cuando lo vi, lo agarre y corrí devuelta – toma, agárralo y presiónalo en la herida, no dejes de presionar – él hizo lo que dijo, yo me subí al auto y me puse el seguro - ¡Acelera vámonos ya!
Prendieron el carro y aceleramos y nos dirigimos para la salida, pero él estaba adelante con esa misma sonrisa y sus ojos se llenaban de color, como si hubiera encontrado el propósito de la vida; nosotros reversamos por obvias razones, si nosotros aceleramos, no le hubiéramos hecho mucho daño, pero no importo que nosotros revesáramos, corrió tan rápido que nos alcanzó, incluso le hizo un hueco a la parte de adelante del carro, como si nos hubiéramos chocado con un poste de luz. El aparente choque hizo que me golpeara con la silla de adelante y me diera en la nariz y me salió un poco de sangre, no creo que se me rompió, o eso espero; miré para adelante y lo vi, con una sonrisa, está vez era más pequeña de antes y sus ojos me miraron, atentamente, luego se río y nos levantó, levanto el maldito carro y no solo fue eso, ojalá, nos volteó y nosotros quedamos mirando para abajo, pero aun estábamos arriba de él, por último, nos lanzó contra la pared. Abrí los ojos, creo que me desmayé por el golpe, vi a los lados, vi al viejo que estaba a mi lado y a Isa, que estaba delante de mí, pero no vi al chico que estaba herido; pensé que había salido, así que me solté el cinturón y caí, me arrastré hasta pasar la ventana, la que era mi única salida, quise ayudar a los otros, pero me preocupaba más el herido, por obvias razones, los otros se ven relativamente bien o mejor que él herido o que yo. Con apoyo del carro me levanté y caminé, escuche un pequeño ruido, no sé qué era, ni tenía una idea, podría ser cualquier cosa; luego de un tiempo y con un poco de ayuda del carro, di la vuelta y lo vi, cuando lo vi me dio náuseas y vomite en el piso. Él se estaba mordiendo el cuello de mi compañero, ver esa escena me mareó un poco y como ya dije, vomité; él noto mi presencia, pero no le importo, siguió mordiendo su cuello, quería hacer algo, pero no podía ni ver eso, aun me daba nauseas. Intenté volver a mirar la escena, pero cuando lo hice, noté que el ya no estaba, sentí que alguien me jalaba el pelo, era él, estaba detrás de mí.
- vaya, sigues viva, vaya sorpresa – él me lamió el cachete, yo intenté soltarme, pero no pude – sabes, tu sabor ahora es diferente, volvió a ser el mismo, el moribundo sabor y me gustaba más el otro – él me volvió a lamer – pero este no está nada mal, me agrada.
- ¡Suéltame! – él sonrió.
- ¿Y si no quiero, que me harás? ¿Dispararme? Como eso nunca ha funcionado, incluso me hice el muerto y ustedes se lo creyeron.
- fue un error, los errores lo cometen cualquiera.
- es verdad, pero por su error, alguien salió herido, si me hubieran puesto más atención, no hubiera pasado esto, no diré que viviría, porque nadie lo hará, pero por lo menos se hubiera despedido – tiene razón, si no hubiera sido tan estúpida, el por lo menos hubiera estado vivo – lo elegí matar a él, por su herida, se rompió el ala y no puede volar, así que lo mate, o como dicen ustedes, acabe con su sufrimiento.
- tal vez yo soy culpable, pero tú tienes más la culpa, sin ti ¡Todos seríamos felices en este momento! – su sonrisa desapareció y me miró fijamente y se acercó un poco más.
- yo no lo estoy negando y yo lo sé, pero hasta donde sé, tú eres una soldado y el error que cometiste es tan humano, ósea tan estúpido, que por eso no los deje ir, literalmente los quise dejar ir, hasta cierto punto, los dejaría ser felices, porque se lo ganaron, hasta que cometieron todos el mismo error, lastima – se puso delante de mí – vamos a ver de que estas hecha – me golpeó la cara – bueno, me estoy aburriendo – me lanzó contra una pared – no te mató porque vas a ser mía y yo quiero verte lo más bonito posible, pero si me aburro mucho contigo, te mató.
Él intento golpearme otra vez, pero yo lo esquivé y lo empujé y salí corriendo, quería llegar donde estaba el carro, pero no estuve ni cerca, me agarro de la pierna y me hizo caer y luego me arrastro por todo el cuarto, no sé porque, pero creo que se cansó, porque me agarro de la camisa y me levantó, luego me agarro del cuello y me puso contra la pared y me levanto, me empezó a hacer fuerza, creo que intentaba más partirme el cuello que ahorcarme. Yo le pegué en la cara, pero eso no hacía ningún efecto, su cara era la misma, una pequeña sonrisa, con sus ojos sin vida, sabía que era mi momento y que no podía hacer nada. Por suerte no estoy sola, él viejo le disparo en la cabeza, la sangre me cayó en la cara, pero no me importó; él me soltó y miró a él viejo.
- sí que eres difícil de matar – él viejo sonrió.
- no me has intentado matar y eso lo sé, vi como levantaste el auto y nos tiraste contra la pared, si intentaras matarme, ya estaría en un charco con mi sangre ¿No te parece?
- eres un genio, me caes bien, una pena que debas morir, a pesar de tu humanidad, eres rápido y fuerte, incluso eres viejo, para los humanos, eres sorprendente, por eso quiero sacar todo el jugo que te pueda sacar.
- me parece bien, mientras sigas con la parte de tu promesa – él movió la cabeza de manera afirmativa.
- soy hombre de palabra, no puedo mentir, literalmente, es un problema de nuestra civilización, decimos la verdad siempre e intentamos cumplir nuestra promesa hasta donde podamos, si no lo hacemos, no merecemos vivir y nos matamos, para recargar en alguien nuevo.
- suena raro.
- lo sé, por eso siempre mentimos en nuestra tierra, para poder matarnos cuando estamos aburridos y revivir, lo mejor de todo es que cuando vuelvo, somos mejores, pero como no puedo revivir aquí, no puedo mentir – yo me reí – ahora, pelemos que me estoy aburriendo, pero espera un momento – sacó unas cadenas de metal y me amarro mis manos y mis piernas, de tal manera que solo podía ver.
- ¿por qué lo hiciste?
- para que no nos interrumpiera, ella no sabe pelear, es una inútil, no es un peligro, pero quiero que alguien vea nuestra pelea.
- está bien, pero dame un momento – el saco una pequeña pistolita – primero daré todo lo que puedo, luego peleamos a mano limpia ¿Te parece?
- claro, muéstrame.
él sacó una pequeña pistola y le apuntó, él otro solo abrió los brazos, como esperando un abrazó, yo me aleje un poquito, por si acaso, apuntó y disparo, cuando la bala le dio, explotó; era un arma explosiva, solo le quedaron los pies en el suelo, la explosión me llevo un poco para atrás, pero no me lastimo. Cuando se regenero tenía la misma posición, los brazos alzados, como si estuviera esperando un abrazo, luego los bajo y se río, dijo algo que no entendí, quizás ni siquiera esté hablando un idioma que el ser humano conozca; luego de eso, salió corriendo hacía él con una velocidad muy rápida, pero no la más veloz que hemos visto, corría como el hombre más rápido del mundo o quizás un poco más lento, pero él viejo recargo más rápido y le apunto y disparó, él otro lo esquivó por un poco, le paso por el lado izquierdo, pero la explosión lo hizo volar hacia la izquierda, luego se levantó y intento hacer lo mismo, pero él viejo lo estaba esperando, cuando volvió a correr, él disparo más cerca, ósea que cuando explotó, le voló las piernas al otro y cayó al suelo, pensé que se iba a regenerar rápidamente las piernas, pero no fue así, decidió arrastrarse por el piso usando solo las manos. Él cargo el arma de nuevo, vi su cara de preocupación, vi que solo tenía una bala o que le ponía nervioso que él se le acerqué, cualquiera de los dos es muy malo; él apuntó y disparó, pero lo que nadie se esperaba es que, él saltó con las manos. Cuando disparo, él flexiono los brazos y los estiró rápidamente, eso hizo que saltará o eso es lo que creo, esquivó la bala y un poco la explosión, pero no tanto, porque le quito la mano derecha, pero no se rindió, ahora solo se arrastraba con una mano. Él viejo agarro una piedra y le golpeó varias veces, hasta romperle la cabeza, Luego vino donde mí y empezó a pegarle a las cadenas, hasta que obviamente él otro se regenero, dejo un pedazo de roca cerca de mí para que me pudiera explicar.
- me divertí.
- pues, sí, yo de chiquito me imaginaba eso, que era un guerrero, que iba sigiloso por la selva y me arrastraba en el suelo.
- bueno, se acabó el recreo, es hora de ponerse serios.
Él corrió hacía él rápidamente, el golpeé le dio en las costillas, luego le pego otro en la cabeza, pero cuando intentó pegarle el tercer golpe, él lo esquivó y le pego en el pecho y se alejó, lanzó cuatro golpees, los primeros tres lo esquivó, pero el cuarto le pego la barriga y le sacó el aíre, lo sé por la reacción que hizo cuando le pego; luego lo agarro de la camisa y lo lanzó contra una pared y luego corrió a pegarle, pero él viejo lo esquivó y el golpe le dio a la pared, él aprovecho y le cogió la cabeza del otro y le pego contra la pared varias veces, al final dejo un hueco en la pared con su cabeza, se alejó un poco de él y espero su próximo ataqué, esa cosa se quedó quieto unos segundos, hasta que se movió rápidamente y le intento pegar en la cabeza, pero él lo esquivo y le pego en la cara; lanzo varios golpes, él esquivo casi todos, excepto los finales, le dio en la cara y uno en la barriga. La pelea fue subiendo de nivel, cada golpee era más rápido y más difícil de esquivar, así que se cubría, al final, ya sabíamos quién iba a ganar. Luego de unos minutos de golpees y sangre, por parte de él viejo, claro, se veía algo mal, pero no tanto, podría ser peor, todo iba relativamente bien, aunque no iba a aguantar mucho más, mientras ellos peleaban yo me pude liberar de las cadenas y corrí donde estaba Isa, le saqué el cinturón y la saqué de ahí, le di unos golpecitos para que despertara, luego le hice respiración boca a boca, no despertó, así que fui busque un poco de agua.
- ¿Quieres esto? – él me lanzo una botella de agua – despiértala, no quiero que muera así, yo quiero que la mates, que tú la mates, así que, despiértala – él recibió un golpeé en la cara – ¡Estábamos en descanso, no me podías pegar! – él agarró al viejo y lo lanzó hacía una pared y luego corrió hacía él para pegarle, pero yo no lo vi porque tengo que salvar a mi novia.
- ¡Ya voy Isa! – me senté a lado de ella y abrí la botella de agua y se la eché encima de ella, unos segundos ella despertó y yo la abracé – pensé que te iba a perder.
- no lo haría – él estaba a nuestro lado – por el amor se salvó – él sonrió – obviamente fue eso y no corrí tan rápido y la moví hasta que despertó – ella vomitó – para nada yo la desperté de su casi coma.
- ¿Dónde está el viejo?
- ¿Mi rival? Está atrapado por unos escombros, luego va a salir, dale unos segundos, lo hice para despertarla, fue bastante fácil, pero te recomiendo no moverte mucho – ella se intentó levantar, pero cayó al suelo – te lo dije – él dejo de vernos – ya salió, nos vemos – él salió corriendo.
- ven te ayudo – yo la levanté y la dejé apoyada en una pared – quédate aquí, voy por nuestro amigo.
- ¡Ni se les ocurra intervenir, las lastimaré, es el contra yo, esto es muy divertido!
Lastimosamente tenía razón, me puede matar porque quiere, así que solo puedo ser una espectadora en esta pelea, hasta que llegue el momento de intervenir. Volví a ver la pelea, él viejo lo golpeaba en la cara varias veces, luego lo hizo caer y le piso la cara, hasta destruirla, luego se regenero rápidamente y se levantó, lo agarro del brazo y lo puso contra el suelo, lo volteó y lo ahorcó para matarlo, era mi momento, saqué mi pistola y primero le disparé en la cara, como no lo soltó, le dispare al brazo izquierdo, quitándoselo, eso hizo que el viejo se pudiera soltar; le pego un puño en la cara y se levantó, yo me alejé y recargue. Él se regenero y con una sonrisa corre rápidamente donde está el viejo, le pega en el pecho, varias veces, luego lo puso contra la pared y le pego contra la pared, varias veces; su cabeza empezó a sangrar, si eso seguía así, lo mataría, así que le dispare en la cara, él me volteó a verme, el viejo aprovecho la distracción y lo agarro de la cabeza con ambas manos y la presionó, hasta que explotó su cabeza, él se ha parto, camino unos cuantos pasos y se desmayó, esto no es bueno.
- creo que llego a su límite, dio una gran pelea, su cuerpo resistió demasiado, a pesar de ser un viejo para ustedes, me sorprende todo lo que duro, pero está bien – yo le disparé en la cabeza – me sorprende que aún lo estes intentando, sabes que no va a funcionar, pero síguelo intentando, quizás consigas algo – Él se acercó a el viejo – disté una buena pelea, me divertí – Isa vino por detrás y le pego con una piedra - ¿Es todo? – él la agarra del cuello.
- ¡Suéltala! – recargue el arma y le apunte.
- cuidado – él la uso como escudo – cuidado que la puedes matar con eso – él la soltó – hagamos esto rápido, no la tengo, dispárame – yo no hice nada, no confiaba – como quieras – él la volvió a agarrar – te lo volveré a decir – él empezó a ahorcarla con un brazo, le hacía presión contra el cuello y la ahorcaba, la iba a romper el cuello si no es que la ahoga primero – te lo diré otra vez, dispárame o tu novia muere – él sonrió, no tenía más opción, apunte a la cabeza, en el espacio que el cuerpo de Isa no cubría - ¡Vamos carajo! – vi los labios de Isa y vi que dijo algo, supongo de dijo te amo o eso espero; yo disparé, pero no le di, o eso pensé, no había daño en su cuerpo, pero sí el de Isa.
- ¡Isa! – él se río - ¿Qué paso? – le había dado en el pecho, pero eso era imposible.
- tu cara no tiene precio – él se río más fuerte – te voy a explicar lo que hice – ver a ella tirada en el suelo me lleno de rabia y le disparé, pero el esquivo todas las balas – cuidado, todo está rabia no te hará bien, quizás las cosas empeoren, te recomiendo no hacerlo – yo recargue y le volví a apuntar – no lo hagas, te vas a repentir – volví a disparar y él volvió a hacer lo mismo y volví a recargar – sigue y sigue pero – él se había acercado demasiado y agarro mi arma y la quitó – ve lo que hiciste – se puso de lado y vi a Isa, desangrándose, le di más disparos a ella, cuando le disparaba y el esquivaba la bala, la bala seguía y algunas le dieron a Isa – te lo dije, te ibas a arrepentir – me agarro del cuello – también te dije que te obligaría a matarla, que tú la matarías y mira, tenía toda la razón, la terminaste matando, siempre te lo dije – empecé a llorar – eres una inútil, no pudiste ni salvar a la persona que más amas, incluso la mataste, yo no le hice daño, de hecho no he matado a nadie, el chico tirado sigue vivo, lo mantengo vivo para comérmelo, el anciano sigue vivo, solo se desmayó, y tu mataste a tu pareja – él se río – que débil y miserables eres – me tiró a la pared – si no te hubieras hecho la heroína ella viviría un poco más, podrías besarla, sentir sus mano – no podía respirar, las lágrimas me salían por los ojos y me dolía la cabeza – pronto te convertirás, pero no quiero a alguien tan inútil como tú – me agarro el brazo y me lo rompió, yo grite de dolor – antes que le disparabas ella dijo, te amo y que está orgullosa de ser su novia – te fallé, les fallé a todos, debí haberte pedido ir, no debí meterte a esta misión – te lo dije, debiste escucharme, ahora que no me sirve, haré lo que mejor se hacer, aplastar cucarachas.
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