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¿Qué puede salir mal?

Entre a mi cuarto y me acosté en mi cuarto, esperando que algo pase, estoy aburrido y él regalo que me dio Gabriel se ve bueno, pero si Daniel me lo ve leyendo, me va a decir que lea la biblia, que es ficción y algo chistosa, que es una mala representación de dios, pero es él libro más divertido que leyó y él más leído en el mundo, pero es muy largo y aburridor, me niego, son cosas religiosas y son cosas que no me meto, como decía mi padre, nunca te metas en la religión o en la política y tampoco pelees contra alguien del grupo LGTB, ellos son más y se ofenden por todo y te querrán matar, mantén alejado de eso, te ahorraras una miseria. Obviamente no le hice caso, porque tengo un amigo religioso o algo así, pero no es el típico religioso que mi padre me contaba, Daniel estaba contra la iglesia, pero si creía en dios. Él ruido de la puerta cerrándose me saco de mis pensamientos, estaba tan aburrido que salí del lugar sin que me vieran, así era más divertido y sentía la emoción del momento, lo que me hacía sentir muy bien, como un agente secreto. Salí para cualquier lado, quería esconderme en cualquier lugar y que me buscaran, no creo que nada malo pase si me escondo un rato; al final termine en la armería y recordé lo que Gabriel me dijo, que siempre tenga un arma cerca por si algo malo pasa, me la quedare, aunque no le diré a nadie que la tengo, le puse el seguro al arma para que no pasara ningún accidente. Caminé y me escondía y vi a mi casi amigo, él niño que no habla bien, aun no me acuerdo su nombre, ya me lo dijo una vez y me da pena preguntarle como se llamaba, total le digo como compañero o tu o cosas así, no lo llamo por el nombre, creo que su nombre es Carlos, tal vez, no puedo asegurar y no quiero arriesgarme que se note que no tengo ni idea cuál es su nombre. Lo vi paseando con una mujer, no es su madre, porque sus padres murieron, quizás es su Juliana, alguien que lo protege y lo quiere, yo obviamente me escondí, porque no quería hablar con él, su voz es muy aguda y su mala pronunciación es muy mala, además es muy bajito, demasiado bajito o tal vez yo soy muy alto o quizás ambas, eso depende de la percepción del que lo diga; pero maldita suerte nunca ayuda, porque me vio y se acercó corriendo, soltándose de esa mujer, yo rápidamente guarde la arma, creo que fue mala idea tener un arma, debí llevarla a mi habitación y no traerla conmigo acá, pero todo saldrá bien, eso espero.

- Hola amigo – él sonrió, él siempre anda feliz ¿Por qué? La vida no es tan feliz, vive en un mundo de fantasía.

- hola compañero – aún no se merece la palabra amigo, porque aún no es mi amigo.

- ¿Cómo te ha tratado la vida? – se acercó a mí ¿Acaso no conoce el espació personal? – veo que mal, no sonríes.

- tengo un poco de dolor cabeza – mentí, no quería deprimirlo, si es feliz viviendo en su mundo de fantasía, dejémoslo ahí ¿Quién soy yo para destruirle su mundo? Ni si quiera es mi amigo.

- o no – me toco la frente – no tienes fiebre, eso es bueno – no se si el dolor de cabeza de fiebre, pero digamos que le creo, porque no sé del tema.

- bueno, creo que no están malo.

- por suerte ¡Podrías morir! Puede que el virus muto y se esparce por el aire y el dolor de cabeza es un síntoma – se me escapo una pequeña sonrisa, era realmente estúpido, pero se me hizo tierno, como un niño de seis años viendo a su mama enferma y haciendo unas locas teorías.

- tranquilo, estaré bien no te preocupes – yo sonreí más grande, era todo un tonto, pero un dulce tonto.

- me gusta oír eso amigo – no somos amigos - ¿Amigos por siempre? – me extendió la mano, pero no somos amigos.

- amigos por siempre – está bien mentirle, porque no es nada, solo un conocido, pero cuando seamos amigos, cosas que no creo, pero puede pasar, le diré toda la verdad, los amigos nunca se mienten.

- me gusta oírlo – una señora se acercó y le toco el hombro a mi supuesto amigo.

- oye, lo lamento, pero no tenemos que ir – la mujer se veía cansada y es obvio el porqué, el niño le saca todas las energías, así a veces son los niños.

- no, no quiero, quiero jugar – ella me miro y yo sentí lastima, debe estar muy cansada con este muchachito o eso pienso yo, así que hice algo que no se me ocurrió.

- si quieres yo lo cuido, no es problema – ella me miro como si fuera su luz de esperanza para vivir o algo así.

- si por favor – ella tosió disimulando lo que dijo – si no es ningún problema, hazlo – ya le dije señora que no es ningún problema.

- no lo es, yo lo cuido – ella sonrió.

- gracias, gracias, muchas gracias – la señora se fue, seguramente a su cuarto a descansar.

- ella es muy amable, pero no es mi mama, pero hace lo mejor que puede, se nota que nunca fue madre – es la primera vez que le oigo decir algo inteligente, me sorprende.

- sí, a veces es frustrante cuidar a un niño pequeño es demasiado – él me miro y sonrió.

- entonces ¿Tú vas a sufrir igual que yo? – mierda, tiene razón.

- puede que si o puede que no ¿Qué puede salir mal?

- así se habla, aunque a veces es malo decirlo en voz alta, porque significa un mal presagio, pero nada malo va a pasar, porque tengo a mi mejor amigo – me abrazó fuerte, veo que no sabe lo que es el espacio personal, pero acepte el abrazó, sino voy a quedar como idiota o algún pendejo va a creer que me gusta, aunque creo que la gente junta a las personas porque sí.

- sí, si tú lo dices.

- eso sonó algo malo, como si intentaras ofenderme – no es cierto, soy un caballero.

- lo que digo es que tú eres más inteligente que yo, así que, si tú lo dices, es de verdad – no me molestes más, por favor.

- gracias amigo – me abrazó demasiado fuerte, creo que me rompió unos huesos.

- bueno ¿Qué hacemos? – él sonrió otra vez, ya me está molestando esa cara tan sonriente, deja ¡de mostrarme que estas feliz! Mi vida no es así de feliz ¿Por qué?

- jugar – él salió corriendo, ni dijo que quería jugar, así que no sé porque corría, pero se divertía haciéndolo.

Yo quería dejar que corriera y se perdiera, pero me dio pena dejarlo solo, además ¿Qué le digo a su "madre"? Me matara, así que mejor no lo pierdo de vista. Corrí detrás de él, pero no lo alcanzaba, era bastante rápido, es algo que me sorprende bastante, pero al parecer no resistía mucho corriendo, porque empezó a bajar el ritmo poco a poco y eso hizo que lo pudiera alcanzar, pero no lo pude agarrar, cuando me vio se metió a un cuarto y yo me metí sin pensarlo mucho y lo atrape, al parecer para en seco cuando entro en seco.

- ¡Te atrape! – eso fue algo divertido, hay que admitirlo, incluso me reí cuando lo agarre, pero me vino el golpe de la realidad, acabamos de entrar a una habitación sin permiso, levante a la vista y vi a dos hermanos mirándonos confundidos – lo siento por enterar sin permiso mi amigo y yo entramos sin permiso - ¿acabo de decir amigo?

- no pasa nada amigos – ese señor sonrió y el otro, que creo que es una familia o persona cercana a él, lo imitaba - ¿Están bien? Se dieron un golpe muy grande, cuando tú lo atrapaste – me señalo – él otro se cayó.

- yo estoy bien y ¿Tu amigo?

- caí encima de ti, yo creo que soy el menos probable que me lastimara – aún sigo sorprendido por haberle dicho amigo – lo siento por interrumpir su pelea - ¿Estaban peleando?

- no pasa nada, mientras ustedes estén bien, yo también.

- y vamos otra vez – dijo el señor de atrás molesto ¿Qué le pasara?

- lo siento si te molesta que sea amable.

- no es eso, don perfecto, que todo haces bien.

- yo no hago las cosas bien, no soy bien ni más faltaba, estoy lejos de serlo.

- cada día demuestras lo contrario, cada vez demuestras ser fuerte, amable, que puede liderar, creo que eres él sueño de algunas personas ¡Crees que no eres perfecto! – esto se puso incomodo, la persona amable nos miró.

- disculpen la forma de ser de mi hermano Nicolas.

- lo que sea, yo me voy, se ve que no podre vivir siendo tu sombra, no puedo vivir siendo tu hermano – él señor abrió una puerta, entro y cerro fuerte la puerta.

- ¡Ese es el puto baño!

- lo se chico listo, pero no iba a pasar por ahí, así que esperare a que esos chicos se vayan y yo me voy.

- bueno chicos, es hora de irse – él señor se fue y se sentó en la cama, yo quería irme, pero mi supuesto amigo me agarro fuerte y no me dejo ir.

- tenemos que ayudarlo.

- ¿Por qué? Ni los conocemos – lo dije en voz baja.

- porque es divertido ayudar, me siento bien hacerlo, además si tú ayudas a alguien, esa persona te deberá una y te devolverá el favor, pero lo más importante es que te sientes bien, ayudar a otras personas te ayuda a ti mismo – él me sonrió – además, es ayudar o que yo siga corriendo ¿Qué eliges? – ayudar, eso es mejor que correr, ya me cansé de correr.

- ayudarlo, creo que es lo correcto – creo que es lo mejor, porque no quiero correr más.

- bueno vamos con él señor – él me soltó y salió corriendo donde él señor, es pequeño, pero tiene mucha fuerza, no le veo los catorce años que tiene por ningún lado, quizás su fuerza o su inteligencia, si es que tiene – señor ¿Lo podemos ayudar?

- si ustedes quieren y me harían un gran favor – él sonrió, pero unos segundos después esa sonrisa desapareció.

- bueno, hay que hablar con el señor – él iba a caminar, pero yo lo detuve.

- tu habla con él – señale a la persona sentada – y yo hablo con él otro ¿Te parece? – creo que, si hablo solo con él, habrá más posibilidad de que todo mejore, toque la puerta y la abrí.

- ¿No te dije que pasara?

- no era para que me digas sí puedo pasar o no, era un aviso que yo iba a entrar.

- bueno ¿Qué quieres?

- hablar, me parece curioso lo que pasa – y es la verdad, quiero saber, ya se me hace conocido esas personas.

- ¿De qué? - ¿De qué será?

- obviamente del clima – lo dije irónicamente, que pregunta tan estúpida – de su pelea ¿De qué más sería? – él se río.

- tienes razón, pero ¿Qué de todo quieres saber?

- ¿Por qué peleaban? ¿Qué lo inicio? – él se quedó en silencio pensando.

- pues porque mi hermano es perfecto, es el mejor, me siento inútil alado de él, él era un niño prodigio, mis padres lo admiraban y no hablar de todo el colegio, de su grado para abajo lo admiraban, de su grado para arriba no importaba, pero poco a poco todos supieron del niño prodigio, salió incluso en el periódico que decía niño prodigio, es fuerte, hábil y con gran trasero – ya veo por donde van las cosas – mis padres siempre decían, mírenlo, que buen niño tenemos, somos los padres más felices por tener un hijo tan excelente, toda su atención se iba para él, a mi ni me notaban, eso me hizo fácil escaparme de casa varias veces, incluso mi hermano tenía que recogerme para ir a mi casa, porque a mis padres no les importaba, de ahí todo empezó mal, siempre fui olvidado, siempre me ordenaba, quizás por llevarme a casa obligado es que aprendió a ser mandón, a como mandar, como a liderar – él me miro – pero tú no sabes cómo se siente eso.

- ¿Crees que no? La persona con que vine tiene una sonrisa hermosa, siempre sonríe, como si estuviera feliz todo el tiempo, como si la vida fuera perfecta y su sonrisa es casi perfecta, no es chueca como la mía, no tiene ni un diente doblado, no como los míos, de seguro son artificiales – dije algo enojado, él se río.

- te pareces a mí, no vivas así, yo sufrí, mira lo bueno de ti, eso lo superara.

- ¿Tú porque no lo haces?

- lo hago, pero son más los de él que los míos, él es perfecto, no sabes cuantas novias tenía.

- no tienes que tener pareja para ser feliz.

- lo sé y nunca lo necesite, tuve amigos, murieron lastimosamente, pero mi hermano sigue a mi lado, como siempre, demostrando ser mejor que yo y ni siquiera se da cuenta, lo hace sin hacerlo, porque es tan amable que ni si quiere hacerlo, siempre lo vi en fiestas y viajes, mientras yo estaba en mi cuarto, decepcionado de mí y sintiéndome incompleto, estaba solo, aunque saliera con mis amigos me sentía vació, nunca fue fácil, no lo fue, incluso a veces explotaba y le quería pegar a la pared, así que me compre, con mi plata, porque mis padres estaban ahorrando para mi hermano y me entre a boxeo, fue divertido y así sacaba el odio y mejore, fui mejor que mi hermano, pero era bueno porque mi enojo no se iba, no quería rendirme porque quería ser mejor que mi hermano, demostrar que valgo algo y que era importante, que no soy solo mi sombra de mi hermano, incluso creo que soy menos que eso – él se río – su vida no fue fácil, claro que no, tuvo que luchar, caer y levantarse varias veces, pero él tenía a mis padres como apoyo, muchos amigos y sus parejas, mientras yo irónicamente solo lo tenía a él, siempre lo tuve y me daba rabia, verlo tan feliz, menos yo, una vez salió con tres personas a la vez, todo termino bien, hasta que mi hermano se cansó de eso y quiso ayudarme, se preocupó por mí y me quiso ayudar, lo agradezco, pero yo no haría eso, yo lo dejaría quedarse ahí si fuera al revés, es un raro sentimiento, agradezco que lo haga, que se preocupe por mí, pero eso representa el buen hermano que es.

- solo cambia, se mejor y eso no importa, tu hermano te quiere, quizás es mejor que tu – mira al suelo – pero ¿Eso que importa? Es tu hermano, no eliges la familia, la vida es una mierda y no te quedes solo pegándote duro, deja de mirar a los otros, son personas, tú puedes ser como ellos, pero ellos no importa, solo tú, quizás para ser mejor que tu hermano tienes que dejar tu odio atrás y cambiar, porque con este odio no piensa de manera correcta, piensas en venganza y que ser como él, pero si te enojas nunca serás mejor que él y eso te enoja, es como un bucle, hay que romper ese bucle, tus padres son una mierda, obvio que sí y que importa eso, solo importas tú, ya eres perfecto, ahora ve donde tu hermano y abrázalo.

- puede que tengas razón niñita – me despeluco el pelo – gracias niñito.

- ya casi tengo tu tamaño – lo dije indignado, como sí que me dijera niñito fuera una ofensa - casi tengo tu tamaño, así que no me digas niñito – él se río.

- eso es porque soy pequeño – él se levantó del suelo – bueno, es hora de hablar con mi hermano y dejar mi odio – le puse una mano en su espalda, porque no alcanzaba su hombro.

- recuerda eres perfecto – él salió de la habitación con la frente en alto y caminando donde estaba su hermano, bien decidido.

- lo siento – él lo abrazó – eres él mejor y lo siento por todo, estaba celoso por tu vida, porque eres mejor que yo en todo o casi todo, pero me alegra que seas mi hermano y que seas así, eres el mejor – él lo soltó.

- yo no sabía que te sentías así, debí hacer algo, tuviste que sufrir mucho.

- yo estoy bien, aún estoy celoso, pero sé que para ser mejor tengo que dejar este odio, si dejo este odio podre ser que tu o mejor que tú.

- no soy tan bueno, solo hago lo correcto y me esfuerzo por esto, tú puedes ser igual que yo, cualquiera puede serlo, no es tan difícil, es bastante difícil.

- para mí sí, porque te odiaba.

- ¿Me odiabas? – él chico miro para otro lado - ¿Nicolas?

- sí, si te odiaba, pero era odio con amor – yo me quería reír, pero tal vez si los interrumpo este momento.

- ¿Cómo es eso?

- es que te odie, pero en el fondo te quiero, no te puedo odiar del todo por ayudarme, te debo una y lo mínimo que puedo hacer es amarte, en el fondo de mí, muy fondo de mí.

- tranquilo hermano, siempre seremos hermanos, siempre te protegeré y nada malo te pasará y no volverá a pasar esto – él más alto abrazó al bajo.

- no me abraces – dijo muy amargado, muy amargado.

- voy a ver si mis abrazos te ayudan a ser menos amargadito – lo sigo abrazando.

- ¿Si te abrazo me dejaras de abrazar? – él chico grande movió su cabeza de arriba para abajo, eso es un gesto afirmativo, aunque todo lo sabemos – acabemos con esto rápido – él lo abrazó, ambos se estaban abrazando – gracias chicos, ahora váyanse, tenemos que hablar cosas con mi hermano, como que no se demore tanto en el baño.

- lavar mi pelo es difícil, tengo que tenerlo bonito para varias ocasiones, pero tienes razón, chicos, váyanse, esto es privado – yo le cogí del brazo a mi "amigo y me dirigí a la puerta.

- lo siento, ya nos vamos y lo siento por haber escuchado su conversación, adiós – lleve arrastrando a mi "amiguito", el no dijo nada y lo agradezco.

- fue divertido o ¿Me equivoco? – yo sonreí.

- tú y yo tenemos diferentes definiciones de diversión – yo me reí, este chico era un idiota, idiota de los buenos, pero al final de todo, un idiota.

- pero ¿Te gusto ayudarlos? - ¿Tu qué crees?

- no lo conozco, no me importaban mucho, pero ahora me deben un favor, así que eso está bien.

- bueno, deber, deber, no, pueden decir no y ya, pero así aprendes.

- ¿Aprender qué?

- pensé que eras inteligente – yo lo mire con odio, pensé que éramos amigos, bueno, que tú me veías como un amigo – no te enojes, no quería ofenderte, solo que pensé que ya sabias a lo que me refería – yo lo mire confundido – veo que todavía nada, lo que me refiero es que, si las personas no te devuelven el favor, no le vuelves a hacer ningún favor, así de simple.

- vaya, tienes razón, eres una caja de sorpresas – él sonrió, otra vez, ya no me irritaba tanto, porque yo sonreía también.

- y tú eres un amargado, pero en el fondo dulce – lo tomare un cumplido, porque es verdad, de hecho, no le puedo discutir porque es verdad.

- a veces no más – lo mire - ¿Ahora qué?

- ya se, a correr – él volvió a correr y volvimos al principio.

- te atrapare – lo empecé a seguir.

Volvimos a correr, pero esta vez me divertía corriendo, me la pasaba bien, pero todavía no era mi amigo; pero no solo mi sentimiento estaba cambiando, él corría más rápido y resistía más, no sé de dónde saco eso, pero siguió corriendo, pero yo nunca lo perdí de vista, seguía detrás de él, como una sombra, era como su sombra. Al final el paro de repente y casi lo atropello, no sé porque paro, pero me hizo caer, rápidamente me levante.

- ¿Estás bien? – él no me respondió - ¿Por qué paraste?

- escuche algo, no sé qué es, pero tengo un poco de miedo.

- no debe ser nada, seguro un gato – él no dejaba de ver el lugar.

- y si es algo más, esa parte está en construcción y no es muy vigilada, puede ser una persona – no me gustaba la idea, pero tenía curiosidad.

- ¿Si vamos allá y te muestro que no hay nada, te calmas? – él movió la cabeza de arriba abajo – bueno, vamos ver que hay – saqué la pistola y la cargué, él se asustó.

- ¿Eso es un arma? – él estaba aterrorizado, como si nunca hubiera visto una pistola - ¿Qué harás con ella? – obviamente lavarme los dientes con un arma, por eso lo han hecho.

- no voy a ir a un lugar oscuro, en construcción donde puede haber peligro, es el lugar perfecto donde nos puede matar y nadie nos encontraría en un rato – él aún se veía asustado – tranquilo, solo será utilizada si algo peligroso pasa, si alguien nos intenta atacar ¿Entiendes? – él movió la cabeza de arriba para abajo – bueno, vámonos.

Ambos caminamos al lugar oscuro, no veía casi nada, por suerte mi casi "amigo" saco una linterna y me la paso, yo le dije gracias muy pasito, la agarre y la puse donde señalaba el arma, cada cierto tiempo me giraba para atrás, para ver que nadie nos siguiera. Luego de un tiempo no escuche nada, creí que era la imaginación de mi amigo, así que nos devolvimos, pero escuche una voz, así que cogí del buso y nos escondimos y apague la luz de la linterna, mi "amigo" estaba temblando, así que le di un martillo, y le dije defiéndete con eso, solo pégales a las personas y sal de aquí, yo te daré tiempo, y que no tenga miedo, que nada iba a salir mal. Ambos nos quedamos callados, hasta que él se levantó y corrió, corrió lejos, espero que se haya ido, él problema era que seguía escuchando voces, no reconocía la voz, además hablaban del plan y cosas de como atacar, así que no creo que sean constructores, cada vez se escuchaban la voces más fuertes y a veces se escuchaba unos pasos, solo había que esperar a que se fuera o verlos por la espalda y dispararles en la cara o donde no lleven protección, solo esperaba, como una serpiente esperando a una gran presa y morderlo, pero no pasaba nada, seguía escuchándose cosas, pero no había rastro de ellos y tenía miedo de salir, fácilmente me podrían matar, así que seguí esperando, escuchando; hasta que se vio una luz, seguramente de sus linternas, yo agarre fuerte la pistola y espere, la luz se hacía cada vez más grandes, hasta que los vi, eran cinco o seis, bastantes armados y preparados, no creo que pueda hacerle frente a ellos, pero en el peor de los casos tendré que salir y dispararles, solo tenía que esperar y que la ayuda llegue, por eso mandé a mi "amigo" por allá, solo espero lo mejor. Yo me escondía debajo de una mesita con mantel que había ahí, seguramente para descansar y comer; esas personas se sentaron arriba mío y escuchaba la conversación claramente.

- ¿Estamos seguros que aquí es?

- claro que sí, la persona que los vio los reconoció, reconoció a uno de ellos, dijo que era aquí, que antes trabajaba aquí, que suerte tenemos.

- yo creo que no, no debemos hacer esto – sonó un golpee, ya no me asomaba a ver por si acaso.

- nos mataron a dos de nosotros y se robaron cosas, quien sabe lo que paso ahí o que dijeron, porque nuestro informante se largó cuando las cosas se vieron mal, cuando vio el cuerpo de su otro compañero, así que se largó de ahí y nos dijo todo lo que paso y estamos aquí.

- ¿Qué pasa si no es así? ¿Si estamos equivocados?

- pues disparamos y luego preguntamos, dejaremos a alguien vivo y hablaremos, con café y una pistola en sus pelotas o si es mujer, en su coño y nos dirá todo lo que pueda y si no sabe nada y nos quedamos sin pistas, decimos que fueron ellos y nos dejaran de joder, además, encontramos a un soldado afuera – eso no puede ser bueno.

- por favor déjenme.

- no lo haremos, no hasta que nos deje de sernos útil, al final, morirás, pero el cómo es nuestra decisión.

- les dije todo.

- no lo sé, puede ser mentira, ver para creer, ahora movámonos y tu – se quedó callado – si tú, levántate de esa mesa que se va a partir, vamos a hacer ruido, ahora lo que haremos será una pequeña bomba, todos apaguen sus linternas – otra vez hizo silenció, creo que para apagar las luces, eso es bueno para mí – así está mejor, ahora, haremos una bomba, vamos a explotar a este cerdo, ahora tú y tú van a allá y lo amaran y explotara todo este cerdo, así llamaremos la atención allí, lo esperaremos aquí y nos defenderemos – su plan me parece estúpido, pero tengo que hacer algo, una loca idea, pero es una gran idea.

Espere que el ruido de los zapatos se oyeran más lejos, salí y nos los vi, los únicos que vi fue a esos dos poniéndole cinta a un señor negro, seguramente el "cerdo" que ellos se referían, así que lentamente me acerque a ellos y me hice detrás de ellos, esperando, solo tengo diez balas, pero para esto solo necesito cuatro balas; espere el momento perfecto, estaba detrás de ellos, cuando activaron la granada, yo les dispare en la pierna, una en cada pierna, desde los siete he sabido utilizar las armas, el mundo es cruel y hay que estar preparado para todo. Esas dos personas cayeron y yo me fui corriendo de ahí, luego de unos segundos la granada exploto, matando a esas tres personas, uno inocente y dos culpables, pero si para salvar a cientos de inocentes tengo que matar a uno, lo haría y eso hice. Luego me escondí en la oscuridad, ahora solo quedan tres, pero, uno me vio y me agarro, yo me guarde la pistola en los calzoncillos sin que me vieran, los tres me pusieron contra una pared.

- dinos ¿Quién hizo eso?

- no lo sé, porque creen que no lo hice yo?

- eres un niño y muy pequeño – la verdad era que era una mujer muy alta, jodidamente alta, media dos metros y más, yo apenas mido uno cincuenta – no creo que un imbécil como tu sepa usar un arma y menos que tengas una.

- claro que tengo un arma.

- ¿Enserió? – me miro sorprendida – ¿Dónde?

- en mi entre pierna – ella me pego en la cara, lo peor es que es verdad, no hablo de mi órgano reproductor, hablo de la verdadera arma.

- ¿Crees que esto es una broma? – me cogió de la camisa y me acerco a ella, era bastante bonita, pero su boca olía a cigarrillo.

- pero si es verdad – me volvió a pegar.

- ¿Dónde está y cuantos son?

- solo estoy yo y estoy aquí – me volvió a pegar en la cara, a este paso voy a ser feo, más de lo que soy.

- deja de mentirnos chico.

- pero si es verdad o ¿Qué quieren que les diga? Que somos tres, sin contarme, uno es un dinosaurio morado y otro es un unicornio azul o turquesa, ambos se aman de verdad y el tercero es un pollo amarrillo que sabe hacer trajes, que ella me hizo esta puta camisa que tú me estas dañando – ella sonrió, tiene una bonita sonrisa, pero después de esto me volvió a pegar varias veces en la cara y una en la panza y luego me puso su arma en mi pierna.

- creo que debemos dejar el niño, el no hizo nada, no creo que sea culpable, dejémoslo.

- no, no lo hare, el hizo algo malo, estar en el momento y tiempo equivocado ¿Qué hacías aquí chico?

- jugar con un amigo, pero los escuchamos y él se fue corriendo y yo me quede aquí, no pregunte porque, me dio las ganas de ser el héroe – ella sonrió.

- ¿Sabes cuál es la diferencia entre un héroe y un elegido?

- ¿Cuál?

- que el héroe sacrifica todo por las otras personas, el héroe tiene que perderlo todo para ser alguien importante, mientras alguien que es un elegido, ya sea por dios o por el creador de la historia, no sufre tanto.

- interesante, veo que sabes ¿Cuál es la diferencia entre el héroe y el villano?

- ninguna, bueno sí, pero eso es curioso, no existe, todos deciden lo que es malo o bueno y a partir de eso, uno decide que es lo malo o lo bueno, normalmente el malo es que está haciendo daño a la sociedad y el héroe es el que se sacrifica por evitar que ese daño pase o que pase a mayores, que el daño afecte lo menos posible – ella sonrió.

- deberías escribir una historia.

- ¿Para qué? Golpear niños es mejor – me lanzo contra el suelo, ya estando en el suelo, ella me piso la espalda y no me pude levantar – es más gratificante y no tienes que durar noches escribiendo, pensando en varias cosas.

- ¡Déjalo, lo lastimas!

- ¿Y qué pasa? El mato a los nuestro, lo justo es que lo lastimemos.

- es solo huy niño

- un niño mis ovarios, ese niño tiene más pelotas que tú, si ese niño si mato a los nuestros y unos suyo, tiene muchas más pelotas que tú – él se quedó callado – ahora cállate y déjame hacer mi trabajo – ella se volteó y él chico le apunto su pistola.

- sabes algo, los héroes defienden lo que parece correcto y creo que tú lo que haces no es correcto, así que, tengo que hacer lo correcto, aunque me muera – ella río.

- vaya, al parecer si tienes pelotas – ella me soltó y se acercó a él – pongámoslo a prueba – él cogió su arma y le obligo a apuntarle – venga, dispárame, haz lo correcto para ti – él no hizo nada – inútil, no puedes hacer algo vi – lo soltó – maldito bastardo sin valor, ojalá te mueras – ella volvió a mirarme, tengo miedo, ojalá que algo o alguien me salve.

Por suerte, sonó un disparo, le dispararon al amigo que tenía el arma apuntándole a ella, no creo que lo haya matado, por ahora, eso hizo que los otros dos se escondieran, yo hice lo mismo, podría que me disparara pensando que era uno de ellos, así que me oculte, pero esto no fue una de las mejores ideas que he tenido, porque un chico, compañero de la mujer, me agarro, ambos estábamos acostados al suelo y escuchábamos disparos, él me agarro del hombro y me dijo algo como, tu vienes conmigo o algo así, no lo escuche bien por el sonido de las balas, pero no iba a dejar que me llevara, así que saque mí arma que la tenía escondida y le puse en las costillas, el lugar donde el chaleco anti balas no cubría y le disparé una dos o tres veces y cayó al suelo, seguramente muerto, quería levantarme, pero la otra, la mujer gigante se puso encima de mí y puso mí brazo en el suelo y mi arma apuntando lejos de ella y puso mi mano en mi boca, no sé porque, es muy raro, pero yo dispare, no sé porque lo hice, ahora tengo menos balas, pero no sé cuántas; yo pateé a la chica y me aleje y le apunte en la cabeza, pero ella puso su mano en la boca del arma, pero igualmente le dispare, le hice un hueco a la mano, pero no le hice mucho daño, se acercó amenazante y me volvió a agarrar le brazo, pero esta vez tenía su cara cerca, pero no lo suficiente para lastimarla, así que dispare, y el sonido de la bala lastimo su oído, eso la obligo a soltarme un poco y yo pude soltarme y le dispare en la cara, matándola. Respire un par de veces y me tranquilice, luego levante las manos diciendo que me rindo y todos levantaron las armas, yo grite soy de los suyo, y empecé a caminar, con la seguridad de que nadie me haria daño, pero me equivoque, porque el señor que le dispare en las costillas seguía vivo, y me agarro de la mano y me la doblo, luego me agarro de la camiseta y me alzo, ya no podía tocar el suelo.

- déjalo en paz y no te mataremos.

- la muerte no me importa, a todos nos llegan, uno más tempranos que a otro, pero a ustedes si les importa la muerte, o mejor dicho la vida de este muchacho – no me gusta como se ve esto.

- déjalo y haremos lo que sea.

- mentiras, solo hay un camino y será la muerte – luego el me escupió sangre y se desplomo, yo caí con él, vi para los lados y vi al señor que me defendió ahorita, al parecer le clavó un cuchillo en la espalda y desplomo, creo que está muerto.

- ¡Quieto!

- tranquilo soy de los suyos, hare lo que quieran, me da igual, estoy cansado, a partir de ahora haré lo correcto.

- que bien, supongo, ahorra agáchate y pon tus manos en tu cabeza – él hizo caso y alguien se acercó a mí - ¿Estás bien chico?

- definamos lo que es sentirse bien – yo me reí – puedo estar peor, así que es algo bueno ¿Cómo supieron dónde estaba?

- un amigo tuyo nos dijo dónde estabas – gracias amigo, me has salvado la vida.

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