Todos entramos al lugar, solo nos quedamos las personas mayores de quinces años que no están embarazadas o que pueden dejar a sus niños con otras personas. El lugar era oscuro, muy oscuro, así que prendimos unas linternas, era obvio que primero teníamos que prender la luz y la electricidad, así que teníamos que bajar al sótano.

- escúchenme, tenemos que prender el generador qué está en el sótano, así que necesito un grupo para que vayan conmigo y los otros se queden aquí y mientras agarren armas del camión y prepárense para lo peor – yo respire – ¿Quién quiere ir conmigo? – todos levantaron la mano y yo tuve que elegir, obviamente elegí a los que conozco, a Miranda, Juliana e Ivana – y otra cosa, necesito los planos del lugar, el del sótano, así que doc, para ubicarme, por favor – el doc me dio los planos – gracias y otra cosa, necesito que vayas ya al laboratorio con David por favor, así puedes ver todos y ganamos algo de tiempo por favor y si no llegamos en diez minutos, significa que algo malo paso y que vayan para abajo.

Mi equipo de mujeres y yo, porque no tengo más amigos o personas que confió, solo ellas y Simón; bajamos por unas escaleras al lugar, era más oscuro que el primer piso, no tenía ventanas y ninguna luz de afuera le daba, vi a mi alrededor y vi una puerta, la abrí y vi algunas cuantas cajas con nombres, tenía un poco de telarañas, eso me preocupo, que todo esté vació, así qué entre solo para ver, me acerqué a la caja que decía armas, la abrí y tenía unas cuantas armas, escopetas, fusiles, francotiradores y subfusiles o a metralletas, había una variedad y solo era la primera caja, la cerré y vi a mí alrededor, había varios tipos de cajas, explosivos, balas de escopetas, francotirador y demás, era un verdadero almacén, así que no hay nada de qué preocupar. Salí de la habitación y les hice un pulgar arriba y seguimos caminando, vi una puerta con huecos, así que adivino que es la práctica de tiró, así que debemos estar cerca; luego de un tiempo, vimos una puerta, seguramente era la del generador, así que la abrimos, el lugar era muy grande, tenía varios generadores y cosas eléctricas que no conozco, había una consola de controles, seguramente era para activar todo, así que toqué botones hasta que todo se prendió, el lugar se llenó de ruidos de las maquinas. Todos salimos y vimos todo iluminado, así que apagamos nuestras linternas, miré alrededor y vi el parqueadero, aún hay unos cuantos carros ahí parqueados, me pregunto si todavía funciona; salimos del sótano y vimos a todos con armas, es momento de hacer los preparativos.

- bueno, Miranda, quiero que organices todo.

- ¿Podrías especificar mejor?

- necesito trampas en los corredores, francotiradores arriba y personas en las paredes, en la entrada y de todo, quiero que cada lugar este vigilado, pero primero, abajo hay más balas, quiero que lo veas y des a las personas armas – le di el plano del sótano – te encargo de la defensa, yo intento activar la defensa de este lugar porque se supone – señalé a un torreta automática – que esto tiene que estar prendido y llamo la atención de nuestro enemigo, solo y únicamente cuando estemos listos, hasta pronto – me fui de ahí, pero me detuve y me devolví – se me olvido, hay una sala de vigilancia arriba, así que necesito a alguien ahí, por favor y gracias – volví a camine y encontré la sala de control, tenía muchos botones – mierda, no sé qué hacer con todos estos botones.

- qué bueno que había un manual y me lo leí todo o la gran mayoría, me pareció interesante

- ¿Por qué y cuándo?

- me aburrí y quería explorar, agarre un arma y camine, llegue aquí y empecé a tocar todo, nada funcionaba, por obvias razones, encontré un libro, lo abrí y vi cosas aburridas, pero me llamo la atención los dibujitos, más porque uno tenía torreta, así que me aprendí todo gracias a los dibujos.

- ¿Podrías prender las torretas y todo eso?

- claro – el toco unos botones – listo, todo está listo, no es tan difícil.

- ¿Podrías poner la trampa?

- es simple, solo activas el botón rojo grande esté – lo señalo.

- debemos márcalo ¿Tienes cinta? – él me miró confundido.

- ¿Por qué tendría eso acá? – yo reí – pero puede que este por acá – yo busqué por el lugar y encontré una cinta y un marcador.

- aquí hay unos.

- que conveniente – yo saqué un poco, la corte con mis dientes, la marqué como jaula y lo puse arriba del botón.

- listo, vamos a ver las cosas – lo volteé a ver y vi como agarraba fuerte una cadena de metal, yo me acerqué a él - ¿Estás bien?

- solo lo extraño, extraño su odio hacía la iglesia, los intentos de quedarme con su biblia o simplemente su voz algo irritante, pero era muy amable y dulce y siempre te cuidaba, casi nunca sonreía, pero siempre estaba tranquilo, incluso cuando – se quedó callado y yo lo abracé.

- sé que no es fácil, todos perdimos algo es día, siempre hemos perdido cosas hasta llegar hasta aquí, pero, no importa que tan oscuro sea el camino, siempre nos vamos a levantar, hasta que no podamos más, porque la vida es solo una y hay que vivirlo hasta donde uno aguante – lo solté.

- gracias, pero adivino que te tienes que ir, yo también, si Juliana no me ve, va a ponerse histérica y destruirá todo para encontrarme – ambos reímos.

- tienes razón, ven te acompaño – lo agarre de la mano – vamos.

Ambos salimos del cuarto y lo primer que vimos fue unos señores corriendo con unos costales, mire por la ventana y vi las torretas encendidas, eso me provoco una gran sonrisa; empecé a caminar con el agarrado de la mano, todo el mundo corrí con armas y cascos, no se porque, pero me alegra que se estén alistando, en poco tiempo empezara esto y hay que estar preparado. Luego de unos minutos de caminar en círculos encontramos a Juliana, estaba hablando con Miranda.

- Juli – Salió corriendo y la abrazo.

- ya llegaste chiquitín – ella me vio y sonrió – adivino que Gabriel te trajo – él movió la cabeza – bueno, voy a pasar tiempo con él ¿Podrías estar con Miranda?

- está bien – él la soltó, ella se acercó y me abrazo.

- espera, tengo que decirle algo a Miranda – le di un besito en la frente y me separé – miranda.

- ¿Qué pasa señor?

- cuando todos ustedes terminen de prepararse, me avisan para llamarle la atención, por favor y si algo malo pasa, me avisas, gracias.

- claro que sí – yo caminé devuelta donde estaba Juliana.

- listo, vámonos – yo caminé y ella me siguió.

- ¿A dónde vamos?

- vamos a ver al doc, está trabajando con algo muy importante, quiero ver cómo va, me interesa mucho, puede ser nuestra mejor arma.

- ¿Puedo saber qué es? – yo reí algo nervioso, no quería que ella supiera que era.

- es algo peligroso, pero letal – ella me abrazó por detrás y yo me detuve.

- por favor no me dejes, tú no – ella empezó a llorar en mi espalda – ya perdí mucho – yo me volteé y le di un beso en la cabeza.

- tranquila, eres fuerte, puedes pasar con todo.

- tú eres mi vida – yo le di un beso en los labios.

- está mal, debes vivir por ti – ella me abrazó fuerte.

- lo que me refiero, es que, quiero compartir mi vida conmigo – yo también, la abracé fuerte y ella se tranquilizó.

- ¿Mejor?

- si gracias – me soltó y me beso por unos segundos.

- me alegra que estes mejor – empecé a caminar, la verdad es que no le puedo prometer que vamos a estar juntos de verdad, hay una gran posibilidad que muramos ambos o solo uno, no quiero ilusionarla – siempre te llevare en mi corazón – luego de unos minutos de caminar llegamos a la puerta.

- ¿Quién es?

- yo, Gabriel – él abrió la puerta.

- ven pasa – yo pase con Juliana – veo que tienes compañía – el agarro la mano de Juliana – me alegra que estes aquí, entre más personas vean esto, es mejor.

- adivino que estas cerca de algo muy grande, enorme.

- sí, encontré unos zombis en la cárcel, le saqué un poco de sangre ¡Ya se cuanta sangre puedo usar para curar a un zombi!

- ¿Enserió?

- algo así, una aproximación, pero lo más importante es que, tengo una máquina que me ayuda - ¿Qué? – ven te muestro, iris ¡Iris!

- ¿Qué pasa señor?

- dime cuanta sangre necesita para curar un humano.

- visto en los cálculos hasta ahora, es fácil, por cada zombi necesita 10 o 12 litros de sangre, el problema es que nuestro recipiente solo tiene de 4.5 a 6 litros de sangre, así que por día habrá que sacarle 3 litros de sangre cada día, incluso un poco más, lo que significa que necesitamos cuatros días para hacerlo y tiene que hacerlo de una, tiene que ingerirse los diez o doce litros de una, para que haga efecto.

- y ¿Te dijo el doc que vamos a hacer?

- claro que sí, lo de tomarse esa cosa, lo podemos hacer, si pones tres litros, no sé que pasaría, pero si aguantarías en no convertirte diez minutos, como máximo, pero no sé si estas a su nivel y tampoco sé qué pasa cuando se acabe el tiempo, él portador podría morir, lo único que se con seguridad es que aguantaras ese tiempo.

- ¿Cuál plan? – mierda.

- lo que pasa es que tenemos una muestra de sangre de esa persona y se me ocurrió que, si la ingiero sin que me afecte al cien por ciento, podre usar su poder en su contra, para que no pueda escarpar.

- ¿Quién lo hará?

- no lo sabemos.

- puedo ser yo – ni se te ocurra, sobre mi cadáver – luego lo veremos, primero preparemos los otros ¿Ya estas sacándole la sangre?

- ¿Enserió preguntas? Claro que sí.

- bueno, quédense aquí, hasta que le saquen lo que le tengan que sacar y preparamos todo.

- está bien, buena suerte.

- lo mismo digo, ahorra te dejo solo para que sigas con lo tuyo – me iba a ir, pero me acorde de algo – por cierto ¿Sabes porque él es inmune? – todos se quedaron en silencio.

- aún no, pero tiene algo muy curioso, su sangre es más roja de lo común, rojo claro, esto es raro, hay algo que no tengo en mis datos de información, así que es algo que la humanidad nadie conoce.

- en otras palabras, solo él es inmune.

- puede que sí, pero me dijeron que el salió de un lugar mágico, un experimento ¿Tal vez ahí sean inmunes todos? Puede que me equivoque, pero es una gran teoría.

- bueno, voy para algún lado, Juliana, quiero que vayas donde Miranda, para que le digas que antes de avisarme, preguntes si ya está listo el doc todo y que me diga, luego lo llamaré.

- ¿Cómo lo harás? – yo le besé la cabeza y le acaricié el pelo.

- no te preocupes, yo me ocupó.

Salí del lugar, subí al segundo piso y miré a mi alrededor, había algunas personas con francotiradores, me saludaron y siguieron caminando, vi alrededor, todo era tranquilo, los zombis estaban moviendo alrededor, pero no nos atacaban, solo caminaban y me pregunte si aun queda humanidad, supongo que debe haber alguien allá dentro, pero está atrapado por el extraterrestre y controlado, no creo que puedan salir por si solos, no podrán, estarán atrapados hasta que mueran, si es que pueden morir, no sabemos nada de lo que pasa allí adentro, pero ya están muertos, siguen respirando, puede que aun ven o sienten cosas, pero no están viviendo en realidad. Alguien toco mí hombro, yo me giré rápidamente, era Miranda.

- preparativos listos, ya podemos hacer todo.

- está bien ¿Él doc también está listo?

- sí, David está un poco mareado, pero demás de eso, todo está bien.

- bueno, ahora, voy a hablar con él, me comunicaré con él.

- ¿Cómo harás eso exactamente? – yo sonreí.

- mira, hay una sala de comunicaciones, tengo la teoría que puedo comunicarme desde afuera y desde adentro, si él ve por todos los zombis, adivino que escucha por ellos, así que, si le aviso que estamos aquí, vendrá.

- también sé que hizo un acuerdo con un niño que no podría matar a sus amigos.

- interesante ¿Tienes algo más?

- claro que sí, solo va a por ti, pero como no te ve, supongo que no va a atacar o simplemente está descansando o esperando a que pase el tiempo – puede ser, pero no lo creo.

- ¿Tienes alguien ahí adentro?

- lo siento, son demasiados que no tengo ni idea.

- no te disculpes, es normal – llegamos a la puerta y tocamos - ¿Hay alguien aquí? – alguien abrió la puerta, era una mujer.

- hola, si pase jefe – ella se apartó y Miranda y yo entramos.

- necesitamos tu ayuda ¿Cómo prendemos esto?

- fácil, nosotros nos encargamos – dijo un chico, toco unos botones – está casi listo, ahora solo falta que nos digas donde quieres hablar ¿Adentro o afuera? nosotros lo configuramos.

- primero quiero que sea adentro del edificio, para que sepan algo y después afuera y luego quiero que ustedes tengan un arma y resistan, esto se pondrá feo – él chico sonrió.

- estamos listos – toco otros botones – listo, puedes hablar.

- hola chicos – escuche mi voz, ósea funciona – les vengo a decir que es momento, si todo sale bien, los zombis atacaran y nosotros resistiremos, cuando los zombis entren, empiecen a salir, resistan todo lo que pueda, pero si su vida corre peligro, lárguense lejos de aquí, ya tengo eso previsto, arriba van a haber una cuerda y todos van a pasar por ahí hasta un lugar seguro, así que preparasen, que llego el momento – hice señas que apagara el micrófono, él toco unos botones y me hizo un pulgar arriba – gracias, ahorra quiero que este afuera, que me escuchen los zombis.

- no hay problema, creo – él toco otros botones – listo puedes hablar.

- hola, espero que me escuches maldito, sé que me estas esperando, así que aquí estoy, ven conmigo, sé que hiciste una promesa, que no puedes matar a sus amigos, pero qué tal si no lo haces, solo me buscas, dejas que tus hijos vengan, entras y me intentas matar y solo matas a los que te lastimen o simplemente no le hagas caso y matas a todos, aunque no lo creo, eres hombre de palabra, así que cumple tu palabra, ven he inténtame matar, te estaré esperando – hice señas para que apagara.

- listo ¿Crees que funciono? – empezaron a sonar la torreta, eso significa que alguien intenta entrar al lugar.

- ese sonido significa que sí.