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Origen

Han pasado tres días después de esa misión, hoy volveremos a salir, estábamos esperando varias cosas, primero, que él equipo dejé el miedo, cosa que ya hizo, la segunda es que nuestro científico está cerca de hacer una bomba, así que cogí mis cosas y me fui a su laboratorio, pero antes de entrar a la habitación me encontré con Arturo.

- ¿Dónde estabas?

- lo siento, mi mujer casi no me deja ir.

- llevan como tres días juntos y ya se están comiendo a besos – él se ruborizo.

- ¡Claro que no! Aunque ganas tengo – yo reí – no te rías, por lo menos yo conseguí a mi pareja, tú todavía no has podido besar a Juliana – este maldito me cambio el juego.

- sí, ella me beso una vez, luego se alejó.

- que bien, pero adivino que no lo volvió a hacer.

- no – mire hacia abajo.

- lo imaginaba.

- pero es difícil de hacerlo, ella se alejaba de mí, pero al final lo logre y volvimos a ser amiguitos, pero mi maldito trabajo, no me deja para ella, tengo que hacer algo, pero no puedo, la he visto un par de veces y hablado, nos llevamos bien, pero quiero verla, pero la gente me necesita más en este momento.

- tienes toda la razón, pero al final es mujer va a ser tuya, eso te lo prometo.

- gracias por apoyarme – eso me puso un poco triste, no por Juliana, si no que me recordó a Samuel, él me dijo lo mismo - ¿Sabes cómo va Carolina?

- mal, no tan mal, pero va mejor que todos, no se ve tan mal, se ve muy cansada, a veces no se quiere ni para y normalmente tose y solo una vez tosió sangre y su voz se escucha más ronca, pero a partir de ahí, todo bien.

- bueno, ahora voy para nuestro amigo el científico para ver cómo va con la pequeña bomba y tú me acompañaras.

- si lo sé, me acuerdo, para eso iba donde ti ¿Por qué te vestiste tan bien?

- es un descubrimiento importante, debemos vestirnos adecuados – me acomode mi corbata – y luego tenemos que salir a la misión, este traje es antibalas y puede que me encuentre con Juliana – mientras caminábamos nos encontramos con la diosa de roma.

- hola Gabriel ¿Dónde tan elegante?

- iba a verte, pero tuve que ir a otro lado y no me dio tiempo a cambiarme, así que por eso estoy tan elegante – Juliana miro a otro lado, quien no lo haría, mis encantos son demasiados

- bueno, tú sabes que en mi habitación siempre está la puerta abierta – creo que voy a morir.

- claro, yo quiero ir, pero no me dejan, no hay nada más que quiera ver que a ti.

- yo también te extraño – ella se me acercó – extraño poder abrazarte y contarte todos mis problemas – si esto seguía voy a terminar en su cama e íbamos a hacer lo que Arturo le hizo a Ivana ese día especial, o quizás no, quizás solo mirar su cuerpo me pone así.

- yo quisiera seguir viendo cómo va todo esto, pero – él me agarro del brazo – nos tenemos que ir para ver a un científico, luego cogen – me llevo rápidamente lejos de Juliana, obviamente para que ella no lo mate y lo haga pedacitos, si yo no lo hago primero – lo siento – él que se va a disculpar yo.

- si no fueras importante, te mataría y te cortaría por pedacitos.

- yo también te quiero, pero de verdad necesitamos ir para allá – si tenemos que probar la granda, te la voy a tirar.

Él y yo caminábamos hasta él cuarto, tocamos la puerta, él dijo voy, pero tardo tres minutos para abrirnos, se demoró mucho, pero debe estar ocupado. Nos abrió y vimos el lugar, él lugar era grande y tenía un monten de microscopios, cosas con liquido extraños y un montón de planos; él nos mostró la granada, era bastante pequeña y tenía una forma cuadrada, era raro, pero se veía bien.

- aquí esta, este es el arma ¿es preciosa no?

- es muy bonita, pero ¿Cómo funciona?

- vengan – él cogió el explosivo y se acercó a un cristal – esto es un cristal anti balas, va a resistir el explosivo, por favor alejasen, primero activamos la granada y luego la soltamos, ustedes dirán ¿Cómo se activa? Y es fácil, primero presionas el botón – él presiono el botón – esto activa la bomba – vamos a morir, Arturo empezó a caminar hacia atrás – tranquilo, tiene un fallito y es que se demora un minuto o más, es un pequeño fallito, pero pronto lo mejorare y demorara menos, pero esto te deja huir un poco, así que no va a pasar mucho – él lo metió en una caja de metal y luego la metió en los vidrios – por si acaso.

- veo que es muy peligrosas ¿Cuántos hiciste?

- veinte, puedo hacer mucho más, pero solo diez más.

- que bien y ¿Solo es eso?

- sí, presionar un botón y se activa, no se necesita nada más, es simplemente hermoso y lo hice yo, yo cree esta cosa, bueno no la cree, lo hice, ustedes entienden.

- si entendemos, recuerda que hoy hay una misión donde yo voy, ya sabes, no se lo que pasara, pero espero que sea interesante.

- lo va a hacer, no hay nada más interesante que la ciencia – me puso unas gafas de protección – él primero – le pone gafas de protección a Arturo – esto es por si acaso ¿A dónde iremos?

- al coso llamado el origen o algo así, suena interesante y normal.

- ¿Creen que nos encontremos con de esas cosas que la otra vez?

- no lo sé, pero espero que no, porque no se si esa cosa era un zombi.

- creo que algo parecido a un zombi, pero si hay uno, puede haber más.

- no me gusta como eso suena doc, con uno es suficiente.

- nunca vi a nadie así de asustado, eso significa que esa cosa es muy peligrosa.

- cuando lo veas, lo entenderás, ver para creer – la bomba explotó y destruyo todo a su alrededor, la cajita desapareció, no quedo nada, incluso la bomba nos sacó un poco para atrás.

- ¡¿Qué demonios fue eso?!

- una bomba, lo que me dijeron que me hiciera, muy potente, posible de romper muchas cosas, es como una bomba nuclear pero pequeña y menos potente, el único problema es que tarda un minuto en explotar, esto puede ser un problema, pero en general estamos bien.

- depende de cómo lo veas, pero bueno, hay que irnos, quiero salir a tomar aire.

- entendido Gabriel, vámonos ¿Quieres que lleve las bombas?

- no es necesario, no creo que lo necesitemos, así que déjalos bajo llave, un niño puede activarla sin querer y puede morir.

- tienes razón, por suerte las tengo escondidas en un lugar muy oculto y solo yo sé dónde están, para que solo yo pueda utilizarlo, es mi creación, así que tengo el derecho de solo yo usarlo.

- ¿Y qué haces si te pido una granada?

- te las doy, pero solo porque quiero, pero eso no es el punto.

- bueno vámonos – empecé a caminar, pero el doc me agarro del hombro.

- espera un poco, voy por unas cosas, así que aguanta por favor.

- está bien, pero te espero afuera – salí de la habitación – pero no te demores mucho.

Cerré la puerta y me recosté en la pared y espere a que saliera, mientras lo hacía jugaba con mis dedos y pensaba en varias cosas, como la primera vez que active una granada o mi primer muerto, muerto humano y cuando salía con Samuel para desestresarme, solo éramos los dos y a veces una bebida alcohólica, era normal, pero ahora no tengo ni tiempo para salir ni amigo para salir, así es la vida, cuando la vida va tan bien, la vida solo puede ir para un lado, para abajo, cuando todo es perfecto en la vida, todo es de color de rosa, tan bonito que te olvidas de los problemas, olvidas que estas en este mundo de mierda, justo en ese momento es cuando la vida va para abajo, siempre es así, te confías y tu vida se derrumba, pero así es la vida, es una mierda, pero incluso en la peor mierda, siempre hay algo buena, incluso en la peor oscuridad, siempre hay una luz de esperanza.

- ¡Gabriel! – eso me saco de mis sentimientos justo a tiempo, porque me hundiría en ellos, en una tristeza, pensando en los viejos buenos tiempos.

- hola – miré a la persona que me llama, pensé que era el doc, pero no era así, era Simón - ¿Qué necesitas?

- hablar contigo, sobre un temita privado.

- ¿La pubertad? – él me miro confundido.

- ¿Qué? No es eso, se todo sobre eso o lo necesario, pero ese no es el tema.

- ¿Es sobre tu sexualidad? Es normal tener dudas, preguntarte si te gusta los chicos o las mujeres o tal vez no quieres estar en una relación porque el amor no te va a dar mucho, tal vez felicidad, pero eso se va rápido, con el chasqueo de un dedo esa felicidad se va.

- tampoco es eso ¿Me dejas hablar?

- si lo siento, a veces me da por hablar.

- si se nota, pero lo que te vengo a decir es más laboral que personal.

- ¿En qué quieres trabar?

- quiero ser soldado, saber defenderme y usar armas, en caso que llegue el momento.

- claro que puedes, si es lo que quieres, hazlo, pero no será fácil, aunque creo que ningún trabajo es fácil.

- ¿En serio puedo trabar ya? ¿No crees que soy muy pequeño para eso? – yo me reí.

- si tú quieres hacerlo, hazlo, es tu vida, no la mía, tú puedes hacer lo que quieras con tu vida, a mí no me importaría mucho, si es que esa decisión no me afecta, si esa decisión me afectara, ahí si lo pensaría más.

- ¿Cuándo empiezo?

- cuando quieras, está abierto para todos, pero solo te diré una cosa, si te arrepientes de eso, está bien, no hay nada de malo en alejarse de eso, como mis padres siempre decían, uno tiene que trabajar en lo que te gusta y se te gusta trabar en eso, en disparar, en entrenar y matar zombis y personas, está bien, lo puedes tomar, yo creo que ya tienes suficiente edad para trabajar.

- gracias – él me abraza - ¿A ti te gusta tu trabajo?

- claro que sí, me encanta, aunque hay partes que me quisiera ahorrar, que son unas molestias, pero no puedo, pero creo que eso hace parte del trabajo.

- entiendo, bueno nos vemos después – me soltó y se fu corriendo.

- claro – después... ¿Ese no es un nombre de un libro?

Claro que sí, fue el primer libro que le leí a Samuel, él no quería dormir y no me dejaba dormir, decía que no tenía sueño, que tenía mucho miedo para dormir, así que lo que hice fue buscarle un puto libro para que se durmiera, al final encontré uno que me llamara la atención, se llamaba DESPÚES ¿Le preguntaba si le gustaba? Él dijo que su portada muy bonita y luego me dio una explicación de la importancia que tiene las portadas del libro, del cómo tiene que ser llamativa para el público y que muestren algo de la historia, pero a veces no es así, a veces la portada solo es llamativa, como de un libro llamado NUNCA, solo tenía las palabras y la portada era roja, lo llamativo del título o por lo menos para mí era que la N de NUNCA estaba rota, como si una bala la hubiera atravesado y destrozado una parte de la N, era bastante interesante para él, pero ese no era lo que importaba, al final decidieron el libro porque era corto, su portada era bonita y el autor del libro era conocidísimo, hasta yo lo conocía, era un escritor muy importante y muy talentoso, no hace falta decir su nombre, todos los dicen, es la persona quien hizo IT, o eso en español, uno de los mejores libros de la historia, creíamos Samuel y yo, aunque ninguno de los dos lo había leído, pero se habían visto todas las películas que le hicieron al libro, así que ambos se hicieron una idea de cómo era el libro, pero esta puede estar equivocada; también conoce varios libros de él, como cementerio maldito, libro que también lo adaptaron, el visitante, que también le hicieron una adaptación para la televisión, pero esta no la pudo ver, así que realmente no sabía de qué se trataba, pero vio una sinopsis de la serie y le pareció interesante, Samuel decía que si tu historia ha logrado llegar a la televisión, significa que eres un magnífico escritor, Samuel admiraba las historias de Stephen King, aunque no se haya leído una historia de él. Luego de escoger ese libro, lo leí en voz alta, para que escuchara la historia y se durmiera, luego de unas cincuenta paginas Samuel se había dormido, pero ahora ya había un problema, no podía parar de leer, la historia lo había atrapado y no podía de dormir sin pensar en el libro, quería saber cómo terminaba, quería saber todo, saber cómo sigue la historia, quería saber si Liz se iba a quedar con su madre Tia, que al principio creyó que le decían Tia por ser una tía, hasta que se dio cuenta del error unas muchas páginas después y se sintió como un idiota. Después de leerse todo el libro, se sintió alegrado de haberlo terminado, pero cuando lo acabo quería seguir leyendo, además quería saber que pasaba, porque el final es algo abierto y eso lo llenaban de ideas la cabeza, de que pudo haber pasado después del final, pero al final el sueño le gano y se durmió. Al día siguiente busco más libros interesante, pero era un puto apocalipsis y es muy difícil, por no decir imposible, encontrar libros como eso, ya sea porque se lo llevaron o por algún desastre destruyo el libro, cuando perdía la esperanza, Samuel le consiguió un libro de Stephen King, uno llamado Billy Summers, o Billy verano, como le decía él, apenas se leyó unas páginas, porque una maldita persona le cogió el libro y se lo quemo. Unos malditos bandidos lo atraparon y él tenía el libro en su maleta, ellos se rieron y lo botaron al fuego, destruyendo el libro, por suerte él se liberó y los mato y se vengó, al que le tiro el libro lo quemo y mientras él se quemaba, yo me reí lo más fuerte que pude mientras que se quemaba, después de eso fui a terapía por una semana, luego estuve bien y como nuevo.

- Gabriel llamando a tierra ¿Me oyes? – mierda, me perdí en mis pensamientos de nuevo.

- lo siento, estaba pensando en varias cosas y me distraje solo un poquito – ellos se rieron.

- tranquilo, a mí me pasa lo mismo, cuando veo un problema matemático o algo que no cuadra en una ecuación, yo me pierdo un rato hasta encontrar la solución, o cuando termino un experimento o creo algo nuevo, me quedo observándolo, viendo lo perfecto que es.

- yo lo hago cuando me piden hacer algo rápido, me quedo paralizando pensado que hacer, pero con el tiempo esto ha bajado, creo, tal vez.

- bueno, pero no perdamos tiempo, vámonos ya, rapidito – todos caminamos hasta llegar a los vestidores para soldados, todos agarramos un arma y nos subimos.

- ¿Qué haces aquí?

- fácil Caro ¿Te puedo decir Caro?

- claro que sí, me puedes decir como quieras, a mí no me importa la verdad.

- bueno, estaba cansado de la oficina y quería escapar de ahí, así que vine acá, además quería ver esto, puede ser importante y la curiosidad lo mataría, tenía que ver esto con mis propios ojos.

- bueno, es un honor tenerlo aquí señor.

- no es nada Isabella y me puedes decir Gabriel.

- bueno, como esta misión es muy importante, quiero hablarles de algo serió ¿Cuánto creen que le quede de vida a Carolina? – doc, te van a matar.

- ¡Como se te ocurre decir eso!

- lo siento, pero quiero hablar, pero no sé de qué, y lo que más me importa en este momento, además de llegar al lugar es saber qué piensa de eso.

- no pasa nada Isa, es normal – tose varias veces – yo digo que unos cuatro días, me veo mejor que el señor de la foto.

- tienes razón Carolina, puedes durar semana y media, aunque puede que no, puede que todo se vaya a la mierda.

- yo creo, yo creo que vivirá más que yo – él se río – pero que digo, si yo por dentro ya estoy muerto, desde que nací, nací muerto, ese es mi don, que no se si lo que pasa es de verdad o mentira – él se río otra vez, esta vez más fuerte – pero bueno, aparte de Carolina, yo soy el que menos vale, ósea el segundo es ser sacrificio – su sonrisa desapareció – estoy mal de la cabeza y puedo hacer locuras, puedo hacer atrocidades – el miro hacia arriba, como si mirara el cielo, pero solo miro el techo del carro – pero eso no importa, no voy a pensar en eso y ya – todos se quedaron callado, ya sé porque Arturo ha insistido que lo sacara, pero la verdad es que es un buen tirador y puede hacer muchas cosas que le pidas, pero puede ser un arma de doble filo.

- y ¿Qué piensas de los homosexuales? – se nota que él doc quiere cambiar rápidamente el tema, cosa que agradezco.

- pues, a mí no me importa la verdad, cada uno puede gustarle lo que le quiera, puede comerse lo que quiera, no es de mi importancia lo de los demás – yo siempre lo vi así, siempre lo tuve en mi mente, mientras a mí no me molesten o a mis amigos, no le importa mucho la verdad, cada uno puede hacer lo que quiera con su vida.

- pues yo creo que la respuesta mía y la de Isa es obvio, así que no creo que tengamos que responder – yo creo que tienes razón.

- a mí me da asco que un gay me apriete el trasero, no sé porque cuando pienso en besar a un hombre, me imagino a mi comiendo pizza con cebolla y yo odio eso, así que me da asquito y ganas de vomitar – hizo cara de asco – no es nada contra los homosexuales, puedo tener amigos así, pero que me bese un hombre, no gracias, no quiero imaginarme comer cebolla – yo me quería reír de Arturo ¿Quién se imagina eso? Creo que solo él.

- eso es muy raro, pero bueno, a mí no me importa, mientras no tenga que hacer una investigación sobre eso, me interese en otras cosas que me llamen más la atención, como la ciencia, por eso no tengo pareja, pero si tengo tiempo para amigos, a veces necesito respiro de mi trabajo y tomarme unas buenas cervezas o hablar de idioteces, como ahora.

- yo creo que los homosexuales son del diablo – él sonrío – como yo, así que me caen bien, son como de mí misma especie – eso me hizo un poco de gracias.

- vaya, es un buen punto, creo – el miro de reojo al loquito – bueno, les pregunte esto porque es algo curioso, antes del apocalipsis, esta era una preguntan que definía si tendrías amigos o no, literalmente, porque si decías que no lo soportas, la gente te ve como un monstruo, no podías opinar nada porque a alguien ofendías y eso era malo, literalmente si tu serie o película no tiene homosexuales o cosas así, la iban a destrozar, que era homofóbico y cosas así.

- siempre ha sido así, antes uno no podía ser gay, ahora es al revés, ahora uno tiene que ser gay, ahora uno no sabe cómo llamarle a la persona, si un ella o el o la porquería de elle, era difícil, creo que lo único bueno del apocalipsis fue eso, mataron a gran parte de las personas estúpidas.

- tienes razón, pero bueno ¿Quieren escuchar un chiste? – todos dijeron que sí – bueno, es un chiste que escuche en los inicios del fin del mundo – él tose falsamente – saben una cosa, los zombis y los venezolanos se parecen mucho, ambos se le pueden ver algunos husos, parecen desnutridos o están desnutridos, normalmente están serios y mucho de los venezolanos han probado carne humana para sobrevivir – él se río, yo lo quería hacer, pero no quise, me tape la boca y me tape la boca para que no se escuchara, nadie se río y si lo hicieron lo hicieron en voz baja – sé que les dio gracias y si no, no pasa nada, los entiendo, el humor negro es como las piernas, algunos las tienen y otros no – esta vez no me resistí y reí, escuche a algunas personas reírse, ese si es un buen chiste negro.

- ese estuvo mejor – Carolina sonrío – el primero es muy cruel y te lo esperas, pero el segundo te coge por sorpresa.

- lo sé, es bastante interesante.

Luego hablamos de varios temas, nada interesante, solo temas al azar, no tenía ganas de hablar, todo era bonito, todo disfrutaban, solo significa una cosa, las cosas van muy bien, así que solo las cosas pueden ir para un lugar, las cosas van a bajar, hasta que sientas que estas peor y solo ahí las cosas van a mejorar. Luego de unos largos minutos llegamos a nuestro destino, era un edificio blanco, intentamos abrir, pero eso tenía puerta con seguro de retina, así que tiramos la puerta, el edificio era pequeño, todo estaba cerrado, excepto un lugar, nosotros entramos y vimos un laboratorio, dentro tenía muchas hojas clavadas en las paredes, con garabatos y cosas raras, en el centro de la habitación había una gran jaula, estaba rota, no había nada especial, además de la jaula, pero el doc grito, no era de horror o de sufrimiento, era de alegría; todos nos acercamos a él con curiosidad, algo debió haber descubierto, porque tenía una sonrisa muy grande y los ojos bien abiertos.

- ¿Qué descubriste?

- algo muy importante, pero primero – él camino y prendió un computador – como lo presentía.

- ¿Qué pasa?

- no se si sabes Gabriel, pero un meteorito iba a caer.

- sí, lo sé, Arturo me conto.

- bueno, ese meteorito si cayo a la tierra en un campo, las autoridades fueron a ver que era, y se encontraron a una persona sentada, cerca del meteorito, seguro un curioso, él no se movía, así que las personas se acercaron, para ver si está bien y la persona lo mordió, a todos, mato a todos, pero después esas personas se levantaron, como nuevos, por suerte, más personas armadas vinieron y mataron a todos, menos a uno, al que los mordió, no importa lo que pasaba, no moría y él solo sonría, al final lo encerraron, pero el fácilmente se liberó de ahí, rompió la jaula, pero no escapo, no hay más, pero dice que si necesita más información, en el computador la podrás ver.

- vaya, eres un genio.

- gracias Arturo, ya lo sabía – él abrió unos archivos – vaya – él se quedó callado.

- que pasa, no nos deje con la duda.

- lo que pasa – el intentaba hablar, pero no podía, solo movía los labios – lo que sea que cayera, era inmortal y no de este mundo, tenía varios conocimientos, esto – se quedó callado – no puedo procesarlo, es, maravilloso y aterrador, le dio conocimiento imposible, la bomba, los láseres y la cama, pero todo tiene un precio, al parecer él quería hacer un experimento, al principio no quería, así que empezó a escapar y a morder personas, porque quería, y solo para hasta que hicieron un trato – él se volvió a quedar callado.

- en resumen, algo que cayó del cielo, no de nuestro mundo, trajo el apocalipsis, es inmortal y quería hacer un trato, pero de que habla ¿Qué experimento?

- espera Arturo aquí hay audios – él lo abrió, la voz que hablaba era gruesa, lenta y con cierta maldad, respiraba muy fuerte y se reía varias veces, su risa era espeluznante.

- hola señor ¿Ya tiene lo que pedí?

- las personas ya están metidas y esas cosas ya tienen tu sangre, todo está listo, ahora, me responderás algunas preguntas.

- claro, tengo tiempo, tengo todo el tiempo del mundo.

- ¿De dónde eres?

- muy lejos, demasiado lejos, ustedes no lo conocen y el nombre que tiene es raro para ustedes, no podrán pronunciarlo y no quiero ver como lo intentan, me daría asco, como dirían los humanos, me daría arcadas.

- ¿Qué haces aquí?

- vengo aquí a destruirlos – hubo un silencio – nunca me aburre esa cara, pero tranquilo, aun no lo hare, estoy aquí para destruirlo, para reproducirme, cada vez que muerdo a alguien, yo me reproduzco, primero le tomo el control del cuerpo, la hago sentir cansada, débil, luego la ahoga toser, para que sienta la muerte, cosa que yo no sé qué es, pero esta mente humana si, esta y los otros.

- ¿Otros? ¿Puedes ver a través de las personas?

- solo de las que infecto, puedo verlas y controlarlas, pero normalmente dejo que ellos escojan lo que hagan, ustedes lo llaman, mente colmena, un concepto interesante.

- ¿Por qué no nos quieres matar?

- si lo quiero hacer, quiero oírlos gritar, quiero quitarles todo, que sufran, por lo que veo ustedes son muy inferiores a mí, pero mucho más inferior, aún no saben cómo inmortalizarse, pero están "cerca" tal vez en cien o doscientos años lo logran.

- no me respondiste la pregunta.

- ustedes son tan débiles que, me aburren, así que el experimento es para ver si pueden ser un digno rival y así divertirme, prefiero esperar a que todos mueran en el experimento, que matar a una especie tan inferior, que parecen escoria, prefiero largarme antes que pelear con ustedes y eso hare si todos mueren, me iré de este maldito lugar.

- ¿A que vienes?

- ya te lo dije, a destruirlos, pero no creo que yo lo haga, yo creo que esas débiles creaciones de mi lo harán, no van a sobrevivir.

- puede que te sorprendamos.

- eso espero, porque me aburro ¿Sabes que me anima?

- ¿Qué?

- la anatomía de los humanos – luego de esos se escucharon varios gritos, unos golpees a una puerta y disparos, pero no lo pararon – no morirás, hasta que yo decida, te mordí y yo lo decidiré cuando vas a morir, una pregunta ¿Cómo se siente que te muerdan la cara? – luego se oyeron más gritos, más disparos, hasta que poco a poco todos los sonidos se apagaron, nadie quiso decir nada y no era necesario, todos sabíamos lo que estaba pasando.

- creo que – él miro la jaula – todos sabemos que esto no es nada bueno, es peor de que pensábamos – él mira a su alrededor - ¿Qué es eso? – él se acercó a un líquido dentro de una botella, el líquido era color marrón – no sé qué es, pero me lo quedo – el saco una cajita y la metió – aquí estará a salvo.

- ¿Qué es eso?

- no tengo ni la mínima idea, pero lo sabre ahora, vámonos.

- ¿Eso es todo?

- posiblemente, pero no quiero estar aquí, creo que vimos lo necesario – algo se escuchó caer y yo me alejé y me puse detrás de Arturo.

- ¿Qué fue eso? – todos sacamos las armas, luego se escuchó unos pasos y luego una pequeña risa, luego de eso las luces se apagaron – mierda, esto no me gusta ¡Todos prendan sus linternas! – Arturo se veía enojado y muy decidido, estoy orgulloso de él – preparasen para lo que sea – se abrió una puerta lentamente, esa puerta hizo un enorme chido y todos le apuntamos a esa puerta, de la puerta salió una mano, una larga y gruesa, parecía como que se pudriera, pero sin que se le cayera la piel, este levanto su mano y se lo puso en sus labios y sonrió, no pudimos ver su sonrisa, quizás por el miedo de ver sus ojos, ya que solo ver su sonrisa y teníamos miedo de ver lo demás, con solo su piel era horrible - ¿Quién eres?

- yo, soy lo que ustedes llaman dios – luego desapareció en la oscuridad, nadie dijo nada.

- voy a ver si ya se fue – Arturo se empezó a acercar, pero un cuerpo salió volando, fue lanzado bastante fuerte, tumbo a Arturo, pero eso no lo detuvo, una pared detuvo la trayectoria se estampo contra la pared y dejo una mancha de sangre y la puerta se cerró fuerte - ¿Qué mierdas? – él se levantó y se alejó de la puerta – revisen el cuerpo, para ver si por un milagro esa persona sobrevivió – todos menos Arturo y yo se acercaron el cuerpo, para revisarlo, pero la verdad me preocupaba más lo que estaba afuera de nuestra habitación que ese muerto o casi muerto en la habitación.

- ¿Viste algo raro Arturo?

- no, nada, no vi nada y una parte de mi se agradece de no verlo, porque no sé qué era, pero creo que era lo que vimos, literalmente saco volando ese cuerpo, no creo que sea humano o algo que hayamos visto.

- recuerda lo que escuchamos en la grabación, puede que sea esa cosa, no estoy seguro – me quede callado – si lo estoy, esa cosa es lo de la grabación, estoy muy seguro.

- Arturo – se acercó el doc – está muerto, creo que lo balacearon, aunque no encuentre la bala, tiene hueco en el pecho de un dedo, lo cual puede significar que le dispararon en el pecho, pero lo raro es que no hay agujero de salida, tiene agujero en todo el pecho, pero solo por delante y como les dije, no he encontrado ni una sola bala, lo que me parece muy raro, demasiado raro.

- ¿Crees que no fue hecho por un arma de fuego?

- sí, pero es imposible, es muy extraño.

- puede que sea esa cosa.

- no lo sé, yo no lo sé, esto me supera y me asusta, yo no quiero saber más de lo que sea eso, así que vámonos – se empezaron a escuchar pasos - ¿Qué demonios fue eso? – se empezó a escuchar como la puerta empezó a ser golpeada varias veces.

- todos atrás de mí, por favor – todos le hicieron caso, menos yo, que me quede a su lado – apunten a lo que a la puerta y preparasen para ver algo que quizás no les guste – luego de unos cuantos golpees la puerta cayo y un chico atravesó la puerta, tenía unos diecisiete o dieciocho – no disparen, hasta que yo diga o hasta que él intente algo peligroso – él tenía la arma abajo y no quería apuntarnos, porque sabía que de esto no saldría vivo.

- ¿Dónde está?
- ¿Dónde está quién? ¿A quién necesitas?

- un chico con cara bonita, buen cuerpo, sonrisa hermosa y una algo inteligente, no mucho, pero no está nada mal – yo mire a Arturo con preocupación, sabíamos de quien hablaba – él se separó de mí, algo se escuchó a lo lejos y él se fue con un arma, pero no volvió y ahorra no lo encuentro.

- lo siento chico, pero – su cara cambio a uno de horror, creo que vio a la persona que buscaba.

- ¡Sebastián! – él salió corriendo y nos atravesó, su cabeza se desconectó, por obvias razones – no, por favor no me dejes – él le acaricia el cabello – por favor no me dejes – él empieza a llorar.

- no creo que este vivo, ha muerto, lo siento.

- ¿Qué le hicieron? – nos miró con los ojos llenos de lágrimas - ¿Qué le han hecho?

- nosotros no hicimos nada.

- desaparece de repente y lo encuentro aquí, rodeado de desconocidos, con armas, yo creo que si tienen mucho que ver – él aprieta el arma - ¿Quién lo mato?

- nadie, no hicimos nada.

- si claro, ustedes lo matamos.

- no es nuestra culpa – esto no va a salir bien, no quiero que nadie salga herido, físicamente, así que voy a usar mis palabras – nosotros lo encontramos aquí, muerto, solo, sin nadie que lo acompañara mientras muere o alguien que lo vea morir.

- ¿Qué quieres decir? – me miro con odio.

- no eres imbécil, se a lo que me refiero, tu, su pareja o lo que sea, no lo pudiste defender o no pudiste acompañarlo sus últimos momentos, nosotros no tenemos la culpa, pero tu sí, a nosotros no nos importa si él moría, a ti sí ¿A quién se le ocurre dejar solo a su pareja en un lugar oscuro?

- no, yo no pude hacer nada, yo... - empezó a respirar más fuerte y más rápido – no quería... – ya casi está hecho

- no querías, pero lo hiciste, tal vez en tu próxima relación no lo dejes solo en eso, yo también perdí a un amigo, se sacrificó por mí y me pude despedir y no te miento, me alegro de poderme despedir de él – me acerqué a él – sabía que moriría, así que me despedí, me duele – mire para abajo – un montón, pero tengo el consuelo de que estuve ahí, hasta la muerte y no encontré su frio cuerpo muerto.

- no es mi culpa, no sabía que eso iba a pasar.

- no, no sabías, pero bueno, eso no cambiaría nada, si nosotros lo matamos, cosa que no hicimos, te hubiéramos matado, así que las cosas no cambiarían, así que él resultado sería igual, solo vete, sin ningún problema, yo creo que él hubiera querido que tú hubieras vivido una vida feliz.

- yo también lo creo – él se paró y yo agarre mi pistola, pero no le mostraba – él hubiera querido que hubiera seguido, adelante, pero eso que importa, está muerto y las palabras de los muertos no importan – él dejo de mirar a los muertos, su vista estaba perdida.

- se lo que es perder a gente así, todos sufrimos por eso, todos, hemos perdido todo, pero seguimos adelante.

- tienes razón, todos siguen adelante – él apretó la mano haciendo un puño – yo debo seguir adelante, pero los asesinos de él no beberían seguir adelante – él agarro su arma, pero antes de que él pudiera hacer algo, yo le dispare en las dos piernas y él calló – maldito.

- no es personal, pero bueno, sabía que lo harías, pero tranquilo vivirás.

- no creo que mucha vida tenga a partir de ahora.

- puede ser peor, como por ejemplo que yo te pegue en la panza – le pegue un disparó – o que te pateé – lo pateé varias veces – siempre se puede estar peor.

- me vengaré.

- no, no lo harás, vas a morir aquí, solo o casi solo, tendrás a tu amigo muerto haciendo compañía.

- eres un maldito.

- lo sé y me gusta serlo con las personas que me intentan matar – yo sonreí – sabes algo vas a vivir o morir lentamente quizás – le cogí un brazo y se lo rompí, él hombre grito – no sabes que, haces mucho ruido, solo muere – le dispare en la cabeza – vámonos de aquí, antes que aparezcan más.

Fui caminando algo enojado, como un chico tan feo puede tener novio de un bombón como ese, y como es que lo pierde, es imbécil, aunque Juliana tiene un mejor trasero, y una cara más bonita, él chico no está mal, nada mal, pero lo que más le enojaba era que no pudo torturarlo, quería hacerlo sufrir, pero no podía, además no pude hacerlo sufrir más mentalmente, pero logré que me dijera cuando me atacara y que me atacara, porque si se mantenías calmado, no hubiera cometido la idiotez de atacarme. Todos nos subimos al carro, me toco a lado de Arturo.

- ¿Quieres hablar de lo que paso?

- no, la verdad es que este mundo es cruel, tú tienes que mostrar esa crueldad a los demás, a tus enemigos, para que te teman, el temor es la mejor forma de gobernar, cuando tienen miedo, esas personas no van a atacarme ni lo pensarían, así que hay que plantarles miedo a los demás, para sobrevivir.

- puede que tengas razón.

- lo sé, siempre la tengo.

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