Después de ver a Gabriel en su nueva habitación, era bonita, fui a mi habitación y me acosté, recordé todo lo que hice con ese traidor, lo disfrute, primero le rompí varias costillas, luego le corte la lengua, le clave clavos en la mano, como Jesús, luego rose mi espada con su rostro y le puse muy cerca la espada en el ojo, pero no le hice nada, luego le saque varios dientes y le patee en donde más duele, metí la mi espada diagonal a su boca, cortándole los cachetes, luego le corte todos los dedos de los pies, luego cerré los ojos y tire las espadas, no le di, pero me divertí, luego le clave mi espada en el pecho, pero no saque mi espada, luego le quite la oreja, luego empecé a sacarle la piel hasta matarlo, lo disfrute, lástima que no pudo durar para siempre, pero fue suficiente para sentirme mejor y vengar la muerte de mi amigo. Me quede dormido y me despertaron unas horas después, parece que Gabriel va a decir algunas cosas y que todos necesitan estar ahí. Me vestí de la mejor manera posible y camine donde estaban todos, al había un montón de gente, creo que estábamos todos, aunque somos muchos menos que antes, perdimos como el cincuenta por ciento de las personas, incluso más; pero eso no importa ahora, lo que paso ahí se queda en el pasado y no se puede cambiar. Gabriel se subió a una tarima, tenía un traje bastante elegante, pero no tanto, es bonito, pero no es para morirse, ¿Me pregunto qué va a decir?

- hola como saben, ayer tuvimos un ataque, pero ya nos recuperamos y ya no hay ningún problema, lo siguiente que haremos es rescatar a los cautiverios, para tener a más personas y después vamos a ver el mapa de nuestro jefe, esto puede ser interesante, además que nuestro antiguo jefe daría la vida por esto, lo único que opino es que tengan esperanza en mí, si opinan que algo está mal en mi plan, con mucho gusto lo vamos a debatir en mi cuarto, cualquier duda se las contestare, si oculto algo es por el bien con todo, solo le pido que pongan la confianza sobre mí, hare lo mejor posible – hizo un pequeño silencio – vine aquí para preguntarles una cosa, ya que sufrimos un gran golpe de nosotros, necesitamos soldados para aceptar misiones, primero vamos a empezar con un grupo, que va a ser liderado por Arturo – mierda – bueno ¿Quién se quiere unir? El que lo haga dará un paso al frente por favor, esto no es obligatorio – por favor que nadie pase, a quien engaño si lo harán, pasaron varias personas enfrenten, no conocías a todos, o eso pensaba, hasta que vi a Ivana dar un paso enfrente, mierda, es lo peor que me pudo haber pasado, me voy a encariñar y cuando la pierda me dolerá, y va a ser mu culpa, porque soy grupo de estos soldados, mierda, además ¿Cómo mierda se lidera? Nunca lo hice antes y quiere que lo haga ahora, creo que estoy en problemas – se acaba el tiempo, si quieren unirse, vayan, sin miedo – nadie se movió – listo, somos todos, un grupo de nueve personas, bastante grande, bueno, alístense, en unos minutos van para la misión, buena suerte muchachos - ¡Son nueve putas personas! ¡Nueve! Me jodí, estoy jodido – voy a hablar con su líder sobre cosas del plan, luego de esto se van a armar con las armas que quieran, excepto explosivos y que si encuentran cosas interesantes lo llevan hasta aquí, den lo mejor en el campo de batalla – él se fue y me hizo señas que lo siguiera y eso hice - ¿Qué te parece?

- aún estoy asimilando lo que paso, estoy jodido – él se detuvo y yo también.

- ¿Por qué?

- pues no se lidera, por eso te iba a preguntar ¿Cómo se lidera?

- es fácil, es como poder hacer lo que quieras, ya, has lo que te parezca mejor, claro que tienes que pensarlo bien, tú eres el líder, no importa mucho lo que digan los otros, al final tu eres quien toma la decisión, pero has como si te importara las opiniones de los otros y cada decisión debe ser tomada fríamente y rápidamente, al principio será difícil, pero con el tiempo vas a aprender cómo hacerlo, yo tampoco se mucho de esto, pero ya he liderado muchas veces, así que no estoy tan perdido – me puso una mano en mi hombro – sé que lo harás bien, ahora vuélveme a seguir que de verdad quiero hablar contigo lo que va a pasar – entramos a la habitación y me mostro su mapa – mira aquí – señalo el punto rojo – aquí es, no creo que el peligro sea los humanos, sino que los zombis, así que lo que harán es hacer la misión lo más rápido posible.

- listo, ir y venir, todo estará bien y nadie morirá.

- no lo sabemos, si se mueren, no va a ser tu culpa.

- no lo sé, pero nadie va a morir, te lo prometo.

- eso espero, buena suerte ahora vete.

- pregunta ¿Por qué los elegiste así? Ósea no desconfió de ti, pero no creo que sea la mejor forma de hacerlo, de formar un grupo.

- pues, quería dar la idea que todos pueden ser útiles, que tengo a todos en cuenta, que no tengo favoritismo, estaba dando buena impresión, pero el equipo ya estaba conformado, ya tenía a todas esas personas asignadas.

- ¿Todo esto ya estaba preparado?

- sí, la verdad si, por suerte nadie dio un paso enfrente porque nos jodiamos, aunque si eso pasaba sus compañeros decían que no iba a ser lo mejor, que es mejor que se quede defendiendo o algo así.

- sorprendente.

- sí, lo más importante es dar buenas impresiones, eso es lo que hice, antes uno creía que por ser cocinero nunca lograras ser soldado, que te sientes inútil y yo lo que hago es decirles que las puertas siempre están abiertas para eso.

- ¿Para qué haces eso?

- pueblo feliz, líder feliz, si los llego a molestar pueden tener un atentado contra mí y puedo morir, pero si siempre están feliz, la probabilidad de que alguien de nuestra gente me mate se reducen.

- ¿Entonces yo tengo que hacer feliz a mis compañeros?

- no, lo tuyo es diferente a lo mío, ósea, no tienes que tratarlos como si fueran una mierda, se agradable, pero si tienes que escoger entre tu pensamiento y el de ellos, escoges el tuyo.

- creo que entendí.

- bueno, ve por ellos, ellos ya saben que van a hacer.

- gracias por todo – Salí de la habitación y seguí a la señorita para ir con mi equipo.

Llegué donde estaba mi nuevo equipo, sentí un aire frio por todo mi cuerpo, esto no me gustaba mucho, pero tengo que parecer ser fuerte. Cogí mis cosas y nos metimos al coche y yo me senté junto a Ivana porque era la única que conocía; dentro del coche todos dijeron su nombre, tenemos a Juan José, Carolina, Isabella, Pablo, Steve ¿Quién se llama así? Me quería burlar, pero no podía, David, Tomas, mi amiga o eso creo, Ivana y por último yo.

- vaya, eres nuestro líder, me sorprende.

- ¿Cómo que te sorprende?

- no es malo, me parece muy bien que seas nuestro capitán, creo que eres la mejor opción ¿Cierto chicos? – todos gritaron sí – ves todos te apoyamos.

- gracias por todo.

Hubo un silencio de unos minutos hasta que llegamos a nuestro destino, todos nos bajamos, rodeamos el lugar, era un edificio grande, antes era un hospital psiquiátrico, pero ya no queda mucho del hospital; observamos todo el lugar y no encontramos ningún guardia, así que entramos. Todo el lugar estaba lleno de jaulas, pero la mayoría de esta tenía cadáveres, empezamos a buscar a las personas, nos separamos para ver si encontrábamos a las personas, yo no encontré nada, hasta que una habitación cerrada, le pedí a dos de mis compañeros a tumbar la puerta y eso hicimos, adentro había una persona, cuando nos vio nos miró fijamente, al parecer él estaba en una celda original del hospital.

- ¿Otra vez estoy alucinando?

- no – lo dije algo dudoso, espero que no sea un loco, el solo se quedó callado y me vio fijamente, movía su boca, pero no pronunciaba ni una sola palabra.

- ya veo ¿Conoces a el dueño de esto?

- no ¿Quién era?

- un señor barbudo, canoso y viejo, me visitaba mucho, me dijo cosas que ni me acuerdo.

- ¿Por qué me dices eso?

- pensé que sería divertido – se volvió a quedar callado - ¿Buscan algún tesoro?

- no, solo a personas, como tú.

- yo no soy una persona – me miro y sonrió – no soy una persona – esto me está asustando – no soy una persona – se acercó a la puerta – eso me dicen los que trabajaban aquí, que ya no era una persona.

- y ¿Qué eres?

- nosotros somos una plaga o así nos ven – se quedó callado, espera ¿Está hablando en plural? Eso solo confirma que está loco – sí, lo veo en tus ojos.

- ¿Qué ves?

- eres real, no eres parte de mí o algo así – se empezó a reír – una persona real que no me tira las cosas o me gritas, sácame.

- claro ¿Cómo?

- tira la puerta – sonrío y volvió a reír – con el arma, antes que se arrepientan.

- ¿Estás loco?

- no lo sé, creo que sí, eso es lo que me dicen siempre, pero tranquilo, estoy demasiado cuerdo, con todo lo que ha pasado ¿Quién no está loco?

- te voy a sacar, pero harás algo.

- claro ¿Qué es?

- no intente lastimarlos.

- tranquilo, no soy un peligro para mis amigos y tú y yo somos amigos, vamos a ser amigos – vi a mis compañeros, al parecer tenían miedo, pero al final abrí la puerta disparándole al cerrojo – gracias – levanto las manos – estoy libre.

- busquemos a los demás.

- no encontraran mucho aquí, solo muerte, mucha muerte.

- te encontramos, así que, vamos al segundo piso para ver que encontraron los demás, por cierto, tu no irás de ultimo, pero tampoco de primero.

- gracias, me quieres proteger.

- sí, claro – lo dije sarcásticamente.

Subimos al segundo piso, nos encontramos con los otros tres, donde estaba Ivana, al parecer encontraron a tres personas, a tres hombres, uno era algo tímido, pues estaba detrás de él.

- hola mi nombre es Arturo y vengo aquí para ayudarlos, vamos a sacarlos.

- que bien, gracias, soy Freddy y mi hermano pequeño es Nicolas, es un poco tímido.

- y yo soy Camilo.

- hola – se acercó el loco a Camilo – veo que eres guapo.

- ¿Qué estás diciendo?

- un halago, eso creo – se queda callado y sonríe – a veces no sé qué es lo que digo.

- que bien – vi las caras de todos y vi que tenían miedo - ¿Cómo te llamas?

- Luis – el chico lo miró fijamente.

- ¿Tú nombre es Luis?

- no, mi verdadero nombre no es Luis, pero ese nombre me parece mejor, además creo que olvide mi nombre – él se río.

- bueno, vamos a buscar a los demás subamos.

Empezamos a subir y encontramos con más los últimos tres, al parecer encontraron una armería y cogieron armas y muchas balas, así que llevaban las maletas llenas de balas, los encontramos en un laboratorio, estaban hablando con un científico.

- hola, llegamos.

- oh, un hombre de bata blanca, esos son malos.

- tranquilo, mi nombre es Ernesto y no te hare daño.

- ¿Tú no eres malo? – sonrío – ves, este día iba a ser diferente, bueno quiero, digo queremos ver el mundo exterior, vámonos.

- espera, tú eres el enfermo mental – el otro se enfadó un poquito, no creo que le haya gustado que le llamen así.

- así me dicen, pero no sé si de verdad estoy loco, quien sabe, tal vez lo que escucho sean fantasmas o algo así.

- no lo creo, pero está bien, si me prometen que salimos de aquí yo los sigo.

- ¿Qué hacías aquí doc? – lo miro como si lo quisiera matar, puse la mano en mi pistola por si las cosas se complican

- no soy doctor, estaba experimentando con un zombi, es interesante, pero eso no importa ya, mientras nos vayamos de aquí.

- bueno equipo vámonos, no encontramos nada interesante.

- bueno, es que aquí no hay mucho la verdad, solo personas abandonadas, lo interesante está en ciertos lugares del mapa.

- ¿A qué te refieres?

- teníamos un mapa, donde habían puestos avanzados sobre el virus, no se sabe que tenían, pero podía ser interesante descubrir el origen.

- creo que nosotros lo tenemos.

- más razones para ir con ustedes, vámonos ya, jamás en mi vida estuve tan emocionado.

- yo tampoco y eso que la mitad de mi vida es emocionante – él se quedó callado y empezó a susurrar.

- vámonos equipo – lo dije con un poco de miedo por nuestro nuevo amiguito.

Todos caminamos, era una misión fácil y nadie murió, pero lo que paso es que un zombi, encerrado en una jaula, agarro la pierna de Carolina y la hizo caer y le mordió el tobillo, le disparamos al zombi y lo matamos, luego de eso, todos empezaron a discutir, que hacer, a pelearse, algunos querían que lo mataran, otros querían que deberíamos quitarle la pierna, pero el doctor o científico que eso no servirían, todos hablan de que hacer, que hacemos, todos peleaban y me decían ¿Qué debemos hacer? Me estaba paralizando y no sabía que decir. Hasta que recordé que cambiaron las reglas, que no podemos matar a nadie que este infectado, esto me salvara de tomar una decisión, ya que realmente la decisión la tomara Gabriel.

- ¡cálmense todos, dejen de hablar! – todos se callaron – lo que vamos hacer es hacer caso a Gabriel y no la mataremos – alguien quería hablar, pero yo les interrumpí – es una orden, no es mía, es alguien superior a mí, si quieren pelea con él, pero conmigo no es el problema, yo solo sigo la orden.

- me parece bien, además necesito a alguien con quien experimentar, ya que lo único que me daban eran zombis y eso no servía mucho.

- hey, no soy una rata de laboratorio.

- tranquila, solo te observare, nada más, solo eso, no te pondré a hacer pruebas o a cortarte para ver cómo afecta los órganos este virus.

- me das un poco de miedo, pero está bien, solo les pido que siempre me miren.

- ¿Segura?

- claro Isabela y todo este tiempo estaré a tu lado.

- te recomiendo tener cerca a varias personas o que tengas cerca un arma y que te mentalices a matarla, pero, sobre todo, no la beses, la puedes contagiar, no estoy seguro, pero es una gran posibilidad.

- pero, no somos pareja – yo creo que sí, de hecho, lo sospechaba desde hace tiempo, esas miradas que se hacían, eran de algo más que amistad.

- si claro – lo dijo sarcásticamente – tenía dos amigos que dijeron los mismos y los encontré teniendo relaciones, a partir de ese momento no les volví a hablar, pero eso no importa, al día siguiente murieron ambos, no daré detalles – pero yo cometí un pequeño error, pues no estaba viendo a todos, cuando me di cuenta de esto era muy tarde, uno de los que rescatamos se fue, cuando la volví a ver, nos estaba apuntando con un arma.

- apártese de ella, la voy a matar, como tienes que ser.

- no lo harás, sí lo haces no te llevaremos con nosotros.

- tranquilo, no lo quiero, si así piensa todos, mejor me quedo solo.

- si la vas a matar, tendrás que pasar encima de mí – Isabela se puso delante de ella.

- está bien, tengo balas para todos, o eso creo así que los matare.

- oye, maldita, nadie amenaza a mis amigos – con un cuchillo o una navaja, las cosas que utilizan los doctores para cortar un cuerpo, con eso le corto el cuello, la tiro y le sigo clavando el cuchillo en el cuello varias veces – nadie amenaza a mis amigos, tienes razón, disfrutemos – siguió clavándole el cuchillo en el cuello, todos tenían miedo, se lo veían en sus ojos, pero quien no le tiene miedo a alguien que está mal de la cabeza, le está cortándole el cuello a un cadáver mientras se ríe como maniaco, así que me acerque y le toco el hombro - ¿Quién? Eres tú, lo siento ¿Cómo estás?

- muy bien y ¿tú?

- mucho mejor, gracias por preguntar.

- tenemos que irnos, se nos acaba el tiempo, pronto va a anochecer y ahí el más fácil que los zombis nos ataquen por sorpresa.

- también están lo humanos, aun nos pueden atacar, pero espérame aún no están satisfecho, están callados disfrutando lo que ven – ese comentario me erizo la piel, el cogió el cuchillo y se lo clavo en el ojo y le pateo y le saco la lengua – perra – lo dijo tan serio - ¿Nos vamos ya? – y ahora habla como si fuera un niño pequeño ¿Por qué estoy metido en esto? Quiero llorar, pero no es el momento.

- bueno, sígueme y por favor no cojas ningún arma, las personas pueden interpretar que eres una amenaza.

- claro y gracias por preocuparte por mí, cuando te duermas yo te vigilare, estaré muy cerca de ti, para saber si estás seguro – por favor no lo hagas.

- gracias – me giré y empecé a caminar - ¡Síganme!

Después de eso nos subimos al auto y nada malo pasar, además de tener un posible zombi que en cualquier momento se puede convertir en uno y un loco que en cualquier momento nos quisiera matar porque quiere, porque puede y porque está loco el maldito. Llegamos al lugar y todos nos bajamos.

- oigan, voy a decirle todo lo que paso a nuestro jefe, así que necesito a Carolina, por el mordisco y los sobrevivientes, quizás nuestro jefe quiera hablar con ustedes, así que por favor síganme, si alguien quiere ir conmigo, también pueden ir, gracias.

Me lleve a las personas que necesitaba y los deje afuera, mientras yo entre, tenía mucho que decirle a Gabriel, que no se sinceramente como se vaya a tomar todo esto.

- ¿Cómo te fue?

- pues, no tengo ni idea, pasaron muchas cosas.

- cuéntame, me gusta saber cosas – él se sentó y yo hice lo mismo.

- pues, las cosas fueron fácil pero se complicaron – el me miro como si no entendiera – vamos por partes, primero llegamos bien, sin ningún problema y lo primero que hicimos fue separarnos, antes de que digas algo, nada malo paso por eso, sé que no fue lo mejor, pero cuando veía el sol, me preocupaba que se hiciera tarde, así que quise terminar todo, yo revise solo el primer piso y nos encontramos con un enfermo mental, yo lo saque de su jaula o celda, luego me di cuenta que si era un enfermo mental, aunque los sospechaba desde antes, a veces habla solo, murmura y mueve los labios pero no dice nada, sinceramente le tengo un poquito de información.

- es interesante, quiero hablar con él.

- claro, los traje a todos, porque tal vez quisieras hablar con ellos.

- eres muy listo.

- sí, pero déjame terminar.

- lo siento, prosigue por favor.

- nos encontramos con otros y pues eran tres, no me acuerdo de sus nombres, pero creo que eran dos hermanos y alguien que no importa, luego subimos al último piso y nos encontramos a un científico, este te puede interesar mucho a ti, porque investiga sobre el virus y sabe algo sobre el mapa.

- ¿Enserio? – empezó a sonreír.

- sí, está muy interesado en esto, creo que nos puede ayudar.

- por fin voy a saber lo que es el mapa ¿Qué te dijo sobre esto?

- que señala puntos de investigación sobre el virus.

- bueno, tu próxima misión va a ser esa, van a ir todos.

- está bien, pero aún no termino.

- pensé que sí, pero bueno, sigue con tu historia cada vez es más interesante.

- lo que paso es que un zombi le cogió el tobillo a Carolina y la mordió – su sonrisa desapareció – y pues discutimos que hacer, al final lo que dije fue que tu pusiste reglas y una de ella era que no mataremos a las personas que tengan un mordisco y todo estuvimos de acuerdo, pero, uno de las personas que sobrevivió cogió un arma y la apunto, la quería matar.

- ¿Quién era?

- ¿Recuerdas a la persona que dije que no importaba? Era ese, dije eso porque murió, al parecer el loco cree que somos amigos, cogió un cuchillo y le corto el cuello varias veces.

- no sé qué decirte, creo que lo hiciste bien.

- pues, pudo ser peor, pero estuvo bien, cometí algunos errores, pero de eso se aprende.

- tienes razón, ahora te hare una pregunta y tú me la vas a responder.

- claro ¿Cuál es?

- ¿Ya sabes cómo liderar?

- pues, un poco, no es tan difícil, ósea liderar no están difícil, pero que todos salgan vivos es casi imposible, baje la guardia dos veces y murieron dos personas.

- con el tiempo sabrás como hacerlo, ahora has pasar a nuestros invitados, quiero conocerlo ¿Cuál va a ser el primero?

- la persona que mordieron, luego no importa el orden.

- está bien.

Salí del lugar y le hice señas a Carolina para que pasara, ella entro y yo me fui a mí habitación; llegue y me puse ropa cómoda y me acosté. No puedo creer el día que tuve, dos personas murieron por mi culpa, pero no me siento culpable o no como pensaría que se debería sentir culpable, sinceramente el que nos apuntó se lo busco, así que me no está mal no sentirse mal por su muerte, pero Carolina, ella va a morir y no me importa, quizás es porque técnicamente no está muerta, pero lo estará, es lo más probable, pero no siento nada a pensar en eso, un buen líder se preocupa por todos, pero yo solo me preocupo por Ivana ¿Eso me hace mal líder? Aun no sé cómo se lidera, por favor que alguien me diga ¿Cómo se lidera? Porque creo que no lo estoy haciendo bien.