2 (En proceso)
— ¿Y no te regalo nada? — dijo Galilea.
— No, supongo que no tenía dinero o no tuvo la oportunidad de comprar algo, no le doy mucha mente a eso — dije.
Para mí haber pasado el 14 de febrero en casa en vez de con mi pareja era algo normal, ni siquiera habíamos hecho planes para después, nada. Aún así no tenía ningún tipo de mal sentimiento sobre aquello, pensé estaba en lo correcto si él decidía ir con su familia a ver un circo, nunca pensé que habrían días de más para celebrar el 14 de febrero porque él nunca lo mencionó tampoco.
Los días transcurrieron como de costumbre, iba al colegio a las 5AM, a las 1:30 PM Chris y yo íbamos a la escuela de Música Elemental (yo a acompañarlo) con el propósito de que él siguiera aprendiendo y poder ser estudiante del Conservatorio Nacional de Música. Recordándole a los lectores que siempre debía acompañarlo porque vivíamos muy lejos como para que él anduviera solo en la ciudad con 11 años. Entre esos días que anduve con Chris y Sebastián me acompañaba, lo esperaba fuera del recinto, sentada en las escaleras que dan a la entrada, habían pasado dos horas y no había llegado aún.
Siempre era muy puntual ya que vive prácticamente al frente del parque en el que se encontraba la escuela de música elemental y el Conservatorio Nacional de Música.
chat
Gabriela: donde ta?
Gabriela: me abandonó wao
Sebas: en camino
A los 15 minutos lo vi llegar con su mochila tipo funda de supermercado en la espalda, nunca me han gustado y los hombres parece que le tienen el mayor amor a esas mochilas. Traía consigo un muñeco rojo y unos chocolates KitKat y dijo:
— Tu regalo de San Valentín, tarde pero seguro.
Ok.
No me gustan para nada los muñecos, y mucho menos rojo, me dio mucha verguenza ajena ver el regalo que me habia dado pero aun asi decidi ser comprensiva, pense que tal vez el no tenia el conocimiento suficiente en este tipo de cosas como para regalarme algo mejor, y eso me trajo a la mente aquel dia que nos reunimos en un mall, diciembre 27 cuando eramos novios pero nadie lo sabia, me habia regalado un cubo Rubik porque sabia que tenia muchas ganas de aprender a armarlo.
Pero esta vez, su regalo quiso ser muy romantico, y no me gusta que las cosas se vean o suenen o se noten tan cursis, no es nada malo, si no lo cliché, no me gusta. No recuerdo cual fue mi reaccion pero si recuerdo cuando llegue a casa.
— Y a ti que no te gustan los peluches – dijo Galilea mofandose — para colmo rojo.
— Si pero tampoco es que me conoce lo suficiente como para saber que me gusta y que no — dije mientras ambas mirabamos el muñeco en mi cama.
— Aja aja aja, bueno, al menos te regalo algo.
— Sep — dije.
Me recuerdo feliz, porque el me habia regalado algo, aunque no fuera una millonada ni fuera gran cosa, el habia hecho el esfuerzo de regalarme algo sin siquiera saber que darme, a diferencia de mi que elegi su regalo en una videollamada con mami. Me gustaba que siempre decidia hacer esfuerzos por mi, o eso entendia yo.
chat
Gabriela: podrias venir con nosotros este finde a la villa?
Sebas: preguntare a mis padres
Sebas: ojala digan que si
Gabriela: ok espero respuesta tonc hihi
Gabriela: te amo uwu
— Dile que Julio puede ir a recogerlo al metro, asi no debe bajar hasta la villa solo, a menos que su familia lo traiga — dijo mami.
La primera vez que Sebastian fue a la villa, era un domingo, dia despues de la visita de el y sus padres a mi casa, mi familia estaba tan encantada con el que habian decidido invitarlo al dia siguiente un pasadia con nosotros en la villa. Sus padres lo llevaron hasta alla, vieron las casas que teniamos en todo el lugar, piscina, cocina, y dijeron
— Ah, que mono, esta muy bonito todo.
En los 4 años que Sebastian y yo estuvimos juntos, esa fue la unica vez que su familia entro a la villa. Y durante todo ese tiempo, los primeros meses Sebastian iba todos los findes a la villa conmigo y con mi familia.
Era domingo por la mañana, iria a visitar la zona colonial con Sebastian y mi familia decidio acompañarnos ya que nunca habia salido con el sola y ellos preferian estar seguros de que estaria bien. Al llegar, ellos tomaron su camino y Sebastian y yo fuimos a comprar helado.
— Te queda bastante bien esa camisa — dije, mientras veia su camisa casual azul oscuro.
— Primera vez que me la pongo, fue por una buena razon.
— Sabemos que no eres de usar camisas, aprecio el gesto — dije riendo.
— Para nada — dijo sacudiendo la camisa para que transpirara.
Esa noche me rei bastante, recuerdo que nos besamos en la heladeria, que 5 minutos despues llego un guitarrista a cantarnos y me dieron ganas de que me tragara la tierra.
— Gabi, mami quiere reunirse con tu madre — me dijo Sebas — quiere tener una reunion con ella.
Lo oi hablar mientras veia las pequeñas luces que colgaban en las calles.
— ¿Que interes tiene tu mama en reunirse a solas con mami?
— No se realmente, solo me dijo que te informara para que le informaras.
— Ok, mas tarde me pasas su numero, asi se lo doy a mami.
Recuerdo poco sobre Sebastian, poco pero con pasion, no hubo un momento en el que me sintiera triste por estar con el, siempre me sentia feliz, segura, sabia que estaria tranquila toda la vida si me casaba con Sebastian, sabia que todo estaria bien y no habria nada que interfiriera en eso. Despues de meses me habia dedicado a nuestra relacion, las cosas eran diferentes, nos veiamos todos los dias en el cole hasta que tuvimos que durar meses sin vernos por la pandemia.
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