2024

Estaba acostada en su cama, boca abajo, intentando respirar de la mejor manera posible y aunque no quería que el supiera que estaba llorando, era casi inevitable. Creí que tal vez el pensaría que estaba durmiendo y no me preguntaría nada, pero quiso saber, no sé por qué, quiso saber que hacía boca abajo. Estaba caminando de un lado a otro en la habitación haciendo lo que siempre hace, lo habitual, no había conocido un ser más flemático que él.

—Amor— dijo.

Se que quería saber qué hacía, su tono me decía tal cual como él se sentía.

Unos minutos antes estaba pensando, en cómo había llegado a su casa, en qué me llevo a tomar esa decisión, arrepintiéndome de haber estado en ese lugar, justo ese momento, cuando pude aprovechar la oportunidad para ayudar a mami con las cosas que necesitaba, con las diligencias que debía hacer en vez de dejarla sola solo para estar con él, a escondidas sin que nadie supiera. Lloraba porque me arrepentía de haber ido, sintiendo que él no quería mi presencia allí, que estaba cansado de la situación actual, que ya no me quería o que simplemente se había hartado. Así lo sentí, incluso, tenía miedo de decirle como siempre le decía "Iré a tu casa en la tarde", porque sabía que tal vez se enojaría, porque estoy yo nuevamente haciendo lo que dije que no haría.

—Amor, ven acuéstate para acá— me dijo nuevamente.

Negué sin levantar la cabeza.

—Amor, ¿qué haces? Ven para acá.

—No quiero— le decía agitada mientras mis mocos seguían saliendo de mi nariz como agua tibia y salada.

—Mírame— dijo —Amor, mírame.

Pero no quería mirarlo, no quería que supiera que estaba llorando, con los ojos cerrados y cansada le dije nuevamente —no quiero, amor.

Sentí cuando se acercó para verme mejor y dijo—Lo que no querías que viera, ya lo vi—y volvió a salir de la habitación.

Cuando regreso me insistió nuevamente a que lo mirara, me levanté aún con los ojos cerrados, él se acostó al lado de mi en la cama, y dijo—Ven, acuéstate conmigo. —me acerqué a él y me acosté a su lado, y dijo —Así no, como siempre lo haces.

Me pegué a él y lo abracé y dijo —Falta algo más.

Le pregunté que faltaba por hacer, y luego recordé que siempre entrelazo mi pierna entre las de él. Pero no lo hice, diciendo el —Pero está bien, no hay problema.

Me preguntaba la razón por la que estaba llorando, sabiendo dentro de mí que si le contaba como me sentía iba a empezar a llorar de nuevo y él iba a sentirse más culpable de lo habitual. Aun así, le dije —Me dio un poco de ansiedad— y era cierto; me había dado una grave desesperación, ansiedad, temblaba, y quería gritar y llorar, pero no podía.

—¿Cuál fue la causa de tu ansiedad, amor? — aunque me decía "amor" en su tono podía percibir un poco de molestia o incomodidad, como si me estuviera preguntando enojado, parecido a que yo no debía llorar porque "todo estaba bien" o como si estuviera pensando que estaba cansado de mi sensibilidad, por así llamarle.

—Solo me dio ansiedad, amor. —le decía.

Luego de insistir por un rato me dijo —Se que si no hago la pregunta correcta no me responderás; ya me lo habías dicho.

Y es cierto.

Tuvo que salir del cuarto a resolver algunas cosas del auto ya que los demás requerían su presencia, y luego de rato intentando resolver un inconveniente, volvió a la habitación, se duchó mientras la música que yo había puesto sonaba de fondo a volumen medio alto, cuando él había salido, me entretuve un rato cantando.

Había estado investigando en internet el por qué ocurría lo que le pasaba al auto, pero él logró resolverlo, cuando regresó, verlo con las manos sucias de grasa del auto diciéndome que había logrado solucionar todo, me encantó, me sentí más enamorada aun viendo lo capaz que es de resolver las cosas, pero de manera irónica; no sabe comunicarse.

Escuchamos música un rato, decidí darme una ducha y hablamos otro momento de aquel juego que le encantaba más a él que a mí. Almorzó, aunque eran las 5 de la tarde y aunque yo no había comida nada en todo el día, decidí no decirle, y casualmente, había dejado sobras.

Después de unos minutos en el insistir nuevamente en que me acueste con él, lo hice, pero no quería dormir. Así que me recosté sobre su pecho y mirándolo cara a cara empecé a darle besitos, pocas veces lo miraba a los ojos mientras hacía eso, pero estando tan de cerca y sabiendo que estaba un poco molesto o enojado me encantaba acercarme a él aún más, seguía dando besitos y empecé a intentar lamer su nariz, aunque no me dejaba, pero el mordió levemente la mía. Empezó a besarme suave hasta que, cambio de opinión y como de costumbre eran más mordidas que besos, cuando me besaba a la vez me mordía, delicado pero intenso, fuerte. Prosiguió a jalar mi cola y solo a verme, me soltaba y volvía a jalar, repartía besos por mi cuello y rostro seguido de volver a besarme y morderme.

Como casi siempre, me acostó junto a él, de lado ambos, me sostenía la cara, la mandíbula mientras me besaba y mordía mis labios, procedía a entrar su lengua en mi boca y ambos rozábamos las nuestras con movimientos circulares.

Me encantaba, y a él también, cuando era yo quien besaba, cuando mordía sus labios, chupaba fuerte su lengua, jugaba un poco con ella, simplemente nos gustaba. Pero mejor aún, cuando el me acariciaba a la vez, bajo sus manos hasta mis nalgas levantando un lado del bóxer que había elegido ponerme ese día, no los uso, pero este es cómodo. Tocaba mis nalgas, las acariciaba, las apretaba y me acercaba a él mientras nos besábamos.

2019

Guardo en mi memoria como en octubre tuve la oportunidad de conocer más de cerca a Sebastián, donde empezó todo a fluir más de cerca y más amistosamente.

– La lista de las delegaciones y los temas ya están disponibles en el tablón al final del aula, pueden elegir las que les guste en pareja y recuerden que mañana en el patio estarán eligiendo la delegación que desean representar– dijo la titular del último año bachiller (nuestra titular) al final de clase. –Recuerden elegir su pareja hoy para mañana estar listo a elegir la delegación.

Prácticamente todos tenían pareja para participar en el modelo de la ONU, yo no tenía porque era nueva y todos tenían 4 años o más conociéndose y participando juntos desde siempre, antes de ser novia había sucedido esto, el había decidido dejar de participar con un su amigo de toda la vida, dejarlo solo, y participo en el modelo de la ONU conmigo. El nunca había ganado ninguno ni le había interesado. En esos 2 meses que faltaban para la participación, había decidido que seriamos la delegación de Israel en el tema sobre la Guerra de Gaza y la eterna disputa. Habíamos salidos victoriosos o al menos yo (porque solo mami y yo nos esforzamos tanto por aquella participación), siendo la mejor delegación y el mejor papel de posición del tema. Nunca pensé que lograría tanto, y hasta el día de hoy los representantes de la delegación de Palestina me odian.

Me causa gracia.

Había pasado el modelo escolar de la ONU, algunos exámenes ya los habíamos realizado y casi estábamos de vacaciones, ya tocaba día de chocolate y pan en el colegio, todos colocamos las butacas haciendo una ronda para luego poder ser servidos de la "merienda navideña". A penas habían pasado unos minutos y Valerie me hacía gestos y señas dándome a entender que quería quitarse a Sebastián de al lado porque el olía mal, después de cansarme de verla sufrir le dije que cambiáramos de sitio y me senté al lado de él.

Nunca he tenido buen olfato, así que nunca me afectó el olor que tuviera él. Supongo es una ventaja en cierto punto. Sebastián siempre ha sido muy energético y contento, no le importa nada de lo que digan los demás sobre él, le importa solo su familia y seres queridos, es muy gritón, bulloso, molestoso, pero nada de eso evito que lo conociera, aunque no me agrada la gente que se mueve tanto, eso no me evito conocerlo más de cerca, independientemente de su mala reputación por su higiene y su agresividad.

Las próximas semanas Sebastián me acompañaba toda la tarde en la escuela elemental de música mientras esperaba a que Chris terminara de tomar sus clases y luego irnos a casa en metro o esperar a que nos pasaran a buscar, por lo que conoció a mis padres y más a fondo a Chris, ya éramos amigos cercanos y hablábamos todas las tardes de cualquier tema que nos interesara a ambos, peculiarmente nunca hablábamos del cole. Lía, quien era la amiga más cercana que tenía en el colegio tampoco era una llamada "mejor amiga" porque para eso estaba Valerie o Renata, solo hablaba con Lía en el cole y al despacho, difícilmente nos comunicábamos por lo que Sebas se convirtió en mi mejor amigo por así llamarlo.

Mis padres pocas veces hacían preguntas directas sobre el pero estaban al tanto siempre y era muy común la frase "ese muchacho está enamorado de ti" y yo no lo negaba porque se me hacía difícil pensar que él no lo estuviera, no por ego o prepotencia, si no que era una gran posibilidad por su interés en siempre estar conmigo.

Íbamos a asistir a la cena navideña del colegio y nunca había ido de noche así que para mí era un poco incómodo, no recuerdo si tuve que llevar algún plato especial por motivo navideño o si pagamos alguna boleta.

—¡¿PERO POR QUÉ NADIE ME LO DIJO?!—gritaba Valerie.

— Se supone que casi nadie lo sabe aún, Vale, solo Lía y no se quien más.

— AAAAAAAHHHH—gruñía— Yo debí saberlo hace tiempito, ¡qué anti yupis son!

—Es que nadie lo sabe, Valeeee—decía Sebas riéndose bastante de la situación.

—A ver, que aún estoy esperando para decirle a mis padres... —dije— Sebastián se desesperó y les contó a sus padres, pero yo aún no lo hago.

Valerie se había enterado de que Sebastián y yo nos habíamos hecho novios justo porque, no recuerdo cómo, si yo se lo dije o Sebastián (probablemente él) pero fue una noticia exageradamente buena para ella, así parecía, y me causaba bastante gracia.

En enero decidí mencionarle a mis padres que Sebastián me había pedido ser su novia, no había sido así, fue muy curioso porque cuando sucedió, estaba en la villa con mi familia y dice Galilea, mi hermana mayor: –¿Y por qué no son novios y ya? – dijo refiriéndose a Sebastián y a mí.

–Deberías decirle o no se– comento nuevamente.

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Gabriela:
mi hermana dice que deberiamos ser novios

Sebastian:
por mi esta bien, que crees?

Gabriela:
no tengo prob jiji

Y así fue como empezó la travesía de 3 y casi casi 4 años, con Sebastián.

2020

chat

Sebastian envió una imagen

Gabriela: lindoooooo uwu
Gabriela: ponla de perfil

Sebastian: listo /emoji de gato/

Gabriela: donde fue la foto?

Sebastian: me la tomaron despues del bautiso en el patio de mi tia abuela

Gabriela: nice hihi
Gabriela: bautizo* omg

Durante los próximos 3 años esa fue una de mis fotos favoritas de Sebastián, normalmente tenía el pelo rizo un poco poco largo, pero esta vez tenía el pelo super bajito porque, como las mujeres, el había decidido tener un cambio de aspecto y no es por ganas de mofarme, pero me causa bastante risa el tamaño de su cabeza cuando tenía menos pelo.

Entre el 4-5 de enero los padres de Sebastián y el vendrían a conocer a mi familia, para de esa manera formalizar la relación, todo esto por petición de mis padres y mía.

Todos en casa estuvimos super esplendidos, gracias a Dios, no hubo nada de lo que la familia de Sebastián pudiera quejarse debido a que todo estaba intachable gracias a que, como dice mi madre, la gracia de Dios estaba en ella. Muy curioso, pero le creo, todo lo que hace le queda exageradamente bien.  Sebastián me había avisado que irían por mi casa luego de un bautizo de alguien de la familia (familia super gigante), mi casa estaba super lejos de la ciudad, diría que, con tráfico congestionado, que siempre lo hay, son una 1 hora o 1 y media hora, sin tráfico, 20 minutos lo cual resulta desesperante salir sabiendo que casi siempre hay muchas personas fuera, o sea, mucho congestionamiento.

Y ese día fue un sábado, así que había congestionamiento en la calle, estaba muy preocupada por los prejuicios y críticas de los padres de Sebastián por ver donde vivía y como se llegaba a donde vivía ya que donde viven en la ciudad, casi frente al colegio, es totalmente diferente. Me hizo mucha ilusión ver lo animados que estaban mis padres y lo ilusionados que se les veía.

Al llegar Sebastián & Co, venían con ellos unos brownies (que nunca logre probar). Durante el resto de la tarde que ellos estuvieron en casa no recuerdo haber hablado, Sebastián estaba casual con camisa, muy bonito, con el pelo corto en ese entonces. Mi madre hablo de cómo "es su hija" y les pregunto a los padres se Sebastián, que como era su hijo. Al finalizar, mi madre leyó un versículo de la Biblia e hizo una oración por la "futura relación".  Mi padre (padrastro) estaba un poco borrachito por tomar vino así que fue ligeramente gracioso oír sus chistes malos en la tarde.

Mi padre biológico había sido invitado a la reunión, pero nunca llego. Normal, no esperaba menos ni me importaba.

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Gabriela
que han dicho tus apdres? jiji

Sebastian
todo bien por ahora :D
le agrado la familia

Gabriela
les*
ok, pero no han dicho algo, idk
en especifico?

Sebastian
nop, todo bien

Los días de enero transcurrieron en paz, mi memoria no logra otorgarme mucha información sobre este primer mes siendo novios oficiales, pero si tengo super claro los momentos más controvertidos. A partir de febrero mi familia y yo empezamos a notar cierto desapego de parte de la familia de Sebastián hacia mí y mi familia. En el cole Sebastián y yo nos la pasábamos juntos todo el tiempo que se podía, ya que el tenía pocos amigos por la reputación que ya cargaba.

Eran las 5:30 AM, mi padre nos había dejado en el colegio, con el uniforme medio puesto, aun no amanecía, ni siquiera me había cepillado, pero esta era la rutina de todos los días, así que fui al baño a terminar de vestirme, peinarme el pelo y cepillarme los dientes para luego desayunar algún que otro pan seco con huevos revueltos y leche con cocoa. como siempre. Después de estar lista Chris se había ido a su aula así que después de saludar a Felicia, la señora de limpieza, decidí subir al aula igual, de camino me encontré a Ehisley en el aula A de último año, yo pertenecía a la B. Tuvimos un rato de charla, fueron pocas las veces que hablé con el pero siempre fue muy agradable.

— Ah, Sebastián, claro. Cuando jugábamos futbol él prácticamente no jugaba al futbol, no iba a por la pelota él iba por ti directamente, siempre fue muy pesado y agresivo jugando, sin ganas de exagerar, no soy así, pero todos sabemos lo pesado que Sebastián siempre ha sido — decía Ehisley cuando cayó el "tema Polanco" en la conversación, siempre llegaba ese tema.

No recuerdo más que asentir, oír lo que el decía y luego cambiar de tema. Ehisley es un joven cristiano hasta donde entiendo o al menos temeroso de Dios, no capte bien que religión sigue o si solo sigue a Dios como hago y como hace mi familia, ya que Ehisley nunca se notó ser una persona religiosa. Es muy agradable con todos y nunca se ha oído nada malo sobre él.  Le creía lo que decía de Sebastián porque prácticamente todos se conocían desde pequeños, por lo que se me hacía extraño estar alrededor de ellos, por ser la exageradamente nueva.

Yo aún no me sentía lo suficientemente emocionada, aunque en ese entonces no sabía lo que era estar emocionada por tener una nueva pareja, nueva no, mi primera pareja. Nunca pensé en cómo me sentiría por tener una.

Los días transcurrían y recuerdo como ayer la primera vez que nos tomamos de la mano en el colegio y las demás personas susurraban que éramos novios. Desde el inicio sabía que todos se cuestionaban cómo yo era su novia, apenas habían pasado los primeros 6 meses del año escolar y yo tenía novio, y era nueva en el colegio, y era último año, pero el detalle no era tener novio, sino que el novio fuese él más que todo. Tenía una exagerada mala reputación y no como un niño malo o algo semejante, si no como un molestoso descuidado y sin educación ni ganas de estudiar, no sé qué paso por mi mente que me había fijado en él, pero desde el inicio me trato más que bien, fue muy amable siempre, aunque si realmente lo pensamos todos eran muy amables conmigo, a excepción de una o dos chicas a las que no les haya agradado por el puro placer de existir a su lado y ser yo.

Ya era 14 de febrero, yo no tenía tiempo para comprarle un regalo así que mi madre, muy emocionada por yo tener pareja, había decidido ella misma comprarle una chaqueta en Zara y yo se la entregue en el colegio plácidamente y orgullosa como si la hubiera elegido yo misma. Él no tenía ningún regalo para mí que hasta el día de hoy no entiendo la razón por la cual sucedió así, pero me había dado la excelente noticia de que no podríamos ni pasar el fin de semana juntos porque ese mismo día, viernes, iría a las afueras de la ciudad a ver el Cirque Du Soleil con su familia. Sin importar que fuera 14 de febrero y que él tiene una novia con la que compartir. 

No recuerdo haberme enojado, pero si sentir pesar.

Si en ese entonces hubiera sabido todo lo que me esperaría en los próximos años, todo hubiera sido de otra manera, a mi manera y de la manera correcta, pero no podía ver el futuro lamentablemente.