Luego de un par de días de descanso tras el cambio de Taller. Yaomomo convocaría a una reunión.

— Muy bien, Midoriya-kun presta atención. En 72 horas reanudaremos una misión llamada Tierra del Ángel. Pero a diferencia de las ocasiones anteriores, nos acompañará ella. -Yaoyorozu apartó la silla de su escritorio para revelar a una jovencita-.

Era una chica de pelo rojo con coletas a los costados, notables ojeras alrededor de sus globos oculares, vestía bastante diferente al resto pero sonreía mientras cargaba una mochila bastante grande.

— Es un gusto en conocerlos. -decía la chica mientras se ponía al lado de Momo-.

— ¿Crees que ella será de ayuda, Yaomomo? -preguntó Monoma algo molesto-.

— ¿Y qué es lo que sabe hacer? -complementó Sero-.

— Esta chica es Manami Aiba. Ella cubre nuestro punto débil: que somos idiotas. -dijo Momo sin filtros-.

— No es algo que debería decir una líder... -pensó Midoriya mientras caía una gota de sudor por su cara-.

— La última vez que planificamos la invasión, nuestra inteligencia brilló por su ausencia. Pero, el cerebro de esta chica se hizo de un nombre como una hacker cuando vivía, llamada La Brava. Así que el equipo designado puede hacer una investigación del área.

— ¿Y qué es la Tierra del Ángel? -Midoriya preguntó-.

— Es en donde vive ella, son los dormitorios de la escuela: Heights Alliance. -explicó Kirishima-.

— Ese lugar está controlado por un sistema informático, sospechamos que los dones que tiene Ángel provienen de ahí. Tenemos una teoría: ella se comunica con Dios desde ese lugar. -detalló Momo mientras mostraba unos planos de los dormitorios-.

— ESTE PLAN ES DEMASIADO ARRIESGADO. -Kaminari se quejaba al aire-.

— Es cierto, Kaminari-kun. Pero considerando que es el segundo intento, Tenshin posiblemente reforzó su seguridad. Así que necesitamos que Dead Heroes dé un espectáculo grande. -Momo volteó a ver a Jirou, quien asintió-.

Luego de esa reunión, todos se fueron por su lado. Pero Kyouka caminaba con su guitarra, su rostro denotaba algo de decepción. Ella se sentía algo desanimada, pero forzaba sus expresiones por la misión.

El resto estaba concentrado entre practicar con sus armas, comer, vigilar, etc. En el caso de Midoriya, tras practicar un par de horas con la pistola, entró al edificio de la cafetería por un café.

— Creo que ya me estoy acostumbrando a esto, al final estos chicos no son tan malos como en mi primera impresión.  -pensaba mientras veía que había una chica de piel rosada pegando afiches en una cartelera-.

Ella se veía feliz porque estaba dándole publicidad a la banda. Se notaba que era una fanática bastante de hueso colorado.

— Así que esta es la publicidad llamativa, ¿verdad? -dijo el pecoso-.

— Oe, me asustaste. -ella hizo un pequeño puchero-. Eres tú.

— ¿Me conoces? -preguntó extrañado el ojiverde-.

— Una amiga me contó que siempre estás con una espada y que debería tener cuidado contigo porque traes problemas adonde vas. -explicaba la chica de forma tierna-.

— Ese imbécil de Monoma-kun... Pero, ¿no hay problema con esa publicidad sobre el concierto en el gimnasio? -cuestionó Midoriya-.

— Es algo peligroso y va contra las reglas de la escuela. Además, será un evento anunciado y eso lo hace más emocionante. Los profesores sabrán de esto y no sabemos qué cosas nos vendrán. Pero escuché que lo requiere la misión para llegar más lejos y por eso hay que reunir mucha gente. -explicaba la chica rosada que tenía cuernos en la cabeza-.

— Dead Heroes, ¿y tú eres...? -Midoriya tomó uno de los panfletos-.

— Mina Ashido, aún soy novata en el escuadrón de distracciones. Pero estoy feliz así, trabajar cerca de Dead Heroes es algo mágico. Aunque llevo poco tiempo con ellas, sé que tocan muy bien pero solo con Jirou-san como cantante y guitarra las cosas son increíbles porque ella es quien le da vida a la banda. Ella es la compositora y escritora, tiene muy buena música, cada canción se siente como si hubiera una revolución copernicana en el ambiente...

Midoriya empezaba a cansarse de escucharla, pero cada vez que intentaba irse, ella lo retenía. Hasta que ella recordó que tenía que seguir haciendo la publicidad. Fue entonces que el peliverde decidió ir por otro café, pero a lo lejos escuchó una melodía bastante agradable de escuchar.

Como alguien curioso, decidió encontrar el origen de esa tonada hasta llegar a un salón vacío donde la banda estaba ensayando. Midoriya vio que estaban terminando una canción, Jirou notó la presencia del nuevo y decidió tomar un descanso.

— Tocan increíble. Puedo entender el porqué vuelven locos a sus fans. -decía Midoriya mientras veía al horizonte posado en unos barandajes del segundo piso de uno de los edificios de las aulas-.

— Arigato... me gusta lo que hago, todos se divierten pero, a veces me gustaría interpretar algo más diferente, algo con lo que de verdad soy. Pero tengo que pelear por la causa. -decía Jirou algo tímida-.

— Lo entiendo, eres muy talentosa. No estaría mal ser tú más a menudo. -contestaba Midoriya mientras terminaba su café-.

— Así que no tienes ningún recuerdo, ¿verdad? Debe ser bueno. -Jirou tomó de su botella de agua-.

— ¿Tus memorias son...? -Midoriya quería preguntar pero no pudo terminar de formular-.

— ¿Alguien te contó sobre sus recuerdos? -Kyouka volteó a ver al pecoso-.

— Hai, Yaomomo.

— Yaomomo, sus recuerdos son los más trágicos. Los míos no son tan malos. -expresó la pelimorada, cosa que sorprendió al peliverde-. No son para tanto, solo no podía cantar las canciones que yo quería, solo eso... Mis padres siempre peleaban, como no tenía un cuarto para mí, debía agacharme en un rincón y tapar mis oídos. Mi único escape era refugiarme en mi propio mundo. No había lugar para descansar... Fue entonces que descubrí un grupo musical llamado Sad Machine. Supe que la vocalista tenía una situación similar a la mía, que cuando todo iba mal se ponía sus auriculares para escapar al mundo de la música. Quise intentarlo y fue como si todo hubiera desaparecido, las vocales gritaron y se apenaron por mí. Aquellos que actuaban bajo el sentido común estaban equivocados, quienes lloraban tenían la razón y nosotros los solitarios éramos más humanos. Me salvaron... Mi primera guitarra la encontré en un basurero bajo la lluvia. 

(Cr: encontrado en el perfil de 40Alice04 en Pinterest)

— Fue ahí cuando empecé a cantar. Mi vida era vacía, pero tenía mis canciones. Tomaba trabajos de medio tiempo, así como asistía a audiciones. Me prometí que abandonaría mi casa cuando me graduara, iría a Tokyo y viviría por mi música. O eso pensaba... Un día tuve un fuerte dolor de cabeza, tenía actuaciones en la calle pero cuando pensaba en lo que tenía que hacer, caí al suelo... Cuando desperté, perdí totalmente mi voz... Un golpe provocó un derrame cerebral que me dejó con afasia. Pasó durante una pelea familiar, mi padre rompió en mi cabeza una botella de vidrio que maldijo mi destino. Ya no tenía lugar para escapar y así fue como terminó mi vida.

— Jirou-san. -la chica de la batería, Pony Tsunotory buscaba a la pelimorada-. Nos cansamos de esperar.

— Hai. -Kyouka se levantó hacia su compañera-. Chico sin memoria, ten.

Midoriya recibió una botella de agua luego que Jirou regresó a su ensayo. Regresó su mirada hacia el paisaje de la escuela y reflexionaba sobre la historia que escuchó.

— Esa mirada, esos fueron ojos que maldecían las injusticias de la vida. Ella también tuvo una vida difícil. Nadie tiene miedo de reencarnar en un alma distinta a la humana. Pero la gente de este lugar intenta revelarse contra Dios. Están en contra de aceptar una vida injusta.

Mientras tanto, en la cartelera donde estuvo Mina los estudiantes estaban viendo los carteles de anuncio del concierto. Tenshin estaba ahí viendo los panfletos, algunos estudiantes la cuestionaban y le exigían que les dejaran el concierto, pero ella solo tomó el papel y se retiró del lugar.

— Me hacen ver como la villana. -pensaba Ángel mientras caminaba por los pasillos-.

Time skip, gimnasio de la escuela

Cuando se hicieron las 7:00 pm, el auditorio estaba con poco aforo. Las chicas de la banda estaban alistándose.

— Aquí estarás tú en tu asiento especial. -Jirou acariciaba una guitarra acústica, su primer instrumento con el que empezó todo-. Ya es la hora, muy bien... ¡Demos un gran show!

Al mismo tiempo, en la Heights Alliance donde estaban los dormitorios estaban Momo, Itsuka, Ochako, Monoma, Kirishima, La Brava y Midoriya. Eijiro abrió la puerta con una ganzúa y una llave de tensión.

Cuando tuvieron pase libre, Kendo se encargó de ser vigía mientras el resto entraba con sus armas de fuego.

— Limpio. -Neito y Kirishima daban luz verde-.

— Uraraka-san, tú vigila si viene alguien, por favor. -indicó la azabache, quien recibió un pulgar arriba de parte de la castaña-.

— Perfecto, infiltración exitosa. Cierra la puerta. -reportó Yaomomo, cosa que hizo confundir a Midoriya-. Manami-san, te dejamos la computadora.

— Soy La Brava.

— ¿No creen que es mejor...? -el pecoso encontró un interruptor y apretó el botón-.

La luz se encendió, todos se asustaron por un segundo y medio para voltear a ver al peliverde. Monoma y Kendo se acercaron a él con una expresión de molestia.

— Esto es solo una habitación común y corriente. ¿No creen que están siendo excesivos con eso de "controlado por un sistema informático"? Solo hay una PC. -preguntó el peliverde-.

Cuando La Brava logró tener la computadora, la encendió y le pedía una contraseña. Pero no era nada difícil para la chica hacker.

Midoriya se quejaba sobre la invasión a la privacidad, pero Itsuka y Neito lo retenían tapando su boca.

En el gimnasio, Dead Heroes ya habían terminado la primera canción. Mina estaba entre la multitud, pero estaba preocupada porque eran pocos estudiantes. Kyouka se dio cuenta de esto y tuvo que improvisar con unas las canciones importantes de su repertorio.

Con el paso de los minutos seguían llegando NPC a unirse al concierto. Cuando estaba animándose el ambiente, los profesores llegaron por la puerta principal para interrumpir. Los estudiantes se quejaban y exigían que los docentes se fueran. Pero llegó la presidenta.

— Tenshin apareció. -Hagakure notificó por radio-.

— Entendido, Manami-san... -Momo recibió la notificación-.

— Ahora estoy ejecutando un crackeo de contraseñas de alta velocidad. Estará pronto listo y... lo logré, entramos.

— SUGOI, MANAMI-SAN. Ahora copia todos los datos. -Momo se acercó al monitor y con su cuerpo apretujaba el rostro de la hacker-.

— Eso tomaría demasiado tiempo. Cuando menos una hora y soy La Bra...

— ¿Y no podemos llevarnos el disco duro? -preguntó Kirishima que apretaba con su cuerpo la cabeza de La Brava-.

— Ella se daría cuenta. Mejor buscar cualquier dato sospechoso, Manami-san. -regañó Momo-.

— Soy La Brava. -ella apretó Enter para ejecutar como administrador-.

Se mostró una lista de estudiantes. Todos eran entre NPC y los nombres de los miembros del Frente.

— El Escuadrón de Distracción fue suprimido. Tenshin va de regreso. -avisó Toru por radio-.

— Estamos contra el tiempo... -Yaoyorozu estaba decepcionada-. Nos retiramos.

En el gimnasio, la situación se había puesto bastante complicada. Los estudiantes estaban convirtiéndose en una turba iracunda, exigían a los docentes que dejaran de reprimirlos. Todas las chicas estaban retenidas por los profesores.

— Hemos sido indulgentes hasta hoy. No se crean demasiado. -advertía un profesor-.

A lo lejos, al final del grupo de NPC estuvo Ángel como testigo pero al ver que todo estaba relativamente controlado dio media vuelta para salir del recinto.

— Confiscaré todos sus instrumentos, solo pueden tocarlos en los festivales culturales. No harán lo que quieran. -el mismo docente se acercó a la guitarra acústica-. ¿Esto lo puedo tirar, verdad?

— No... la... toques... -Jirou estaba molesta-.

— ¿Eh? -el profesor que tenía la guitarra volteó a ver de dónde venían tales palabras-.

— Dije que... NO LA TOQUEEEEEEEEEEEEEES. -se deshizo de la retención del profesor que la tenía con las manos afianzadas y comenzó a correr-.

Tsuyu había llegado a la consola, ella encontró una palanca en específico. En un momento comenzó a escucharse una melodía, era Jirou quien cantaba. Cuando todos los NPC en el gimnasio la escuchaban, Tsunotori entró al sistema de sonido de la escuela y activó los parlantes de todo el complejo.

https://youtu.be/_viFNbZ222Y

Joushiki butteru yatsu ga waratteru
(Aquellos que ignoran el sentido común ríen)

Tsugi wa donna uso o iu?
(¿Sobre qué mentirán después?)

Sorede erareta mono
(Que será ganado)

Daiji ni kazatte okeru no?
(¿Podemos colgarlo con orgullo?)

Ángel escuchaba y decidió regresar al gimnasio. Yaomomo y los demás también lo escucharon. Ella entendió que algo pasaba.

— Manami-san...

Demo asu e to susumanakya naranai
(A pesar de todo, debo continuar)

Dakara kou utau yo
(Esa es mi canción)

— Entendido, y soy La Brava. -la chica sonreía mientras terminaba de teclear-.

Naiteru kimi koso
(Es porque estás llorando)

Kodoku na kimi koso
(Es porque estás solo)

Tadashii yo
(Tienes razón)

Ningen rashii yo
(Eso es ser humano)

Otoshita nacida ga
(Aquellas lágrimas que lloré)

Kou iu yo

(A tiempo)

Konna ni mo utsukishii
(Es tan bello)

Uso ja nai

(No es una mentira)

Hontou no bokura o
(Es nuestra vida real)

Arigato
(Gracias)

Lo que encontraron fue un programa donde Ángel tenía detalles de cómo funcionaban varios de los dones que tenía. Estaban entre los que los chicos ya conocían y otros que aún no habían visto.

— Esta es mi vida... Para seguir cantando de esta forma... Yo nací para esto... Justo cuando fui salvada... Salvaré a alguien de esta manera... Al fin encontré la paz...

(Cr: encontrado en Pixiv, imaginen que es una guitarra acústica)

Cuando Jirou terminó de tocar, la guitarra acústica cayó. Todas las señoritas del grupo, Ángel, los profesores y los NPC estaban sin palabras.

Al día siguiente

Había una reunión importante, estaban presentes varios de los miembros del Frente, pero también estaban varios ausentes. Midoriya, por su parte, estaba caminando por la cafetería, pensando y tomando un café. En cuanto al resto, habían varias preguntas tras lo sucedido la noche anterior.

— ¿Puedes decirnos qué descubriste, Yaomomo? -preguntó Eijiro algo preocupado-.

— Tenshin desarrolla por su propia cuenta sus dones. Y, por extraño que sea, parece ser la misma manera en la cual nosotros hacemos nuestras armas. -explicó la azabache-.

— ¿Y eso qué significa? -preguntó Denki preocupado-.

— No estoy segura, aún no puedo decir nada en concreto. -Momo estaba desconcertada-. El hecho que ella use nuestros mismos métodos... La única respuesta posible es el peor escenario. ¿Qué deberíamos hacer? ¿Por qué ella no recibe sus poderes de Dios? -pensaba mientras veía por la ventana-.

— Entonces, hay que hablar de esto también. -Ochako puso una guitarra acústica en la mesa-. ¿A dónde se fue Jirou-san?

— Ángel la eliminó. -Sero afirmó sin dudar-.

— Pero fue a medio concierto. -replicó Kirishima-.

— ¿Entonces cuál es tu teoría? -preguntó Monoma algo molesto-.

— ¿Quién podría haberle hecho esto a Jirou...? -Kaminari dudaba y estaba nervioso-.

— Nadie fue... Ella aceptó su destino. Simple y sencillamente... -explicó Momo-.

— Tener una vida normal como estudiante como dicta Ángel no es una única manera de ser eliminado. -pensaba Midoriya mientras tomaba otro café de la máquina expendedora de la cafetería-.