*Créditos de la imagen: @ Greatm8SFM en Twitter*

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Al día siguiente, estaban Izuku y Yui en la parte de atrás del edificio de maestros, cerca del incinerador. Ambos estaban quemando la basura de la semana y aprovecharon ese tiempo para platicar.

— ¿Entonces con quién empezamos? -preguntó Tenshin-.

— Luego de pensarlo un poco, creo que podríamos comenzar con Mina-san, la chica que canta en la banda que da conciertos en la cafetería. ¿La conoces? -Midoriya se le quedaba viendo y ella giraba la cabeza y los ojos tratando de pensar-.

— ...

— Parece que nunca se cansa y se divierte molestando a Kirishima-kun. Es la vocalista de la banda y hace siempre lo que quiere. Sospecho que ya debe sentirse en paz, así que solo necesita un pequeño empujón. O eso creo. -el peliverde veía al cielo, creía que era lo justo y lo correcto su plan-.

— Si te parece bien... -Kodai terminaba de depositar la basura en el horno-.

— ¿Entonces lo harás? Bien, vamos. ¿Pero y tú, cómo vas? -preguntó el pecoso-.

— Aún tardaré un poco más, pero... Soukutsu, Zoushuku. -salieron unos rayos de sus brazos y torso-. Este es mi espada de huesos, la multipliqué para que salgan más de mí. Ahora tengo cuatro brazos con espadas.

— Luces más demoniaca que angelical. -una gota de sudor caía por el rostro del ojiverde-.

— La hice siniestra porque me dijiste que querías que todos se graduaran. Y que fingiría ser un ángel malvado. ¿Está mal? -ella veía cómo movía su nuevo par de brazos-.

— No, descuida. Luce escalofriante, pero es justo lo que necesitamos... Por cierto, ¿podrías agregarte unas alas? -pidió de favor Izuku-.

— ¿Alas? ¿Por qué alas? -preguntó ella inclinando tiernamente la cabeza-.

— ¿No crees que se verían imponentes? -preguntó el pecoso con una sonrisa confiada-.

— ¿Quieres que me vea imponente?

— Es que te verías más angelical.

— Lo pensaré.

— Te lo agradezco, Yui.

— ¿Y qué debería hacer ahora?

— Muy bien, el plan será este...

Time skip

En un salón de clases vacío estaban Dead Heroes ensayando para la próxima Operación Tornado. Mina tenía la costumbre de hacer el acompañamiento con baile mientras cantaba, pero el desgaste físico la hacía ralentizar el ritmo, y esto era un problema.

— Oe, Mina. Tienes que mejorar tu entonación. -Setsuna era la que la regañaba-.

— Mina, ¿no deberías centrarte más en cantar que en bailar? Incluso, podrías intentar tocar la guitarra. -sugirió la baterista Pony-.

— Hai, tienen razón. Lo haces fatal haciendo ambas cosas, intenta tocar la guitarra también. -confirmó Tsuyu la tecladista-.

— Pero Jirou era quien tocaba y cantaba... Yo no podría. -Ashido no se atrevía a probar-.

— Ella era increíble, pero no sabrás qué tan buena o mala eres haciéndolo. -Setsuna trataba de persuadirla-.

— Pero... Está bien, lo intentaré. -Mina se acercó al soporte donde estaba la guitarra eléctrica que tenía Jirou-.

Cuando Pony dio la señal, Mina estaba temblorosa pero cuando usó la uñeta para probar lo afinada que estaba, sintió una energía increíble recorriendo sus venas. Y comenzó a tocar el instrumento. Por más increíble que fuera, la rosadita estaba tocando bien, seguía las partituras y trató de cantar.

Cuando entonó la lírica, cambió bastante su desempeño con la guitarra. Se notó el cambio y no era favorable. Seguían tocando y llegó la presidenta del consejo estudiantil, abrió la puerta y se acercó a las chicas de la banda.

— Tú... -ella levantó la mano para señalar a Mina-. Tu guitarra está matando al grupo...

— ¿Identificó al eslabón más débil de la banda? -se cuestionó Setsuna intrigada y asustada-.

— Esto es algo serio, la presidenta sabe de música. -Tsuyu estaba ligeramente alegre por ese detalle-.

— Nani? Creí que nadie se iba a dar cuenta... -Mina se movía de un lado a otro con ganas de llorar-.

— Por consecuencia, la guitarra quedará confiscada. -Ángel le quitó el instrumento a Mina y comenzó a correr-.

— MINA-SAN, ¿ESTÁS BIEN? -se preguntaron las demás al ver que la rosadita estaba en blanco y cayó arrodillada al suelo-.

— Toma. -Yui estiró la guitarra para entregarla a Izuku-.

— ¿Por qué estás tú sola? -preguntó el pecoso con una gota de sudor cayendo por su rostro-.

— No me persiguió. -contestó con su típica expresión neutra la presidenta-.

— ¿Eh?

Para asegurarse del porqué pasó eso, Midoriya se escabulló hasta el salón donde seguían ensayando las chicas. Cuando el pecoso se asomó, notó que Mina cantaba pero su rostro era más melancólico.

— ¿Lo ves Mina? Tu ritmo mejoró si te enfocabas en una sola cosa. -comentó Pony-.

— Pero, ¿no creen que falta algo? -preguntó decaída la rosadita-. Me gustó tocar la guitarra y eso creo que se necesita.

— Pues, entonces sumaremos a otra guitarrista. -dijo Setsuna-.

— Lo que digo es que... me sentí como Jirou-san en sus conciertos, ella hacía lucir mejor a la banda. Y yo quiero hacer lo mismo. IRÉ A BUSCAR LA GUITARRA. -Mina se quejaba como niña pequeña-.

Pero esto lo tomó como señal el pecoso para alertarle a Kodai que corriera de nuevo. Y así fue como Mina empezó a corretearla hasta salir del edificio. En un pasillo que conecta a los jardines estaba Izuku esperando.

— GOMEN. -empujó suavemente con las manos a la presidenta-.

— WAH. -Yui levantó la guitarra para lanzarla al aire, como si de verdad hubiera chocado con ella-.

— Baka, es muy alto. -pensó Midoriya preocupado por el instrumento-.

Entonces él se posicionó para atrapar la guitarra y detenerla. Como era no era tan pesada, pudo evitar daños.

— MI GUITARRA. -Mina corría alegre-.

— Descuida, todo está bien. -el ojiverde le entregó la guitarra a Mina-.

— La salvaste de Tenshin, ¿verdad? -preguntó feliz a su compañero-. ¿DÓNDE ESTÁ ELLA?

— ¿Por qué gruñes? -preguntó cansado el joven pecoso-. Siempre haces lo que quieres, ¿eh?

— ¿Lo que quiero? No hago todo lo que quiero.

— Eres vocalista de la banda, ¿no? Y ya tocas la guitarra.

— Bueno, esa es solo una de las cosas que quería hacer.

— ¿Hay más?

— Claro, un montón. -Mina veía al cielo pensando en qué quería hacer-.

— Sabes, hablemos en otro lugar. Te invito un café.

Time skip

En la salida de la cafetería, cerca de las canchas, Izuku y Mina estaba sentados en una banca tomando café.

— ¿Y qué más cosas querías hacer? -preguntó el pecoso-.

— ¿Tengo que contártelo?

— Pues... no es necesario si no quieres.

— Bueno, quiero contártelo porque eres amigo y porque salvaste mi guitarra. -sonrió Mina mientras tomaba café-. Quiero hacer más que los demás, ¿por qué crees que es?

— Pues, ya sabes... porque no pudiste hacerlo cuando estabas viva.

— Hai, hai. Cuando era pequeña, un auto me atropelló por la espalda. Después de eso, quedé paralítica... Estaba postrada en una cama, no podía vivir sin ayuda, dependía completamente de mi mamá... Me sentía mal por ella. Solo podía ver la tele, cuando veía a las bandas musicales yo fantaseaba con lo genial que sería poder hacer algo así siendo una heroína.

— ¿Querías ser una heroína? -preguntó incrédulo el joven Izuku-.

— Hai, era mi sueño pero también quería moverme y ser libre de hacerlo todo. Quería verme genial. -Ashido acercaba su mano a su pecho y sonreía-. 

— Entiendo... Y lo lograste. -Midoriya la veía con una sonrisa tranquila y ella asentía-. ¿Y qué más quieres hacer?

— También veía juegos de béisbol.

— Jugamos el torneo de béisbol en el festival deportivo, ¿no?

— Pero no logré anotar. -ella hizo un puchero-.

— ¿Un hit?

— Un home run.

— Nani? ¿Tiene que ser un home run?

— Obviamente, pienso concentrarme en el béisbol cuando me vaya mejor con la banda.

— Será difícil equilibrar ambas cosas. -pensó algo molesto el pecoso-. Solo por si acaso, ¿algo más?

— Fútbol. -esto extrañó al peliverde-. ¿Te acuerdas que era muy popular?

— Son muchas cosas, ¿quién está en una banda, un equipo de béisbol y otro de fútbol? -Izuku estaba algo molesto-. ¿Acaso hay más...?

— Lucha libre.

— Esto ya no tiene sentido... Aunque creo que sueña con lo que vio en la televisión. Pero cumplir todo no será tan fácil. -el ojiverde no estaba convencido pero debía cumplir-. Muy bien, te ayudaré a lograrlo. Así que iremos primero con lo más fácil, ¿qué tal la lucha libre?

— ¿De verdad? -los ojos de Ashido brillaban-.

— Hai, ¿qué movimiento?

— Suplex alemán.

— Oe, es bastante complicado, ¿podrás? Comienza mejor con algo más sencillo como una llave.

— Pero siempre admiré a los luchadores que hacían el suplex alemán. -decía ella con brillos en los ojos y sus manos entrelazadas-. Quiero mantenerlo hasta lograr la victoria.

— NO DIGAS ESAS COSAS CON UNA VOZ TAN TIERNA. Pero bueno, intentémoslo. -Izuku se puso de espaldas a ella y con los brazos alzados-.

Ella se levantó, lo abrazó por la espalda, tomó sus manos para sujetarlo con fuerza, comenzó a levantarlo. Esto sorprendió al pecoso porque no creía que ella tuviera esa fuerza. Cuando llegó el momento del movimiento final, Mina lo lanzó hacia atrás sin poderlo retener. Midoriya cayó con la cabeza y de espaldas al suelo.

— Supongo que una chica como yo no podría hacerlo... -la rosadita perdía el ánimo rápido-.

— CASI LO LOGRASTE, SOLO TE FALTÓ MUY POCO. -reclamó el peliverde mientras se sobaba la cabeza-.

— ¿Tú crees? ¿Puedo intentarlo de nuevo?

— Solo vamos a un lugar con césped, por favor o moriré. -Izuku bajó la cabeza, estaba cansado y adolorido-.

—JAJAJAJA, aquí no puedes morir. -se reía inocentemente Mina-.

— No estoy bromeando... -pensó el pecoso-.

Time skip

Siguieron intentando por varias horas, cada vez que Mina lo tomaba para el suplex, ella lo soltaba. Midoriya se quería ir, pero ella le suplicaba que se quedara.

— Oe, ¿puedes al menos hacer un puente? -Izuku creía saber el problema, pero necesitaba pruebas-.

— Claro que sí-.

Mina levantó los brazos y cayó sobre su espalda, pero sin amortiguarse ni apoyarse con sus manos. Solo cayó acostada.

— Bueno, practícalo. -ordenó el pecoso-.

— Aburrido.

— Hazlo, te ayudaré con eso.

Y así pasaron la mayor parte de la mañana tratando de hacer que Mina hiciera un puente, hasta que al final ella pudo dominarlo a duras penas.

— Lo... estoy haciendo... ¿no? -preguntó Mina temblorosa-.

— Estás temblando mucho, pero sí. -reconoció Midoriya-.

Así que llegó el momento de la verdad. Mina tomó del torso a Izuku, se sujetó con sus dos manos para afirmar el agarre. Empezó a levantarlo, era más fuerte y más rápida ella, él lo notó y se sorprendió mucho.

— No tengo escapatoria, me tiene bien afianzado, es perfecto. ES UN SUPLEX ALEMÁN PERFECTO.

Mina estuvo firme en su posición y con su espalda y piernas arqueó su cuerpo para tirar a Midoriya, quien estaba bien agarrado por ella.

— Uno... Dos... Tres... DING DING DING. SE ACABÓ.

— ¿Lo logré? -ella sonreía desde su posición algo incómoda-. DE VERDAD LO HICE. YEIH, YEIH.

— ¿Cuánto va a durar esto? -se quejó el ojiverde luego de ser soltado-.

Tras ese logro de Mina, ambos fueron por otro café enlatado y descansar un poco.

— Sigamos con el fútbol. ¿Se te dan bien los penales? -sugería el pecoso-.

— No, tengo que rebasar a cinco y anotar. -respondió Mina, él se le quedaba viendo-. La jugada del siglo... Maradona... Ankara Messi...

— Lo entiendo, pero... Bueno, déjamelo a mí. -decía Izuku confiado-.

Midoriya fue a buscar a algunos posibles miembros para que le ayudaran con su plan, pero no podía ser muy explícito. Así que consideró reunir a varios en el baño de hombres.

Diez minutos después

— Escuchen, Yaomomo no puede enterarse de esto. Pero recibí una carta de Ángel. -dijo el peliverde junto a Sero, Monoma, Kirishima, Kaminari e Iida-.

— Es absurdo que se hagan llamar hombres cuando no pueden vencer a una chica. -leyó Monoma quien le había arrebatado la nota a Izuku-.

— Me sorprende que puedas leer "absurdo" ¿Se curó tu idiotez? -dijo Eijiro para burlarse-.

— No es impedimento para leer. -argumentó Denki-.

— Puliré su pobre determinación con espíritu deportivo. Los espero en la cancha de fútbol después de clases. Atentamente, Ángel. -terminó de leer Neito con una vena en su frente-.

— Eso no tiene sentido. ¿De verdad lo escribió ella? -dijo Iida-.

— Tenshin ya no es como solía ser. -justificó el pecoso-.

— Es un revoltijo de mentes ahora. -agregó Sero mientras rascaba su cabeza-. Es posible que haya escrito ese desafío.

— No pienso formar parte de esta tontería. Se lo reportaré a Yaomomo. -Monoma no creía en la nota-.

— Oe, ya dije que ella no puede enterarse. -Midoriya tomó al chico de la espada por el hombro-.

— ¿Por qué no?

— Si le contamos, habrá otra batalla sangrienta. Aparte, dice que quiere hacerlo con espíritu deportivo. Significa que quiere competir de forma justa. Además, nos desafió a los hombres. Ir a contarlo esto a Momo va en contra de nuestro orgullo masculino. -planteaba el ojiverde un argumento relativamente asequible-.

— Supongo que tienes razón. -Eijiro pensaba que era lo mejor-. ¿Vamos todos?

— Hai. -respondieron todos-.

— Ese es el espíritu. -pensó el peliverde-.

En la cancha de fútbol 11

Los hombres llegaron caminando a la cancha grande, era de césped natural. En el centro del campo estaba una chica rosada con cuernos y uniforme deportivo.

— Oe, ¿y esa quién es? -preguntaba Sero sin reconocer a quien estaba esperándolos-.

— Es Mina, ¿qué hace ella aquí? -se extrañó el pelirrojo-.

(Cr: figmamometer en Reddit)

— Vinieron, ¿verdad? Entonces prepárense. -ella tenía un balón en sus pies y lo adelantó-.

— Está driblando... -señaló Kaminari-.

— AQUÍ VOY, IDIOTAS. -ella estaba emocionada-.

— YA ENTENDÍ, ELLA ESCRIBIÓ LA CARTA. SIEMPRE SE QUEJA QUE SOMOS COBARDES E IDIOTAS. POR ESO LO HIZO. HAY QUE PROTEGER EL ARCO. NO PODEMOS PERDER, COMO HOMBRES TENEMOS QUE GANAR. -Izuku estaba tratando de inspirar a los demás, pero se le quedaron viendo-.

— No sé qué pasa. -Monoma volteó a ver al campo-. PERO DE ACUERDO.

— NO NOS SUBESTIMES. -Sero se emocionó de golpe-.

— KIRISHIMA, VAS AL ARCO. -ordenó Izuku quien corrió a la marca, el pelirrojo asintió-.

— Ahí la tiene Mina, le marcan dos, pisa la pelota Ashido. -narraba Mina en su cabeza mientras se le acercaba al marcaje Iida, Kaminari había quedado atrás en la carrera-.

— No se te da bien driblar, así que te quitaré el balón, PREPÁRATE. -Tenya se lanzó a barrerse, se quitó la camiseta para hacerla más vistosa-.

Pero, una especie de bala de aire hizo que en la barrida perdiera el control.

— BIEN, UNO MENOS.

— Arranca por la derecha la genio del fútbol mundial. -seguía narrando en su mente la rosadita-.

— ¿QUÉ HACES IIDA? -se quejó Sero quien iba a la marca directa-.

— Aquí viene el segundo. -ella saltó para darle una patada voladora en la nuca al cara plana-.

— ÁRBITRO, ES DE ROJA. -protestó Hanta luego de caer al cesped-.

— FUE LIMPIA. -dijo ella alzando las manos como si fuera el referí dando la ventaja-.

— USTEDES PUEDEN MONOMA, MIDORIYA. -alentaba Sero a sus compañeros-.

Los dos fueron de una a tratar de quitarle el esférico. Adelantó ella el balón y Neito con una barrida se lo alcanzó a quitar, pero Midoriya "fingió" caerse para mandar a volar al rubio. Esto hizo que le quedara a Ashido la posesión otra vez.

Ella tenía en frente a Eijiro, que era el arquero.

— TE HARÉ GOL AUNQUE TE MATE. - señaló ella mientras estaba parada en la entrada del área-.

— ¿Dónde quedó ese espíritu deportivo? -preguntó Eijiro mientras cubría el centro del arco-.

— ESO NO IMPORTA. VIENE LA GENIA DE FÚTBOL MUNDIAL, GENIA, GENIA, GENIA, TA TA TA TA TA TA. -ella preparó su disparo cerca del punto penal-. ASSASIN GUILLOTINE SHOT.

— Con un nombre como ese no sé si quieres anotar o matarme. -se afligió Kirishima-.

— Es un milagro. -se sorprendió el pecoso-.

— KIRISHIMA. -gritaban Iida, Kaminari y Sero asustados-.

Una nueva bala de aire atacó, el pelirrojo estaba listo para detener con ambas manos, el disparo iba directo a su ubicación pero el desvío hizo que reaccionara tarde...

— GOOOOOOOOOOOOOOOL. -gritaba Mina mientras veía que el balón sacudía el fondo de la red mientras iba a una de las esquinas de la cancha a celebrar-.

— No puedo creer que perdimos... -el dientes de tiburón estaba desilusionado-.

— Y contra Mina. -Sero no acababa de creerlo-.

— Qué horrible. -Iida sostenía a Eijiro que casi lloraba-.

— No le contaremos a nadie. -dijo Denki mientras ayudaba a caminar a Monoma-.

— Pero ella perdió el balón y ni siquiera hizo el mano a mano con el arquero. Pero da igual, salió bien. -pensó el joven Izuku mientras le daba el pulgar arriba a lo lejos a alguien-.

Yui Kodai estaba oculta en un poste donde estaban los faroles, ella también daba ese mismo gesto.

Time skip

— Muy bien, vamos a lo siguiente. -Mina tenía un bate y casco listos para atacar-.

— ¿Qué tipo de home run te dejaría satisfecha? -preguntó el pecoso-.

— Que pase por encima de la valla. -apuntó ella con el bate-.

— ¿Es en serio? -Midoriya no estaba seguro-. Bueno, batea con todas tus fuerzas.

Él lanzó la primera bola rápida. Mina bateó y logró contactar con la pelota que salió volando.

— YEIH, LE DI, LO LOGRÉ.

— Darle no es suficiente. Mira bien la pelota y dale con el centro del bate. -sugirió el peliverde-.

Siguió lanzando, ella golpeaba por arriba de la pelota, luego muy por debajo para que se deslizara sobre el bate. Ella luego golpeaba con los ojos cerrados y daba vueltas. La tarde pasaba y los batazos eran débiles ahora.

El sol fue cayendo hasta que logró batear un par de veces algo fuerte, pero no pasaban las vallas. Pero el entrenamiento acabó cuando ella bateó y soltó el bate para hacerlo volar.

Al siguiente día continuaron, ella bateaba un poco mejor pero le faltaba potencia para que la pelota tomara velocidad. Cerca de la cancha caminaba Eijiro y recogió una pelota, se le quedaba viendo a los dos jugando. Ella se veía sonriente, feliz de poder moverse y eso lo notó el pelirrojo.

Cuando volvió a caer la noche, ya casi no podía verse la pelota y eso hizo que terminaran de entrenar. Mina estaba decepcionada, pero cuando Izuku recogía las pelotas, Eijiro recogió el bate.

— ¿Qué hacen ustedes? -preguntó el dientes de tiburón-.

— ¿Quieres jugar en serio? -ofreció el pecoso-.

— ¿Un bateo perfecto? Hace mucho que no lo hago. Podría caerme bien.

Izuku lanzó una bola con efecto y Eijiro, al primer intento, logró un home run.

Para el tercer día, por la tarde, Mina estaba cansada y se le notaba resignada. Ya ni siquiera bateaba, solo abanicaba. En el último intento, ella cayó de rodillas y respiraba con dificultad.

— ¿Estás bien, Mina-san? Enséñame tus manos. -decía preocupado el peliverde-.

— No quiero.

— Que las muestres... -él tomó la mano izquierda y esta con varias curitas-. No me sorprende...

— Parece que es imposible. -ella se puso de pie-. Creo que me olvidaré de este sueño.

— Vamos, no tienes que rendirte. -pidió el chico-.

— Te lo agradezco, de veras. ¿Por qué empezamos en un primer lugar? -ella sonreía mientras tenía el sol a sus espaldas-.

— Pues... tú querías lograrlo, ¿no? Sigue hasta el final, Mina-san.

— Hacer un home run es un sueño ridículo... Aunque no lo lograra, me alegró mucho haber podido moverme tanto. -ella sonreía viendo al cielo-. Practicar todos los días fue divertido. ¿Lo recuerdas? No podía mover mi cuerpo. De verdad lo pasé bien.

— Entonces, ¿lo hiciste todo? -preguntó algo preocupado el ojiverde-.

— ¿Realizar qué?

— Todo lo que querías hacer cuando estabas paralítica.

[Aquí debería haber un GIF o video. Actualiza la aplicación ahora para visualizarlo.]

(INDISPENSABLE REPRODUCIR)

— Aún me falta algo. -Mina veía al suelo-. Casarme. El mayor anhelo de cualquier chica. Pero no podía lavar la ropa ni limpiar la casa. De hecho, no podía hacer nada. No era más que una molesta carga para mi mamá. ¿Quién habría querido casarse conmigo? -ella estaba de rodillas y algo triste-. Dios es muy cruel, me privó de ser una heroína, una bailarina, una deportista o una esposa. Me privó de toda felicidad...

— Eso... no es verdad. -Izuku respondió por impulso-.

— Dime, ¿te casarías conmigo?

Izuku notó que ella lo veía con toda la seriedad posible, él estaba nervioso pero no sabía qué responder a tan repentina pregunta. Sin embargo, la respuesta vendría de otro lado.

— YO LO HARÉ...

Mina, al escuchar eso, sus ojos recorrieron lentamente su campo de visión hasta un chico pelirrojo y dientes de tiburón. Él se fue acercando lentamente hasta Ashido.

— Me casaré contigo. -decía Eijiro-. Y lo digo totalmente en serio.

— Pero... no conoces a mi yo real... -ella encogió los hombros y su carita reflejaba tristeza-.

— Sin importar cómo hubieras sido en tu vida pasada, me casaría contigo. No importa qué te hubiese pasado.

— No podía caminar ni levantarme.

— DIJE QUE NO IMPORTARÍA. -gritó Kirishima y esto sorprendió a Mina-. Aunque no pudieras caminar ni levantarte, aunque no pudieras tener hijos. AUN ASÍ ME CASARÍA CONTIGO. Quiero estar contigo. La Mina Ashido que conocí aquí es real, es impulsiva, enérgica, directa, y cuando te vi jugando con Midoriya, pude ver una sonrisa tan hermosa, tan sincera y tan libre. Esa eres la auténtica tú. Sin importar dónde nos hubiésemos conocido, me habría enamorado de ti. Aunque sea casi imposible que nos reencontremos... Aunque volvieras a estar paralítica al encontrarnos... Yo me casaría contigo, Mina-chan.

— Nunca nos habríamos conocido. Yo estaba postrada en cama. -decía Ashido mientras sus ojos se cristalizaban-.

— A mí me gusta jugar béisbol. Algún día habría lanzado una pelota por tu ventana y te vería al entrar a buscarla. Así sucedería... Luego conversaríamos, nos divertiríamos, te visitaría a diario y comenzaría a cuidarte. ¿Suena bien?

— Hai... Oye... si eso llegara a suceder, mi mamá estaría allí esforzándose por cuidar de mí ella sola. ¿Podrías ayudarla? -la voz de Mina amenazaba con romperse-.

— No lo dudes nunca...

— Qué bueno... -las lágrimas en ella comenzaron a caer-.

(Cr: A4li11 en Reddit)

— Ya no me arrepiento de haber nacido... Como cuando termina un festival, es triste pero sigamos poco a poco... Iría a cualquier parte ya lo sabes, te demostraré que puedo hacerte feliz... Aunque me separe de ti, no importa cuán lejos esté... Renaceré con el nuevo amanecer... -la nueva canción que Mina ensayaba era la que sonaba en su mente-.

Ella en el fondo de su corazón y su consciencia se imaginaba que la ventana de su cuarto se rompía por una pelota de béisbol. Un chico de pelo rojo y dientes de tiburón llegaba a recogerla. La mamá de Mina invitaba a pasar a Kirishima, los tres reían y lo pasaban alegremente. Eijiro llegaba con Ashido para cargarla en silla de ruedas y pasear, para después cargarla y ponerla de nuevo en su cama. En todo momento, Mina tenía una sonrisa de oreja a oreja.

Pero, cuando terminó esa declaración de amor, solamente quedaban Eijiro e Izuku viendo a la nada.

— ¿Estás bien? -preguntó el pecoso-.

— Por supuesto... -contestó el pelirrojo mientras cerraba los ojos, pero una lágrima cayó-.

(Cr: @ ysn_mha_8999 en Twitter)

— ¿Y ahora qué harás?

— Ayudaré hasta el final. Aún queda mucha gente que me preocupa a mí.

— Ya veo...

Ese mismo día en uno de los edificios de la escuela

Monoma estaba con y Kaminari recorriendo el lugar cuando una criatura extraña estaba peleando con el chico de pelo negro y espada.

— ¿Qué es eso que acabo de matar? -se preguntaba Monoma agitado mientras Denki estaba muerto de miedo y Sero con rastros de sangre-.

— ¿Un monstruo? ¿Podrías explicarte mejor? -Yaomomo estaba hablando por radio-.

— Solo puedo describirlo como un monstruo. Monoma lo alcanzó y lo mató con Sero, Kaminari habría estado en peligro de haber estado solo. -dijo Toru-.

— ¿Peligro? ¿Por qué? -se cuestionaba la azabache-.

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Buenas, ya sé que esta historia es bastante X pero igual agradezco el tiempo que se toman los pocos que la leen. Solo escribo esto para avisar que en tres semanas concluirá este fic.