Eres una luna en cuarto creciente, a pocos pasos de ser una luna llena en media noch. 

A veces solía confundir tu brillo con el sol pero, ahora lo entiendo, nunca brillaste tanto, eras oro de los tontos. Lo sé pero, aún así yo te apreciaba como si fueras diamantes de sol, algo precioso, creo que eso te gusto, te gustaba mi atención y el amor que te dedicaba sin tener que darme nada a cambio, es triste pero es la realidad.

¿No crees que te ame demasiado para recibir indiferencia en el único día que era (no realmente) tan importante para mí? Tú no tenías manera de saberlo, saber que no era tan importante para mí y sin embargo, decidiste ignorame.

Cada cierto tiempo me enojo demasiado contigo y luego regreso a la normalidad como sin nada, creo que eso define quien soy contigo.

Igual, este es amor de los tontos, es amor infantil el que siento por ti. Cada cierto tiempo, también me decepciono de quién creo que eres y me recuerdo que eres barro que pinte de dorado, tengo que hacerlo por qué, si no lo hago siempre espero más de ti de lo que estás dispuesto a darme.

¿Sinceramente? No me me duele, me siento indiferente pero, si me molesta un poquitín por qué te di demasiado de mi para merecer ignorancia en mi cumpleaños, ¿Sabes?

No, claro que no lo sabes, nunca quisiste hacerlo, lo entiendo pero, ¿tanto te costaba un poco más de amabilidad? En fin, no me importa más, eres una sombra en el pasado y una marca más que se quedará en mi corazón, una de las muchas que tendré a lo largo de mi vida. ♡