Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Le necesito

El camino de regreso había sido difícil, Giyuu estaba agotado y Shinobu había perdido la conciencia un par de veces. Pero finalmente estaban llegando al pueblo.

Con aquel pequeño cuerpo entre sus brazos el pilar del agua cruzó el portón de la finca mariposa, donde un hombre alto y de rubia cabellera estaba esperando.

- ¡Shinobu-chan! - corrió hasta llegar al lado de ellos cuando les vio entrar.

- Esta inconsciente.. - no podía mirar a aquel sujeto a los ojos, extrañamente después de tantos comentarios recibidos no se sentía digno - por favor da aviso a las damas para que le atiendan -.

- ¡Claro, dame un momento! - le dijo mientras velozmente desaparecía tras el corredor.

"Creí que me diría algo por llevarla en mis brazos.. Quizás no sabe acerca de nosotros.."

Finalmente llegó hasta la enfermería y recostó a Shinobu en una de las camas. Las encargadas aún no llegaban así que colocando agua tibia en una fuente metálica comenzó a limpiar las manchas de sangre de su dulce rostro. Se veía tan tranquila mientras dormía, estaba completamente atrapado en su belleza que no había notado una presencia que llevaba un tiempo tras de si.

- Se ve bastante dulce cuando duerme ¿no te parece? - Rengoku llevaba un tiempo parado tras el - Muchas gracias Tomioka-san, de seguro pasaron por una situación muy complicada -.

- Solo cumplí con mi obligación - respondió este indiferente.

- No creo que tu obligación comprenda el lavar amorosamente sus heridas -.

Tras oír aquellas palabras Giyuu se detuvo, lo estaba haciendo inconscientemente, la verdad no quería causarle problemas a Shinobu, quería recuperarla pero no de esta forma.

- Sumimasen - dejó el paño en el recipiente y se levantó de aquel asiento cediendoselo al Pilar que se encontraba junto a él.

- ¿Puedo preguntarte algo, Tomioka-San? - Rengoku le sostuvo por un hombro evitando que este se fuera, el rostro de aquel hombre que solía sonreír estaba completamente serio.

- No quiero tener problemas Rengoku-san.. - se safó de aquel leve agarre y comenzó a caminar.

- No conseguirás nada si continuas huyendo sin actuar como un verdadero hombre -.

Tomioka se detuvo en seco sin voltear ni decir nada.

"¿Acaso el sabe todo?"

- Puedes adelantarte, esperaré a que lleguen las enfermeras - le dijo Rengoku quién ahora cuidaba las heridas de la pilar - si eres lo suficientemente maduro espero encontrarte en la fuente del jardín principal -.

Giyuu sin responder nada abandonó aquel lugar dejando a solas a la pareja.

Rengoku acariciaba el rostro de Shinobu mientras un par de lágrimas luchaban por escapar de sus ojos.

- ¿Estuvo difícil? - sostuvo una mano de la Pilar entre las suyas y la acercó a su frente, la tristeza le venció y las lágrimas finalmente cayeron por sus mejillas - Yo solo quiero que tu seas feliz.. -.

- Recuer..dame Tom.. mioka.. san- entre suspiros las palabras escapaban de sus labios.

- Esta claro lo que realmente quieres... ¿Verdad pequeña mariposa? -.

Rengoku podía sentir como su corazón dolía, pero la verdad, el siempre lo sospechó. Desde que Shinobu le contó toda la historia de lo vivido con Tomioka el entendió que algo más fuerte de lo que imaginaba les unía.

Claro, al igual que todos creía que Tomioka era un idiota. Pero a la vez no lo juzgaba ni criticaba, parte de él inclusive lo intentaba entender, aunque no lograba hacerlo del todo.

- Kyojuro...kun, te quiero - sus labios se volvían a abrir y Rengoku caía en la confusión.

- Debes sentirte bastante presionada, ne Shinobu-chan.. - Rengoku suspiró - prometo ayudarte a encontrar la felicidad.. -.

En el momento en que las damas entraron el pilar depositó un beso en la frente de la chica que aún dormía y se retiró caminando hacia el jardín.

Cuando ya estaba a unos metros por llegar se dio cuenta de algo que la verdad no se esperaba. Tomioka no estaba por ningún lado.

Rengoku llevó una de sus manos a su cabeza y suspiró, no podía creer que un tipo como él se había ganado el corazón de la pequeña mariposa.

Se sentó por unos momentos en el césped mientras se sumergía en sus pensamientos.

"Piensa Kyojuro.. ¿Qué sería lo mejor en esta situación?"

Su mente se mantuvo divagando durante múltiples soluciones y sus diversos finales, pero no logró encontrar la indicada, así que decidió volver a la enfermería, ya había pasado un buen tiempo y seguro Shinobu habría despertado.

Se incorporó y comenzó a caminar en dirección hacia aquel lugar hasta que una especie de galope seguido de un grito le hicieron detenerse.

- ¡Espera Rengoku-san! - respirando entrecortado mientras afirmaba sus manos en sus rodillas Tomioka había llegado hasta donde él se encontraba -... Espera... por favor.. -.

- Creí que te habías marchado.. - Dijo extrañado el pilar.

- Lo hice.. De verdad lo hice.. - Tomioka aun no lograba recomponerse - Sumimasen.. Pero no puedo darme por vencido Rengoku-san -.

El pilar de la llama simplemente le quedó observando en silencio por unos segundos.

Creía que comenzaba a entender cómo es que a Shinobu le gustaba aquel muchacho.

- Vamos.. Acompáñame - Rengoku comenzó a caminar por entre los jardines seguido por Tomioka hasta llegar a un lugar mas apartado.

Con un gesto le indicó que se sentaran a conversar, el pilar del agua, de mala gana finalmente accedió.

- Hace mucho tiempo que quería hablar contigo - comenzó diciendo Rengoku - aunque la verdad hace tres meses atrás hubiera iniciado esta conversación regalandote una bofetada... Ahora que te veo tan herido creo que no sería sensato de mi parte -.

- Tsk.. ¿Podemos hablar de Shinobu-san? - preguntó molesto el pilar del agua.

- Lo estamos haciendo Tomioka-san, hace tres meses me pregunté qué tan imbecil podías ser cuando me encontré a Shinobu destrozada, realmente quería golpearte. Pero luego pensé que eso no solucionaría nada, por ello tomé la mejor desición y me enfoqué en hacer feliz a la chica que amo, cosa que tú jamás podrías entender.. -.

Las palabras del Pilar hacían que la sangre de Tomioka hirviera.

-  ¿Qué sabes tú de eso? - su ceño estaba completamente fruncido.

- Creo que la pregunta está mal dirigida, debería ser ¿Qué podrías saber tú de eso? - Dijo Rengoku entre risas - desde que apareciste en la vida de Shinobu-chan no has hecho más que hacerla llorar, le has ignorado, dejado de hablar, has desaparecido, y no sólo ha sido una vez, han sido varias veces las que has roto su corazón. Dime ¿Realmente te crees capaz de hacerla feliz? -.

Mientras mantenían esa ardiente discusión, una dama se acercó de forma tímida para decirle al oído a Rengoku que Shinobu había despertado.

- Yo.. Yo.. - Tomioka estaba tan impactado por las palabras del Pilar de la llama que ni siquiera podía encontrar las palabras para defenderse. Comenzó a pensar en todo lo que había vivido con Shinobu durante esos años, y extrañamente, solo venían a su cabeza las situaciones negativas ¿o es que acaso nada positivo había quedado entre ellos dos? - ...Tienes razón.. - pudo articular finalmente en medio de un suspiro -.

Kyojuro le observó con una ceja levantada, como si hubiese esperado otra respuesta.

- Al menos reconoces tu posición - continuó - deberías ver lo feliz que es Shinobu-chan en mis brazos, y no solo ella, hasta llegamos a parecer una bella familia feliz con Kanao-chan. Se forma un hermoso equilibrio en nuestras vidas al estar todos juntos, algo que realmente vale la pena presenciar - hizo una pequeña pausa -  De hecho ¿Sabes que?.. Deberías quedarte a comer con nosotros y pasar aquí la tarde, quizás podamos contagiar algo de la luz que emanamos a tu oscura vida, pero claro, no puedes quedarte a dormir, ese momento es especial e íntimo para nosotros.. - terminó con una mirada intimidante.

Giyuu se mantuvo en silencio, las palabras que había escuchado habían sido como afiladas navajas que habían destrozado su alma, le habían rasgado completamente. Quería llorar, realmente quería echarse al suelo y llorar, pero no se permitiría tamaña humillación frente al hombre que se encontraba arrojándole ese balde de agua fría.

"Rengoku-san es el hombre ideal, es amable todo el tiempo, pero sabe defender lo que ama.. Creo que todos tenían razón, comparado a él no tengo oportunidad.."

Dirigió una última mirada al Pilar que se encontraba frente a él. Un aire victorioso se podía observar en su rostro, como si estuviera lleno de orgullo, aunque en realidad aquel era su semblante característico.

- Si no tienes nada más que decir me retiraré - dijo dándole unas palmadas en el hombro a Giyuu - no quiero que Shinobu-chan llegue a despertar y se encuentre sola. ¡Nos vemos pronto, Tomioka-San! - y se levantó, su silueta comenzó lentamente a desaparecer por aquel corredor.

Tomioka seguía sentado en medio de aquel lugar, estaba apretando sus puños tan fuerte que sus uñas estaban comenzando a herir las palmas de sus manos.

Todo había sido su culpa, cada maldita desición que había tomado había provocado que la chica se alejara cada vez más de su lado a medida que otro hombre la acercaba hacia sí.

Nadie se la había robado, fue el mismo quien la había botado, y ahora, el hombre perfecto era quien la había cogido en sus brazos.

Comenzó a caminar y observó su reflejo en el espejo que se encontraba en medio del corredor, realmente era patético, no poseía atributos destacables ni un perfil carismático como su contrincante.

Una rebelde lágrima rompió la barrera de sus ojos y se deslizó por su mejilla.

"Realmente he perdido..."

(...)

- Gracias al cielo, has despertado - Rengoku acariciaba dulcemente el rostro de Shinobu que se encontraba ahora sentada por encima de la cama, la enfermería era un lugar bastante caluroso.

- ¿La misión ha terminado bien? - preguntó esta - ¿Hay detalles? ¿Los demás han llegado sanos? - sus ojos recorrían las camas vacías de aquel lugar.

- Aún no manejo los detalles, pero puedes sentirte tranquila Shinobu-chan, solamente llegaron los heridos que tu enviaste desde aquel bosque.. -

La chica suspiró aliviada, esperaba que no hubieran existido más enfrentamientos además del que ella y Tomioka habían tenido con los demonios.

"Tomioka-san..."

Su mirada estaba clavada en una de las ventanas del lugar. Su mente comenzó a revivir aquellos minutos que habían vivido cuando lograron sobrevivir al ataque que sufrieron.
Comenzó a sentirse culpable al sentir el tacto de las manos de Rengoku sobre su rostro, tan calidas, tan amables, tan sinceras..

"¿Será mejor que se lo diga?"

- Shinobu-chan - aquella grave pero dulce voz le trajo de vuelta de sus pensamientos - me siento muy feliz de que hayas vuelto a salvo, se que eres una mujer fuerte, capaz de valerte por ti misma y tomar tus propias desiciones, pero por favor, prometeme que siempre cuidaras tu vida y no harás locuras ni cosas arriesgadas... -.

- Kyojuro-kun yo.. No entiendo a que te refieres.. - se veía la confusión en su rostro.

- Shinobu.. Lo he notado - aquellos ojos violáceos le miraban fijamente - tus besos cada día están más concentrados de sabor a glicina. Por favor no me lo niegues... Yo.. Tuve mis dudas y te observé, con mis propios ojos te vi preparar el veneno - Shinobu estaba impactada, sus labios se habían separado, quizás para defenderse, pero nada salió de su boca, simplemente se quedó con ella abierta - Creí que lo usarías para recargar tu katana, pero no podía creer lo que vi cuando acercaste el vaso a tus labios y lo bebiste completamente. No sabía que pensar cuando comprobé que cada mañana lo hacías, que era parte de tu rutina..-.

- Kyojuro-kun yo.. - la habían descubierto, y por más que intentaba idear algo para ocultarlo, nada venía a su mente.

- Siempre estaré para protegerte, donde quiera que me necesites ahí estaré, no permitiré que nada malo te suceda, aun cuando no sigamos estando juntos lo haré, así que.. - los ojos de Rengoku se colocaron vidriosos - por favor, sea lo que sea que tengas en mente, detente.. No necesitas exponer tu vida.. No lo permitiré. Si es por la segunda luna superior, te prometo que juntos lo venceremos, así que.. Detente por favor.. -.

Las lágrimas finalmente habían comenzado a brotar de los cálidos ojos dorados del pilar frente a ella. Se veía tan débil, la situación realmente le afectaba.

Shinobu rápidamente se incorporó y lo atrapó entre sus brazos, hacía mucho tiempo que no veía aquella sonrisa desaparecer tras un mar de lágrimas. Con una de sus manos comenzó a acariciar suavemente su cabello mientras intentaba consolarlo. Este respiró profundo y con sus dedos secó sus mejillas para finalmente mirar fijo a la chica que amaba.

Ambos se acercaron lentamente y unieron sus labios en un cálido beso cargado de todo tipo de sentimientos. Aunque no todos eran positivos, ya que la culpa se hacía bastante presente en la conciencia de la mariposa.

- Gracias por este tiempo a mi lado Shinobu-chan - dijo Rengoku colocándose de pie cuando se separaron - lo atesoraré profundamente en mi corazón.. -.

- ¿Por qué dices eso Kyojuro-kun?.. -.

El pilar se mantuvo en silencio por un momento y disimuladamente miró hacia la puerta.

- ¿Estas preocupada por Tomioka-san? - preguntó en un tono un poco más alto del que habían mantenido - te he notado extraña desde que volvimos -.

- Yo... - "¿lo había notado?" - Pues.. Tomioka-san se ha disculpado conmigo.. - estaba nerviosa, no podía creer que Rengoku ya había notado que las cosas no iban del todo bien.

- ¿Qué ha dicho por lo nuestro? -.

Shinobu estaba impactada, sus preguntas estaban siendo demasiado directas, tanto que ni siquiera una mujer terca como ella lograba responder calmadamente.

- El.. El.. - "¿Cómo se supone que responda a esto?" - El cree que tu eres un buen hombre.. -.

- Comprendo.. - Kyojuro se veía serio - hace un momento atrás hablé con él, por lo visto le da completamente igual que estemos juntos.. -.

- ¿A que te refieres? - Aunque quería ocultarlo, el rostro de Shinobu reflejaba tristeza, la cual fue percibida por Rengoku, quien le dedicó una última sonrisa.

- Él sabe de mi presencia y aun así su expresión no cambia... -.

- ¡Te equivocas! - Tomioka entró por aquella puerta ubicándose justo entre ellos mirando hacia Rengoku - ¡Estas completamente equivocado!.. -.

La chica no sabía que decir frente a la situación, los dos hombres que ocupan su corazón se encuentran en este momento discutiendo delante de ella.

- Nunca te has preocupado por Shinobu.. - le respondió el pilar de la llama - No podrías hacerla feliz.. -.

- Eso.. eso podría ser verdad.. - reconoció Tomioka cabizbajo.

- No podría, es un hecho.. - Rengoku empujó con su dedo índice el hombro del pilar frente a él - Mira, tu estuviste.. -.

- Celoso - le interrumpió - estuve celoso de ti, nunca había experimentado algo como los celos, pero desde que tu apareciste fui arrastrado por esos sentimientos que habían estado enterrados dentro de mí.. Y si ya soy un idiota esto provocó que me comportara aun peor ¡Como el Rey de ellos! -.

- Que diablos, no entiendo a qué te refieres..-.

- Tampoco esperaba que lo hicieras.. - Tomioka le miró fijamente, calmado..- Rengoku-san, tal como pensé hace un rato atrás, eres un hombre perfecto.. Y podrás vivir como tu verdadero ser así tal cual como estas ahora - se volteó levemente y sus ojos se posaron de forma dulce sobre los de Shinobu, quien les escuchaba en silencio - Pero yo solo puedo estar en mi verdadero ser cuando tengo a Shinobu a mi lado... -.

Rengoku les observaba con una sonrisa de satisfacción en su rostro. Los ojos de Giyuu se volvieron a posar sobre él.

- ¡Es por eso que no necesitas a Shinobu! - concluyó Tomioka - Yo soy quien la necesita.. -.

Las lágrimas comenzaron a escapar de los ojos de la Pilar quien en un veloz y desesperado movimiento abrazó al Pilar del agua que se encontraba frente a ella.

- Nunca.. Nunca te dejare ir, hasta el día en que muera - dijo entre sollozos mientras apretaba sus ojos.

Giyuu le abrazó con uno de sus brazos y con él otro acariciaba su cabello.

- Estoy preparado para esa vida.. -.

Rengoku había abandonado la habitación sin que éstos si quiera se dieran cuenta. Una sonrisa estaba dibujada en su rostro, lo había conseguido, su plan marchó tal cual lo había trazado..

- Sayonara, Shinobu-chan.. - Dijo volteandose dirigiendo una última mirada hacia el lugar - no olvides nuestra promesa... -.

Cruzó lentamente aquel portón que delimitaba el ingreso a la finca y una dulce voz lo saca de sus pensamientos.

- Rengoku-san.. - Mitsuri Kanroji le había quedado viendo fijamente preocupada - ¿Te sientes mal? ¿Por qué estas llorando? -.

Kyojuro ni siquiera había notado como aquella cálida sonrisa que llevaba en su rostro se había envuelto en lágrimas cuando atravesó por aquel portón.

- Buenas tardes Kanroji-San.. - Dijo sonriendo tras sus lágrimas - ¿Tienes tiempo? Es una larga y romántica historia..-.

La Pilar del amor dió el brazo a su amigo y juntos se fueron caminando hasta desaparecer de aquel lugar.

(...)

-Me siento mal por Kyojuro-kun.. -.

Shinobu, quien se encontraba ahora sentada sobre su futon envuelta en los brazos de Tomioka no podía evitar sentir tristeza ya que pensaba que había jugado con los sentimientos del Pilar.

- Creo que le debo mucho a ese hombre - respondió Tomioka - fue el quien me ayudó a abrir los ojos.. -.

Suavemente depositó un beso en la frente de la chica que se encontraba entre sus brazos y cariñosamente le recostó.

-¿Cómo te sientes de tus heridas? - preguntó Giyuu después de unos minutos en silencio.

- Ya me estoy sintiendo mejor, la medicina ha calmado el dolor.. -.

- Gracias al cielo.. -.

- Tomioka-san.. -.

- Dime, Shinobu.. -.

El rubor cubrió sus mejillas tal cual lo hacía cada vez que su compañero la llamaba por su nombre de esa forma.

-¿Crees que somos una pareja que ha perdido la cordura? -.

-¿Por qué lo dices? - los ojos azules se detuvieron sobre ella.

- No te mentiré, estando con Kyojuro-kun el mundo se sentía color de rosa, jamás discutimos, ni menos peleamos. No conocí lo que era la tristeza estando a su lado..- el rostro de Giyuu entristeció - pero.. A pesar de todo eso, sentía que algo faltaba, una sensación que no puedo explicar ni reconocer, pero la cual solo tu la logras producir en mi. Me desespera, pero no puedo dejar de necesitarla, de sentirla.. No puedo dejar de amarte.. -.

Tomioka se volteó completamente hacia ella. No sabía muy bien que responder a lo que la mariposa le decía. No quería arruinar el momento, y eso le asustaba ya que el era un experto en hacerlo.

- Jamás dejes de hacerlo.. - se limitó a decir antes de callar sus labios con un profundo beso.

Los besos y caricias duraron por toda aquella tarde hasta el anochecer. Estaban tan cansados que rápidamente cayeron dormidos.

Ni siquiera sintieron el momento en que Kanao abrió la puerta del dormitorio y al ver semejante panorama simplemente retiró su futon y se fue a dormir a otra habitación. Pobre chica, le había tocado y ver tantas cosas a su corta edad.

(...)

El sol ya se encontraba en su máximo apogeo, seguro era pasado medio día el momento en que Giyuu abrió sus ojos. Había estado realmente cansado, hacía mucho tiempo que no dormía tan bien. Aunque la verdad, lo mejor para él en ese momento era la mujer que, después de tanto, por fin se encontraba descansando nuevamente a su lado.

Suavemente comenzó a acariciar su rostro que se mantenía dormido junto a él. Cada día se sentía atrapado por la belleza de la chica.

Quería realmente protegerla, cuidarla de los peligros tanto exteriores como de él mismo. Necesitaba recordar todo lo que había pensado en el momento en que aquella carta había abierto sus ojos hace meses atrás. Tenía mucho que corregir tanto de su carácter como de su personalidad, y no descansaría hasta lograrlo.

- Buenos días Tomioka-san.. - la pequeña mariposa por fin había abierto sus ojos.

- Bueno días, Shinobu - dijo besando su frente.

La chica rápidamente enrojeció ante aquellas palabras y aquella acción.

- Me gustaría.. - comenzó a decir nervioso - me gustaría que pudieras llamarme solo "Giyuu", como en otras ocasiones has hecho.. -.

- Eso es difícil - dijo más sonrojada - simplemente me nace en los momentos... -.

- Por favor.. - una dulce mirada se posó sobre ella.

-Giyuu...- terminó de decir y se cubrió completamente con la manta.

Así se quedaron juntos por unas horas más, al parecer ni el hambre ni nada les estaba obligando a levantarse, hasta que finalmente Shinobu completamente decidida se incorporó.

- Quiero ir a ver a Kyojuro-kun... Necesito hablar con el y entre tantas cosas poder agradecerle.. -.

-Hm - asintió Tomioka - ya es hora de levantarnos... -.

Y dicho esto ambos se alistaron para salir, aunque con destinos diferentes, ya que Tomioka iría a ver a su maestro y a Tanjiro para continuar con el entrenamiento de este.

(...)

- Lo siento Shinobu-Sama - dijo un joven de aspecto muy similar a Kyojuro - niichan se ha ido a una misión muy temprano por la mañana, pero si necesitas darle un recado con gusto se lo puedo pasar cuando vuelva -.

- Eres muy amable - el rostro de Shinobu entristeció un poco - pero no te preocupes, estaré atenta a su regreso.. ¡Ten buenas tardes! - finalizó con una sonrisa y se retiró.

Iba caminando por el pueblo cuando se encontró nuevamente con Tomioka.

- Tanjiro fue enviado a una misión así que no he tenido que entrenarlo - le informó al llegar a su lado - Hay un lugar que quiero enseñarte hace tiempo... ¿Me acompañarías? -.

Shinobu claramente aceptó, y juntos comenzaron a caminar en dirección a la salida norte del pueblo.

En un acto completamente rápido y de forma cohibida, Giyuu coge la mano de la Pilar y entrelaza sus dedos mientras van caminando, lo cual provocó que ambos se sonrojaran.

- Ne, Tomioka-San... ¿Realmente no te importa que la gente se entere de lo nuestro? -.

Este no respondió, aunque tenía sus motivos. Primero, se sentía demasiado avergonzado como para hablar. Y segundo, le parecía que la respuesta era completamente obvia.

Fue así como en silencio finalmente llegaron hasta una casa, no era pequeña pero tampoco era gigante como la finca. Aunque si se veía algo descuidada.

- Este es mi nuevo hogar... -.

Shinobu sabía que había estado ahí antes pero no recordaba cuando.

- Creo que no le colocas nada de esfuerzo al cuidado del jardín Tomio.. Digo, Giyuu - apartó su vista hacia el lado.

- El jardín está esperando a que su dueña venga a arreglarlo... Yo solo seré un simple peón bajo las ordenes de la jardinera -.

- ¿Qué quieres decir? - preguntó confundida.

- Yo.. Se que esto no se compara a la finca.. - El pilar estaba completamente nervioso - pero realmente anhelo que un día podamos convertir este lugar en nuestro hogar Shinobu.. - el rubor cubrió completamente sus mejillas - ha sido mi sueño desde que tuvimos aquellos días libres en la cabaña -.

- ¡Oh Giyuu! - Con un pequeño brinco Shinobu trepó hasta los brazos del Pilar - te prometo que convertiremos esto en algo digno de ser llamado hogar.. -.

Y así pasaron los días, concentrados en mejorar de aquella última misión que habían vivido, en la cual si bien resultaron bastante heridos, fue necesaria para poder restablecer aquellos lazos que se habían roto, aunque claro, necesitaron una pequeña ayudita.

Se dedicaron a cuidar de aquel jardín, puesto que sabían que sí en un futuro querían que fuera algo bello debían empezar desde ya a prepararlo.

Los días habían estado extremadamente calurosos, lo cual indicaba que la primavera se estaba haciendo completamente presente, la joven pareja se encontraba descansado después de un arduo momento acomodando y preparando la tierra para plantar algunas flores. Sentados en el escaso césped que había bebían una fresca limonada mientras disfrutaban de sus caricias y de las tibias corrientes que de vez en cuando les refrescaban.

Era un ambiente completamente perfecto, hasta que un mensaje resonó en aquel cielo por sobre ellos.

- Caw Caaw Muerto, Kyojuro Rengoku ha muerto luego de su enfrentamiento con el tercer luna superior.. -.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro